SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.33 número58El conflicto armado anglo-argentino de 1982: un análisis de las particularidades de la morfología de la guerra del Atlántico SurLimitantes financieros y mandato contracíclico: manifestaciones recientes en los bancos multilaterales de desarrollo índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Ciclos en la historia, la economía y la sociedad

versión On-line ISSN 1851-3735

Ciclos hist. econ. soc. vol.33 no.58 Buenos Aires jun. 2022

 

Articulos

Algunas reflexiones en torno a la importancia económica de las Islas Malvinas

Some reflections on the economic importance of the Islas Malvinas

 

Andrés Musacchio

 

Resumen

El artículo se propone analizar la evolución reciente de la economía de las Islas Malvinas, enfocando su estructura productiva y su morfología. Desde esa perspectiva, se exponen algunos elementos problemáticos en dos de sus actividades principales, la pesca y la exploración petrolera. si bien la cuestión de la guerra proyecta una influencia de largo plazo, la hipótesis de partida es que las características de la economía malvinense está determinada en lo fundamental por el contexto económico internacional de las tres últimas décadas más que por la cuestión regional y local. sobre la base de lo expuesto, el artículo procura estudiar algunas contradicciones de la estructura económica y algunos cambios reciente, como el Brexit, procurando extraer conclusiones para las negociaciones relativas a la soberanía. En tales negociaciones, de todas formas, Argentina sólo puede desplegar una estrategia exitosa en el marco de una política interna de desarrollo de sus fuerzas productivas.

Palabras clave: Malvinas, petróleo, pesca, estructura productiva, soberanía. Abstract

The article aims to analyse the recent evolution of the economy of the Malvinas Islands, focusing on their productive structure and morphology. From this perspective, some problematic elements are presented in two of its main activities, fisheries and oil exploration.

While the question of war projects a long-term influence, the starting hypothesis is that the characteristics of the Malvinas economy are essentially determined by the international economic context of the past three decades rather than by the regional and local question.

Based on the above, the article seeks to study some contradictions in the economic structure and some recent changes, such as Brexit, trying to draw conclusions for the sovereignty negotiations. In such negotiations, however, Argentina can only pursue a successful strategy within the framework of an internal policy of developing its productive forces.

Key Words: Malvinas, oil, fisheries, productive structure, sovereignty.

Fecha de recepción: 2 de mayo de 2022 Fecha de aceptación: 1 de junio de 2022

Introducción

Cuando se aborda la problemática de las Islas Malvinas suele pensarse en primer lugar la cuestión territorial, que involucra a las islas y su proyección antártica. Luego se expresan las cuestiones estratégicas, militares y geopolíticas. Las implicancias de tener una base de la OTAN en un territorio en disputa, las consecuencias del conflicto armado de 1982 o la recomendación del Comité de Descolonización de Naciones Unidas pidiendo la apertura de negociaciones bilaterales son claramente problemas dominantes.

Sin embargo, discretamente, las cuestiones económicas han ido ganando terreno en los debates, especialmente en las últimas tres décadas. La problemática económica vinculada a Malvinas tiene al menos dos ejes diferenciados y complementarios. En primer lugar, involucra las potencialidades y las realidades económicas directas de las islas, tanto en su dinámica interna como en las posibles repercusiones en los circuitos económicos argentinos y británicos. En ese terreno, resulta importante resaltar la estrecha ligazón de la problemática económica con los problemas del cuidado y la administración de los recursos naturales como de los impactos ecológicos y sociales de un ecosistema especialmente frágil.

Un segundo eje de análisis debe abordar los aspectos indirectos provenientes del contexto económico general de la Argentina, que fortalece o debilita al país en sus aspiraciones sobre un territorio que legítimamente le pertenece, pero también de manera simétrica, sobre las potencialidades que la resolución de la larga disputa podría abrir. En efecto, algunos interpretan que un avance en las negociaciones podría implicar para Argentina mejores condiciones para realizar negocios y atraer una corriente de inversiones directas. En ese sentido se ha expresado por estos días el Embajador norteamericano en el país, cuando aseveraba que en el marco del conflicto actual "No podemos venderles armas a la Argentina que contengan partes británicas. Además, el conflicto impide que haya más inversiones inglesas en la Argentina"[2].

En el presente artículo trataremos de revisar algunas aristas de estas dos problemáticas, tratando de enfatizar algunos matices que nos parecen relevantes para pensar un giro en la situación a cuatro décadas del final de la contienda de 1982.

Malvinas y los intereses económicos directos

Indudablemente, las Islas Malvinas no resultan hoy un un emplazamiento destacado desde el punto de vista productivo y de su impacto sobre el producto bruto de la economía británica o potencialmente de la economía argentina. Aseverar tal cosa no significa suscribir que algunas actividades específicas carezcan de relevancia real o potencial. En lo fundamental, la importancia económica actual de las islas y el mar circundante nos remite a cinco conjuntos de actividades (cf. por ejemplo, de los Reyes, 2012 y cuadro 1) con una perspectiva futura tan incierta como disímil. Se trata de las actividades agrícolo-ganaderas, turísticas, petrolera, minera y pesquera.

Como puede verse en el cuadro 1, basado en las cuentas nacionales que lleva la administración de facto de las islas, el peso de cada una de estas actividades es notablemente diferente, siendo la exploración petrolera y la explotación pesquera las dos más relevantes para la conformación del producto bruto isleño.

El importante salto que registró la economía de las islas a partir de la finalización de la contienda en 1982 es habitalmente interpretado de manera incorrecta o parcial. La idea predominante de que la guerra obligó a Gran Bretaña a "descubrir" las islas y fomentar una mejora en las condiciones de vida por razones de equidad o estrategia geopolítica es, cuanto mucho, una razón secundaria. De hecho, el largo período neoliberal implicó para Gran Bretaña un notable incremento general de la inequidad. La desagregación sectorial del producto permite inferir que, de haberse mantenido las condiciones internacionales prevalentes antes de la guerra, las condiciones de vida de la población prácticamente no habrían sufrido modificaciones.

Lo que cambió posteriormente es la intensificación de la exploración petrolera y la explotación pesquera. Ambas tienen más que ver con cambios en las condiciones globales que locales. En materia petrolera, el incremento general de los precios del petróleo luego de la crisis de 1982 permitieron rentabilizar la producción en zonas antes despreciables desde la perspectiva de las ganancias esperadas. El mismo fenómeno que permitió, por ejemplo, poner en funcionamiento la cuenca del Mar del Norte, impulsó también la exploración en la zona de Malvinas.

De la misma manera, las importantes transformaciones de la industria pesquera a partir del despliegue de los buques factoría y del estímulo al crecimiento del consumo de pescado en algunas regiones, especialmente en Eropa continental, impulsaron la intensificación de la pesca en la región. Visto con un foco apenas ampliado, los problemas a los que se enfrenta Argentina con los buques factoría en la "milla 201" son parte del mismo proceso.

Pero la extrema dependencia de ambos sectores introduce también un factor adicional característico. El gráfico 1 llama la atención sobre la gran volatilidad dela economía malvinense, que registra fuertes saltos y drásticas caídas, problema sobre cuya explicación volveremos en las próximas páginas con algo de detalle.

 

Desgranando algunas características de la economía de las Islas Malvinas

Al analizar las principales actividades económicas de las islas, surgen algunas improntas definidas. Una de las actividades fundamentales en la estructura económica es la relativamente modesta explotación agropecuaria, desarrollada en un contexto climático y geográfico extremadamente desfavorable, pero que durante mucho tiempo configuró el centro productivo de la región. Fundamental para la subsistencia de la población y con moderados excedentes para la exportación, su proyección hacia futuro no parece tener un potencial que modifiqie radicalmente su importancia cuantitativa. Constituye entonces una base estable, sin profundas contracciones ni grandes expectativas de crecimiento.

Más relevante para las actividades internas es el sector compuesto por el comercio, el turismo receptivo y los servicios recreativos. La combinación del panorama oceánico circundante, el duro clima, atractiva fauna de pingüinos y albatros y un pintoresquismo innegable en el casco urbano de Puerto Argentino, sumados a referencias históricas cuyo núcleo es la propia guerra de 1982, hacen de las islas un destino a la vez exótico y tentador, tanto para visitantes de orígenes lejanos como para los propios argentinos. En este último caso se le suma una motivación socio-cultural especial derivada de la connotación particular que las islas representan para los habitantes del país. El flujo turístico que toma a las Malvinas como el destino final o la posibilidad de ser etapa de paso de cruceros convierte a la actividad en un factor de una gran potencialidad. Sin embargo, la imposibilidad de construir una infraestructura acorde en las islas mismas, especialmente en lo referido al transportes y la atención sanitaria, hacen que sólo un fluido contacto con tierra firme permita concretar efectivamente el despliegue potencial del turismo. Esto significa que, en este punto, la dinámica de la región está determinada de una manera muy estrecha al vínculo con el resto de la Argentina.

Junto con la administración pública, el sector agropecuario y los servicios comerciales y turísticos conforman los pilares de la porción de lo que podría denominarse la economía no extractiva. En 2020, esas actividades sobrepasaban ligeramente el 25% del producto. El eje principal de la economía malvinera está compuesto hoy, sin embargo, por las actividades extractivas. Y allí predominan dos sectores específicos, el petróleo y la pesca.

La cuestión petrolera tiene una tradición ya bastante larga. Desde hace varias décadas, la discusión sobre la existencia de reservas de gas y petróleo en la cuenca malvinense que hagan factible su explotación económica ha sido la cuestión central en materia económica. Curiosamente, el interés en la exploración surgió casi de manera contemporánea a la Resolución 2065 de Naciones Unidas que reconocía a Malvinas como un territorio en disputa. Desde finales de los 60, varias empresas han llevado a cabo la exploración de parte de la plataforma submarina, con resultados que hasta el momento han sido, en principio, poco atractivos[3]. En realidad, como es habitual, los resultados de las exploraciones suelen tener una difusión limitada por razones de "seguridad empresaria". Por eso, autores como Felizia (2022:155) recalcan que "poco se sabe sobre los resultados de la exploración de la zona, a partir de las licencias que el Reino Unido ha otorgado a diferentes empresas para la investigación sobre las potencialidades y los hallazgos de minerales y petróleo".

En diversas oleadas exploratorias, ha tendido a prevalecer la idea de que potencialmente podría estarse frente a cuencas de hidrocarburos de interesante riqueza eventual, pero con costos operativos de exploración, explotación y transporte excesivamente elevados debido a las condiciones climáticas y oceanográficas de la región, que las haría muy poco rentables económicamente. Este problema podría ser salvado a largo plazo con el desarrollo de tecnologías apropiadas para la construcción de plataformas petroleras marinas. Sin embargo, tal solución depende crucialmente de los desarrollos tecnológicos en la extracción y de un precio del petróleo que justifique las inversiones. En ese sentido, el panorama tiene claros paralelismos con el fracking. La volatilidad de los precios internacionales del petróleo dificultan notablemente el proceso e incentivan y desincentivan recurrentemente la exploración. Allí reside, pues, un factor significativo de la volatilidad de la economía malvinense que destacábamos en el gráfico 1.

También la cuestión ambiental se instaló en el debate, sobre todo a partir de la gran catástrofe provocada por la empresa británica British Petroleum en el Golfo de México y de otros accidentes de menor impacto. De hecho, incluso la prensa internacional se ha hecho eco de algunos incidentes en el propio proceso de exploración Malvinas, especialmente en 2015, cuando la empresa Falkland Oil and Gas Ltd informó sobre un problema técnico en la plataforma Eirik Raude, que fue motivo de controversia entre Argentina y Gran bretaña pero que no pasó desapercibido en la prensa internacional[4]. Las discusiones sobre la problemática ambiental incrementarán seguramente su intensidad en el futuro, especialmente tomando en cuenta la resistencia de algunas organizaciones de la sociedad civil argentina e internacional en plataformas menos riesgosas que las que una explotación significativa requerirían en las islas.

Contraponiéndose a la dirección que adquiere paulatinamente la sociedad civil en el cuestionamiento del impacto ambiental del extractivismo, aparece una nueva arista relevante, que podría resignificar la exploración y eventual explotación explotación petrolera en Malvinas. El paulatino agotamiento de las reservas del Mar del Norte cuestionarían el rol de productor-exportador de petróleo de Gran Bretaña en Europa, una posición que solidificaría con reservas en otras zonas, como Malvinas (Luchetti/Troncoso, 2014). Si tal perspectiva había sufrido un duro revés con el Brexit y cierto alejamiento de la influencia exportadora británica en Europa continental, la geopolítica de la energía y, especialmente, de los hidrocarburos ha vuelto a ganar en relevancia luego del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania. En ese contexto, los enflaquecidos vínculos entre la Unión Europea y Gran Bretaña han vuelto a ganar en densidad exactamente en ese terreno, al compás de las restricciones que impone el bloqueo al comercio con Rusia y el consiguiente aumento explosivo del precio de los hidrocarburos, que rentabilizan nuevamente regiones con altos costos de producción.

Mientras tanto, la cuestión petrolera y la distribución de la renta que una explotación generaría es uno de los factores fundamentales en torno a los cuales se plantea hoy la discusión de la soberanía. Históricamente, la recurrencia de la hipótesis de gran riqueza petrolera ha estado correlacionada con un aumento en la tensión bilateral (Margheritis, 1992), mientras que resultados adversos en la exploración se conjugaron con cierta distensión y mayor predisposición para acuerdos, incluso en materia petrolera. Es que con las expectativas de una fuente de riqueza significativa, las regalías emergentes podrían solventar de manera completa los altos costos de la "administración" de las islas (sobre todo por los altos costos militares que devienen de la arbitraria interpretación británica sobre potenciales riegos de ataque por parte de Argentina), lo cuál daría también más autonomía a los pobladores.

Pero, por otra parte, para la estructura de costos de la explotación gasífera y petrolera resulta crucial el apoyo logístico del continente, por lo cuál el vínculo primario con Argentina y secundario con el resto de los países de la región reviste una importancia inversamente proporcional a las expectativas de utilidad de los pozos. Por lo tanto, este es un factor que, tarde o temprano, obligaría a Gran Bretaña y la los isleños a encarar algún tipo de negociaciones con Argentina. Dada la importancia del tema petrolero en la ecuación económica, una creciente presión de Argentina retaceando el apoyo logístico continental y sancionando a empresas petroleras que negocien directamente con Gran Bretaña o los isleños resulta de singular importancia para fortalecer la posición negociadora. En la larga crisis que atraviesa la economía británica, los costos de su administración se vuelven un creciente lastre que comienza a jugar en el mismo sentido. Para aprovechar tal situación, sin embargo, Argentina debería mantener una línea de firmeza a partir del trazado de políticas de estado que no sean vulneradas por acuerdos bilaterales como el como el "Acuerdo Foradori-Duncan), que marcan un retroceso y un debilitamiento en la posición argentina.

De todas maneras, la principal fuente real de recursos de las islas en los últimos años no han sido los hidrocarburos sino la concesión de licencias para la explotación de los recursos ictícolas. De acuerdo a Bonetti (2022:188), el área que Gran Bretaña ocupa como área de explotación exclusiva se ha multiplicado por ocho entre 1989 y la actualidad, concediendo masivamente licencias pesqueras a buques de terceros países. Un informe de la Agencia Telam resaltaba la concesión de 230 licencias en la última década, autorizando la explotación del calamar loligo, el illex y la merluza negra. [5] Fundamentalmente, se trata de pesca realizada por barcos mayoritariamente de banderas taiwanesa, coreana y española, aunque también de algunos con bandera de Malvinas, a pesar de que las islas no tienen plantas de procesamiento. La actividad emplea como parte de su mano de obra a trabajadores golondrina de algunos países sudamericanos del pacífico, especialmente Chile y Perú y, por lo tanto, no tiene gran impacto en el volumen de empleo de las islas mismas. Durante más de una década, hasta 2005, rigió un marco de cooperación bilateral para llevar a cabo el monitoreo conjunto de la explotación pesquera en los mares del sur. La decisión unilateral británica de cambiar el régimen de licencias y pasar de licencias semestrales o anuales a un sistema de licencias transferibles por 25 años quebró la cooperación. En este caso, a diferencia de lo que ocurre con los hidrocarburos, la falta de apoyo logístico continental parece ser menos influyente, algo que Argentina también comprueba con la permanente vulneración del su plataforma submarina por parte de buques factoría que regularmente se introducen de manera ilegal en el área de las 200 millas[6].

La cuestión pesquera es mucho más compleja que la petrolera, pues no se trata de una amenaza potencial, sino de una apropiación de recursos de la que participan además terceros países. El destino final de la pesca es, en su mayoría Europa continental, especialmente España, país que se ha convertido en el principal socio importador de las islas. Por eso, en el necesario proceso de negociaciones Argentina debe abogar por una apertura multilateral, incluyendo a los demás países involucrados. Más aún, cuando la explotación avanza sobre la zona protegida por el tratado antártico. En ese contexto debe interpretarse una reciente comunicado de prensa de la Cancillería Argentina, en la que se recalca que la pesca llevada a cabo por buques británicos[7] es violatoria del régimen de la Comisión para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), un organismo multilateral conformado por 26 países miembros, entre ellos la Argentina y el Reino Unido. La Argentina instó a los Miembros de CCRVMA a evitar la comercialización del producto de dicha pesca ilegal e incorporar a estos buques en la lista de quienes incurren en pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), reclamando el cese inmediato de esta pesca ilegal.[8] A la reclamación correspondería sumar que la masiva captura de calamares ejerce una presión claramente depredatoria.

Por lo pronto, un cambio importante fue provocado por el Brexit. Es que a partir de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea los productos derivados de la pesca provenientes de las malvinas son gravados con entre un 6% y un 18% de impuestos aduaneros. Para las exportaciones de carnes, el impuesto es incluso del 42%. Segun recoge el diario alemán Der Spiegel, los nuevos tributos han golpeado la rentabilidad de ambos sectores e incluso cerrado el mercado para las hasta allí bajas exportaciones de carne[9].

Indudablemente, la exploración de hidrocarburos y la explotación de la riqueza ictícola afectan de manera directa los recursos y el equilibrio ecológico de toda la plataforma continental argentina, por lo cuál la posición intransigente de Gran Bretaña, además de entorpecer el desarrollo económico de Malvinas, se convierte en una vulneración de la soberanía política, pero también económica de la Argentina. La potencia colonial saquea y se arroga el control de los recursos naturales de nuestro país. Por eso, la demanda argentina no se recorta sólo como un problema diplomático y geopolítico, sino también como una cuestión económica de gravedad.

A guisa de conclusión: las Malvinas y la problemática económica más general

La actual situación crítica de la economía británica y el cuadragésimo aniversario de la Guerra del Atlántico Sur han alimentado en los últimos meses una nueva escalada de tensiones entre ambos países, con un endurecimiento de sus posiciones. En ese contexto, una y otra vez vuelve a plantearse el conflicto de soberanía con un vínculo estrecho con el conflicto bélico. Para Argentina, esa perspectiva resulta un verdadero problema. Es cierto, por un lado, que los combates mostraron el valor de los soldados argentinos, embanderados en una causa que claramente representaba el anhelo de toda la población del país. Pero también es verdad que la acción fue impulsada por una dirigencia militar que se había apropiado ilegalmente del Estado con la aprobación de quienes posteriormente serían los enemigos y en contra de la inmensa mayoría de la población. La discusión en torno a Malvinas es mucho más profunda y rica que la guerra. Incluye los incuestionables argumentos jurídicos que tiene Argentina para reclamar la soberanía. Incluye el interés nacional por reincorporar un territorio que le pertenece. Incluye también los recurrentes llamados de Naciones Unidas para negociar en el marco de la Resolución 2065. Incluye, finalmente, el avance hacia una estrategia extema común de toda la región, que en las últimas décadas se manifestó una y otra vez de diversas maneras en distintas coyunturas. La discusión debe, por lo tanto, ser planteada en toda su dimensión histórica y no exclusivamente desde el mirador del conflicto armado.

Por otra parte, el Brexit quebró el hasta entonces incólme vínculo entre Gran Bretaña y la Unión Europea. Dado que la Unión es una parte involucrada en la problemática, como lo ejemplifica el hecho de ser el principal receptor de las exportaciones pesqueras, debe abrirse a un juego multilateral que algunos actores vienen reclamando con intensidad creciente. En ese marco, informes periodísticos europeos que daban cuenta de este cambio de contexto advertían también que algunos países europeos resultaban permeables a la reclamación argentina, mencionando explícitamente a Italia, España, Portugal, Suecia, Austria y Grecia[10]. Soplan, pues, nuevos vientos en la diplomacia mundial, al menos hasta que Gran Bretaña pueda convencer a sus ex socios de firmar un acuerdo de librecomercio.

Por otra parte, también quedó demostrado que durante la Guerra, el heroísmo de quienes combatieron no fue suficiente como para compensar la falta de armamentos e infraestructura necesarios para sostener el combate con cierto equilibrio. En el fondo, la derrota militar puso de manifiesto crudamente lo que las dificultades para sentar a los británicos en la mesa de negociaciones dejan intuir de manera más larvada. La capacidad de acción y presión de la Argentina depende de sus argumentos legales, de su astucia diplomática, pero también del desarrollo de sus propias fuerzas productivas. Solo una base material sólida le puede dar al país el poder y la capacidad para negociar con éxito sus criterios en los foros internacionales, multilaterales y bilaterales. Por lo tanto, las estrategias trazadas para la recuperación de las islas del Atlántico sur no pueden estar disociadas de un proyecto consistente de desarrollo económico y social interno.

Por eso es que el Estado nacional, además de compartir la ilusión de toda la sociedad de una recuperación pronta de las islas y manifestarlo en cada mesa de negociación y en cada oportunidad que se presente, tiene también una cuota de responsabilidad en ese camino indirecto para la recuperación de la islas que es el del desarrollo nacional, base ineludible de una política exterior exitosa. Ello demanda la conformación de un programa de desarrollo que encolumne tras de sí a una porción mayoritaria de la población y de sus organizaciones representativas. Pero también requiere de un minucioso análisis técnico de los sectores productivos capaces de modificar las estructuras económicas del país, lo cual debe cristalizar en una planificación del camino hacia el desarrollo económico y la velocidad que debe imprimírsele (cf. Musacchio 2020). De igual forma debe conformarse un proceso de distribución más equitativa del ingreso por razones de equidad e inclusión, pero también porque una demanda interna constituye un motor impulsor del desarrollo fundamental. En ese contexto, es preciso contar con todos los instrumentos fiscales, monetarios, cambiarios, distributivos y de programación de los que el Estado dispone, sin cederlos en negociaciones en organismos internacionales como la Organización Mundial de Comercio o en acuerdos bilaterales de "librecomercio" que no son tales, pues su objetivo es, precisamente, limitar la capacidad de los Estados para ejecutar políticas (Musacchio, 2020b).

La movilización de los recursos sociales y naturales resulta una condición imprescindible para concretar un tal programa. Por eso, si el proceso de desarrollo de las fuerzas productivas gesta las bases para una negociación más potente por la recuperación de las islas, se nutriría también del provecho de los recursos que hoy son apropiados por Gran Bretaña. Sólo ese doble juego permitirá articular un avance en la defensa de la soberanía argentina en las islas, cuya concreción esperamos ver realizada en corto tiempo.

 

Lista de referencias

 

Bernal, F. (2011), Malvinas y petróleo: una historia de piratas, Buenos Aires: Capital Intelectual.

Bonetti, C. (2022), "Malvinas y el Brexit, ¿una nueva oportunidad para la Argentina?", en Wolaniuk, L. et al., Malvinas, Antártida y Atlántico Sur: Colonialismo, soberanía y desarrollo en el siglo XXI, Buenos Aires : CLACSO. Pp. 177-212.

De los Reyes, M. (2012), "Las Islas Malvinas y el Atlántico Sur. Configuraciones estratégicas y económicas", CEID, Documentos de trabajo n° 97, Buenos Aires.

Falkland Islands Government (2022), Falkland Islands National Accounts 2010-2020.

Felizia, A. (2022), "Volver a Malvinas con el Atlántico Sur como eje para el desarrollo nacional", en Wolaniuk, L. et al., Malvinas, Antártida y Atlántico Sur: Colonialismo, soberanía y desarrollo en el siglo XXI, Buenos Aires : CLACSO. Pp. 135-176.

Luchetti, J. y Troncoso, M (2014), "Petróleo, política y poder: las Malvinas y su importancia para el Reino Unido ", VII Congreso de Relaciones Internacionales I Congreso del Consejo Federal de Estudios Internacionales II Congreso de la Federación Latinoamericana de Estudios Internacionales La Plata.

Margheritis, A. (1992), "Malvinas: El problema del petróleo y el conflicto anglo - argentino", en Ciclos en la historia, la economía y la sociedad no. 3, segundo semestre, pp. 113-146.

Musacchio, A. (2020), "¿Políticas neutrales o planificación sectorial? Un viejo debate con ribetes nuevos", Cuadernos de Economía Crítica Nr. 12. Pp. 167-178.

Musacchio, A. (2020b), "¿Instrumentos para el desarrollo o inserción internacional regulada?. Algunos apuntes para entender el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur" en Míguez, M y Morgenfeld, L. (Coord.), Los condicionantes internos de la política exterior: entramados de las relaciones internacionales y transnacionales, TeseoPres, Buenos Aires. Pp. 339-369.

Rattenbach, J. (2022), "Malvinas: el costo del colonialismo británico en el Atlántico Sur (1995-2018)", en Wolaniuk, L. et al., Malvinas, Antártida y Atlántico Sur: Colonialismo, soberanía y desarrollo en el siglo XXI, Buenos Aires : CLACSO. Pp. 423-472.

Tondini, B. (2007), Malvinas, historia, aspectos jurídicos y económicos, https://es.scribd.com/doc/120098083/Tondini-Bruno-Islas-Malvinas-Su-Historia- Aspectos-Juridicos-y-Economicos.

 

* Universidad de Buenos Aires. Centro de Investigaciones en Historia Económica, Social y de las Relaciones Internacionales, Instituto de Investigaciones en Historia Económica y Social, Conicet.

[2]https://www.telam.com.ar/notas/202207/597600-embajador-de-eeuu--negociacion-

por-malvinas.html

[3]Para una historia de las primeras etapas de la exploración de la cuenca de Malvinas y los conflictos diplomáticos asociados, cf. Margheritis (1992) o Bernal (2011).

[4] Cf., por ejemplo, el informe periodístico aparecido en Alemania: Schwarzes Gold, Alte Rivalitat: Argentinien, GroBbritannien Und Die Falklandinseln | 2022 (ripleybelieves .com).

[5]https://www.telam.com.ar/notas/202203/587617-islas-malvinas-exportan-us-298-

millones-principal-recurso-pesca.html.

[6]Un análisis detallado de la evolución de las disputas y los acuerdos bilaterales en materia pesquera puede consultarse en Tondini, 2007. Para un detallado análisis de la evolución económica de la pesca en Malvinas, cf. Rattenbach, 2022.

[7] El comunicado omite curiosamente a los buques de otras banderas

8https://cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/pesca-ilegal-britanica-en-georgias-

del-sur-desafia-el-sistema-multilateral.

[9] GroBbritannien: Wie der Brexit die Wirtschaft der Falklandinseln ruiniert hat - DER SPIEGEL

[10] Brexit macht Zukunft der Falklands unsicher | Euronews

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons