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Análisis filosófico

versión On-line ISSN 1851-9636

Anal. filos. vol.39 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires mayo 2019

 

RESEÑAS

Los libros reseñados a continuación fueron presentados por Nora Stigol, Carolina Scotto y Federico Penelas en un evento realizado en la sede de SADAF el 4 de octubre de 2018 con motivo de la inauguración del sello editorial de la asociación, codirigido por Cecilia Hidalgo y Eleonora Orlando. El encuentro contó también con la presencia de los respectivos autores, Gustavo Fernández Acevedo, Karina Pedace, Tomás Balmaceda, Diana Pérez y Diego Lawler.

Gustavo Fernández Acevedo, El autoengaño: Anatomía de una pasión humana, Buenos Aires, SADAF, 2018, 273 pp.

En este libro, el primero editado por el sello SADAF, su autor, Gustavo Fernández Acevedo (GFA), aborda uno de los temas más atrayentes de la filosofía de la mente: el autoengaño. En el último apartado del libro, “El porvenir de un problema”, GFA cita un célebre pasaje de Austin en que se lee:

En la historia de las indagaciones humanas la filosofía ocupa el lugar de un sol central originario, seminal y tumultuoso. De tanto en tanto, ese sol arroja algún trozo de sí mismo que adquiere el status de una ciencia […] Esto ocurrió hace ya mucho tiempo cuando nació la matemática, y volvió a ocurrir cuando nació la física.

La idea expresada en este pasaje está en el trasfondo del trabajo de GFA. La cuestión y estudio del autoengaño, sostiene el autor, fue planteado originalmente en el ámbito de la filosofía. Pero, en las últimas décadas, si bien ha sido objeto de creciente interés en el área de la filosofía en donde abundan trabajos sobre el tema, se han multiplicado también investigaciones empíricas en el espacio de las ciencias, especialmente en la psicología, en las neurociencias, en la teoría de la evolución y en las ciencias sociales. Así, el problema del autoengaño parece “ilustrar muy bien en la actualidad el proceso al que Austin hace referencia”.
Las investigaciones filosóficas, en particular centradas en la filosofía contemporánea de orientación analítica, son abordadas en uno de los cinco capítulos (el II) que componen el libro. Otros dos capítulos presentan las perspectivas científicas sobre el fenómeno en cuestión. Los aportes de la psicología, de la psicopatología y de las neurociencias son recogidos en el capítulo III, y en el IV se considera el autoengaño a la luz de la teoría evolucionista. A pesar de la proliferación de estudios acerca del autoengaño, no se ha logrado, sostiene GFA, una perspectiva integradora que pueda ofrecer una teoría explicativa unificada del autoengaño; antes bien, lo que se observa es la existencia de enfoques que se ignoran unos a otros. Debo decir que, en mi opinión, dada la complejidad y riqueza de nuestra vida psicológica, una teoría unificada de cualquier aspecto de nuestra mente y, en particular, del fenómeno del autoengaño es ciertamente un desideratum difícil de ser satisfecho. La expresión ‘autoengaño’ no parece aludir a un único fenómeno sino más bien a un conjunto de hechos que, en todo caso, solo exhiben un cierto aire de familia. Además, y como GFA señala, no parecen quedar claros los límites entre el autoengaño y otras formas de “irracionalidad motivada”, lo que haría aún más dificultosa una teoría unificada.
En el primer capítulo GFA se propone ofrecer una caracterización del autoengaño. Son al menos, sostiene, tres las estrategias que se pueden asumir a la hora de caracterizar un fenómeno a estudiar: comenzar con una o más definiciones teóricas considerando en ellas rasgos diferentes y comunes; examinar una cantidad interesante de casos en los que el fenómeno se aprecia y, por último, –la estrategia que él decide adoptar– partir de una caracterización preteórica de la noción bajo investigación. En el caso del autoengaño, dada su frecuencia en nuestra vida cotidiana, no es difícil señalar algunas intuiciones que permitan elaborar una caracterización de ese tipo. De acuerdo con ellas, GFA ofrece un conjunto de condiciones que “parecen caracterizar el autoengaño”. Ellas son la presencia de una creencia falsa frente a elementos de juicio motivados por procesos mentales no cognoscitivos contrarios a tal creencia y que favorecen la adquisición y/o el mantenimiento de la misma. Si bien esta caracterización es el punto de partida de la investigación que el autor despliega en el resto de su libro, reconoce, sin embargo, que “todas y cada una de las notas de esta caracterización intuitiva pueden ser cuestionadas”.
En el segundo capítulo GFA examina los principales problemas que el fenómeno del autoengaño ha planteado y plantea tanto a la investigación filosófica como a la científica. Son siete los interrogantes nucleares que GFA recoge y examina en este capítulo y que admiten diversas respuestas, muchas veces antagónicas. Ellos son: ¿es posible el autoengaño?; ¿es intencional?; ¿implica la coexistencia de creencias contradictorias?; ¿requiere algún tipo de división de la mente?;¿es adaptativo?; ¿contribuye al bienestar psíquico y a la felicidad?;¿implica responsabilidad moral? Después de considerar y discutir los argumentos escépticos acerca de la posible existencia del autoengaño, GFA formula “la postura filosófica canónica” del autoengaño. Según este modelo, el autoengaño debe concebirse de manera análoga al engaño interpersonal. A partir de esta analogía es posible destacar los rasgos fundamentales que suelen atribuirse –aunque no siempre–al autoengaño. El presunto carácter intencional del autoengaño, la posible coexistencia de creencias contradictorias, las paradojas que esa coexistencia genera, la hipotética división de la mente que parece ser requerida una vez que se afirma la simultaneidad de creencias opuestas son los temas de debate en este capítulo.
En el capítulo V se exploran las consecuencias prácticas que se siguen de procesos de autoengaño tanto a nivel individual como a nivel colectivo. A juicio del autor, esta temática es no solo la más novedosa sino también la problemática filosófica por excelencia. El problema ético que plantea el autoengaño, la posible colaboración de este fenómeno en relación con la búsqueda de la felicidad y de la salud mental, la relación entre el autoengaño y las creencias religiosas y, por último, los ingredientes sociales que determinan procesos de autoengaño colectivos son los cuatro ejes temáticos en torno a los cuales se organiza la exposición en este capítulo.
En relación con el primer eje, y vinculado estrechamente con la discusión entre intencionalistas y no intencionalistas, se cuestiona la tesis según la cual somos moralmente responsables cuando actuamos en base a creencias autoengañosas. El supuesto del carácter intrínsecamente malo o incorrecto del autoengaño en una perspectiva ética es otro de los tópicos considerados. El segundo eje temático que GFA examina se centra en las relaciones entre el autoengaño y la búsqueda de la felicidad. Lo que se discute aquí es la posible contribución positiva del autoengaño para nuestra salud mental y para nuestro estado de bienestar. En los siguientes dos apartados que componen el capítulo V, su autor se aboca a la presentación y examen de los procesos que se agrupan bajo la etiqueta de “autoengaño colectivo”. Esta denominación, sostiene GFA, induce erróneamente a pensar en una similitud con los fenómenos individuales de autoengaño. Si hay semejanzas, estas son, en todo caso, engañosas o meramente superficiales. Entre los fenómenos de autoengaño sociales, GFA considera los sistemas de creencias que constituyen las religiones, el concepto de ideología en la obra de Marx, las formas distorsionadas en la percepción de la realidad en las que incurren instituciones, organizaciones y, algunas veces, comunidades enteras. No deja afuera, aunque los incluye en una nota a pie de página, los procesos de autoengaño en que ha incurrido la investigación científica a lo largo de su historia.
Quiero, por último, señalar la erudición y minuciosidad con que GFA encara las investigaciones actuales y la puesta al día de la reflexión sobre un fenómeno tan arraigado en nuestra naturaleza. Apoyándose en una amplia y actualizada bibliografía, GFA presenta y analiza respuestas alternativas para cada uno de los tópicos en que se desgrana el fenómeno del autoengaño. Y lo hace en un lenguaje llano y claro, lo que convierte la lectura de este libro en una tarea grata que, además, permite su abordaje a estudiosos no entrenados en la actividad filosófica pero interesados en un fenómeno que nos atañe a todos como lo es el autoengaño. (Nora Stigol, IIF-SADAF-CONICET, nstigol@sadaf.org.ar)

Recibido el 4 de octubre de 2018; aceptado el 15 de mayo de 2019.

 

 

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