INTRODUCCIÓN
Entre septiembre de 2020 y febrero de 2021 se desarrolló una intervención en comunidades originarias del área operativa VIII de la provincia de Salta, coordinada desde la gerencia del hospital de cabecera1 junto a un equipo médico contratado por el Ministerio de Salud Pública provincial. Se desplegaron acciones sanitarias vinculadas al cuidado de la salud, con una mirada integral y desde un enfoque individual, familiar y comunitario, enfatizando en acciones promo-preventivas que toman de base teórica los atributos y componentes de la Atención Primaria de la Salud2. El trabajo se realizó en poblaciones especialmente vulnerables, originarias de las etnias wichí, chorote, toba y chulupí. El concepto de Sistema de Información en Salud sustentó las acciones realizadas durante la experiencia en torno a la sistematización de datos, lo cual posibilitó una adecuada planificación a partir de convertir los datos en información, luego conocimiento y finalmente comunicación y acciones concretas3. La Epidemiología Comunitaria conceptualizó el proceso de búsqueda de autonomía de las comunidades en el cuidado de su salud a partir de experiencias en diversos sitios4. Sobre esa base, se identificó a los agentes sanitarios como actores capaces de favorecer el acercamiento entre el sistema de salud local y las comunidades5. El desarrollo de un plan conjunto de capacitación, apoyado en el constructivismo como teoría pedagógica6'7, permitió avanzar en la adquisición de competencias, valores y habilidades de los agentes sanitarios, partiendo del conocimiento previo y con base en la reflexión crítica de las experiencias. Las desfavorables condiciones históricas, socioambientales, económicas y sanitarias del área operativa se reflejan en diversos indicadores, tales como una mortalidad infantil tres veces superior a los datos medios de la provincia8. Durante el tiempo en que se llevó a cabo la intervención, no se registraron fallecimientos en menores de un año por causas evitables. No existen en el área operativa antecedentes de una acción similar sostenida en el tiempo con la cual comparar el impacto de la intervención. El presente artículo apunta a describir las características principales del dispositivo y los resultados obtenidos en su implementación.
MÉTODOS
La intervención sanitaria, llevada a cabo entre septiembre de 2020 y febrero de 2021, se desarrolló a partir de un equipo itinerante e interdisciplinario, compuesto por 3 médicos contratados por la provincia de Salta, junto con 2 nutricionistas, 2 enfermeros y 34 agentes sanitarios del área operativa. En las comunidades visitadas, se realizó atención médica a personas de los diferentes grupos de edades, con revisión y actualización de inmunizaciones según esquema vigente y ponderación nutricional de población infantil. Los criterios para la definición de las comunidades asistidas fueron establecidos inicialmente por la dirección del hospital, que tomó en cuenta aspectos geográficos y de accesibilidad, densidad poblacional y demanda asistencial, así como la solicitud espontánea de los líderes de las comunidades. Al inicio de cada mes, la dirección del hospital compartía el cronograma de visitas a las comunidades. Los recursos disponibles por el equipo itinerante estaban compuestos por medio de transporte (vehículo), insumos médicos básicos (tensiómetro, cinta métrica y Pinard), medicación para las enfermedades prevalentes, suministrada por la farmacia del hospital cabecera del área operativa (sales de hidratación oral, antiparasitarios, antihipertensivos, hipoglucemiantes orales, antibióticos, entre otros), vacunas del esquema nacional vigente y heladera portátil para su almacenamiento, así como instrumentos de medición de parámetros antropométricos. Los agentes sanitarios presentes favorecieron el vínculo con las comunidades. La sistematización de los datos correspondientes a las visitas permitió mejorar desde febrero el seguimiento de la población definida como de mayor riesgo, según criterios reconocidos por el sistema de salud provincial y local a partir de su aporte a la morbimortalidad por causas evitables. Se consideró población en riesgo a los infantes menores de 6 años, especialmente aquellos con riesgo de bajo peso o bajo peso detectado en examen antropométrico y embarazadas de alto riesgo obstétrico en función de criterios como edad menor a 15 o mayor a 35 años, antecedente obstétrico de relevancia clínica o enfermedad previa al embarazo no compensada o sin control. Se consolidó la información de la población en riesgo de forma nominal, en función de la comunidad de pertenencia y registrando la fecha de visita, así como los hallazgos principales relativos al seguimiento. Esta información sistematizada mejoró la planificación de las comunidades a visitar, tomando un rol determinante en la definición de los criterios de selección de las comunidades, al tiempo que posibilitó la búsqueda activa de las personas identificadas en riesgo, con el consiguiente impacto en la calidad de la atención y la mitigación de posibles complicaciones evitables.
Al mismo tiempo, en articulación con el equipo coordinador de agentes sanitarios del área operativa, se diseñó un plan de formación y actualización para la totalidad de dichos agentes y el personal de enfermería del primer nivel de atención. Se organizaron talleres dirigidos a consolidar competencias vinculadas con la detección temprana de signos de alarma de enfermedades graves y prevalentes, y a adquirir herramientas para el desarrollo de prácticas promo-preventivas. Un aspecto central de la capacitación consistió en propiciar la reflexión sobre las propias prácticas como una instancia relevante para el aprendizaje.
RESULTADOS
Se realizaron 124 visitas a 36 comunidades del área operativa. Las 3 comunidades a las que se asistió de manera mensual respondieron inicialmente a criterios definidos por una elevada densidad poblacional o una zona distante del hospital del área y de difícil acceso; otras 3 comunidades fueron visitadas durante cuatro meses, 8 durante
Salud desde una mirada integral: Experiencia en comunidades originarias del área operativa VIII, provincia de Salta, Argentina tres meses y 6 durante dos meses; aquellas visitadas en una sola oportunidad, un total de 16, eran pequeñas en número de población, estaban ubicadas en las cercanías del hospital y resultaban de fácil acceso. El detalle del número de comunidades según frecuencia de visitas y el total de visitas pueden observarse en la Tabla 1.
Las consultas realizadas en las visitas a las comunidades fueron 2101, distribuidas en función de la población definida de riesgo, tal como se muestra en el Gráfico 1. En lo que respecta a los registros de cada mes, diciembre fue el de menor número de atenciones, lo cual se explica principalmente por la reducción de personal y los días no trabajados por las fiestas de fin de año, mientras que los meses con mayor número total de atenciones fueron enero y febrero (ver Tabla 2).
La información sistematizada respecto a la población en riesgo permitió, a partir de febrero, conocer previamente a aquellas personas que debían ser citadas para su evaluación por parte del equipo itinerante. Durante ese mes no solamente se atendió así al mayor número de embarazadas, sino que además el 47% del total de mujeres evaluadas pertenecía al grupo de población en riesgo que debía ser atendida. Del mismo modo, se estableció por parte del equipo la cohorte de infantes en riesgo por bajo peso que requerían seguimiento; hubo un total de 23 a ser evaluados durante febrero, de los cuales se logró atender al 61%. Esto permitió direccionar el enfoque de las atenciones realizadas durante las visitas hacia la búsqueda y evaluación de la población en riesgo.
Se realizaron cuatro capacitaciones con una participación superior al 70% del total de agentes sanitarios pertenecientes al área operativa. Las temáticas desarrolladas fueron diarrea y deshidratación, toma de medidas antropométricas, rol del agente sanitario y parasitosis. Los talleres dieron lugar a algunas iniciativas relacionadas con el trabajo promo-preventivo, como utilizar la radio local, abordar de forma prioritaria una temática y vincular a los líderes de las comunidades en el proceso; también permitieron incrementar las capacidades de detección temprana de signos de alarma en grupos en riesgo y reforzar las competencias asociadas a las acciones que deben realizar para su pronta remisión al sistema local de salud.
DISCUSIÓN
La presencia del sistema de salud local en las comunidades es una acción relevante de Salud Pública, garantizada a partir de una firme decisión y posibilitada con recurso humano y material disponible. Las visitas realizadas durante los seis meses de la intervención permitieron un acercamiento a las comunidades. La atención ambulatoria de personas con diferentes padecimientos, la cercanía y los vínculos interpersonales establecidos contribuyen a lograr dicho acercamiento. La puesta en práctica de los componentes de la Atención Primaria2 posibilita la experiencia desde la continuidad y longitudinalidad de la atención, la integralidad en las acciones, la colaboración y trabajo en equipo, y la coordinación de la atención, funcionando al mismo tiempo como primer contacto de las comunidades con el sistema. Los criterios iniciales de selección de las comunidades se fueron adecuando a la posibilidad de contar con información sistematizada. Esto permitió definir las comunidades a visitar en función de la cantidad de población en riesgo y, al mismo tiempo, modificó cualitativamente el impacto de cada una de las visitas, dado que las personas en riesgo de cada comunidad eran identificadas y convocadas a control, lo cual favoreció un seguimiento más estrecho y evitó la aparición de complicaciones. Este aspecto es clave, ya que promueve el acceso al cuidado de personas que no están vinculadas al sistema de salud y que no acuden a los dispositivos territoriales. La evidencia recogida a partir de la experiencia demostró que personas con necesidad de atención o pertenecientes a la población en riesgo no concurrían a pesar de tener la posibilidad. La nominalización y acción planificada permitió entonces convocarlas activamente con la participación de los agentes sanitarios. Así no solamente se extendió la atención por parte del sistema de salud local, sino que también se fomentó el cuidado activo de la población en riesgo. En otras palabras, la acción realizada mejoró la accesibilidad tanto geográfica como cultural2'4. La sistematización de datos, su procesamiento y el impacto de su utilización validan las propuestas de Sistemas de Información en Salud3.
La presencia de los agentes sanitarios cobra un rol central, dado que ellos constituyen para la comunidad la cara visible del sistema de salud y, para este último, son el actor principal para desencadenar procesos de participación capaces de involucrar a las comunidades en el cuidado conjunto. De este modo, la intervención de los agentes en el equipo itinerante, junto con el proceso efectuado de capacitación y reflexión de las prácticas, significa un primer paso para avanzar hacia la constitución posterior de un equipo que no solamente sea interdisciplinario sino también intercultural. Las herramientas de la Epidemiología Comunitaria4 aplicadas fueron de utilidad para identificar a dichos actores y, además, permitieron trazar etapas subsiguientes del trabajo con las comunidades.
Al momento del presente escrito, no hay indicadores oficiales en torno al impacto sanitario de la acción descripta. Cabe esperar que la intervención haya provocado una disminución significativa de estos indicadores, y así lo han informado autoridades del área operativa a superiores ministeriales. No obstante, la sensibilidad extrema acerca de dicha información ha dificultado el acceso a ella. A pesar de todo, la descripción de la intervención y los resultados obtenidos en términos del trabajo realizado son relevantes y deben ser debidamente divulgados.