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Boletín de estudios geográficos

versión On-line ISSN 2525-1813

Bol. estud. geogr.  no.115 Mendoza jun. 2021  Epub 14-Jun-2023

http://dx.doi.org/10.48162/rev.40.003 

Investigaciones

“El rostro de Córdoba”. La industria como motivo del paisaje en la ciudad de Córdoba. Coyunturas y contrastes

"The face of Córdoba". Industry as a landscape motif in the City of Córdoba. Conjunctures and contrast

Santiago Llorens1 

1Laboratorio de Estudios Territoriales. Departamento de Geografía. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Argentina. sgollorens@gmail.com

Resumen

La aparición de infraestructura industrial no es suficiente para que se construya la idea de paisaje de ciudad industrial y menos aún para interpretar cuáles fueron los debates y sentidos en torno a esta. Intentaremos dilucidar estos aspectos estableciendo tres coyunturas en las que identificamos contrastes en la forma que la relación industria y ciudad es presentada como motivo del paisaje en Córdoba desde fines del siglo XIX hasta la década de 1960, momento en que se consolida la imagen de ciudad industrial. Los avances pretenden aportar a las indagaciones que lleva adelante el Grupo de Investigación en Industria, territorio y trabajo en Córdoba. Se argumenta que, a la relación entre ciudad material e imaginario, se debe articular la temporalidad propia de la idea de paisaje en Córdoba que establece una relación determinada -histórica y geográfica- entre imágenes y territorio material.

Palabras clave: Idea de paisaje en Córdoba; imágenes de ciudad industrial - imaginaciones geográficas; tensiones y/o disputas

Abstract

The emergence of industrial infrastructure is not enough to make the idea of landscape industrial city is built and even less to interpret what were the debates and ways around this. Trying to elucidate these aspects, we establish three junctures in which we identify contrasts in the way in which the industry and city relationship is presented as a motif of the landscape in Córdoba from the end of the 19th century to the 1960s when the image of the industrial city was consolidated. It is argued that the relationship between the material city and the imaginary one must articulate the temporality proper to the idea of landscape in Córdoba, which establishes a certain relationship -historical and geographical- between images and material territory. The advances intend to contribute to the research carried out by the Research Group in Industry, territory and work in Córdoba.

Keywords: Idea of landscape in Córdoba; images of an industrial city; geographical imaginations; tensions and / or disputes

Introducción

Los abordajes y dimensiones de análisis desde la gestión integral del riesgo requieren pensar los impactos que los problemas espaciales urbanos acontecen en el territorio y redefinen la dialéctica sociedad-naturaleza. Las políticas de intervención derivadas del monitoreo, gestión y control para la construcción de ciudades sostenibles necesitan potenciar una mirada integral e interdisciplinar para trabajar y analizar las interrelaciones de estos procesos desde una óptica compleja.

Un sistema complejo, en términos de Rolando García (2006), se define como la representación de un recorte de la realidad, la cual es entendida como una totalidad organizada, integrada por unidades complejas, llamadas subsistemas, que no pueden estudiarse aisladamente. De esta manera, es fundamental su estudio teniendo en cuenta cada uno de los elementos que entran en contradicción en los estudios de riesgo: el subsistema social y el natural. Ambos conforman un par dialéctico en permanente proceso de definición y redefinición.

La gestión del riesgo constituye una ecuación de los conceptos de amenaza, vulnerabilidad y riesgo que implica el análisis de distintas dimensiones de los fenómenos (Herzer, 2002; Carballo y Goldberg, 2014; Natenzon 1998). El proceso de urbanización y expansión urbana de las ciudades, la planificación y modificación de usos del suelo, el desarrollo de infraestructura, trae aparejadas las respuestas del ambiente y el ecosistema urbano a esas acciones generando riesgos y problemas ambientales.

El análisis de inundaciones y anegamientos (Ferrando y Francisco, 2006) representa un tema de investigación siempre vigente en la Geografía (Johnston, Gegory y Smith, 1987; López Trigal, 2015) y constituye una problemática socioeconómica y ambiental intrínsecamente ambivalente, dado que es la misma acción que la sociedad ejerce sobre el territorio, la que incrementa los efectos negativos de dicha eventualidad, la cual dinamizada por las actividades económicas, antropización del medio natural y pauta de localización de la población en áreas urbanas, termina por modificar las características de escorrentía de las cuencas mediante cambios de usos del suelo y el reemplazo de las coberturas naturales por coberturas impermeables, intensificando con ello el riesgo a inundaciones (Melesse y Wang, 2007).

En la llanura pampeana Fuschini Mejia (1998) considera que las inundaciones pueden clasificarse en inundaciones por desborde, por anegamiento y mixtas. En muchas zonas, las características geomorfológicas del territorio provocan que las planicies sean el escenario del desborde de los cursos de agua que, en épocas de excedentes, producen inundaciones hacia áreas laterales, fenómenos conocidos como almacenamiento lateral, que puede cubrir campos y tener lento movimiento. Las inundaciones por anegamiento se desarrollan en áreas sin pendiente en las cuales el agua queda estancada por periodos de tiempo, según la magnitud del evento y, por último, las mixtas ocurren por la combinación de ambas, por desborde y anegamiento. Profundizando estas características, Adriana Pereyra (2014) destaca que las inundaciones y los anegamientos pueden ser upstream floods, definidas como inundaciones aguas arriba, producto de intensas precipitaciones en cortos periodos de tiempo en zonas de pendiente alta o zonas montañosas y downstream floods consecuencia de tormentas de larga duración en grandes extensiones, propias de ambientes de baja pendiente o zonas llanas. En estas aparecen las flashfloods, propias de la rapidez con la que acontecen. Según la autora en muchas ocasiones se contemplan la dinámica natural del área y de la cuenca, obviando los procesos de valoración y uso del territorio, altamente vulnerable. Además, no se reflexiona sobre las transformaciones en la cuenca mediante la construcción de canales y otras obras que modifican el comportamiento y dinámica del sistema.

En palabras de Rolando García (2006) hablamos de una problemática compleja donde el estudio de los problemas espaciales urbanos permite pensar en los procesos transversales (políticos, económicos, institucionales, sociales y ambientales) que parten de un modelo de desarrollo cuyo principal objetivo es la construcción de un espacio productivista y dinámico que no mide los impactos que generan en el territorio y en la relación sociedad-naturaleza. Por ello, es necesario un diagnóstico integrado para proponer acciones concretas y políticas de intervención orientadas a las propiedades del sistema y los subsistemas involucrados, analizando su vulnerabilidad y resiliencia y considerando su dinámica y evolución temporal a diferentes escalas.

Cuando analizamos los subsistemas que intervienen en un proceso de inundación, además del social, el económico y el político institucional, encontramos el natural: el territorio. En esta línea, González, Torchia y Viand (2015:33) mencionan las precipitaciones intensas o prolongadas, la crecida de un río, la marea de tormenta, el oleaje, la falla de alguna estructura hidráulica, la capacidad de absorción de los suelos, la insuficiente capacidad de descarga de los cursos de agua y la pendiente del terreno, como las más destacadas. Pero en todos los casos conviven las interrelaciones entre todos los subsistemas.

Específicamente sobre las ciudades, las autoras señalan que las inundaciones más características tienen que ver con la ocurrencia de precipitaciones intensas, las cuales saturan la capacidad del sistema de desagüe pluvial, como consecuencia de un aumento del escurrimiento superficial producto de una disminución de la infiltración por superficies pavimentadas y edificaciones (González, Torchia y Viand, 2015:34).

Los procesos de ocupación y transformación del espacio nos permiten entender el modelo de desarrollo existente en las áreas urbanas y la falta de una lógica coherente con las premisas del desarrollo sustentable sobre todo para explicar el problema de las inundaciones. Conceptos clave como el de justicia espacial, equidad, capacidad de carga y valoración ecosistémica del paisaje urbano se encuentran sujetos a intereses y actores que definen políticas públicas en pos de costos ambientales como la densificación urbana no planificada, urbanización en áreas de protección natural o paisajística y reducción de áreas verdes que impactan decisivamente en la alteración del sistema hidrológico e hidráulico modificando el drenaje superficial y subsuperficial y derivando en la construcción de obras de infraestructura, rellenos, canalizaciones y entubados no proyectados.

Tucci (2005:90-91) va a describir detalladamente las alteraciones que la urbanización produce al ciclo hidrológico. En términos resumidos constaría de la siguiente secuencia: comenzando por la reducción de la infiltración del suelo, la cual provoca que el volumen de agua que no infiltra permanezca en la superficie, aumentando con ello la escorrentía superficial; por la reducción de la infiltración, el acuífero tiende a disminuir el nivel del nivel freático (especialmente cuando el área urbana es muy extensa) reduciendo el flujo subterráneo; y finalmente, dada la sustitución de la cobertura natural por zonas impermeables, hay una reducción de la evapotranspiración, ya que la superficie urbana no retiene agua como la cubierta vegetal y no permite evapotranspiración como ocurre por el follaje y el suelo. Él mismo autor enfatiza que este proceso de alteración del ciclo hidrológico, y posterior anegamiento, es sensible también a la falta de control del espacio urbano e infraestructura hídrica, compuesta esencialmente por sistemas de abastecimiento de agua, alcantarillado sanitario, red de desagüe pluvial y tratamiento de residuos sólidos (Tucci, 2005:9).

Desde un punto metodológico, existe una vasta y creciente experiencia en implementar herramientas geotecnológicas que permitan analizar, evaluar, modelar y brindar soluciones ante el riesgo a inundaciones y anegamientos urbanos. Algunos antecedentes los podemos mencionar en los trabajos de DeVantier, y Feldman, 1993; Vanneuville et al. 2003; Henríquez Ruiz, 2009; Ellis et al. 2012; Sanchez y Lastra, 2011; Fernández et al. 2018 y Collazos et al. 2018. En estos casos se trabaja sobre la elaboración de modelos hidrológicos e hidráulicos unidimensionales o bidimensionales para analizar el comportamiento del escurrimiento superficial en los ejes del cauce o arroyo principal para cada recorte espacial y bajo un hidrograma o caudal de un evento.

Scioli (2009) en su trabajo estudia y evalúa el aporte desde los distintos modelos hidrológicos implementando y calibrando el que más se ajusta en áreas de llanura. Su objetivo consiste en analizar el movimiento multidireccional del agua sobre el terreno y evaluar la variabilidad de la superficie con el aporte de los modelos digitales de elevación (MDE) SRTM.

La diversidad de trabajos se reduce, por un lado, a la propuesta de diferentes modelos de simulaciones hidrológicas, hidráulicas o ambas para distintos tipos de relieve y al aporte de los modelos digitales de elevación (MDE) y a la extracción de parámetros morfométricos de la cuenca para incorporarlos a las modelizaciones.

Teniendo en cuenta el recorrido bibliográfico de la problemática, la mayoría de los aportes provienen desde las ciencias exactas, como las ciencias de la ingeniería, física, agrimensura e hidráulica y es, en este sentido, donde es necesario considerar una visión entre disciplinas considerando la gestión, planificación y monitoreo del territorio desde el campo de la geografía aplicada. Es decir, analizar la relación sociedad-naturaleza y su complejidad para la construcción de ciudades sostenibles. Los trabajos más afines a nuestra disciplina están vinculados a estudios de riesgo. Estas investigaciones refieren al diagnóstico del sistema natural actual de las ciudades medias, a su vulnerabilidad y a la elaboración de cartas de riesgo hídrico para generar estrategias de intervención respecto a su posterior mitigación, gestión y evaluación.

La aplicación de geotecnologías para el desarrollo de modelos predictivos, monitoreo y mitigación de inundaciones permite dar respuesta y tomar decisiones en el desarrollo de políticas públicas que eviten los problemas de anegamiento en ciudades bonaerenses, pero en muchos casos es difícil contar con fuentes de información debido a la falta de datos disponibles a diferentes escalas, a la forma de compatibilizar la información espacial y temporal, a la ausencia de una secuencia procedimental fácilmente replicable y a una norma de interpretación de los resultados estandarizada. Este artículo persigue ese propósito de transferencia, desde un punto de vista metodológico, describir fuentes accesibles de información en base a los recursos disponibles, indicar etapas generales del procedimiento y norma de interpretación estandarizada de resultados como una primera aproximación al problema. Como objetivo final se pretende poder clasificar zonas de peligro o amenaza en base a la determinación de escalas que plantea la guía AEMI 2013 utilizando mapas de velocidad y profundidad del escurrimiento sobre el terreno. Si bien la guía conjuga ambos mapas en curvas de mayor o menor vulnerabilidad y determina grados de peligro y afectación en lo urbano, en este trabajo, solamente se analizan los resultados del producto de los mapas de D x V (depth por velocity).

En la ciudad de Tandil, según investigaciones precedentes (La Macchia, 2015), existen zonas de mayor peligro que se localizan, en primer lugar, hacia el norte, noroeste y noreste caracterizados por zonas de baja pendiente, con escasa infiltración del suelo y una velocidad y sentido de escurrimiento hacia la misma dirección. Esta zona, ha evidenciado un gran crecimiento urbano y se ha expandido considerablemente entre los años 1991 y 2011, lo cual, provoca impactos en el proceso de escorrentía superficial.

En segundo lugar, el sur, suroeste y sureste de la ciudad constituye otra de las zonas de amenaza ante la intensidad y duración de un evento. Si bien estas áreas se ven favorecidas por el emplazamiento del piedemonte serrano, que actúan como superficies de infiltración y drenaje del agua, el problema radica en la velocidad y multidireccionalidad con que se desarrolla el escurrimiento superficial. Esta área también se ha expandido en los últimos años y la dinámica del mercado inmobiliario junto a su especulación han significado el aumento de las actividades vinculadas a la recreación y oferta de complejos hoteleros destinado al consumo de las clases de altos ingresos.

En tercer lugar, otra zona de impacto es el área central de la ciudad enmarcada por la presencia de los entubamientos del Aº Blanco y Aº Del Fuerte. Las precipitaciones desde aguas arriba y el aumento de su velocidad en superficie impactan tanto en las zonas aledañas de ambos conductos como sobre los ramales y ejes de circulación. El aumento del tiempo de retención se produce debido a la saturación del sistema de drenaje y la insuficiencia de los sumideros para captar y drenar el agua de lluvia. Asimismo, se debe tener en cuenta la gran densificación que se manifiesta en el área central y la baja o nula infiltración del suelo que impacta aguas abajo.

Este artículo describe un método para elaborar un modelo bidimensional de escurrimiento superficial en la ciudad de Tandil, como base para detectar amenazas de inundación en un área urbana, esto es, identificación del origen, área de afectación potencial, intensidad, duración, temporalidad y probabilidad de ocurrencia en zonas y áreas cercanas. Los principales inputs estarán determinados por el modelo digital del terreno, el parcelamiento del área urbana, la evolución de la superficie edificada para los años 1996 y 2011 y algunos parámetros hidrológicos e hidráulicos determinados para toda la cuenca. Como resultados se obtienen escenarios de profundidad y velocidad del agua superficial para los dos momentos analizados (1996 y 2011), ajustados según sus respectivos coeficientes de rugosidad y parámetros hidrológicos.

La guía AEMI 2013 permite cuantificar el peligro y establecer escalas de zonas de mayor a menor vulnerabilidad según la multiplicación de los escenarios de profundidad y velocidad. La determinación de estas áreas contribuirá a monitorear y mitigar los impactos de eventos impredecibles, reducir la incertidumbre y servirán como base para la formulación de planes, programas y proyectos en el marco de la gestión integral del riesgo a inundaciones.

Materiales y métodos

El presente trabajo fue desarrollado empleando la extensión HEC-GeoRAS en su versión 10.2 para ArcGIS 10.2. Es una herramienta desarrollada conjuntamente por el Hydrologic Engineering Center (HEC) del United States Army Corps of Engineers y el Environmental System Research Institute (ESRI). Básicamente es un conjunto de procedimientos, herramientas y utilidades especialmente diseñadas para procesar datos georreferenciados que permiten bajo el entorno de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), facilitar y complementar el trabajo con HEC-RAS 5.0.3.

La aplicación se desarrolla sobre la ciudad de Tandil, localizada al sudeste de la provincia de Buenos Aires, Figura 1. Se encuentra emplazada en un relieve de piedemonte y valle distal, rodeada por sierras bajas que forman parte del Sistema de Tandilia, lo que le otorga gran belleza paisajística y destacada importancia geológica (Linares, 2012). Desde su origen la ciudad se ubicó en el interfluvio de los Arroyos Del Fuerte y Blanco, y desde ese punto, la ciudad se ha extendido en forma radial hacia el noroeste, norte, noreste y este donde predomina la llanura, y por ende la disponibilidad de suelo edificable y a bajo costo. En las últimas décadas, los cambios sociales y nuevas pautas residenciales generaron una fuerte demanda de construcciones residenciales y alojamiento orientado al turismo hacia el piedemonte serrano, alterando el tradicional marco natural del cordón serrano localizado al suroeste y sur de la ciudad.

Fuente: La Macchia, 2015

Figura 1 Situación geográfica ciudad de Tandil, Buenos Aires, Argentina 

Para ejecutar dicha modelización fue necesario contar con los siguientes insumos:

1. Modelo Digital del Terreno (MDT) de la ciudad de Tandil sobre la base del Modelo Digital de Elevación de la misión SRTM de 12,5 metros de resolución espacial1. Para ello se procedió a superponer la capa de parcelas vectoriales del catastro del área urbana y complementaria de la ciudad por encima del MDE, exagerando su escala vertical 5 metros, Figura 2. Este proceso permitió forzar durante la simulación del evento, que el agua escurra sobre la red de drenaje urbano y las principales vías de comunicación, como regularmente ocurre en la realidad.

Fuente: Elaboración personal mediante procesamiento en RAS Mapper. HEC-RAS 5.0.3

Figura 2 Modelo Digital del Terreno de la Ciudad de Tandil 

2. Mapas ráster con diferentes porcentajes de superficie edificada en la cuenca del Arroyo Langueyú de la ciudad de Tandil obtenido mediante el procesamiento de mezclas espectrales en base a imágenes satelitales Landsat de 30m de resolución espacial, Figuras 3 y 4. Se escogieron dos imágenes Landsat 5 TM con fechas: 30 de octubre de 1996 y 24 de octubre de 2011, correspondientes a la escena Path 225 y Row 862. Se seleccionaron las bandas 1, 2, 3, 4, 5 y 7, que corresponden al espectro visible, infrarrojo cercano y medio. El método para generar los clasificadores de superficie edificada implicó cuatro etapas, las cuales se describen en Linares y Picone (2018). Como resultado se obtienen cuatro tipos de categorías de coberturas según densidad de superficie edificada, (1) sin edificaciones, (2) baja densidad de edificaciones. (3) media densidad de edificaciones y (4) alta densidad de edificaciones.

Fuente: Elaboración personal mediante ArcGIS 10.2.

Figura 3 Densidad de edificación en la Ciudad de Tandil. Cuenca urbana Langeyú (año 1996)  

Fuente: Elaboración personal mediante ArcGIS 10.2.

Figura 4 Densidad de edificación en la Ciudad de Tandil. Cuenca urbana Langeyú (año 2011) 

Las conclusiones arribadas a partir del trabajo publicado en Linares y Picone (2018) permiten explicar que la superficie de infiltración (categoría 1 en la clasificación) era en 1996 de 53863 pixeles y para 2011 de 41879 pixeles. Es decir, se observa una significativa disminución de 53863 - 41879 = 11984 pixeles. Si cada pixel posee una resolución espacial de 30 metros, entonces su superficie equivale a 900 m2, deduciendo que la cantidad de hectáreas de infiltración pérdida es igual a 11984 x 900 = 10785600 m2 = 1078,56 ha. Este insumo es central para ingresarlo como superficie urbana edificada en los escenarios planteados para este trabajo y poder asignarle diferentes coeficientes de rugosidad para que influya en la modelización del escurrimiento superficial.

3. Cuenca urbana de la ciudad de Tandil y su red de infraestructura pluvial, Figura 5 y Figura 6. En primer lugar, se llevó a cabo la extracción de algunos parámetros morfométricos derivados del estudio del MDE y, en segundo lugar, se realizó la digitalización y edición de la red de infraestructura pluvial del área urbana (La Macchia, 2015). Para ello, para el primer caso, se utilizó el módulo de hidrología de ArcGIS y, para el segundo caso, las fuentes partieron de la planimetría disponible en formato analógico de la Dirección de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires. Se discriminaron los conductos principales y ramales de los arroyos Blanco y Del Fuerte. Cada arco o segmento de la red, entubamiento y ramales, tiene definido un conjunto de atributos y variables referidos a sus características estructurales, espaciales y topológicas. Se constató y avanzó en la carga de información proveniente de los perfiles longitudinales de cada tramo o sección completando atributos que podrán utilizarse en futuros trabajos como pesos y restricciones al escurrimiento en zonas testigo obtenidas del mapa de peligro de anegamiento en La Macchia, 2015. Los nodos definidos por las alcantarillas y/o cámaras de inspección, suponen la conexión entre arcos y contienen información respecto al sentido y tipo de dirección que siguen los recursos gestionados por la red.

Fuente: La Macchia, 2015.

Figura 5 Cuenca urbana Langeyú. Ciudad de Tandil 

Fuente: La Macchia, 2015.

Figura 6 Red de infraestructura pluvial de la cuenca urbana de la ciudad de Tandil 

Finalmente, una vez generados los insumos básicos, el proceso siguiente consistió en la ejecución de la simulación, que en sí mismo implicó tres etapas:

  1. PREPROCESO, trabajo previo de integración de inputs mediante ArcGIS y HEC-GeoRAS, para generar un archivo de importación para HEC-RAS que va a contener la información geométrica de las secciones transversales.

  2. MODELIZACIÓN, consiste en la modelización del flujo del escurrimiento en HEC-RAS y generación de los archivos de exportación para procesarlos en ArcGIS.

  3. POSPROCESO, nuevamente en ArcGIS y HEC-RAS, en donde se analizan los resultados de la modelización, detectando áreas con peligro a inundación con base en mapas de profundidad y velocidad, metodología extraída de la guía AEMI 2013 que establece una escala de peligro cuantificando el riesgo vinculando los resultados obtenidos del producto de las variables depth y velocity.

Siguiendo la metodología propuesta anteriormente, la primera etapa consistió en integrar los inputs que conformarán el modelo hidrológico e hidráulico, esto incluye, ingresar el MDT mediante la herramienta RAS Mapper; la geometría con los elementos que componen la red, mediante la herramienta Hec-GeoRAS para ArcGIS y la asignación de los coeficientes de rugosidades (mannings) a la red a partir de los valores de la evolución de la superficie edificada para los años 1996 y 2011.

Posteriormente, se integró la red y la cuenca, Figura 7 a, b y c. A tales fines se emplea la herramienta RAS Mapper para el ingreso de los usos de suelo (a) y la asignación de coeficientes de rugosidad (mannings) según las clases establecidas de menor a mayor costo de escurrimiento, dependiendo del material de cubierta del terreno, de menos edificado a más edificado en este caso (b), en nuestro ejemplo se asignaron diferentes mannings para seleccionar los más indicados que reflejen la realidad. En ese caso se recurrió a revisar los parámetros estándares de coeficientes que se manejan según cada tipología de uso (HEC-RAS, 2016a y HEC-RAS, 2016b). En este sentido, según la topografía del terreno, su geomorfología y pendiente se determinaron para el Uso 1: 0.03, Uso 2: 0.05, Uso 3: 0.084 y Uso 4: 0.152. Finalmente, se asoció la geometría a los usos (c).

Fuente: Elaboración personal en base a procesamiento con HEC-RAS 5.0.3.

Figura 7 Integración de red y cuenca en HEC-RAS. 

La opción default manning values permite identificar el mapa de coberturas (landcover) con sus respectivos coeficientes de rugosidad (mannings) asignados, figura 8.

Fuente: Elaboración personal en base a procesamiento con HEC-RAS 5.0.3.

Figura 8 Construcción del dominio de la cuenca. 

Definida la malla es requisito establecer las condiciones de contorno (2DFLOWConditionboundary), en donde se asignan las fuentes (sources/entradas) y los sumideros (sinks/salidas). Para la simulación se definieron los IN y OUT, figura 9, indicando dos fuentes, en el arroyo Blanco y el arroyo Del Fuerte y un sumidero, en el Arroyo Langueyú.

Fuente: Elaboración personal en base a procesamiento con HEC-RAS 5.0.3.

Figura 9 Definición de las condiciones de contorno del mallado 

Delimitados los ingresos y egresos, mediante HEC-RAS se introdujeron los caudales estables o inestables. La opción Steadyflowdata aplica para un caudal permanente o constante, mientras que Unsteadyflowdata refiere a un caudal variable según la intensidad de la lluvia en fracciones de tiempo (duración). Para la simulación ingresamos los datos en Unsteadyflowdata, Figura 10.

Fuente: Elaboración personal en base a procesamiento con HEC-RAS 5.0.3.

Figura 10 Introducción de caudales mediante HEC-RAS. 

Esta instancia requirió de la confección de un hietograma o un hidrograma para simular las precipitaciones según los parámetros establecidos previamente. La opción adoptada fue la del hidrograma a partir del cual es posible observar la evolución de la lámina de agua en el tiempo, Figura 11 y Figura 12. A nivel de sección, esta definición permitió conocer cómo sube la lámina de agua llegando a su punto máximo y como va bajando conforme pasa el tiempo. En el presente trabajo se ensayaron distintos escenarios con base en hidrogramas de lluvias en mm obtenidos mediante la toma de datos por la estación meteorológica NET ATMO (datos x horas del 17/10 al 18/10 del año 2019)3. Pero para obtener resultados más evidentes se decidió trabajar un escenario con hidrogramas de caudales en m3/seg.

Fuente: Elaboración personal en base a procesamiento con HEC-RAS 5.0.3.

Figura 11 Introducción de hidrograma mediante HEC-RAS. 

Fuente: Elaboración personal en base a procesamiento con HEC-RAS 5.0.3

Figura 12 Vista en plot del hidrograma del evento en HEC-RAS 

Resultados

La etapa de pos procesamiento mediante la simulación de los escenarios se presenta en RAS Mapper. En esta ventana se visualizan los resultados tanto por: perfiles, hora, tiempo determinado, profundidad y velocidad máxima, entre las representaciones más destacadas. El rango global de valores con respecto a la profundidad del agua, Figuras 13 y 14 no varía durante el período, alcanzando un umbral de 5.02 metros en 1996 y 2011. Sin embargo, se observa un incremento de celdas en el rango de 1.9 metros en detrimento del rango de 1.2 metros. El hallazgo más importante se encuentra al realizar un análisis de distribución espacial de las diferencias entre ambos momentos, Figura 15 donde se presentan cuáles han sido las celdas que han arrojado variación positiva y negativa con respecto a la profundidad del agua acumulada entre las simulaciones 1996-2011, en el mapa se observa que un 70% de las celdas en el área simulada incrementa la profundidad del agua retenida, exhibiendo aumentos hasta de 1.2 metros en algunos puntos, corroborando la clara asociación entre aumento de la densidad de superficie edificada y retención del agua ante eventos extremos, lo cual genera ineludiblemente un mayor peligro a inundaciones. Esta primera parte del análisis se complementa a su vez con los resultados siguientes, Figuras 16, 17 y 18, en los cuales, se detecta un leve incremento de las celdas en el rango 0.1 m/s en detrimento de una disminución del rango 0.05 m/s. Asimismo, un 58% de las celdas incrementan la velocidad de escurrimiento (m/s) producto de la impermeabilización de la superficie que genera el aumento de las construcciones.

Fuente: Elaboración personal. ArcGIS 10.2.

Figura 13 Escenario profundidad simulada 1996 

Fuente: Elaboración personal. ArcGIS 10.2.

Figura 14 Escenario profundidad simulada 2011 

Fuente: Elaboración personal. ArcGIS 10.2

Figura 15 Diferencias profundidad simulada 1996-201 

Fuente: Elaboración personal. ArcGIS 10.2.

Figura 16 Escenario velocidad simulada 1996 

Fuente: Elaboración personal. ArcGIS 10.2.

Figura 17 Escenario velocidad simulada 2011 

Fuente: Elaboración personal. ArcGIS 10.2.

Figura 18 Diferencias velocidad simulada 1996-2011 

A partir de los productos cartográficos obtenidos fue posible definir un mapa de áreas de peligro a inundaciones, las cuales resultan de suma utilidad práctica para la toma de decisiones territoriales y se construyen a partir de una combinación de la profundidad por la velocidad (AIDR, 2014 y AEMI, 2013). En este sentido, el peligro es mayor a medida que aumenta la profundidad y la velocidad, profundizándose la situación por la combinación entre ambas variables. En este trabajo se realizó una adaptación local del método elaborado por el Instituto Australiano de Resiliencia ante Desastres, partiendo de una operación de multiplicación entre las capas ráster de profundidad y velocidad, cuyo ráster resultante permitió definir cuatro rangos con niveles de peligrosidad creciente que se establecieron de la siguiente manera: nulo, bajo, medio-bajo y medio, Figura 19.

Fuente: Elaboración personal. ArcGIS 10.2.

Figura 19 Riesgo de inundación 2011 

La figura 18 permite identificar cuatro áreas según niveles de riesgo mediante un indicador sintético, como sustento para generar medidas de gestión urbanísticas estructurales o semiestructurales ante eventos extremos. La interpretación de los niveles de peligro indicados, expresan potenciales niveles de vulnerabilidad de las personas que caminan o conducen a través del área de estudio durante un evento extremo. El presente resultado se expone como un recorte preliminar a modo de corroboración metodológica y utilidad práctica, a partir del cual se pretende profundizar en un estudio sobre el manejo integral en toda el área urbana y complementaria de la ciudad de Tandil que se encuentra en desarrollo.

Discusión y conclusión

Se destaca la posibilidad de integrar satisfactoriamente diversas fuentes y modelos de geodatos para la simulación de escurrimiento superficial, imágenes de sensores ópticos y radar, capas vectoriales de fuentes primarias y secundarias como elementos básicos que configuran el espacio urbano y componentes geométricos propio del análisis de redes integrados dentro del modelo hidrológico. También la capacidad de asignar atributos que relacionen, conecten e integren cada uno de estos elementos de la trama urbana con el modelado final del escurrimiento.

La capacidad de vincular una variedad de herramientas geotecnológicas garantizó la correcta interoperabilidad entre los insumos básicos y resultados durante cada fase del procedimiento metodológico sugerido. Todo ello hizo posible corroborar la hipótesis de trabajo, a partir de la cual pronosticamos el impacto que tiene el aumento de densidad de edificaciones sobre el riesgo de áreas urbanas a inundarse. La determinación de zonas de peligro en base a la clasificación que propone AEMI 2013 es un antecedente importante desde la Geografía Aplicada intentando detectar zonas de mayor y menor vulnerabilidad conjugando el producto de los escenarios de los mapas de profundidad (depth) y velocidad (velocity). El análisis para cuantificar de manera precisa el riesgo requiere tener más variables en consideración y mayor precisión en los resultados, ya que las curvas de vulnerabilidad se establecen en base a los umbrales establecidos (número de píxeles) para cada categoría utilizada en los mapas obtenidos.

Este aporte constituye una nueva evidencia que contrarresta el poder de la naturaleza como el único agente de los desastres, si bien los factores físicos pueden ser poderosos detonadores de acontecimientos, los procesos conductuales reales son los sociales, es la naturaleza de esos procesos sociales los que determinan qué ocurrirá, dónde y con qué intensidad se materializará en el territorio.

No obstante, varios aspectos de nuestro procedimiento metodológico son optimizables, comenzando por la reducción de la exageración de la escala vertical en el Modelo Digital de Terreno, cuya elección de elevar cinco metros por encima del MDE a aquellos polígonos que componen el catastro urbano, resulta un artificio distorsionando las interpretaciones de los valores físicos de profundidad y velocidad en los escenarios. Si bien se reconoce la debilidad en la fiabilidad de la precisión de los modelos digitales del terreno (12,5 m), se continúa trabajando en la mejora de su obtención y posterior procesamiento mediante el trabajo de campo, la vinculación con otras fuentes de información y la reconstrucción de los modelos a partir de vuelos de drones para las áreas más críticas o de mayor peligro en el área urbana. Sin duda estos aportes disminuirán la incertidumbre de los escenarios simulados y servirán para validar los resultados obtenidos.

Asimismo, en los escenarios obtenidos no se tuvo en cuenta el recorrido del agua dentro de los canales de la red pluvial, sólo el escurrimiento superficial, creemos que, al vincular la red mediante su drenaje a través de sus conductos y secciones transversales, el resultado variará significativamente al obtenido en este trabajo. Esta decisión metodológica también afectará a los coeficientes de rugosidad adoptados, los cuales deberán ser calibrados nuevamente.

Como conclusión general de esta aplicación, reforzamos que la implementación de Sistemas de Información Geográfica es una herramienta de gran utilidad en la definición de los escenarios, principalmente como base para la toma de decisiones. Dependiendo del aspecto que se desee analizar, pueden realizarse diversos tipos de mapas y escenarios, por ejemplo: mapas de amenaza, vulnerabilidad y/o mapas de riesgo, vinculando por un lado, la recurrencia de los eventos, los períodos de retorno, los daños potenciales en pérdidas materiales y el impacto en la calidad de vida de la población, como también, la evaluación de inversiones en términos de costos y beneficios económicos para la ejecución de obras derivadas de medidas de gestión y planificación territorial en pos de lograr ciudades más sostenibles.

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2Obtenidas de la página web del U. S. Geological Survey (http://glovis.usgs.gov/)

Recibido: 16 de Octubre de 2020; Aprobado: 15 de Junio de 2021

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