Carta del Director

La presentación de este Anales 44 no puede dejar de consignar en primer término algunos nuevos logros en cuanto a las modalidades de edición de esta revista que es desde 1948 el vehículo de difusión por excelencia de nuestro Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas "Mario J. Buschiazzo" (IAA). En efecto, en el año transcurrido desde la aparición de Anales 43, se ha seguido avanzando en su edición electrónica mediante el Open Journal System (OJS) teniendo como objetivo que a corto plazo esta modalidad y la edición convencional en papel se reunan en una producción simultánea. Por otra parte, por la Resolución 0060/2015 del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Anales del IAA ha sido incorporada al Núcleo Básico de Revistas Científicas Argentinas, integrado actualmente por 193 publicaciones de reconocida calidad académica. Estos avances de nuestra revista están articulados con el continuo desarrollo de nuestro sitio web (www.iaa.fadu.uba.ar), que no ha dejado de incrementar el número de suscriptores directos y de seguidores en redes sociales, brindando múltiples informaciones y recursos específicos para los investigadores, docentes, estudiantes y público en general. Entre ellos, vale destacar los videos mediante los cuales se puede asistir ex post tanto a los tradicionales Seminarios de Crítica como también a los eventos del IAA.
La noción de "heterotopía" que configura los contenidos de este Anales 44 puede ser observada tanto como punto de partida como de llegada. Los célebres enunciados foucaultianos a este respecto, si bien nunca completamente determinados, no solamente no han desaparecido de la historia del espacio arquitectónico y urbano, sino que multiplican actualmente sus aplicaciones y sugerencias, como se puede comprobar tomando nota de las numerosas investigaciones emergentes en diversos encuentros, publicaciones y redes virtuales. En ellos se reúnen múltiples y variadas indagaciones sobre escenarios como los foros de fans, los archipiélagos o bien la saga de Star Trek, a primera vista extremadamente disímiles pero que puestos bajo el mismo foco exhiben sus atributos heterotópicos.
Sin que nunca haya desaparecido del todo, la pregunta por lo heterotópico, o al menos por lo heterotopizable, parece estar resurgiendo con toda la energía de los problemas que una y otra vez vuelven a reclamar sus debidas respuestas. Tal vez haya estado sucediendo que, a la manera de aquel personaje de Moli¨re que hablaba en prosa sin saberlo, estuviéramos habitando, atravesando o estudiando particulares situaciones urbanas y territoriales sin imaginar que podría tratarse simplemente de figuras heterotópicas que no acertábamos a representarnos como tales. Sin duda existen fenómenos perfectamente definibles mediante las ideas de monumento, tejido, tipología, estructura o entorno, pero también hay lugares que no se dejan aprehender de manera convincente con tales categorías y reclaman otras nociones generales como la de heterotopía. Las indagaciones aquí presentadas, dado lo expuesto, deberían contribuir a reestablecer las sensaciones de extrañeza, maravilla y perplejidad de las cuales extraen toda su energía las búsquedas genuinas de conocimiento.

Mario Sabugo
Director del IAA