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Relaciones internacionales

versión On-line ISSN 2314-2766

Relac. int. vol.32 no.64 La Plata jun. 2023

 

Lecturas

The poverty of Critical Theory in International Relations

Gustavo Alfonso Morales Sánchez1 

1IRI, UNLP

Schmid, Davide. The poverty of Critical Theory in International Relations. 2023. Palgrave MacMillan, 214p. ISBN: ISBN: 978-3-031-22587-1 (eBook).

La crisis es el relato de nuestro tiempo. Esta afirmación bien podría ser el título sensacionalista de una novela de suspenso, o el capítulo central de cualquier investigación contemporánea sobre las Relaciones Internacionales (RR.II.) Para efectos de reseñar la obra de Davide Schmid, titulada The Poverty of Critical Theory in International Relation, esta afirmación sirve como telón de fondo. Resume el contexto en el cual se desarrollan las ideas del autor, y también funge como marco general para problematizar las ideas de la Teórica Crítica (TC)[1].

Schmid (2023) comienza su obra describiendo la naturaleza política y social de los últimos veinte años. De forma amena, aunque precisa, ilustra como la(s) crisis han dejado de ser el síntoma para convertirse en la condición de nuestro tiempo. Las transformaciones políticas, económicas y sociales, junto con el desgaste del medio ambiente y el confinamiento por la pandemia de COVID-19, son muestras de las contradicciones y obstáculos de este siglo.

Sin embargo, Schmid no pretende ir más allá en esta descripción. Su interés se centra los límites descriptivos e interpretativos de la TC en general, y la aplicación de estas inquietudes en el campo de las RR. II. en lo particular.

En su capítulo introductorio, además de aclarar el alcance de su trabajo, manifiesta su interés por ampliar las herramientas analíticas de la TC en las RR. II. Este propósito parte de dos premisas importantes: 1) la TC, como marco teórico, es insuficiente para describir la complejidad de los fenómenos de la realidad del siglo XXI; y 2) la TC, como corriente de pensamiento que hereda los postulados de la Escuela de Frankfurt, tiene la oportunidad de encontrar los puntos ciegos de su propuesta teórica si conversa con otras miradas igualmente críticas.

Schmid divide su obra en siete capítulos para explorar y discutir sus planteamientos sobre la TC. Los primeros dos capítulos están dedicados a recorrer la historia de la Escuela de Frankfurt como base del pensamiento crítico contemporáneo. Los capítulos tres y cuatro analizan la importancia de la obra de Jürgen Habermas, destacando los sesgos cognitivos (también llamados “puntos ciegos”) para la comprensión de los fenómenos sociopolíticos del siglo XXI. Finalmente, en lo que respecta a los capítulos seis y siete, el autor aterriza sus reflexiones en el campo de las Relaciones Internacionales. Para tal propósito, Schmid confronta los puntos ciegos de la teoría de Habermas con la propuesta de Andrew Linklater, profesor inglés de Relaciones Internacionales recién fallecido en marzo de 2023.

El segundo capítulo describe la crisis epistemológica de todo aquello que nombramos como “Teoría Crítica” (TC). Si la intención de esta corriente de pensamiento es (o ha sido) la de entender y proponer las luchas sociales de una época, hoy asistimos a una profunda desconexión entre estructura teórica y vivencia epistémica. Como señala el autor, la crisis no implica necesariamente una falta de producción académica. Se trata más bien de una falta de capacidad para descubrir y contestar las estructuras de poder contemporáneas. En el peor de los casos, la TC incluso ha sido cooptada dentro del relato histórico del capitalismo tardío, arrebatándole su capacidad contestataria.

Este punto crítico en el cual se encuentra la TC no ha sido producto de negar su genealogía epistémica. De hecho, Schmid insiste en señalar la importancia de las ideas fundacionales de la Escuela de Frankfurt en el pensamiento de la TC contemporánea.

Para encontrar respuestas a este punto, el autor dedica el tercer capítulo de su obra a describir porque la Escuela de Frankfurt, a pesar de su convicción emancipatoria, no pudo escapar de su mirada eurocéntrica. Para Schmid, la Escuela de Frankfurt primero, y la TC después, pensaron a la sociedad occidental como un sistema cerrado y coherente con valores universales. Esta noción se reforzaría años más tarde con la conceptualización de una democracia cosmopolita tras el final de la Guerra Fría; propuesta que obviaba categorías de análisis más oportunas para entender los conflictos poscoloniales del capitalismo global, por mencionar un fenómeno de la época.

Llegado a este punto, Schmid reconoce a Jürgen Habermas como el reformador más importante de la TC tras el fracaso de la primera generación de la Escuela de Frankfurt. Este fracaso, sostiene el autor, tuvo su origen en el compromiso de autores como Adorno y Horkheimer con las ideas clásicas del marxismo. La centralidad de la economía política como instrumento para el cambio social, así como la ausencia de un proyecto político que trascendiera los horizontes metodológicos, dieron como resultado la emergencia de nuevas propuestas para la TC de corte comunicativo y democrático.

Este giro, denominado por Schmid como “paradigma habermasiano”, es el origen de la crisis epistemológica de la TC. En el quinto capítulo de su obra, el autor explora las consecuencias del abandono de la economía política como eje reflexivo de la TC, así como la consolidación de la democracia cosmopolita como salida al impasse metodológico. Si bien es cierto la democracia cosmopolita propuesta en los albores de la post Guerra Fría constituye una reflexión oportuna sobre la política internacional de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, también es cierto que constituye la relocalización de las inquietudes de la TC, y por lo tanto la despolitización de la TC como corriente emancipadora y contestaria.

Schmid ilustra este argumento a través del análisis de la globalización como proyecto político. En última instancia, dice el autor, la TC construye la idea de globalización como una utopía lineal, sin matices. Ausente de conflictos políticos, la globalización se proyecta como el curso natural de los acontecimientos. Una forma esencialista de mirar el devenir del siglo XX, y por lo tanto una propuesta no-emancipatoria.

A partir de este planteamiento, Schmid propone asomarse a otras propuestas teóricas derivadas de la TC. En este sentido, retoma a Andrew Linklater para aterrizar sus reflexiones en el campo de la política internacional en lo particular, y de las RR. II. en general.

En su capítulo seis, Schmid esboza las ideas centrales de la propuesta de Linklater. Hace hincapié en la distancia que toma de autores como Habermas por lo que se refiere al giro lingüístico. Linklater no niega la importancia de lo simbólico, pero reconoce que estos referentes se construyen desde lo material. Para tal propósito, señala Schmid, Linklater se apoya en una investigación sociológica que trasciende al siglo XX. Retomando ideas de autores más orientados al materialismo histórico como Norbert Elias, Linklater establece un diálogo interdisciplinario con el propósito de ampliar las herramientas de análisis de la TC.

Schmid concluye su obra expresando su interés por retomar el diálogo con la economía política desde la TC. Insiste en la importancia de los postulados primigenios de la Escuela de Frankfurt, recalcando la necesidad de incorporar enfoques emancipatorios e interdisciplinarios. Propone que el diálogo sea verdaderamente recíproco, toda vez que la TC necesita de otras corrientes críticas como éstas pueden incorporar herramientas de análisis a sus marcos teóricos.

En suma, Schmid reconoce que la crisis de la TC no es una condición irrevocable, sino una oportunidad para mirarse al espejo y reconocer de forma crítica – nunca mejor dicho – los sesgos epistemológicos que impiden describir las necesidades presentes para construir en colectivo una verdadera corriente emancipatoria.

Notas

1Schimd dedica un espacio de su obra para aclarar las diferencias entre “Teórica Crítica” (en mayúsculas, y abreviado como TC) y “teoría crítica” (en minúsculas, sin abreviaturas). La primera acepción se refiere a la tradición epistémica cuya base se encuentra en las ideas de la llamada Escuela de Frankfurt. En consecuencia, autores como Theodore Adorno, Jürgen Habermas o Robert Cox (para el caso de las Relaciones Internacionales) se encuentran dentro de este corriente de pensamiento. La segunda acepción es utilizada por Schmid para referirse a un conjunto de aproximaciones teóricas mucho más heterogéneo. Como se señala a lo largo de la obra, en este término caben miradas críticas de las condiciones sociopolíticas contemporáneas como son el feminismo, la teoría decolonial, entre otros.

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