El Instituto de Geografía (IG) "Martín Pérez" acaba de cumplir 75 años de existencia. Tal como marca la tradición, se trata de un momento propicio para reflexionar acerca de su trayectoria institucional y de la labor de investigación realizada. Continuando con esa saludable costumbre, el presente número del Boletín de Estudios Geográficos (BEG) estará dedicado una vez más a recordar y renovar la memoria histórica del quehacer geográfico desarrollado por quienes asumieron un compromiso de vida en esta empresa. Y, por qué no también, a quienes nos ha tocado la responsabilidad de continuarla hasta el presente y prolongarla hacia el futuro.
Con este cometido, una sección especial de la presente publicación del BEG reúne un conjunto de contribuciones que, desde muy diferentes ángulos y perspectivas, contribuyen a iluminar algunos trazos de aquella tradición geográfica. Lo novedoso, en esta oportunidad, es que la palabra acerca del relato de nuestro pasado no será narrada en singular sino en plural, es decir repartida entre múltiples voces. ¿Qué significa exactamente esto? Para explicarlo mejor, vale acudir a la tipología sobre los relatos del pasado de la Geografía Argentina propuesta por Guillermo Cicalese (2012). Sobre la base de una serie de elementos comunes a toda clase de relato del pasado el autor identifica cuatro tipos1:
Relatos y narraciones de las instituciones clásicas de la tradición geográfica en la Argentina.
Relatos disciplinarios de visión "internalísta" con fines reflexivos, de diagnóstico, balances de gestión, propuestas de programas de desarrollo académico e institucional.
Relatos disciplinares "internalístas" de visión kuhniana, con interpretación indirecta de la Historia de la Geografía en la Argentina.
Relatos basados en Historia Social de la ciencia geográfica, de enfoque "externalísta", que desplaza su atención a la incidencia de factores contextuales de orden político, social y económico.
Sobre esta base, los trabajos que integran el presente dossier representan bastante bien los cuatro tipos, aun cuando algunos puedan resultar más difíciles de encuadrar que otros.
Este giro (en particular respecto de la "Edición Extraordinaria de Conmemoración del Medio siglo de la Geografía...”, publicada en el BEG N° 93, 1997) no es caprichoso, sino que responde a dos condicionamientos que elegimos aceptar. En primer lugar, obedece a una forma distinta de dialogar con el pasado disciplinar que reclaman las nuevas generaciones de geógrafos y geógrafas, y que tiene como telón de fondo el interés creciente que suscita el estudio de la Historia de la Geografía en la República Argentina; un campo de indagaciones que si bien no es nuevo, en la actualidad se encuentra en pleno desarrollo bajo renovadas perspectivas.2 Como toda elección la organización del presente número aniversario también supuso dejar de lado algunos tópicos comunes que ya no se justifican; como la publicación de extensos inventarios bibliográficos de proyectos y de trabajos de investigación realizados por integrantes del IG, análisis bibliométricos de los artículos publicados en el BEG, o actividades realizadas por el IG que ahora pueden consultarse en los informes de gestión que obran en sitios institucionales.
Otro condicionante del formato adoptado responde a pautas derivadas de las indizaciones logradas por el BEG en los últimos años. Como es sabido para mantenerlas vigentes hay que dar cumplimiento a una serie de requisitos en cuanto al porcentaje de trabajos externos y la proporción entre trabajos evaluados y no evaluados. Todo lo cual va dejando escaso margen para los diseños más clásicos que solían adoptarse para conmemorar aniversarios que daban cabida a relatos que normalmente no se ajustaban a las normas de evaluación vigentes.
Organización del dossier sobre la tradición geográfica en la UNCUYO
Los artículos incluidos en el presente volumen están agrupados en dos secciones. La primera incluye trabajos nuevos e inéditos, elaborados en virtud de la presente convocatoria. La segunda, denominada “aniversario”, incluye una memoria foto-biográfica de los directores y directoras del Instituto y del Departamento de Geografía entre 1947 y 2022.
Introducción a las "piezas" seleccionadas
La sección primera reúne una serie de nuevos aportes para la historia de la Geografía. Incluye un total de seis contribuciones; cuatro de autores locales vinculados al Instituto de Geografía de la UNCUYO y dos a colegas pertenecientes a otras universidades del país.
La primera contribución corresponde a Gonzalo Lus Bietti y se encuadra claramente en el tipo de relatos del pasado que Cicalese define como estudios de Historia Social de la Geografía. El título resulta por demás elocuente: "La carrera de Geografía de la UNCUYO durante el tercer gobierno peronista (1973-1976). Mudanzas y derivas en el campo científico". Un trabajo bien documentado por fuentes inéditas que por primera vez ilumina un tramo breve, intenso, conflictivo y muy poco conocido por la comunidad geográfica local. Bajo un contexto político e ideológico que impregnó los claustros universitarios, se enfrentaron dos proyectos académicos geográficos disímiles. Su desenlace final a partir del quiebre institucional de 1976 derivó en el alejamiento obligado de varios profesores e investigadores que reconfiguraron las relaciones dentro del campo y favorecieron unos desarrollos en detrimento de otros.
Rodolfo Richard Jorba propone rescatar del olvido la figura y los aportes al conocimiento geográfico realizados por Miguel Marzo. Su figura (que excede el campo estricto de lo académico) apenas si aparece mencionada en los relatos del pasado, siendo que fue profesor e investigador del Departamento e Instituto de Geografía en dos períodos: 1950-1955 y 1972-1976. Incorpora aspectos generales del contexto externo para luego centrarse en las filiaciones de su pensamiento geográfico. El trabajo pone en valor la originalidad y la riqueza de sus proposiciones (nunca divorciadas de la política), citadas "in extenso". Una de las que suscita mayor interés - aunque no la única- es la idea del "condicionalismo geográfico" (frente a la clásica oposición entre determinismo y posibilismo).
La contribución de Diego Espinosa también está centrada en la obra de un geógrafo que, en este caso, representa una de las figuras más emblemáticas de la Geografía en la UNCUYO: Ricardo Capitanelli. ¿Cómo entiende a la Geografía? El trabajo propone responder a esa pregunta mediante un recorrido pormenorizado por la producción científica extractando las proposiciones y aportes principales en relación a una serie de tópicos: la unicidad de la Geografía y la Geografía como sistema, el trabajo de campo y la observación directa, la geografía aplicada, entre otros. En relación a esto último destaca su contribución al desarrollo de cartografía del medio ambiente como herramienta orientada a la acción.
La contribución de Josefina Ostuni centra la atención en la labor investigativa desarrollada en el Instituto de Geografía desde su creación hasta los primeros años del nuevo siglo. Sobre la base de trabajos anteriores y su propia trayectoria como destacada investigadora y docente, identifica tres grandes momentos en base a distintas respuestas dadas a preguntas contantes en torno a: qué se investiga, cómo se investiga y para qué se investiga. Propone nombres sugerentes para identificar una evolución en tres etapas: la primera "de la indefinición a la consolidación”; la segunda, “en busca de la rigurosidad científica” y la tercera, “la proyección, apertura a nuevos enfoques”.
El trabajo de Silvia Robledo traza un panorama cuanti y cualitativo, sobre las líneas y temas de investigación en Geografía desarrolladas durante el último cuarto de siglo (1997-2022) por los miembros del IG y DG. En este sentido, retoma trabajos previos empleando categorías de clasificación similares. Pero en este caso la originalidad del estudio radica en que (a diferencia de los anteriores que tomaban como fuente los artículos publicados en el BEG), ahora se basa en los proyectos de investigación financiados por la UNCUYO mediante el programa de incentivos. Los resultados del análisis muestran continuidades, discontinuidades y vacancias en los temas y problemas de investigación abordados durante los últimos 25 años.
Diego Bombal propone “dialogar” con textos claves del pasado institucional, narrativas de referentes locales que, en distintas ocasiones entre 1964 y 1997, escribieron sobre la historia institucional y caracterizaron desde su mirada el quehacer geográfico en el marco de la Universidad Nacional de Cuyo. Bombal nos invita a releer dichos textos e interpretarlos desde nuevas perspetivas.
Por último y a modo de cierre del dossier, Diego Bombal presenta una memoria foto biográfica de los directores y directoras a cargo del Instituto y Departamento de Geografía, abarcando un período de 75 años que arranca con la creación en el año 1947 y se prolonga hasta la actualidad. El trabajo está organizado en dos partes claramente diferenciadas. Bajo un formato de ensayo en la primera parte se abordan cuestiones terminológicas y se discuten algunos aspectos historiográficos relativos al caso de la Geografía en la UNCUYO. La segunda parte está dedicada a presentar la memoria de directores y directoras que incluye una galería de retratos fotográficos acompañados de referencias biográficas mínimas.