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Estudios Socioterritoriales

versión On-line ISSN 1853-4392

Estudios Socioterritoriales vol.29  Tandil jun. 2021

http://dx.doi.org/10.37838/unicen/est.29-207 

Artículo científico

Concentración y diversificación de universidades en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Algunas consideraciones de su dinámica contemporánea

Concentration and diversification of universities in the Metropolitan Area of Buenos Aires. Some considerations of their contemporary dynamics

1 Magister en Políticas Ambientales y Territoriales. Cursando el doctorado en Geografía. Becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas CONICET. Instituto de Geografía “Romualdo Ardissone”. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. CONICET. Puán 480, (1406) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina, ignaciocelis@theoz.cl

Resumen

El presente artículo tiene como objetivo revisitar la concentración universitaria en el Área Metropolitana de Buenos Aires desde 1989 hasta la actualidad. En primer lugar, revisaremos las dinámicas que caracterizan el sistema de educación superior universitario argentino desde un análisis geográfico, con énfasis en el papel del Área Metropolitana de Buenos Aires y su relación con la jerarquía universitaria. Luego, comentaremos cuatro aspectos que caracterizan esta concentración a partir de un análisis de las estadísticas oficiales y la localización de las universidades. En tercer lugar, presentaremos algunos elementos distintivos de la diversificación y segmentación universitaria al interior de la mancha urbana metropolitana, para finalizar con algunos comentarios a modo sumario y conclusión.

Palabras clave: Urbanización; Sistema Universitario; Área Metropolitana de Buenos Aires

Abstract

The present article aims to revisit universities´ concentration in Buenos Aires metropolitan area, Argentina, since 1989 until the present. First, we will review the dynamics which characterize the Argentinian higher education system from a geographic analysis, emphasizing the role of Buenos Aires Metropolitan Area and its relationship with university hierarchy. Second, we will comment on four aspects that characterize this concentration, from an analysis of the official statistics and the location of the educational establishments. Third, we will present some distinctive elements of university diversification and segmentation within the metropolitan urban area. Finally, the article presents summary comments and conclusions.

Key words: Urbanization; University System; Metropolitan Area of Buenos Aires

Introducción

El presente artículo tiene como objetivo revisitar, desde un enfoque geográfico, algunos aspectos centrales de la concentración universitaria en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) desde 1989 hasta la actualidad1. Además, buscaremos visibilizar algunas tendencias de la diversificación universitaria que vive internamente la metrópoli en su dinámica contemporánea.

Metodológicamente, optamos por la recolección de información cuantitativa y cualitativa del sistema universitario argentino (público y privado), principalmente en los Anuarios Estadísticos Universitarios de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU)2 y en literatura de los últimos años, especializada sobre el tema. Para el análisis de contenido nos apoyamos en el camino de método propuesto por Silveira (2001), donde consideramos una situación geográfica, como el Área Metropolitana de Buenos Aires, desde una perspectiva existencialista y, por lo tanto, como una unidad concreta y provisoria que se relaciona dialécticamente dentro una totalidad mayor, como lo es la formación socioespacial (Santos, 1996) argentina.

El artículo se estructura de la siguiente manera. En primer lugar, revisaremos brevemente las dinámicas contemporáneas que caracterizan el sistema de educación superior argentino desde un análisis geográfico, con énfasis en el papel del Área Metropolitana de Buenos Aires en la división territorial del trabajo y su relación con la jerarquía universitaria de la metrópoli. Luego, revisaremos cuatro aspectos que caracterizan la forma de concentración universitaria contemporánea del Área Metropolitana de Buenos Aires frente al resto del país. En tercer lugar, presentaremos algunos elementos distintivos de la diversificación y segmentación universitaria al interior de la mancha urbana metropolitana, para finalizar con algunos comentarios a modo sumario y de conclusión.

Los resultados aquí presentados se desprenden de nuestra Tesis de Maestría, cuya investigación proseguimos y profundizamos actualmente gracias una beca interna doctoral otorgada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Dinámicas contemporáneas de la Geografía universitaria argentina en el periodo de la globalización

Según el Ministerio de Educación de la Nación, el sistema universitario argentino se compone por instituciones de gestión pública nacional, pública provincial y privada. Además, en el país funciona una institución pública de gestión internacional y otra extranjera. En base a nuestro relevamiento, para el año 2020, la Argentina cuenta con 133 instituciones universitarias3. En la actualidad, los estudiantes de pregrado y grado superan los dos millones, mientras que en posgrado, en el año 2017, eran 159.000 estudiantes (Secretaría de Políticas Universitarias SPU, 2020). Este número de estudiantes y de universidades forma parte de una tendencia a una formidable expansión de los sistemas universitarios nacionales, en gran parte de América Latina, desde la década de 1990 en adelante (Didriksson, 2008). En Argentina, este proceso de “masificación” (Mendonça, 2019, p. 10) se constató en un acelerado crecimiento de la matrícula de pregrado y grado, en una nueva Ley de Educación Superior y en una gran cantidad de nuevas instituciones universitarias que más que duplicó a las ya existentes.

Desde nuestro enfoque, consideramos el año 1989 como el inicio del periodo contemporáneo de la geografía universitaria argentina, a partir de la fundación de tres nuevas instituciones universitarias, que interpretamos como evento significativo que irrumpe hacia un nuevo periodo. En otro trabajo (Celis, 2020), hemos propuesto en profundidad una periodización de la relación entre sistema universitario y territorio, tomando como base la división territorial del trabajo, el fenómeno técnico y el proceso de urbanización. A partir de estos criterios, hemos caracterizado el periodo actual como uno de capilarización del sistema universitario en la red urbana nacional.

En virtud del avance de la urbanización en el territorio argentino, el periodo contemporáneo ofrece nuevas posibilidades técnicas y organizacionales que, al incorporarse en los lugares, permiten renovadas modalidades de enseñanza universitaria y otras formas de difusión de las existencias universitarias. Consideramos existencias a aquellos puntos e infraestructuras que permiten la realización empírica de una actividad universitaria, es decir, la unidad mínima para el desenvolvimiento de una actividad universitaria. Manifestaciones concretas de esas posibilidades son los avances en el transporte, las telecomunicaciones e internet. De esta manera, la expansión del sistema universitario abarca más lugares, con exigencias materiales de instalación más flexibles, según los sistemas técnicos disponibles.

Podemos sintetizar esas posibilidades de existencias universitarias en tres tipos: las extensiones áulicas (Zelaya, 2012), las pequeñas sedes universitarias (Pérez Rasetti, 2014) y la educación a distancia (Menezes, 2011). Todas ellas son fundamentales para comprender la geografización contemporánea del fenómeno universitario, pues permiten nuevas formas de localización y difusión en la red urbana, al mismo tiempo que una densificación en aquellas manchas urbanas de mayor tamaño y complejidad económica. Es frecuente que en su concreción en existencias, tales posibilidades se combinen y lleguen a las ciudades en momentos diferenciados, aunque con mayor velocidad, distribución, amplitud y heterogeneidad que en el pasado.

Un ejemplo de esto es la red urbana bonaerense. En el año 1989, unas 50 ciudades tenían infraestructuras universitarias y actividades académicas. En 2015, eran 120 las áreas urbanas donde se realizó por lo menos una oferta académica, bajo distintas modalidades de enseñanza (Celis, 2020). Esta capilarización del sistema universitario en la red urbana ha permitido la inserción de nuevos actores a la educación superior como los municipios y pequeñas o medianas empresas locales dedicadas a la gestión y asociación con universidades (Pérez Rasetti, 2014). Las posibilidades del periodo, sin embargo, son diferenciales y desiguales según los lugares. En las porciones de la red urbana donde el medio técnico-científico-informacional (Santos, 2000) se presenta con mayor intensidad será posible encontrar una mayor participación de las ciudades pequeñas y medianas en el sistema universitario.

Desde el inicio del periodo de la globalización, las divisiones territoriales del trabajo se han multiplicado aceleradamente, al alero de los avances de la tecnociencia, la información y las finanzas. Nuevas técnicas y especificidades del trabajo demandan más capacitaciones y especializaciones profesionales, incorporando progresivamente al sistema universitario como un actor fundamental en la reproducción y ampliación de la división del trabajo. En este sentido, el sistema universitario argentino no es ajeno al proceso de aceleración contemporánea (Santos, 1993), expandiéndose en los últimos treinta años a una velocidad mucho mayor que en los últimos dos siglos.

En este contexto, en el territorio nacional podemos observar un fenómeno que autores brasileños han denominado como interiorización de la educación superior (Amorin, 2010). A partir de la realidad latinoamericana heredada del siglo XX, donde las redes urbanas se caracterizaron por su polarización y más tarde por una disminución de la primacía urbana (Portes y Roberts, 2005), la interiorización ha implicado que las universidades se vayan incorporando a ciudades de menor jerarquía y, simultáneamente, se refuercen las ciudades de mayor tradición universitaria. Podemos denominar capilarización del sistema universitario a esta doble acción contemporánea, que incluye tanto la interiorización como la densificación de las áreas de mayor peso en la red urbana con nuevas existencias universitarias. Como nos recuerdan Santos y Silveira (2000) para el caso de Brasil, las tensiones entre el Estado, el mercado y el territorio producen una topología universitaria que se expande por el territorio, al tiempo que producen un “verdadero círculo vicioso, como la superposición de la oferta y la demanda (universitaria) en las áreas geográficas ya privilegiadas” (Santos y Silveira, 2000, p. 59). Este aspecto contemporáneo también forma parte de las nuevas características de la concentración contemporánea en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

El Área Metropolitana de Buenos Aires y su papel en la formación socioespacial argentina

Desde sus orígenes, el sistema universitario en Buenos Aires ha vivido distintos procesos de jerarquización en razón de la evolución conjunta de la ciudad y el país y de la propia evolución espacial de la red urbana argentina. Como señalan Santos y Silveira (2000), la educación superior y el proceso de urbanización conforman una relación biunívoca y, por tanto, sus características no solo están imbricadas la una a la otra, sino que son resultado unitario de un mismo proceso histórico, orientado por las sucesivas divisiones territoriales del trabajo. Aquí, la categoría de formación socioespacial, propuesta por Santos (1996), toma relevancia ya que nos permite comprender esta geografización del sistema universitario en un espacio concreto. La formación socioespacial es la mediadora entre las posibilidades del mundo (el modo de producción) y el territorio históricamente constituido, permitiendo observar las especificidades de una sociedad sin perder de vista la totalidad. Es el Estado nacional el que condiciona y regula la realización de las posibilidades en los lugares, inclusive hoy en un periodo de progresiva transnacionalización del capital (Santos, 2000).

Así como cada periodo de la historia cuenta con sus variables explicativas, la jerarquización en un fenómeno como la geografía universitaria contemporánea responde a la presencia y fuerza de estas variables en cada lugar. En este sentido, los aspectos que caracterizan la concentración universitaria en la metrópoli deberán ser evaluados a la luz de su correspondencia al periodo que vivimos y su relación con la evolución de la formación socioespacial. De esta manera, podemos comprender cuáles resultan de las nuevas posibilidades y cuáles son las herencias de periodos anteriores. El Área Metropolitana de Buenos Aires constituye en la actualidad la mancha urbana de Argentina donde se manifiesta el sistema universitario con mayor intensidad. Esto se relaciona con la evolución y actualidad que la centralidad económica y política de la metrópoli tiene para el país.

Si nos concentramos en el periodo contemporáneo, el ascenso de las actividades de comercio y servicios avanzados en la metrópoli constituye nuevas divisiones del trabajo a partir de sus contenidos técnicos, informacionales y organizacionales y de sus grados de capitalización (Silveira, 2016). Grandes empresas concentran sus casas matrices en el Área Metropolitana de Buenos Aires, donde operan las direcciones, gerencias y demás actividades de organización y regencia.

Entonces, además de su tradición industrial (Rougier y Pampin, 2015), la ciudad renueva su centralidad y primacía a partir de este papel de comando de la producción con alcance a todo el territorio nacional. Los principales bancos privados tienen sus sedes corporativas en las áreas céntricas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, e impulsan desde allí la financierización y endeudamiento del territorio a través de la banalización del crédito (Parserisas, 2018). Allí también se localiza el núcleo de las organizaciones que dirigen las finanzas del país, operando en los mercados bursátiles. Las grandes agencias de consultoría nacionales y transnacionales, las empresas de publicidad, de servicios de internet y tecnologías digitales, así como las grandes cadenas de comercio minorista y grandes franquicias se establecen en el Área Metropolitana y dirigen sus sucursales, muchas de ellas repartidas por todo el país (Silveira, 2016).

En palabras de Silveira (2016, p. 35), en la metrópoli se “fortalece el circuito superior de la economía urbana, a partir del surgimiento o consolidación de grandes empresas comerciales y financieras”. Este tipo de actividades, junto con las nuevas modernizaciones industriales, hacen que el trabajo realizado en estas localizaciones sea más exigente de organización y tecnología. Una parte de la mano de obra, en determinadas divisiones del trabajo, tiende a ser más cualitativa, es decir especializada y cualificada en las constantes innovaciones técnicas y organizacionales. En definitiva, la presencia de esos grandes actores de la economía, junto con los de la política nacional, hace de la metrópoli el lugar de regencia de la división territorial del trabajo y de macro-organización del territorio.

Por su parte, la existencia de divisiones del trabajo propias de la metrópoli de Buenos Aires puede ser considerada como uno de los aspectos relevantes para entender la mayor presencia de actividades universitarias especializadas. Un ejemplo es el que involucra al motor contemporáneo de la división del trabajo, como son las finanzas (Santos, 2000). Las universidades orientadas a economía y empresas localizadas en la metrópoli de Buenos Aires reúnen la mayor cantidad de escuelas de negocios del país, con una gran diversidad de especializaciones en la administración de empresas, actividades financieras y trading.

Una consecuencia de la mayor participación de las grandes empresas modernas en la metrópoli es el mayor distanciamiento entre los circuitos de la economía urbana y, por tanto, la mayor subordinación del circuito inferior, que se multiplica absorbiendo a gran parte de la población en divisiones del trabajo menos capitalizadas. Existen amplios bolsones de pobreza y áreas desvalorizadas por el capital de donde emerge una diversidad de “economías populares” (Vio y Cabrera, 2015, p. 255), y donde el Estado debe multiplicar su presencia con la asistencia social.

Pírez (2005) muestra cómo, desde mediados de la década de 1980 hasta entrada la década del 2000, la metrópoli tuvo una importante desconcentración de la población hacia las periferias, pero no así su actividad económica, acentuando la centralidad de la Ciudad de Buenos Aires y creando asimetrías entre los espacios residenciales y aquellos donde se reúne la actividad económica. El conurbano bonaerense sin embargo no es homogéneo, como se manifiesta en el corredor norte del Área Metropolitana (Ciccolella y Vecslir, 2010) donde se observa un área de expansión de servicios técnicos avanzados, consultoría, gerencia y hotelería.

Esta populosa mancha urbana, por otro lado, requiere sostener permanentemente los servicios para la reproducción social como la salud, la educación y la asistencia jurídica y social, demandando un conjunto de capacitaciones profesionales propias de la educación superior. El volumen de población en la ciudad es una razón importante para comprender el número y tamaño de las universidades y la diversidad de la oferta académica, ya que constituye una gran demanda de servicios profesionales banales para toda la población y de aquellos servicios técnicos avanzados específicos a determinadas áreas de la producción y el comercio.

En este contexto, las características del sistema universitario de la metrópoli no solo se conjugan con las necesidades locales, sino también con la capacidad de comando de la economía metropolitana ante el resto del país. Del mismo modo, la propia complejidad urbana del Área Metropolitana exige que no solo se observe su relación con el resto del territorio, sino también sus dinámicas de diferenciación interna. Veamos a continuación algunas formas y características generales de la concentración universitaria contemporánea.

Cuatro aspectos de la concentración del sistema universitario en el Área Metropolitana de Buenos Aires

A continuación, presentamos cuatro aspectos particulares de la concentración universitaria en la metrópoli de Buenos Aires. En particular, nos enfocamos en el número de instituciones, la cantidad de estudiantes de pregrado y grado, las actividades de posgrado y la especialización de las instituciones. Otros aspectos, como la división del trabajo universitario, el presupuesto y la investigación no han sido considerados, y deberán ser profundizados en estudios posteriores. Del mismo modo, tampoco contemplamos diferenciaciones con otras ciudades con importantes complejos universitarios que suceden en jerarquía al Área Metropolitana de Buenos Aires.

El medio construido, concentración de instituciones y multiplicidad de existencias universitarias

En base a nuestro registro, realizado a partir de las páginas web de las universidades e institutos universitarios de Argentina y de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), observamos que, en el año 2020, el Área Metropolitana de Buenos Aires es la sede de 59 de los 133 rectorados universitarios del país. Es decir, un 44,36% de las casas centrales del país se concentra en la metrópoli. Este porcentaje más que dobla, por ejemplo, la concentración de universidades en el Área Metropolitana de Madrid, “la capital universitaria de España” (Fournier, 2014, p. 60), que reúne el 19,4% de las instituciones de ese país.

Esta participación de la metrópoli como hogar de los rectorados es el resultado de un proceso que proviene de una tendencia a lo largo de las últimas décadas. Como vemos en la Tabla 1, la localización en la metrópoli ha tenido intervalos de años con crecimiento más acelerado y otros con menos, pero sostenido en el tiempo.

Tabla 1 Concentración de rectorados universitarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires, 1975-2020 

  Año Rectorados localizados en el AMBA Total país Porcentaje rectorados localizados el AMBA
Periodo contemporáneo 1975 13 49 26,53
1980 15 52 28,84
1985 15 52 28,84
1990 22 62 35,48
1995 35 86 40,69
2000 39 92 42,39
2005 43 101 42,57
2010 52 120 43,33
2015 58 132 43,93
2020 59 133 44,36

Fuente: elaboración personal con base en revisión de páginas web institucionales de las universidades

Otra de las características del periodo contemporáneo es el mayor ritmo de creación de nuevas universidades. En los últimos treinta años se han fundado más universidades que en toda la historia anterior del país. Desde el año 1989 son 82 nuevas instituciones, de las cuales 45 han localizado sus rectorados y casas centrales en la metrópoli de Buenos Aires. De esta manera, el Área Metropolitana de Buenos Aires pasó de 18 universidades al inicio del periodo contemporáneo a 59 en la actualidad.

La densidad y forma del medio ambiente construido (Harvey, 1990) determina y posibilita las relaciones entre las universidades y la ciudad. Dada la materialidad de la metrópoli de Buenos Aires a lo largo de su historia, junto a las distintas tradiciones universitarias presentes, podemos ver que se manifiestan cuatro de las seis tipologías generales de localización universitaria en relación con la ciudad, sintetizadas por Genestier (1995). En este sentido, el Área Metropolitana reúne distritos universitarios, áreas universitarias urbanas, universidades pericéntricas y universidades suburbanas4. Como veremos más adelante, esto posibilitará una mayor diversificación institucional de las universidades presentes en la ciudad y de sus existencias concretas.

Estas formas de localización en la ciudad responden no solo a algún objetivo fundacional (por ejemplo, integración social), sino también a su evolución en el tiempo y a sus necesidades objetivas. En la metrópoli existen desde universidades con menos de 500 estudiantes de grado, como el Instituto ESEADE, la Universidad Pedagógica Nacional, la Universidad de San Isidro o la Escuela de Medicina del Hospital Italiano hasta, en el extremo opuesto, la Universidad de Buenos Aires que en el año 2017 tenía 302.000 estudiantes. En este abanico de situaciones se constituyen infraestructuras universitarias de tamaños variables y en localizaciones posibles.

Es así que, en esta multiplicidad y en una metrópoli cuyas áreas más valorizadas son disputadas por diversos agentes económicos, las universidades tienen distintas orientaciones respecto a la instalación de sus infraestructuras, como lo identifica Dang Vu (2014) para universidades de Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, al considerar a las universidades como un actor inmobiliario al interior de las ciudades.

Por tanto, el número de instituciones, tomadas esta vez como un conjunto, es importante para dimensionar su papel al interior de la metrópoli, diferenciándose de otras ciudades de menor tamaño o importancia económica y otras morfologías.

Finalmente, la concentración de instituciones en el Área Metropolitana se refuerza con existencias universitarias provenientes de instituciones cuyas casas centrales se localizan en otras ciudades y provincias. Esto es particularmente llamativo en el caso de las universidades con énfasis en la educación a distancia5.

Fuerzas centrípetas, dinámica de la población universitaria y metropolitana

Coraggio y Vispo (2001) detectaron una lenta tendencia a la disminución del tamaño de las universidades con mayor cantidad de estudiantes desde el año 1988. Universidades nacionales como las de La Plata, Córdoba, Nordeste, pero en especial la Universidad de Buenos Aires, forman parte de este grupo de grandes universidades que destacan por encima de la mayoría del sistema universitario. Como vimos en el apartado anterior, ante la multiplicación de instituciones universitarias, creemos apropiado pensar la concentración del número de estudiantes no solo en función del tamaño de las instituciones, sino en las ciudades.

Si seguimos la lectura histórica de Buchbinder (2010) vemos que, en particular, la concentración de estudiantes de grado en la metrópoli ha sido una tensión histórica en la política del sistema universitario argentino. Y es que el crecimiento acelerado de la ciudad de Buenos Aires y la posterior conformación del Área Metropolitana de Buenos Aires es una de las características del proceso de urbanización en Argentina. Propio de una red urbana polarizada en algunas pocas ciudades, la metrópoli reunió un gran volumen de población, mayor dinamismo económico y poder político. Así, la actual Área Metropolitana constituye un espacio cuyas fuerzas centrípetas lograron sostener en el tiempo la concentración de las universidades y de los estudiantes.

Como se puede observar en el Gráfico 1, tanto en el Área Metropolitana como en el resto del país, ha crecido el número de estudiantes de pregrado y grado a tasas similares. Así, podemos notar que la concentración de estudiantes en el Área Metropolitana de Buenos Aires se ha mantenido estable. Entre los años 1996 y 2017, la metrópoli reunió en promedio al 40,69% de los estudiantes del país, con un mínimo de 39,5% en el año 2010 y un máximo de 43,2% en el año 20006. Es decir, la nueva forma de difusión en el territorio del sistema universitario argentino contemporáneo no ha modificado sostenidamente una de sus históricas características en términos de concentración de estudiantes en la metrópoli.

Fuente: elaboración personal con base en SPU (2006; 2019; 2020)

Gráfico 1 Estudiantes de pregrado y grado del Área Metropolitana de Buenos Aires y del País sin el Área Metropolitana, años 1996-2017* 

Sin embargo, si analizamos estos datos de la Secretaría de Políticas Universitarias (2006; 2019) en conjunto con los de población total del país, observamos algunas importantes variaciones. Si lo relacionamos con los Censos de población del INDEC (2012), podemos notar que en el Área Metropolitana hubo 49,87 estudiantes universitarios de grado por cada mil habitantes en el año 2001, mientras que en el resto del país 33,9. Con el último censo del año 2010, estas cifras variaron a 50,03 estudiantes por cada mil habitantes en el Área Metropolitana de Buenos Aires y a 38,19 por cada mil habitantes en el resto del país. Es decir, se incorporaron más estudiantes en relación con la población total en el resto del país que en la metrópoli.

Al respecto, podemos ver que, por un lado, entre los años 2001 y 2010 la participación de la población del Área Metropolitana en el total del país aumentó de 31,6% a 33,29%. Pero, por otro lado, existe una mayor inserción de ciudades medias en el sistema universitario y más población viviendo en ellas. Ambos datos podrían ser pistas para comprender por qué la concentración de estudiantes en la metrópoli se mantiene, mientras aumenta la relación entre estudiantes universitarios y población total en el resto del país.

El menor aumento de estudiantes por cada mil habitantes en el Área Metropolitana de Buenos Aires, durante la década recién relevada, nos interroga sobre la dinámica de su población. Cabe la pregunta por la dinámica de los últimos años para pensar posibles tendencias, y si este crecimiento más lento derivará en un estancamiento en términos relativos de la participación de estudiantes universitarios en relación al resto del país.

Se hace necesario recordar que las ciudades de La Plata, Córdoba y Rosario también poseen una significativa población universitaria. Cada una de ellas tiene una matrícula mayor a los 100.000 estudiantes. Además, otras cuatro ciudades, como son Tucumán, Santa Fe, Mendoza y Resistencia-Corrientes, tienen más de 50.000 estudiantes.

Surge entonces la pregunta por las otras actividades universitarias y la posibilidad de que sean otros aspectos -por ejemplo, de orden cualitativo- los que en el periodo contemporáneo cobren una mayor notoriedad para distinguir aspectos jerárquicos. La razón para pensar esto proviene de la siguiente hipótesis: en el periodo contemporáneo, es posible que el ingreso a las carreras de pregrado y grado se corresponda con su transformación en una variable banalizada en el territorio. En otras palabras, la capilarización de las existencias universitarias que ofrecen carreras de grado en la red urbana hace de estas una variable menos determinante para pensar la jerarquía de las ciudades y su relación con el sistema universitario.

Las actividades de posgrado y la nueva jerarquía universitaria

Según De la Fare y Lenz (2012, p. 13), el objetivo del posgrado es “formar profesionales especialistas e investigadores en las distintas áreas del conocimiento a través de la realización de investigaciones dirigidas”. El posgrado es parte de las áreas que otorgan mayor complejidad al entramado de la educación superior. Allí participa el cuerpo docente de mayor trayectoria y los estudiantes se forman a partir de contenidos avanzados en distintas áreas de especialización, y son orientados a producir conocimientos que signifiquen un avance en sus disciplinas y profesiones respectivas.

En la opinión de las autoras mencionadas (De la Fare y Lenz, 2012, p. 17), el desarrollo de las actividades de posgrado en los países ha sido desigual en el tiempo, según su papel en la “división internacional del trabajo científico”. En América Latina, y en Argentina en particular, vemos que el mayor crecimiento de los programas de posgrado se sitúa desde la década de 1990 en adelante. Dentro de las particularidades del sistema universitario argentino, De la Fare y Lenz (2012) destacan el carácter profesionalista de las universidades heredado desde el origen del estado nacional y reforzado en el tiempo. Las especializaciones y maestrías profesionales conforman la mayor parte de los programas de posgrado, superando aquellas maestrías de investigación y programas de doctorado. Asimismo, hay una mayor cantidad de estudiantes en estos programas que en los destinados al desarrollo disciplinar y la investigación. Con todo, ambos tipos de programas se caracterizan por la especialización y especificidad de los contenidos impartidos en comparación con las carreras de grado.

Siguiendo a Cristaldo de Benítez, Di Marco, García, Rodrigues y Zelaya (2016), se hace necesario recordar que el explosivo aumento que tuvieron las carreras de posgrado en la Argentina en la década de 1990 no fue al alero del seguimiento de un plan general que coordine el crecimiento de este sector. Más bien, para estos autores, se trató de un crecimiento “rápido y anómico” (Cristaldo de Benítez et al., 2016, p. 83).

En 1985 existieron 106 programas de doctorado y 24 maestrías en universidades públicas nacionales con énfasis en las ciencias naturales, médicas y exactas (Cristaldo de Benítez et al., 2016). Esto prontamente se invirtió con la irrupción de los posgrados en ciencias sociales, en términos disciplinares, y el mayor crecimiento de las maestrías y especializaciones por sobre los doctorados, en términos del tipo de programa. Conforme indican estos autores, entre 1994 y 2002, los programas de posgrado en el país crecieron 2,5 veces su tamaño, donde se triplicó la oferta en el sector público y duplicó en el sector privado.

Finalmente, uno de los aspectos que destacan Cristaldo de Benítez et al (2016) es que además de la tradición de posgrado de tipo profesionalista, observan que las nuevas dinámicas del trabajo docente y académico de la universidad comenzó rápidamente a demandar profesionales con mayores índices de posgraduación, sea para las evaluaciones, rankings o para la disputa de cupos laborales ante una creciente competitividad del sector universitario. Será entonces que uno de los sectores de mayor demanda de posgrados fueron los mismos cuerpos docentes y las nuevas generaciones de universitarios con vocación hacia la docencia e investigación.

Entre los años 2007 y 2017, la concentración de estudiantes de posgrado en el Área Metropolitana respecto del país fue mayor que la de estudiantes de pregrado y grado. Como se puede observar en el Gráfico 2, en varios momentos de la última década la matrícula de posgrado en el Área Metropolitana de Buenos Aires ha superado la del resto del país en su conjunto. Si tomamos como referencia las estadísticas de la Secretaría de Políticas Universitarias, en esta misma década la proporción (en promedio) de estudiantes de posgrado del Área Metropolitana respecto del total del país ha sido un 49,3%, casi diez puntos arriba de la concentración de estudiantes de grado.

Fuente: elaboración personal con base en SPU (2007; 2009; 2010; 2013; 2020)

Gráfico 2 Estudiantes de posgrado en el Área Metropolitana de Buenos Aires y el País sin el Área Metropolitana, años 2007-2017* 

Respecto a la oferta de programas de posgrado vemos una situación diferente. En el año 2017 la oferta de posgrados a nivel nacional fue de 4.076 programas, de los cuales 1.315 correspondieron a la oferta realizada desde instituciones de la metrópoli de Buenos Aires. En este sentido, mientras el porcentaje de estudiantes de posgrado en la metrópoli ronda la mitad de la población estudiantil nacional, la oferta de programas de posgrado, en 2017, alcanzó el 32,2% del total nacional. A partir de esto podemos observar que existe una mayor cantidad de estudiantes por programa de posgrado: en la metrópoli hubo en promedio 55,9 estudiantes por programa de posgrado y 28,8 estudiantes por programa en el resto del país.

Que existan menos estudiantes por programa de posgrado, especialmente en aquellos orientados a la investigación, también pone en consideración la diversidad y estabilización de líneas de investigación en cada unidad y, por lo tanto, la capacidad de acción de los programas, problema también reseñado por De la Fare y Lenz (2012) para la realidad argentina.

La internacionalización de las ciudades y de los programas de posgrado de las universidades también contribuye al estudio de la nueva jerarquía de las ciudades (Lima y Contel, 2011). A modo ilustrativo -debido a la insuficiencia de datos aportados en los Anuarios Estadísticos- tómese en cuenta que, en el año 2017, el 70,7% de los estudiantes extranjeros en programas de posgrado correspondía a instituciones localizadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (estimación en base a SPU, 2020).

En Argentina, la complejidad de la actividad económica junto a los volúmenes de población de las grandes ciudades permiten que ciertas especializaciones se desarrollen vigorosamente. Es el caso de los posgrados médicos. En el año 2015, solo la Universidad de Buenos Aires concentró más de 106 especializaciones médicas, trece maestrías y un doctorado. A esto debemos sumar los programas de otras seis instituciones especializadas en salud y medicina localizadas en el Área Metropolitana de Buenos Aires, que ofrecen en menor medida posgrados y especializaciones. Muy por debajo de esas cifras, se encontraron las ciudades de Córdoba, La Plata, Rosario y Tucumán, donde sus mayores centros universitarios tuvieron 57, 21, 17 y 12 programas de posgrados médicos, respectivamente.

Frente a cierta banalización de las carreras de pregrado y grado en el territorio, los posgrados se convierten en un aspecto diferenciador y, por lo tanto, jerárquico del sistema universitario. En Argentina, son las grandes ciudades, y aquellas con una larga tradición universitaria, las que concentran estas actividades. Las ciudades pequeñas y medias que se han integrado al sistema universitario distan aún del desarrollo de este tipo de actividades universitarias. En este sentido, la metrópoli de Buenos Aires refuerza su jerarquía en la formación socioespacial.

Complejidad de la economía urbana metropolitana y el auge de las instituciones universitarias especializadas

Aunque se conozcan experiencias provenientes del periodo anterior, es a partir de 1989 que se integran al sistema universitario una serie de instituciones universitarias de carácter especializado (Pérez Rasetti, 2014). Se trata de universidades e institutos universitarios donde la mayoría de sus programas académicos e investigaciones comparten una orientación y especialización en un área disciplinar o profesional. Se conforman así universidades cuyas estructuras institucionales, acciones y contenidos tienen como objetivo diversificarse dentro de un área especializada.

En la actualidad podemos señalar 28 instituciones con orientaciones especializadas. De ellas, 23 se localizan en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Las cinco restantes se localizan en La Plata (especializada en notariado), Mar del Plata (teología), General Roca (artes), Rosario (salud) y Córdoba (salud).

En la metrópoli, podemos encontrar esas y otras áreas de especialización: dos instituciones en artes, dos en ciencias sociales, dos en deporte y actividad física, tres en economía y finanzas, una en economía social y cooperativismo, una en educación, una en fuerzas armadas, dos en fuerzas de seguridad, dos en ingeniería, seis en salud y una en servicios y logística.

Algunas instituciones han abandonado la especialización, como la Universidad Argentina de la Empresa, la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales y la Universidad CAECE. Ellas han diversificado su oferta educativa hacia distintas áreas del conocimiento y de la división del trabajo, pero sostienen en un lugar protagónico sus orientaciones originales.

Que el 82% de las universidades especializadas se localice en la metrópoli es algo característico del proceso de expansión universitaria del periodo actual. A diferencia de las décadas anteriores, donde hubo una mayor dispersión de las universidades, desde 1989 vemos que existe una densificación universitaria en función del papel que cumple, en este caso, la metrópoli y su capacidad de albergar una multiplicidad de divisiones del trabajo que permiten la especialización universitaria. El importante aumento de instituciones de este tipo en la metrópoli muestra posibles tendencias sobre una mayor diferenciación entre el Área Metropolitana de Buenos Aires y el resto de la red urbana del país.

La metrópoli de Buenos Aires: diversificación universitaria, segmentación interna en la mancha urbana

Como afirman Pérez Rasetti (2014) y Mendonça (2019), desde 1990 a la fecha experimentamos la mayor creación de instituciones universitarias en Argentina, aunque, como ya indicamos, con una desconcentración del estudiantado al interior del Área Metropolitana de Buenos Aires. Los mismos autores concuerdan que existe un proceso de diversificación del sistema universitario en sus modos y lógicas de expansión (Pérez Rasetti, 2014), así como en la propia institucionalidad que se gestó acompañando los distintos ciclos de crecimiento acelerado que ha tenido el sistema universitario (Mendonça, 2019). Veamos cómo se configura esta diversificación en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

El Área Metropolitana de Buenos Aires contiene todas las formas de existencias universitarias: casas centrales, campus, sedes, subsedes, extensiones áulicas, centros universitarios municipales, centros de asistencia para la educación a distancia. Pérez Rasetti (2014) muestra que una de las formas de expansión universitaria se verifica en las asociaciones entre las universidades e instituciones de educación superior no universitaria presentes en ciudades donde no hay oferta universitaria. Sin embargo, la metrópoli también abriga este tipo de asociaciones, puesto que es posible allí densificar y diversificar la oferta académica y las modalidades de enseñanza.

A partir del análisis de Mendonça (2019) sobre la diversificación institucional del sistema universitario argentino, podríamos indicar que en la metrópoli de Buenos Aires existe un conjunto mayor de posibilidades para la diversificación institucional que en otras ciudades del país. En la metrópoli es donde existen diferentes tipos de universidades e institutos universitarios, incluyendo la presencia de instituciones de gestión estatal nacional, provincial, privada, internacional y extranjera. Estas dos últimas únicamente presentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (FLACSO y Universidad de Bologna, respectivamente).

Por otro lado, y dada la historia universitaria de la metrópoli, junto a la diversificación institucional producto de las dos ‘olas de expansión’ (Mendonça, 2019) ocurridas desde 1990 al presente, existiría según esta autora una pluralidad de orientaciones universitarias en términos de organización formal-institucional. Así, amalgamadas y concretas en la historia nacional, las tradiciones de organización universitaria basadas en los modelos de universidad napoleónicos, humbdoltiano y norteamericano (Buchbinder, 2010; Cupo, 2010), están retratadas en la metrópoli, así como también puede observarse la constitución de instituciones que buscan adaptarse a modelos contemporáneos de universidad con características particulares en torno a la flexibilidad y duración de las carreras, una mayor articulación entre grados académicos y carreras profesionales y técnicas (Mendonça, 2019). En este sentido, podemos pensar que la metrópoli, además de su mayor conjunto de especializaciones universitarias, se presenta como un espacio de mayor diversificación institucional frente al país.

Pero la metrópoli, en su complejidad, alberga áreas modernas -espacios valorizados donde el circuito superior de la economía urbana se desenvuelve con mayor fluidez-, así como puntos y centralidades donde el poder político y económico toma decisiones. También contiene áreas desvalorizadas, donde se reproduce la pobreza urbana y prevalece el trabajo informal e intensivo, una economía con bajos niveles de organización y capital, propio del circuito inferior de la economía urbana (Santos, 2018). Ambas realidades, sin embargo, son producto de la misma economía urbana. Y en esta existencia unitaria, aunque diferenciada por la división metropolitana del trabajo, la mancha urbana se desarrolla en base a la selectividad de las modernizaciones territoriales y segmentaciones de distinto tipo. Creemos que en este proceso también participan las localizaciones y los tipos de universidad.

De las 59 instituciones con rectorado en la metrópoli de Buenos Aires en el año 2020, 40 se localizan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 19 en los municipios del conurbano bonaerense. Es decir, el 67,8% de los rectorados se concentra en la capital federal, haciendo más compleja la idea general de una desconcentración a partir de la creación de universidades públicas del conurbano bonaerense. Esto se debe principalmente a las nuevas universidades privadas que optaron por localizarse en la capital. A modo de síntesis se presenta el Mapa 1.

Fuente: elaboración personal con base en páginas web institucionales

Mapa 1 Principales sedes universitarias con modalidad presencial en el Área Metropolitana de Buenos Aires 

Sin embargo, desde el año 2001 en adelante, vemos que la curva de crecimiento de estudiantes de pregrado y grado es mayor en las universidades localizadas en los municipios del conurbano que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si observamos el Gráfico 3, vemos un despegue de la curva correspondiente al conurbano bonaerense a partir del año 2006, mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se manifiestan más bien picos de crecimiento que luego disminuyen o se amesetan.

Por un lado, el crecimiento de la población universitaria en el conurbano bonaerense se sostiene por la consolidación de las universidades fundadas en la década de 1990, junto a una diversificación de las carreras. El hecho de que en su mayoría sean instituciones estatales es importante ya que son universidades de acceso irrestricto y gratuito. Por otro lado, en el año 2009 se crearon varias universidades que con el paso del tiempo han contribuido a una mayor participación de la matrícula del conurbano en el total del Área Metropolitana. Estas han tenido un crecimiento diferencial, pero en su conjunto han aportado en términos positivos al crecimiento. A pesar del prestigio y la fuerza centrípeta de la Universidad de Buenos Aires, Pérez Rasetti (2014, p. 29) indica la inclusión de un nuevo grupo de estudiantes gracias a la instalación de “universidades de proximidad” que configuran una suerte de “vecinalización” entre universidad y barrios de la metrópoli. Algunas de ellas tuvieron un acelerado crecimiento, como la Universidad Nacional Arturo Jauretche que superó los 20.000 estudiantes en el año 2017, seis años después de sus primeros ingresantes. Como contrapunto, está la Universidad Nacional del Oeste, localizada en Merlo, cuyo crecimiento en el mismo periodo es nueve veces menor que la recién mencionada universidad localizada en Florencio Varela. Entre estos extremos, hay todo un abanico de situaciones, pero se destacan los altos porcentajes de estudiantes en universidades del conurbano provenientes del mismo municipio donde se localizan las instituciones (Pérez Rasetti, 2014).

Fuente: elaboración personal con base en SPU (2006; 2019; 2020)

Gráfico 3 Estudiantes de pregrado y grado de universidades localizadas en el conurbano bonaerense y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, años 2001-2017 

Respecto a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, vemos una mayor irregularidad de la curva (Gráfico 3). La explicación de esta figura proviene exclusivamente del peso relativo que tiene la Universidad de Buenos Aires frente al resto de las instituciones localizadas en la capital argentina. Si observamos el Gráfico 4, vemos que el conjunto de universidades, excluida la Universidad de Buenos Aires, sostiene una curva de crecimiento sin saltos abruptos.

Entre 2001 y 2017, esa institución disminuyó unos 12 mil estudiantes en términos netos del periodo; junto con la Universidad Argentina John F. Kennedy, de gestión privada, son las únicas con un descenso significativo en términos absolutos. Es decir, prácticamente la totalidad de las universidades tuvo un crecimiento en su matrícula durante este periodo, lo que permitió acercar esta curva a la de la Universidad de Buenos Aires en el interior de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De seguir esta tendencia, puede llegar en pocos años más el momento en que ambas curvas de crecimiento universitario se crucen, marcando un hito inédito en la historia universitaria de la metrópoli.

En ambos casos descritos, vemos que la Universidad de Buenos Aires, como institución que concentra un gran porcentaje de la población universitaria del Área Metropolitana, comienza a disminuir su participación relativa tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en la metrópoli en su totalidad. Al mismo tiempo, en el análisis de los datos aislados, observamos que la disminución de la participación de la matrícula de la Universidad de Buenos Aires no se verifica en el aumento sostenido de unas pocas universidades, sino más bien en un crecimiento de muchas de ellas. Dicho de otro modo, presenciamos la disminución del peso relativo de esta ‘macrouniversidad’77 en la metrópoli a partir de una mayor distribución del estudiantado en las múltiples instituciones.

Fuente: elaboración personal con base en SPU (2006; 2019; 2020)

Gráfico 4 Estudiantes de pregrado y grado de la Universidad de Buenos Aires y de las demás instituciones localizadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, años 2001-2017 

Dada la complejidad de las existencias universitarias presentes en la red urbana, como planteamos más arriba, estas tendencias sirven para comprender grosso modo la dinámica general del crecimiento de la población universitaria al interior de la metrópoli. La redistribución del volumen de estudiantes, sin embargo, debe incorporar otros aspectos propios de la realidad universitaria, como lo es el grado de especialización y complejidad de las instituciones. Es que existen, al interior del Área Metropolitana, dinámicas de localización desigual y selectiva de elementos que en el periodo contemporáneo cobran relevancia al pensar la jerarquía de los lugares. Hablamos específicamente de la complejidad y volumen de la investigación, del nivel de especialización de las universidades y de la localización de actividades como el posgrado. Nos centraremos en estas dos últimas.

Si revisamos las instituciones especializadas, características del periodo actual, su localización en la metrópoli se concentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De las 23 existentes en el año 2020, solo una tiene su rectorado o casa central fuera de la capital, en el municipio de Ezeiza. Incluso aquellas con sedes en otras ciudades, reúnen de todos modos el grueso de sus actividades, especialmente las de dirección, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esto incluye a la Universidad Tecnológica Nacional que, pese a su proyecto de regionalización en el país, su rectorado y una de sus más importantes facultades, se localizan en la capital.

Otro fenómeno interesante, es el que diferentes universidades localizadas en los municipios del conurbano, o incluso algunas en ciudades cercanas al Área Metropolitana, incorporaron sedes en zonas céntricas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las universidades nacionales de Tres de Febrero, San Martin, La Matanza y Lomas de Zamora, y las universidades privadas de San Andrés y Morón tienen sedes en la capital. Asimismo, la Universidad Nacional de Luján y la Universidad Austral (de Pilar) también cuentan con sedes de posgrado, pese a su mayor distancia con la capital. Es que, para las actividades de posgrado y extensión cultural, así como para las grandes conferencias o congresos, la centralidad y la conectividad con aeropuertos y terminales de ómnibus, la presencia de servicios de hotelería y gastronomía de alto estándar, son requerimientos que muchas veces deben ser considerados para la realización de algunas actividades propias del quehacer universitario.

Con todo, la población de estudiantes de posgrado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dentro del Área Metropolitana ha disminuido en los últimos años. A pesar de la limitación estadística debido a las localizaciones de posgrado mencionadas arriba, observamos que, entre los años 2007 y 2017, los estudiantes de posgrado en universidades con rectorado en la Ciudad de Buenos Aires, pasaron de un 87,1% a un 74,8% en relación al total del Área Metropolitana de Buenos Aires.

En este contexto dinámico, en el cual vemos el crecimiento del sistema universitario en los municipios del conurbano bonaerense, se visibilizan también aspectos propios de una segmentación del sistema universitario al interior del Área Metropolitana de Buenos Aires. Las actividades universitarias, los tipos de oferta académica y los grados de especialización, se localizan selectivamente en la metrópoli. Quedará para investigaciones posteriores profundizar en la diferenciación interna más compleja de la metrópoli, ultrapasando la mera distinción entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el conjunto de municipios del conurbano bonaerense.

Consideraciones finales

Desde la década de 1990, el sistema universitario argentino se ha expandido aceleradamente. Esto se verifica en aspectos como el crecimiento sostenido de la matrícula de estudiantes, el número de nuevas instituciones universitarias y su capacidad de llegar a más lugares gracias a las nuevas modalidades de enseñanza y existencias universitarias.

Estas nuevas posibilidades hacen que la metrópoli densifique su sistema universitario, renovando algunos aspectos cualitativos antes que cuantitativos, de la concentración universitaria. Mientras que su participación de estudiantes de pregrado y grado en el total nacional se mantiene estable, destacan la multiplicidad de nuevas universidades que se instalan en los municipios del conurbano bonaerense y las nuevas universidades especializadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Del mismo modo, proliferan existencias universitarias en más puntos de la ciudad con sedes, subsedes y oficinas de educación a distancia de instituciones que no necesariamente se radican en el Área Metropolitana.

Aspectos de mayor complejidad como el posgrado, presentan una mayor concentración, reforzando la jerarquía de la metrópoli frente al resto del territorio, y aumentando su diferenciación especialmente con aquellas ciudades pequeñas e intermedias de reciente inserción en la educación superior universitaria. La creciente demanda de mayor especialización para las divisiones del trabajo modernas hace que la presencia de las actividades de posgrado sea un importante indicador de la centralidad de la metrópoli.

Finalmente, vemos que, si bien existe una mayor diversificación del sistema universitario del Área Metropolitana de Buenos Aires en relación al país, en su interior, muestra nuevas formas de segmentación y selectividad de las localizaciones de las actividades universitarias. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se localizan preferentemente las actividades de posgrado y residen las universidades especializadas, mientras que en el conurbano bonaerense aumentan los estudiantes en carreras de pregrado y grado, aunque se observen tendencias de un aumento progresivo en su participación en actividades de posgrado.

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1Consideramos al Área Metropolitana de Buenos Aires como la mancha urbana que comprende a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 24 municipios tradicionalmente considerados como el Gran Buenos Aires, más los municipios de Escobar y Presidente Perón (Celis, 2020).

2Hasta la finalización de este manuscrito no se han publicado oficialmente los Anuarios Estadísticos correspondientes a los años 2016 y siguientes. En comunicación directa con el Departamento de Estadísticas de la Secretaría de Políticas Universitarias, hemos recibido los datos correspondientes al año académico 2016 y 2017 en formato Excel, realizados el año 2019.

3Para efectos de la investigación hemos considerado a todas las instituciones universitarias públicas y privadas reconocidas por el Ministerio de Educación Nacional, como así también las instituciones universitarias públicas que funcionan solo bajo autorizaciones provinciales. En nuestra investigación no hemos contemplado el sistema de educación superior no universitario, compuesto por institutos de profesorado y de enseñanza técnica superior. La creciente mixtura en cuanto a los tipos de carreras que se ofrecen en ambos sub-sistemas, como destaca Mendonça (2019), deviene en futuras nuevas problematizaciones.

4Junto a estas cuatro tipologías mencionadas, Genestier (1995), reconoce además la “universidad fuera de la ciudad” (p. 42, traducción propia) al estilo campus norteamericano y la “ciudad universitaria” (p. 44, traducción propia) al estilo de Oxford en Inglaterra o Lovaina en Bélgica.

5La Universidad Siglo XXI, con rectorado en Córdoba, representa un abultado porcentaje de la matrícula de educación a distancia en el país. Esta institución tiene alrededor de 45 “centros de aprendizaje universitario” localizados en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

6En general, la gran mayoría de los estudiantes se localiza en las ciudades donde reside la Casa Central de la universidad. Es necesario remarcar que el desagregado de estudiantes por ciudades no existe en los anuarios estadísticos universitarios que realiza la Secretaría de Políticas Universitarias. En este sentido, esta precaución debe ser considerada al interpretar los datos aquí presentados.

7Denominación que nos recuerda un fenómeno propio del continente con universidades de gran tamaño en relación a las demás instituciones de cada país. Ver, por ejemplo, la Red de Macrouniversidades de América Latina y el Caribe.

Recibido: 04 de Agosto de 2020; Aprobado: 14 de Octubre de 2020

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