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Runa

versión On-line ISSN 1851-9628

Runa vol.38 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires ago. 2017

 

ARTÍCULOS

Pastoreo, minería y transferencias estatales en Santa Rosa de los Pastos Grandes (Puna de Salta, Argentina)

 

Grazing, mining and state transfers in Santa Rosa de los Pastos Grandes (Puna de Salta, Argentina)

Pastoreio, mineração e transferências estatais em Santa Rosa de los Pastos Grandes (Puna da província de Salta, Argentina)

 

Sebastián Humberto Abeledo*

* Doctor en Antropología, Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales y Humanidades-Universidad Nacional de Salta/Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Salta, Argentina. Correo electrónico: sebaabeledo@hotmail.com

Recibido: 29 de julio de 2016.
Aceptado: 04 de abril de 2017

 


Resumen
En este trabajo nos proponemos analizar las principales actividades económicas de los habitantes de Santa Rosa de los Pastos Grandes (Puna de Salta, Argentina) frente al impacto de las transformaciones asociadas a los avances de la economía de mercado y la influencia del Estado. En este poblado, la gente desarrolla una ganadería de tipo doméstico, acompañada por otras estrategias que han dado forma a una economía de características mixtas. A partir de nuestro trabajo de investigación etnográfico, pudimos determinar que las actividades de diversificación económicas más importantes que esta sociedad despliega están dirigidas a la consecución de beneficios principalmente monetarios. Mediante el análisis de los grados de especialización o diversificación que conforman las lógicas pluriactivas, logramos reconocer que la organización laboral de muchas familias dejó de girar en torno al pastoreo para centrarse en el trabajo asalariado, lo cual modifica la percepción de la relación entre los diferentes tipos de actividades.

Palabras clave: Pastores; Economía Mixta; Puna salteña; Minería; Estado

Abstract
This paper analyzes the main economic activities of the inhabitants of Santa Rosa de los Pastos Grandes (Puna de Salta, Argentina) in the face of the impact of transformations associated with expansion of the market economy and the influence of the State. In this village people develop a family type of livestock breeding accompanied by other strategies that have shaped an economy with mixed characteristics. From our ethnographic research we were able to determine that the most important economic diversification activities that this society deploys are aimed at achieving mainly monetary benefits. Through the analysis of the degrees of specialization or diversification that make up the pluriactive logics, we recognize that the labor organization of many families went from revolving around pastoralism to focusing on wage labor, modifying the perception of the relationship between different types of activities.

Key words: Herders; Mixed Economy; Puna salteña; Mining; State

Resumo
Neste artigo analisamos as principais atividades econômicas dos habitantes de Santa Rosa de los Pastos Grandes (Puna da província de Salta, Argentina) diante do impacto das mudanças associadas ao progresso da economia de mercado e a influência do estado. Nesta cidade as pessoas desenvolvem uma pecuária de tipo doméstico acompanhada por outras estratégias que moldaram as características de uma economia mista. A partir do nosso trabalho de pesquisa etnográfica conseguimos determinar que as atividades de diversificação económica mais importantes que esta sociedade desenvolve são orientadas à consecução de benefícios monetários principalmente. Através da análise dos graus de especialização ou diversificação que constituem as lógica pluriactivas, conseguimos reconhecer que a organização do trabalho de muitas famílias parou de girar em torno da pastagem para se concentrar no trabalho assalariado, mudando assim a percepção da relação entre diferentes tipos actividades.

Palavras-chave: Pastoreio; Economia mista; Puna salteña; Mineração; Estado


 

Introducción

En Santa Rosa de los Pastos Grandes (Puna de Salta, Argentina), el pastoreo es y ha sido históricamente importante tanto en términos económicos como sociales y culturales. Es por ello que, antes de definir sus principales características, revisaremos algunas nociones teóricas pertinentes para interpretar a las sociedades que se especializan en la crianza de ganado.

El pastoreo ha constituido una estrategia económica dinámica y activa que permitió sostener poblaciones humanas por medio del cuidado de rebaños domesticados. Centrándose en el seguimiento trashumante de los movimientos rutinarios y estacionales del ganado, los seres humanos han logrado criar, explotar e influir en su dispersión demográfica (Núñez y Dillehay, 1995). En la vasta documentación etnográfica que trata sobre los pastores de diversas partes del mundo, la especialización pastoril suele concebirse como un tipo de economía característico de ciertos ambientes hostiles que no admiten posibilidades concretas para el desarrollo de otras formas productivas tales como la agricultura.

Existen muchos grados de compromiso con esta forma de vida, que han inspirado el ejercicio de distintas tipologías. Su forma más "pura", definida por la ausencia total de prácticas agrícolas (Khazanov, 1994), ha sido sumamente difícil de hallar empíricamente (Spooner, 1973; Barfield, 1993).1 Estas conceptualizaciones han sido superadas hace tiempo por propuestas teóricas que asumen que cuanto mayor sea el grado de especialización, tanto más dependientes serán del mundo de afuera, "no pastoril y generalmente sedentario" (Khazanov, 1994: xxxi).2 Es decir, los sistemas de producción pastoril nunca logran ser puros ni autónomos; para la mayoría de ellos se han desarrollado, en simultaneidad con la ganadería, técnicas de explotación y adquisición de recursos complementarios por medio de la participación en otras actividades productivas. Por consiguiente, puede decirse que la mayoría de las sociedades que basan su subsistencia en el pastoreo especializado poseen, en realidad, economías mixtas o de recursos múltiples (Salzman, 1972).

El argumento de la economía mixta pastoril tiene un signo ecológico evidente que le da su sentido. Asimismo, planteos conceptuales como el de la pluriactividad, desarrollado principalmente para comunidades agrarias, tiene puntos en común con la economía mixta debido a la atención que presta a la diversificación de las fuentes de ingreso de las unidades familiares. Desde un enfoque similar se estudia, entonces, la incorporación de actividades no agrícolas en el portafolio de estrategias que desarrolla la unidad productiva rural (Grammont y Martínez, 2009).

Resulta claro que los pastores dependen en distintas proporciones de una amplia gama de actividades, tales como la horticultura, la caza, la recolección, la pesca, el intercambio caravanero, la venta de sus excedentes productivos y su fuerza de trabajo, entre otras (Salzman, 2004). Es por ello que la cuestión de la especialización pastoril debe relativizarse y pensarse más bien a partir de los grados de diversificación económica que comprende la estrategia puesta en práctica por los pastores.

Este punto de partida designa precisamente el tema de este trabajo, en el cual nos proponemos estudiar las estrategias económicas de diversificación de una sociedad históricamente dedicada al pastoreo, relacionada con el impacto de la economía de mercado y la influencia del Estado. En términos metodológicos, este artículo se ha basado fundamentalmente en información proveniente de diversos trabajos de campo etnográfico realizados entre los años 2008 y 2015.

El trabajo se desarrollará de la siguiente manera. En primer lugar, contextualizaremos nuestro caso de estudio describiendo aspectos del modo de vida pastoril de Santa Rosa de los Pastos Grandes. Luego, nos dedicaremos a la sistematización y descripción del conjunto de actividades de diversificación económicas más importantes que esta sociedad despliega y puede combinar. En los apartados siguientes describiremos los modos en los que las familias pastograndeñas se articulan con el Estado y con la economía capitalista por medio de empleos públicos, transferencias estatales, empleos en empresas privadas y en el sector minero y la comercialización de la producción pastoril. El apartado que antecede a las conclusiones lo dedicaremos al análisis de los grados de especialización o diversificación de las estrategias productivas. Allí y en las conclusiones reflexionaremos acerca de las transformaciones del modo de vida pastoril.

Santa Rosa de los Pastos Grandes, sus grupos domésticos y el pastoreo

Santa Rosa de los Pastos Grandes es una localidad ubicada al oeste de la provincia de Salta (departamento de Los Andes) en la porción central de la denominada Puna de Atacama. De acuerdo con las particulares condiciones de aridez de la puna, la población que habita la localidad se ha caracterizado por llevar adelante una forma de vida eminentemente ganadera, especializada en el pastoreo de llamas, cabras y ovejas. En lugares de la Puna argentina como este, la ganadería desempeña un rol central en la vida social y cultural de los campesinos, y es la actividad productiva más importante hasta hoy.


Mapa 1. Ubicación de Santa Rosa de los Pastos Grandes.

 

En Pastos Grandes, el eje principal de la vida social se encuentra en el nivel de la organización doméstica. El grupo doméstico constituye una unidad social organizada que desarrolla todas las actividades relacionadas con la producción, distribución, consumo y reproducción social. Su ciclo de desarrollo (Fortes, 1958)3 -que expresa parte de las variaciones morfológicas y demográficas que experimenta con el devenir del tiempo- idealmente comienza cuando una persona se desvincula de su familia de orientación para fundar una nueva.

En los grupos domésticos pastograndeños pueden observarse distintos tipos de composiciones: la familia nuclear y tipos de familia extensa.4 En el momento de su desarrollo máximo, despliega una estructura generacional compuesta por una suerte de familia extensa integrada por tres generaciones: una pareja o una mujer soltera, los hijos de la mujer y los hijos/as de ambos, y los hijos/as de las hijas (ver también Göbel, 2003).5 Entre los años 2010 y 2011, las 250 personas que habitaban en Santa Rosa de los Pastos Grandes componían 48 grupos domésticos. Las familias,6 como los llaman los pastograndeños, controlan sus propios recursos productivos basados primordialmente en la posesión de territorios de pastoreo y ganado en común. En total, 26 familias se dedican directamente al cuidado y crianza de haciendas,7 número que representa un 54% del total de la localidad.

Los pastores de Pastos Grandes que viven dispersos por toda la extensión de este distrito presentan dos formas de ocupación territorial. En su pueblo, un número restringido de familias residen estacionalmente y apacientan su ganado en la vega de Santa Rosa de los Pastos Grandes. Las familias que no acceden a esta vega residen todo el año en sus casas de campo distribuidas en unos 16 parajes, espacio rural en el que desarrollan su ciclo de actividades asociadas con la práctica pastoril.

La unidad doméstica es también el nivel social en el que se elaboran la mayoría de las estrategias de acceso a los distintos recursos y, a través de ella, se dan todo tipo de relaciones con el espacio social extradoméstico necesarias para conseguir lo indispensable. En la actualidad, las actividades de las diversas familias pastograndeñas no son idénticas entre sí, ni tampoco todos sus miembros se encargan de desarrollar las mismas funciones.

El pastoreo conlleva un grado de organización familiar determinado que en su estructura suele presentar un fuerte contraste dado por la orientación doméstica de las actividades femeninas y por una orientación exterior de las masculinas. Las mujeres adultas son las encargadas de ciertos asuntos de la casa y del manejo del ganado, pero en la práctica son ayudadas por los hombres.8 El espacio (los pastoreos) y las estructuras habitacionales (casas y puestos) en las que se desarrollan cotidianamente las actividades pastoriles son también vistas como el espacio doméstico de las mujeres (Göbel, 2000-2002: 72). Por su parte, los hombres adultos se encargan de la articulación del grupo doméstico con el mundo social y económico externo al ámbito familiar. En Pastos Grandes, la primera de estas actividades ha tenido que ver con vincular la producción pastoril con el mundo de afuera mediante la organización de caravanas de intercambio. El otro eje de actividades se encuentra en la complementación de la producción doméstica con otras formas de ingreso, como lo es el trabajo en la minería de boratos.

El detallado conocimiento de los territorios de pastoreo que tienen las mujeres contrasta con el amplio conocimiento espacial y ecológico que los hombres han adquirido por medio de sus experiencias laborales y en los viajes de intercambio (Göbel, 1998; Abeledo, 2014a).

En lo que respecta a la composición del ganado, según nuestra apreciación, que se deriva de una estimación de lo que un pastograndeño considera una hacienda "normal", esta estaría compuesta por 80 llamas, 100 cabras y 60 ovejas. Sin embargo, existen algunas familias que no poseen ganado de las tres especies que son pastoreadas.

En Pastos Grandes se practica un tipo de ganadería extensiva trashumante o seminómade motivado, entre otras cuestiones, por la variación estacional de pasturas.9 En relación con las técnicas rutinarias de manejo ganadero, lo primero que hay que subrayar es que los pastograndeños no dividen al rebaño; por lo tanto, el manejo de las llamas suele estar ligado al de las cabras y ovejas (Göbel, 2001). Sin embargo, en lo cotidiano, el pastoreo de las llamas es mucho más ocasional que el de la hacienda menuda -a la que se suele salir a pastear- y se las puede dejar vagar a su antojo por algunos días. El desarrollo de la producción está acompañado además por la implementación de ciertos rituales como las challas a la tierra (agosto) y las señaladas del ganado (entre diciembre y febrero) que revisten una importancia preeminente para asegurar la protección y la reproducción del rebaño (Merlino y Rabey, 1983).10

La ganadería constituye una parte importante de la economía doméstica, pero no logra completar por sí misma la totalidad de las necesidades de una familia. En el presente, nadie depende exclusivamente del ganado para subsistir y los pastores han elaborado una forma de economía mixta para conseguir los múltiples recursos que conforman su fondo común. Este sistema de complementación económica involucra formas de articulación, no sólo entre zonas ecológicas, sino también entre sistemas económicos de distinta naturaleza (Nielsen, 2002).

Es incuestionable, en el contexto actual, que el criador pastograndeño necesite incrementar los ingresos monetarios de su grupo doméstico. Debido al surgimiento de nuevas necesidades, a la desarticulación de estrategias de complementariedad ecológica y al abandono de elaboración de productos tradicionales, precisa cada vez más vender su fuerza de trabajo y destinar una parte de su producción para comprar bienes procedentes del mercado.

Las estrategias de diversificación económica

Para satisfacer necesidades consideradas indispensables, los pastores debieron diversificar la base de su economía incorporando otras estrategias de adquisición de recursos.11 En tiempos recientes, cambios significativos llevaron a combinar el intercambio y la producción más tradicional, con la participación en el mercado y las relaciones con estructuras estatales; procederes dirigidos al aprovechamiento de múltiples recursos económicos.

Al referirnos al ámbito de la economía doméstica podemos plantear el análisis en términos de las estrategias económicas que combinan en diversas formas el pastoreo con la inserción en la minería y la articulación con el Estado. Entre las actividades de diversificación económica que puede combinar un mismo grupo podemos reconocer: a) el empleo público, b) la percepción de diversas transferencias estatales, c) el empleo en el sector privado, d) la comercialización de productos ganaderos, y e) las actividades de comercio local.

Es importante aclarar que la figura precedente responde al universo de posibilidades que las unidades domésticas tienen a disposición, lo cual no significa que todas logren articularse con la totalidad de las actividades allí especificadas. Al organizar el conjunto de prácticas económicas en un marco de referencia como el anterior, podemos apreciar que las estrategias económicas más importantes que esta sociedad despliega están dirigidas a convertir sus recursos en circulante.

En el contexto de la sociedad capitalista, los flujos de intercambios materiales muestran un marcado desbalance que expresa un signo asimétrico. En primer lugar, los artículos de producción industrial se adquieren con dinero y no a través del trueque tradicional, lo que obliga a desprenderse de recursos y fuerza de trabajo familiar. En segundo lugar, el espacio para que puedan ellos mismos ubicar sus productos es sumamente reducido. El recurso principal de que disponen los pastores para la producción de dinero es su fuerza de trabajo, cuya asignación al mercado debilita su propia capacidad productiva.

Este complejo marco de relaciones al que recurren las familias para garantizar su desarrollo material representa una forma económica alternativa al pastoreo que redunda beneficios indispensables.

Las formas de articulación con el sector público: empleo y transferencias estatales

Algunas estrategias domésticas para procurarse ingresos monetarios implican establecer cierto tipo de relaciones con estructuras estatales o con sus representantes directos. El crecimiento del empleo estatal que aconteció durante las décadas de 1980 y de 1990 (Oszlack, 2003) tuvo su impacto en Pastos Grandes. De acuerdo con los datos que recabamos sobre el empleo público, la escuela del pueblo es la institución que más personal contrata en la localidad; en ella trabajan mujeres que se desempeñan como cocineras, personal de maestranza y ayudantes en la guardería. En la Sala de Enfermería que depende del Estado provincial trabajan agentes sanitarios oriundos de Pastos Grandes. En el pueblo también existe un comisionado municipal, empleado asalariado encargado de diversas tareas y de establecer canales de comunicación con el Municipio de San Antonio de los Cobres.


Figura 1. Esquema general de las actividades económicas que un grupo doméstico pastograndeño puede participar

Los contactos que establecen con el Estado se dan a través de las visitas que hacen funcionarios como el Intendente de San Antonio, concejales municipales, senadores y diputados provinciales. La gente se refiere a todos ellos de manera genérica como los políticos. Una cuestión que gira alrededor de estos vínculos es la construcción de relaciones clientelares que influyen sobre la distribución de beneficios y puestos de trabajo (ver también García y Rolandi, 1999; Göbel, 2003). Esta relación, a veces de manera implícita, aflora en circunstancias determinadas en las que los políticos esperan la devolución de "los favores".

En la mirada actual que los habitantes de Pastos Grandes tienen acerca del Estado, predomina un posicionamiento signado por una actitud de consumo (Göbel, 2003) que tiende al pragmatismo, como si aquel fuese una fuente de extracción de variados recursos. Por medio de este intercambio de bienes y afinidad política, los pastograndeños logran conseguir recursos monetarios o equivalentes en la forma de asignaciones, tickets alimentarios y materiales como bolsones de mercadería, forrajes y granos para los animales, útiles escolares, combustibles para vehículos y leña. Estas estrategias de negociación son reevaluadas continuamente por la gente, ya que cuando desaparecen los beneficios, el apoyo hacia los políticos tiende a disiparse.

Otras formas de beneficios monetarios que se obtienen gracias a la articulación con estructuras estatales no necesariamente implican la intermediación directa de los políticos. Puede prescindirse de ellos cuando se emprende la tramitación de jubilaciones, asignaciones y pensiones no contributivas.

Las transferencias monetarias provenientes del Estado que cada familia logra percibir en conjunto tienen diversos orígenes que afectan a distintos destinatarios individuales. Durante nuestro trabajo de campo del año 2011 logramos identificar empleos públicos, jubilaciones (ordinarias o moratorias previsionales),12 pensiones no contributivas por vejez, discapacidad y a madres de siete o más hijos, asignación universal por hijo (AUH)13 y también, dos tipos de vales alimentarios ("ticket alimentario o canasta" y el "ticket Nutrivida") que beneficiaban a familias con hijos bajo riesgo nutricional. Además, también se sumaban las asignaciones familiares a trabajadores con empleos formales.

Estrictamente hablando, un correcto análisis de la naturaleza de cada uno de estos beneficios impide asimilarlos entre sí o ponerlos en un mismo nivel. Por ejemplo, las jubilaciones y pensiones ordinarias tienen su origen en aportes hechos al régimen previsional público. Otros derivan de programas que promueven el acceso a derechos a personas con ciertas particularidades económicas y sociales, mientras que algunos se pretenden de aplicación universal. Desde nuestro punto de vista, lo que nos permite colocarlos en una misma categoría analítica es que todos vierten recursos monetarios en la economía doméstica. Además, según la gente, percibir estos ingresos los coloca en una misma condición: la de los que cobran.

Las familias pastograndeñas persiguen estratégicamente ser beneficiadas por la mayoría de estas posibilidades. Debido a que puede encontrarse a un mismo grupo doméstico favorecido por más de uno de estos recursos, la suma de dinero que se llega a recibir resulta relevante. Existen algunas situaciones de incompatibilidad que pueden anular automáticamente los derechos a percibir algunas transferencias, por lo que la gente intenta acomodar su situación deliberadamente.

Cuadro 1. Ingresos monetarios provenientes del Estado. 1) AFH: Asignación familiar por hijo, 2) AUH: Asignación Universal por Hijo, 3) Jub.: Jubilación, 4) M7H: Pensión a madres de 7 o más hijos, 5) P. Disc.: Pensión por discapacidad, 6) SE: Sueldo Estatal, 7) NR: No registra transferencias, 8) VA: Vales alimentarios. Fuente: elaboración propia a partir de información obtenida en el terreno.

El cuadro responde a la estimación que realizamos en el año 2011 de los ingresos monetarios provenientes del Estado que percibían las 48 familias.14 Las unidades domésticas que concentran más transferencias están compuestas por familias desarrolladas con muchos menores de edad en el hogar. Es decir, la captación de estos beneficios viene a estar ligada al grado de desarrollo del ciclo doméstico -su reproducción biológica y demográfica- y al tipo de composición familiar -nuclear, extensa, ampliada o incompleta.

Para ilustrar cómo componen sus ingresos, tomemos el ejemplo de una familia que vive en el campo pastoreando su ganado. En el caso 48, el hombre jefe del hogar tenía alrededor de 70 años y había conseguido cobrar una jubilación iniciada con aportes cuando trabajó en la minería e ingresando luego en una moratoria previsional. De acuerdo con lo establecido por la ley, como dos de sus hijos eran menores de edad, cobraba dos "asignaciones familiares por hijo". Además, la mujer percibía la "pensión a madres de siete o más hijos". Una de las hijas mayores que permanecía en el hogar cobraba una "asignación universal" que correspondía a uno de sus hijos. Si tenemos en cuenta los montos correspondientes al segundo semestre del año 2015, esta unidad doméstica percibía ingresos cercanos a los 11.000 pesos.15

A excepción de los sueldos estatales y las jubilaciones ordinarias, ninguna de estas transferencias exige contraprestación laboral alguna. En el ejemplo, es preciso dejar en claro que no estamos contabilizando otros ingresos, como el sueldo de uno de los hijos varones que trabajaba en una minera, ni los que el jefe de familia hubiera podido conseguir comercializando sus tejidos en telar y vendiendo carne y lana en sus viajes a los valles. Este ejemplo es representativo de la flexible capacidad que tienen los grupos domésticos para sumar ingresos monetarios articulándose con el sector estatal. Pero naturalmente, el empleo estatal y las políticas sociales no son el único camino para conseguir circulante.

Inserción de la localidad en la economía capitalista

Las alternativas que tiene la gente para insertarse como trabajadores en el mercado son bastante restringidas. En primer lugar, existen empleos ofrecidos por empresas privadas proveedoras de servicios y trabajos temporarios. En segundo lugar, se encuentra el sector minero, la principal fuente de trabajo en la localidad.

Una de las alternativas de trabajo es provista por la empresa de energía eléctrica (EDESA), cuya usina es atendida por tres o cuatro empleados que cumplen turnos supervisando el funcionamiento del sistema. Con respecto a los trabajos en el pueblo, las denominadas changas constituyen otra opción a considerar. En los momentos en que se encuentran desempleados, los hombres suelen alternar entre varias actividades asociadas a la construcción. Para la edificación de las viviendas que cada familia encara de forma particular, si la ayuda a voluntad que recibe de sus parientes y amigos no es suficiente, los que cuentan con el poder adquisitivo pagan jornales para cortar adobes y asistir en los trabajos.

Continuando con la descripción del espectro laboral nos encontramos con la articulación de la población con la minería de boratos, la cual produjo un verdadero impacto sobre las formas de vida del territorio a partir de los impulsos productivos que tuvo en la década de 1970 (Abeledo, 2017). En adelante, encontraron allí alternativas de empleo remunerado en un contexto económico que había estado fuertemente centrado en la ganadería. Los principales yacimientos activos en los que los pastograndeños encuentran empleo se localizan dentro de Pastos Grandes a cargo de tres empresas que explotan y procesan minerales: Bórax Argentina SA, que explota tincal en Tincalayu e hidroboracita y colemanita en Sijes; Ulex SA, que también explota hidroboracita y colemanita en Sijes; y Minera Santa Rita, que extrae ulexita en mina Patitos.

El arco de ocupaciones que ofrece la minería de boratos a los hombres de la localidad es reducido. Apartados de los cargos administrativos o gerenciales, los pastograndeños trabajan en actividades directamente relacionadas con la extracción del mineral, y en menor medida, con su transporte a las plantas en camiones.16 Entre los años 2008 y 2015, hombres de, al menos, unas 30 familias pastograndeñas trabajaban en distintas mineras sujetos a un sistema que involucraba una migración temporal a los campamentos. Esto los mantenía parcialmente alejados de los asuntos domésticos del pastoreo. Los mineros denominan turnos a los períodos de trabajo y ciclos a los períodos de descanso, modalidades que pueden tener diferentes proporciones según la empresa y la función a realizar. En campamento Sijes (Borax SA), el régimen es de 19 días de trabajo por 11 días de descanso (19×11); mientras que el ciclo de trabajo de los tanteros de mina Patitos llegó a ser de 45×10.

Los métodos aplicados en la minería varían de acuerdo con los procesos empleados y la tecnología que interviene en ellos. Por ejemplo, en Sijes (Borax SA), la mayor parte del proceso está mecanizado, los maquinistas se encargan de la extracción y carga con topadoras, retroexcavadoras, palas mecánicas y martillos hidráulicos. Los choferes de camiones transportan el mineral a las plantas de concentración y cargan agua para diversos usos en arroyos y ojos de agua. El resto de los operarios en mina se dedican a la clasificación manual para levantar la ley o grado de pureza del mineral extraído.

En cambio, en los yacimientos de ulexita del salar Centenario se combinaban métodos manuales y mecanizados (Servicio Geológico Minero Argentino [SEGEMAR], 2002; Alonso, 2007). Hasta el año 2011, la gente ocupada en el desarrollo de la mina y la concentración del mineral trabajaba por tanto o producción, mientras que choferes, maquinistas, cocineros y administrativos percibían un salario fijo por mes. A partir del año 2011, en Patitos se reemplazó a los piqueteros que trabajaban con herramientas manuales -y que se encargaban de picar y esparcir el mineral para su secado- por procesos mecanizados y una modificación del ciclo, que en el presente es de 21×10.

Los sueldos mensuales que se pagaban en ambas mineras eran similares, sólo variaban según la función. Hacia septiembre de 2015, los salarios rondaban entre los 8000 (suma considerada "poca" por los pastograndeños) y los 10.000 pesos o más. En algunas oportunidades, las asignaciones familiares llegaban a hacer que estos montos se duplicaran.

En el año 2011 y posteriores, hemos podido observar una intensa actividad de compañías de exploración y desarrollo de prospectos metalíferos, y especialmente, de yacimientos de litio que también brindan empleo. Un caso que resulta representativo es el de la compañía Eramine, que opera en el salar Centenario. En 2015, para el desarrollo de tareas diversas, contrató gente de Pastos Grandes con un régimen de 13×10. Los salarios aproximados de estos operarios rondaban también los 10.000 pesos.

Comercialización de la producción pastoril y actividades de comercio local

Los productos del ganado tales como carne, lanas, leche, cueros, grasa y abonos, o de otros elaborados, como charqui, chalonas, tejidos y quesos, son usados para el autoconsumo, así como también para el intercambio caravanero. A diferencia de otros lugares de los Andes donde la unidad pastoril se apoya en la comercialización de las materias primas del ganado en los mercados regionales (West, 1981; Caro, 1985; Cladera, 2010), los pastograndeños no se apoyan exclusivamente en -ni tampoco dependen de- la venta de productos animales para obtener el grueso de sus ingresos monetarios.17 La producción ganadera no está especializada para su comercialización, y la articulación con el mercado constituye un medio relativamente menor.

Para una familia pastograndeña existen varias dificultades para comerciar carnes, lanas y cueros. Si bien la principal limitante es el alejamiento de los centros regionales, otras complejidades significativas son la inexistencia de un mercado y el reducido margen de ganancia. En el centro urbano de San Antonio de los Cobres no existe un mercado formal ni se organizan las ferias regionales que sí abundan en otros lugares de la Puna argentina y los Andes (West, 1981; Karasik, 1984; Rabey et al., 1986).18

El destino de la carne es el autoconsumo, y el excedente es aprovechado para comerciar localmente con familias que no tienen ganado propio. La producción de lana se destina en gran parte a la propia unidad doméstica, pero los tejidos logran trascender este ámbito y se comercializan con mineros, docentes y visitantes ocasionales que acuden al pueblo en instancias como las fiestas religiosas.

Pero si bien no existen ferias regionales periódicas en el departamento, el Mercado Artesanal de San Antonio de los Cobres -instalado en 2010- congrega principalmente la producción de artesanos de dicha localidad. Sin embargo, aún está lejos de formar una opción: los pastograndeños no comercian sus artesanías tejidas y otras manufacturas en este mercado, sino que recurren a clientes particulares y/o acopiadores del pueblo.

Para el caso de la carne, no conocemos un circuito de comercialización formal ni centros de venta específicos que abastezcan a carnicerías o negocios en el poblado. Sólo estamos al tanto de transacciones con particulares, sin intermediarios entre productor y consumidor: se comercializa entre conocidos. Su precio no varía según el corte; y en los primeros meses de 2016, el kilo de carne de llama y el de chivo se comercializaban a 45 pesos en la localidad, mientras que el de cordero tenía un precio apenas más elevado.

En el caso de la lana, también tienen sus propios clientes y encargos. En los primeros meses de 2016, el precio por kilo de lana de llama rondaba los 45 (lana chumpi o marrón) y los 50 pesos (blanca, paco o negra y gris).19 Pero tanto la lana cruda como los cueros pueden ser vendidos en San Antonio a acopiadores o barraqueros que pagan precios más bajos que los clientes particulares.20 Los mismos negociantes se trasladan a los parajes para adquirir lana y cueros mediante compra o trueque, y establecen los precios de estos bienes y de la mercadería que llevan. Un comerciante que concurre asiduamente a la localidad pagaba entre 12 y 13 pesos el kilo de cuero de cabra, 9 pesos la lana de oveja y 13 pesos la de llama.21

Aun conociendo los precios, la cantidad de dinero que obtienen por la comercialización de los productos del ganado es muy difícil de estimar, dado que no podemos determinar con cifras precisas qué cantidad va al mercado.

En suma, el dinero proveniente de la inserción en los mercados capitalistas como asalariados y como productores es destinado a obtener gran parte de los bienes que los pastograndeños juzgan imprescindibles. Una porción considerable de los alimentos consumidos que integran la dieta cotidiana de la gente procede de fuera de la localidad: alimentos ricos en carbohidratos, como el maíz, el trigo y la papa; productos de origen industrial como los fideos, el arroz y el frangollo; y también frutas y verduras. El acceso a estos productos involucra -entre otras estrategias- a las actividades de comercio local. En el pueblo, los negocitos se ocupan de proveer varios de los elementos faltantes. Estos almacenes instalados en las casas de la gente que vive en el pueblo de Pastos Grandes se abastecen en los centros urbanos de San Antonio o de la ciudad de Salta y venden a precios más elevados debido a los costos de transporte.22

Las estrategias complementarias, la economía mixta y las transformaciones del modo de vida pastoril

En este espacio de discusión nos dedicaremos a analizar aquellas cuestiones relacionadas con las estrategias que cada grupo doméstico decide llevar a cabo, y derivar algunas reflexiones a partir de los datos. A partir de la descripción que hemos hecho de las estrategias complementarias desplegadas por las familias, se hace evidente que, lejos de apuntar a la especialización, la economía pastograndeña apunta a diversificar las fuentes de obtención de recursos. Si se resume analíticamente la información, nos encontramos con tres circuitos de circulación. El primero define la articulación con el Estado, un sistema de relaciones que abarca desde lo clientelar hasta transferencias de diversos tipos. Nos encontramos con ingresos conseguidos a partir de aportes previos o de contraprestaciones laborales, y con la adquisición de recursos monetarios prescindiendo del trabajo. El segundo circuito es el relacionado con la venta de fuerza de trabajo, que comprende empleos públicos y privados. La minería constituye la principal fuente de trabajo asalariado. El tercer circuito comprende la comercialización de la producción ganadera, que se encuentra limitada a un pequeño mercado que no logra impulsar la producción.

En general, quedan pocos espacios de la economía y de las instituciones pastograndeñas en los que no haya penetrado el dinero. Salvo los casos de los recursos que se producen en el seno doméstico y son autoconsumidos, aquellos que se obtienen trocando y exceptuando las mercaderías de la ayuda social, el dinero interviene en todos los demás circuitos como un medio de acceso a bienes que resultan culturalmente necesarios. Una de las razones por las que los miembros que aportan al fondo familiar buscan intensificar los ingresos de monetario es que otorga una mayor flexibilidad, debido a que permite adquirir un rango más amplio de productos que el sistema de intercambio.

Las transferencias estatales, el trabajo asalariado y las actividades de comercialización han propuesto alternativas que los pastograndeños aprovecharon según las posibilidades y conveniencias de cada grupo doméstico. La profundización de estas relaciones tuvo efectos muy significativos en una población que históricamente había basado su economía de subsistencia en el pastoreo, al punto que ya nadie depende exclusivamente del ganado. Más allá de las utilidades que brinda la ganadería, cabe reconocer que, en términos sociales y simbólicos, sigue siendo central en el modo de vivir de la población.

Como resultado de estos vínculos, nos encontramos, por un lado, con unidades domésticas que combinan la ganadería con el trabajo asalariado; mientras que, por el otro, hallamos casos de familias que abandonaron definitivamente la crianza. Si se analiza este primer esquema, es posible apreciar, en el primer grupo, una intención de continuar con el pastoreo articulándose de una forma más equilibrada con la economía capitalista en pos de conservar cierta autonomía ante la penetración sostenida del mercado. No obstante, el desarrollo de estas relaciones ha ido reduciendo la importancia económica que tuviera la ganadería, al punto de representar un recurso complementario. En el segundo grupo, apoyándose en los ingresos que permiten prescindir de la ganadería para subsistir, se establecen vínculos más intensos con el mercado y una mayor dependencia de la economía capitalista.

Cuadro 2. Combinaciones de estrategias productivas de los grupos domésticos pastograndeños.

Cada celda del cuadro 2 especifica una combinación de estrategias productivas. De las posibilidades consignadas, existe una que podría presentarse en términos ideales pero que no se halla empíricamente: grupos domésticos pastoriles especializados al margen de cualquier otra actividad económica. Esto se debe a que suelen percibir beneficios estatales a su alcance, además de incluir actividades de comercialización de productos ganaderos.

Cuadro 3. Cantidad de grupos domésticos y actividades económicas que combinan.

Las familias de pastores con participación en la minería representan un 27% del total. Estas están conformadas por familias nucleares y extensas en las que el esposo-padre u otros hombres del grupo doméstico (los hijos varones y los esposos de las hijas) se encuentran en edad y con capacidad de trabajar. En el otro 27% de las familias de pastores que no participan del mercado laboral minero, es frecuente encontrar parejas de avanzada edad cuyos hijos ya han abandonado el hogar. Entre estas se encuentran hogares de orientación matrifocal en su fase de reemplazo, donde solamente hay hombres adultos retirados del mercado laboral. Apelando a una división del trabajo dentro del seno familiar, la mitad de los pastores logran llevar adelante una estrategia mixta combinando la ganadería con la minería, además de percibir los beneficios sociales que les corresponden.

El grupo de familias que no crían ganado y que poseen una mayor inclinación a la participación en el mercado laboral representan el 30% de los casos. Estas familias se radican en su totalidad en el pueblo y mantienen un estilo de vida diferente a la "vida del campo" trashumante. La mayoría -que representan alrededor del 19% del total- se componen de familias desarrolladas en sus fases de expansión y fisión que han decidido apartarse de la ganadería. Los demás son hogares unipersonales de hombres adultos dedicados al trabajo minero. Las familias que no participan en la minería son el grupo minoritario, y alcanzan el 17%. En su mayoría se componen de ancianos sin hijos en el hogar que puedan trabajar. En este grupo sólo dos familias consiguen sustentarse principalmente a través de empleos públicos y privados. La estrategia mixta en estos casos resulta de la combinación de ingresos provenientes del trabajo con transferencias estatales y la propiedad de pequeños comercios locales.

Desde el punto de vista de la conformación familiar, las observaciones de tipo estadístico deben ser tomadas con recaudo, dado que los datos referentes a los grupos domésticos constituyen una instantánea de un momento. En primer lugar, entre las familias de pastores que participan de la minería prima la familia extensa, mientras que la familia nuclear se encuentra más extendida entre los pastores que no participan de la minería. En segundo lugar, entre aquellas que no continúan con la crianza, la familia que más se observa es la de tipo nuclear, y hay un número importante también de hogares unipersonales habitados sólo por hombres.

Ahora bien, al reflexionar desde las presunciones teóricas que expusimos al comienzo, sabemos que la economía mixta o pluriactiva representa una característica intrínseca al pastoralismo, modo de vida que siempre ha perseguido la diversificación económica. El pastoreo como modo de vida demuestra ser muy dúctil; los grupos domésticos combinan distintas fuentes de ingresos en función de contextos sociales cambiantes dividiendo las tareas entre sus miembros. Incluso, en tanto que son las prácticas pastoriles mediante el manejo de la hacienda lo que define cualitativamente a los pastores o criadores, es claro que el 46% de las familias pastograndeñas habrían tomado la decisión de dejar de serlo.

Al prestar atención a la lógica pluriactiva podemos desencializar al pastoreo como modo de vida y reconocer que, como pudimos observar, las estrategias familiares dejaron de girar en torno a la actividad pecuaria para combinarla o directamente centrarse en actividades no pastoriles. De acuerdo con esta profunda transformación, el pastoralismo ha dejado de ser el eje de la supervivencia económica y llega, en algunos casos, a constituirse como una zona de refugio. El trabajo asalariado es el que define la organización laboral de muchas familias, lo que modifica la percepción que se tenía de la relación entre los diferentes tipos de actividades.

Conclusiones

Las distintas transformaciones históricas que tuvieron lugar durante el transcurso del siglo XX presentan una sociedad que combina estrategias que han ido desplazando la jerarquía económica que antaño tuvieran otras de importancia. La expansión productiva del sector minero desde la década de 1970, las posibilidades de empleo público surgidas en la década de 1980, sumadas a los programas sociales de transferencias no contributivas y la más reciente Asignación Universal por Hijo, provocaron fuertes alteraciones sociales en este poblado puneño.

En nuestro trabajo etnográfico hallamos una sociedad que, para obtener recursos básicos que no podía extraer o producir en la puna, diversificaba su economía y demostraba diversos compromisos con el pastoreo. Existen diferencias fundamentales entre la intervención en el mercado de trabajo y las transferencias estatales. La participación en la minería como asalariados requiere de la venta de fuerza de trabajo y de que cada familia pastoril administre y coordine sus tiempos ante la ausencia transitoria de los hombres, que muchas veces interfiere con tareas pastoriles tales como el manejo trashumante del ganado y la organización de caravanas que suelen depender de ellos (Abeledo, 2014b).

Los ingresos monetarios provenientes de las transferencias estatales interfieren con el pastoreo de una forma distinta. La percepción de las asignaciones y jubilaciones no requiere de contraprestaciones laborales y no representa complicaciones serias para el normal desarrollo del ciclo pastoril. Pero a pesar de ello, a raíz de las políticas sociales la gente pone cada vez más atención a las oportunidades a mano para acceder al monetario, incluso "sin tener que trabajar", mientras que el ganado va ocupando un lugar económicamente cada vez más prescindible para la subsistencia.

En el marco de situación descripto para la sociedad pastograndeña, el trabajo asalariado constituye un componente estructural de la economía doméstica (Abeledo, 2013). Sin embargo, tal como lo demuestran los casos empíricos, antes de ser tratados como extremos de especialización que deban determinarse de manera discreta, estas distintas lógicas productivas forman parte del propio entrapado económico que una misma unidad doméstica puede complementar.

En un proceso que no es reciente y parece haber sido marcado por un rumbo decidido en las últimas décadas, muchos pastores han encontrado una manera de complementarse con el "mundo de afuera" en el "mundo de ahora", el mundo moderno, sin comprometer (del todo) su existencia.

Aunque el tratamiento de las relaciones entre la complementariedad, el cambio social y el abandono del pastoreo excede los objetivos de este trabajo -así como también los ensayos desde una perspectiva comparativa con otros lugares del Noroeste argentino o de los Andes-, es posible cuando menos plantearnos el siguiente interrogante: ¿por qué ciertas familias han dejado el pastoreo mientras otras han optado por una articulación con la minería?

Si bien es complicado conocer cuál es la lógica que subyace a la variabilidad de estas decisiones, podemos proponer los siguientes argumentos para aproximarnos a la cuestión. Desde que existen las posibilidades de trabajar y adquirir lo necesario en la localidad, mucha gente decidió aprovecharlas. En este escenario, la articulación con la minería no ha resultado enteramente contradictoria con las formas de la economía tradicional. Dentro del segmento de la población que aún mantiene al pastoreo, la mitad incorpora también a la minería como parte de su estrategia pluriactiva. En estos casos, la minería ha conseguido erigirse como una fuente de trabajo significativa, que en ocasiones llega a desplazar la centralidad del pastoreo como modo de vida y lo relega a una posición complementaria dentro de las estrategias económicas desplegadas por un grupo doméstico (Abeledo, 2017).

Sin embargo, resulta cierto que, para estas familias, las estrategias mixtas o pluriactivas demandan exigencias que, en suma, impactan sobre el modo cultural de interpretar los beneficios de la estrategia pastoril. Como resultado de ello, muchas personas remarcan los sufrimientos y sacrificios asociados con "el criar hacienda" ante las posibilidades alternativas de adquisición de recursos monetarios que permiten prescindir del pastoreo. Este balance subjetivo se observa sobre todo en los más jóvenes, que olvidan los estilos de años y demuestran poco compromiso con el modo de vida pastoril en general. Las generaciones actuales parecen encarnar una transición histórica hacia un proceso de sedentarización creciente, y muchas familias encuentran dificultades para conseguir que alguno de sus hijos permanezca en la casa y continúe cuidando a la haciendita que los ha acompañado durante toda su vida.

Problemáticas como estas nos llevan a pensar en nuevas dimensiones comparativas y formas teóricas para comprender las transformaciones de las economías locales en su contexto. Es decir, en el marco de los crecientes entrelazamientos con el orden nacional y transnacional que en la actualidad tienen lugar en distintas localidades de la Puna argentina. Este asunto, con seguridad, será abordado en futuros trabajos.

Notas

1 .  El mito del "nómade puro" habla de pastores que subsistían completamente de sus animales; detestaban a los agricultores, despreciaban la vida sedentaria en general y nunca tenían contacto con pueblos o ciudades (Barfield, 1993: 4).

2 .  La noción de "mundo de afuera", tomada de Khazanov, remite al mundo sedentario, agricultor, urbano e industrial con el que los pastores nómades o trashumantes mantienen relaciones de distinta naturaleza.

3 .  El concepto de ciclo de desarrollo establece las siguientes fases: expansión (inicia con una pareja y se extiende hasta el nacimiento del último hijo), dispersión o fisión (momento en que los hijos emigran para formar sus propios grupos) y reemplazo o sustitución (termina con la muerte de la pareja y su reemplazo por otra) (Fortes, 1958: 4-5).

4 .  Tanto la familia nuclear como sus formas extensas pueden ser vistas de manera complementaria, como fases que representan distintos momentos del ciclo de desarrollo (Fortes, 1958; Palacios, 1977).

5 .  Si bien la estructura generacional descripta es la más extendida, también hay casos de estructuras colaterales que reúnen dos hermanos o hermanas, sus cónyuges y sus descendientes, que forman así familias extensas más amplias que las anteriores.

6 .  Los términos que aparezcan en cursiva hacen referencia a categorías nativas.

7 .  Modo común de llamar al ganado familiar en el Noroeste argentino.

8 .  Si bien el manejo del ganado es responsabilidad de las mujeres, los hombres colaboran activamente en trabajos específicos que requieren cierto grado de esfuerzo físico. Además, se encargan del ganado en aquellos hogares donde no hay mujeres adultas.

9 .  En la estación de lluvias (diciembre a marzo) los pastores residen en sus casas de campo, momento conocido como el tiempo de la vega. En la época de seca (abril a noviembre) -la fase trashumante- comienzan a migrar a distintos puestos, para aprovechar matas secas de pasturas de secano.

10 .  Durante las challas, la familia convida a Pachamama alcohol, coca, comida, gaseosas y cigarrillos para agradecer lo recibido durante el año, y renueva los pedidos de prosperidad, salud y benevolencia (Göbel, 2000-2002). En las señaladas, la familia marca el ganado con cortes en las orejas, mientras que cada dueño individual le asigna flores de lana y chimpos (Merlino y Rabey, 1983).

11 .  En distintos momentos, la crianza ha sido complementada con la cacería de camélidos silvestres y chinchillas, el comercio de sus cueros y pieles, la agricultura de pequeña escala y la extracción de sal para los intercambios caravaneros, sumamente importantes hasta años recientes (Abeledo, 2014a).

12 .  A partir de las moratorias previsionales (2005), las mujeres de más de 60 años y los hombres de más de 65 estuvieron habilitados para jubilarse con derecho al haber mínimo deduciéndose los aportes faltantes en 60 cuotas (http://www.anses.gob.ar).

13 .  En el año 2009, los planes de empleo fueron reemplazados por la extensión de las asignaciones familiares a hijos de trabajadores desocupados. La AUH no exige contraprestación laboral, pero sí el cumplimiento del calendario de vacunación, controles sanitarios y la escolaridad de los hijos (http://www.anses.gob.ar).

14 .  Las jubilaciones de los casos 10, 33, 37, 41, 39 y 46 que corresponden a hombres tienen su origen en aportes hechos por el empleo minero. Las de los casos 17 y 31 corresponden a hombres que se retiraron trabajando para la policía de San Antonio de los Cobres.

15 .  Según lo señala la resolución 4/2015 publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina, a partir del 1° de agosto de 2015, el salario mínimo, vital y móvil era de $5588 para los trabajadores mensualizados.

16 .  Para una descripción detallada de los métodos de extracción y modalidades de trabajo en las que intervienen los pastograndeños, ver Abeledo (2017).

17 .  Sólo el 20% de las familias productoras de llamas vende en el mercado de manera legal y rentable (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2005). En Salta, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) trabajan en las capacidades técnicas de productores de lana de llama en lugares entre los que se incluye Pastos Grandes.

18 .  Desde el año 2014 se organiza una feria ganadera anual para fomentar la cría de llamas y dar valor agregado a sus productos. En conjunto con la comunidad de Santa Rosa de los Pastos Grandes participan diversas instituciones (INTA, INTI, la Subsecretaría de Agricultura Familiar y la Municipalidad San Antonio de los Cobres) y empresas mineras. En esta oportunidad, unas pocas familias aprovechan para comercializar tejidos y comidas regionales, ventas que redundan en un discreto ingreso.

19 .  La gente no suele comerciar lana hilada, pero estima que su precio rondaría los 300 pesos por kilo.

20 .  Desconocemos con detalle el circuito de comercialización que siguen lanas y cueros luego de su acopio.

21 .  Los barraqueros de San Antonio no compran cueros de llama ni de oveja dado que no son productos demandados en el mercado.

22 .  Otra forma de adquirir lo necesario es recurriendo a los camiones de los negociantes o comerciantes, intermediarios entre poblados puneños más o menos apartados (Merlino y Rabey, 1978; García y Rolandi, 1999; Göbel, 1998). Quienes adquirieron camionetas y motos o disponen de medios para costearse un viaje, compran directamente en San Antonio a precios menores.

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