Introducción
A lo largo de su vida los equinos pueden ser susceptibles a padecer diversas infestaciones parasitarias, lo cual está relacionado a las condiciones de vida en donde habitan y a la edad de los animales (1). Dentro de las parasitosis que pueden contraer, las infestaciones por piojos son de relevancia en medicina equina, debido a que pueden llegar a originar cuadros de dermatitis severos, caracterizados por alopecia acompañada de costras y descamación en la zona de la cabeza y cuello y prurito intenso (1,2,3,4).
Los piojos son ectoparásitos de aves y mamíferos incluido el ser humano (5,6). Estos parásitos permanecen toda su vida sobre el cuerpo de su único hospedador y a su vez, pueden actuar como vectores de microorganismos patógenos, tales como bacterias, virus, o como hospedadores de otros parásitos (5,6,7,8). En cuanto a los piojos que pueden afectar al equino, está documentada la parasitación por Werneckiella equi (Ischnocera: Trichodectidae) piojo masticador que se alimenta a base de detritus celulares de la piel y Haematopinus asini (Anoplura: Haematopinidae) que tiene hábitos hematófagos (4,9,10).
En Argentina, la información respecto de pediculosis en caballos es escasa y no hay reportes precisos sobre su distribución geográfica (7,11). Por lo tanto, el objetivo de este trabajo fue reportar la presencia de W. equi, en un caballo de la ciudad de Salta con el fin de aportar información de relevancia epidemiológica regional y a su vez documentar el primer caso de infestación por este parásito en la región del Noroeste Argentino (NOA).
En noviembre de 2022, Se presentó a la consulta un equino de unos 8 años de edad aproximadamente que presentaba un intenso prurito y baja condición corporal, perteneciente a un predio dentro del casco urbano de la ciudad de Salta, Argentina. El dueño del animal comentó que esta condición se presentó desde hacía unas semanas. En la inspección particular de la piel, se pudo observar la presencia de ectoparásitos en la región del cuello y zona dorsolateral del lomo (Fig. 1). Estos fueron recolectados y conservados en alcohol 96° para su identificación taxonómica en el laboratorio. Ante esta situación, se optó por buscar alguna alternativa terapéutica que pudiera ser eficaz contra estos ectoparásitos. Respecto a esto, si bien no está demostrado su efecto sobre piojos masticadores, ante la falta de disponibilidad de otras formulaciones con efecto sobre ectoparásitos autorizados en equinos a nuestro alcance y en nuestra región, se decidió realizar el tratamiento con Ivermectina oral (Eqvalan® Pasta-Ivermectina 1,87%) y evaluar su eficacia un mes post-aplicación.
Las muestras obtenidas en el examen clínico, fueron transportadas para su estudio al laboratorio de parasitología del Instituto de Investigación Animal del Chaco Semiárido (IIACS) con sede en INTA Salta. El procesamiento de los parásitos consistió en una decoloración con Lactofenol y posterior observación al microscopio óptico simple para su identificación taxonómica siguiendo las claves descriptas por Price y Graham (1997) (12).
Resultados
El estudio taxonómico del piojo, demostró que los ejemplares pertenecían a la especie Werneckiella equi. Dentro de las características taxonómicas de relevancia se observó una cabeza de mayor tamaño que el tórax, carácter distintivo de piojos que pertenecen al orden Mallophaga (Fig 2A). Asimismo, evidenció antenas trisegmentadas (Fig 2A) y extremidades con un gancho único en la terminación tarsal (Fig. 2B).
En la inspección clínica postratamiento no se visualizaron ectoparásitos en el manto del animal, ni la presencia de prurito y se observó una leve mejora del estado corporal del animal, aunque aún se lo podía considerar con bajo peso corporal.
Discusión
La información obtenida tanto en la inspección clínica como en los estudios parasitológicos posteriores, nos permite asumir que el cuadro clínico presentado por el animal estaba relacionado a una infestación por W. equi. Respecto al tratamiento realizado en el animal, se pudo observar una reducción en la carga de piojos en el examen clínico post-tratamiento. Esto coincide con lo descripto en un trabajo realizado con una formulación similar en equinos de Hungría, donde se observó una reducción del 100% de piojos a los 13 días post-tratamiento(13). Sin embargo, es importante remarcar que deberían realizarse estudios específicos para evaluar el efecto de la ivermectina oral sobre W. equi y que como se mencionó previamente la elección de dicho fármaco estuvo totalmente sujeta a una cuestión de disponibilidad más que a una elección basada en criterios clínicos, farmacocinéticos y/o parasitológicos.
En cuanto a la dinámica poblacional de los piojos, esta descripto que presentan una mayor abundancia en épocas invernales y primavera, favorecida por un pelo más largo de los animales y a su vez un mayor tiempo de permanencia de estos dentro del establo lo cual, aumenta las probabilidades de transmisión entre los animales por una mayor aproximación entre estos (1,2,3,14,15,16). Por otra parte las condiciones de vida, alimentación, edad, y el uso del mismo equipamiento para montar, son factores de riesgo que favorecen un mejor desarrollo del ciclo parasitario y una mayor dispersión de estos parásitos entre los animales (12,17,18,19,20).
Lo observado en este trabajo no concuerda con lo descripto en la bibliografía, ya que el cuadro clínico se presentó a mediados de primavera. Esto último, podría estar relacionado a que el animal presentaba con anterioridad cargas más altas por W. equi y ante la falta de una terapéutica adecuada, sumado a la mala condición corporal y las condiciones de vida del animal, la infestación haya persistido en el tiempo ante una falta de respuesta por parte de este. Sin embargo, es de destacar que lo descripto en los trabajos referidos fue desarrollado en el hemisferio norte y/o bajo condiciones ambientales diferentes a las observadas en este estudio.
A nivel nacional, como se mencionó previamente, la información relacionada a la presencia de W. equi es escasa y sin especificación en lo que respecta a su ubicación geográfica (7,11). En cuanto a esto, lo descripto en otros países pone de manifiesto la posibilidad de que W. equi tenga una distribución aún mayor en el país, debido a que la pediculosis equina es una enfermedad bien conocida y de amplia distribución geográfica (1,15). Por lo tanto, puede que este parásito se haya adaptado a las condiciones ambientales presentes en la región y demarca la relevancia de este tipo de documentaciones, con el fin de poner a disposición información que permita un adecuado desarrollo de diagnósticos diferenciales en la clínica diaria y el diseño de estrategias de control eficaces.
Conclusiones
Lo descripto en este trabajo pone de manifiesto la posibilidad de ocurrencia de esta presentación en equinos que presenten cuadros de prurito y que si bien es más frecuente en épocas de temperaturas bajas y en condiciones de hacinamiento, en determinadas circunstancias también puede presentarse en épocas de temperaturas más cálidas. Por esto, podría ser de relevancia considerar la vigilancia de este parásito y evaluar la magnitud real de su presencia en equinos de la provincia y los aspectos epidemiológicos característicos con respecto a la dinámica de infestación y su impacto a nivel regional.