Introducción
Las enfermedades neuromusculares se caracterizan por debilidad muscular progresiva de grado variable, contracturas, inestabilidad en bipedestación con caídas frecuentes, menor resistencia física general y fatiga precoz. Estos factores afectan la deambulación y el desempeño funcional del paciente en actividades como levantarse de asientos bajos o del piso, correr, saltar, subir y bajar escaleras, entre otras.1
En el seguimiento evolutivo de estos pacientes, es importante medir en forma objetiva la progresión del compromiso funcional por historia natural de cada patología o como respuesta a los tratamientos farmacológicos disponibles, ya sea en contextos clínicos o de investigación. Para evaluar a los sujetos deambuladores, algunas de las herramientas más utilizadas son las pruebas cronometradas o de tiempo1,2,3,4, que miden la velocidad para realizar tareas funcionales, como recorrer una distancia determinada, pararse desde la posición de supino, ponerse una remera, levantarse de una silla y subir y bajar 4 escalones. Son muy sencillas de realizar y requieren equipamiento mínimo, disponible habitualmente en la mayoría de los gimnasios de rehabilitación.
Las guías y consensos sobre el abordaje de las patologías neuromusculares más frecuentes recomiendan su uso como parte de la evaluación de los sujetos afectados.2,3 Se han publicado los valores normales de referencia para niños/as sanos/as entre 2 y 12 años.5,6 Los cambios esperables en el tiempo por progresión de la debilidad muscular en diferentes enfermedades, han sido reportados.4,7,8,9,10,11,12,13,14,15 Además, estas pruebas se han utilizado como variable de resultado para medir eficacia en diferentes protocolos de investigación.16,17,18,19,20,21
El objetivo de este trabajo es describir las cuatro pruebas cronometradas más comúnmente utilizadas para evaluar a los pacientes deambuladores con enfermedades neuromusculares: pararse desde supino, marcha o carrera de 10 metros y subir y bajar 4 escalones.
Procedimiento
Consideraciones generales
Un paciente con afección neuromuscular se define como deambulador si puede caminar 10 metros o más en forma independiente, sin asistencia o soporte.11,22 Si bien las pruebas pueden utilizarse en niños y adultos afectados, se debe considerar que los resultados dependen de la colaboración del sujeto.
El paciente debe realizar las pruebas descalzo, sin medias. No se permite el uso de ortesis y/o dispositivos de ayudamarcha de ningún tipo. Se recomienda que utilice ropa cómoda, idealmente un short y una remera.
El evaluador debe explicar o demostrar cada prueba previamente y durante las mismas debe animarlo verbalmente para que las realice lo más rápido que pueda, en forma segura.
Para indicar el inicio de la prueba, se utilizan las siguientes instrucciones verbales: “preparado, listo, ya!”. El cronómetro se inicia al pronunciar el comando “ya”.
Con el objetivo de lograr el mejor desempeño funcional, cada prueba puede repetirse hasta tres veces. Se debe registrar como resultado final el menor valor obtenido, en segundos y milisegundos, con un tiempo máximo permitido por prueba de 45 segundos.
Se permiten períodos de descanso de 5 minutos entre las pruebas para evitar la fatiga y minimizar el riesgo de caídas.
La mayoría de los consensos sobre patologías neuromusculares recomiendan repetir estas pruebas cada seis meses.2,3
Elementos necesarios
Se requiere un cronómetro, un espacio abierto o corredor de por lo menos 12 metros de largo y una escalera estándar con 4 escalones y doble baranda regulable en altura (Figura 1).
Pasos a seguir para las 4 pruebas
1. Prueba de pararse desde el piso en supino
Esta prueba evalúa la capacidad del paciente de incorporarse desde el piso, habitualmente realizando la maniobra de Gowers, o sea, el escalonamiento sobre su propio cuerpo utilizando los miembros superiores como ayuda para pararse, como maniobra compensatoria de la debilidad a nivel de la cintura pelviana.11,20
Si el paciente no logra incorporarse por sus propios medios o tarda más de 45 segundos, se puede repetir la prueba con una silla o tarima, para evaluar si logra completarla al apoyarse en un elemento externo como ayuda adicional.
Al iniciar la prueba, el paciente debe estar acostado en el piso o sobre una colchoneta firme en decúbito dorsal, con los brazos al costado del cuerpo. Se le explica que debe pararse lo más rápido que pueda al escuchar el comando “ya”. El cronómetro se detiene cuando el sujeto llega a la posición de parado con los brazos a los lados del cuerpo, similar a la postura de un soldado.
2. Prueba de marcha o carrera de 10 metros
El objetivo de esta prueba es medir el tiempo que tarda el sujeto en recorrer la distancia establecida de 10 metros lo más rápido que pueda en forma segura, ya sea caminando o corriendo según sus posibilidades funcionales.
Como preparación para la prueba, se deben establecer las líneas de partida y llegada en el piso del corredor, con dos marcas separadas por 10 metros. Es importante que el espacio permita que el paciente pueda caminar o correr un par de metros adicionales al cruzar la línea de llegada, para no disminuir la velocidad antes de finalizar la prueba.
Inicialmente, el paciente debe pararse con ambos pies al borde de la línea de partida, con los dedos tocando la misma (Figura 2). El evaluador se posiciona a unos metros de la línea de llegada, con el cronómetro en mano para registrar el tiempo (Figura 3). Se le explica que debe recorrer la distancia establecida lo más rápido posible. El evaluador inicia el cronómetro al decir el comando “ya”.
Se debe estimular verbalmente al paciente para que no desacelere al acercarse al final de la prueba. El cronómetro se detiene cuando el segundo pie cruza la línea de llegada.
3. Prueba de subir 4 escalones
Para evaluar esta prueba, se le solicita al sujeto que se pare frente a la escalera, con los brazos al costado del cuerpo.
Se le explica que debe subir los 4 escalones lo más rápido que pueda, utilizando las barandas si lo requiere para mayor estabilidad. Para completar la prueba puede subir los escalones alternadamente o uno por vez. El evaluador puede demostrar la maniobra si lo considera necesario.
Al finalizar la prueba, debe permanecer en la parte superior de la escalera con ambos brazos al costado del cuerpo, en una postura similar a la de un soldado de pie. Cuando logra esta posición, se detiene el cronómetro y se registra el tiempo.
4. Prueba de bajar 4 escalones
Al iniciar la prueba el paciente debe estar en la parte superior de la escalera con ambos brazos al lado de su cuerpo. Las instrucciones de esta prueba son similares a la de subir 4 escalones. El cronómetro se detiene cuando el sujeto termina de bajar la escalera y queda parado en la base de ésta con los brazos al costado del cuerpo.
Conclusión
En este trabajo se describieron las normativas y procedimientos para realizar las pruebas cronometradas en pacientes deambuladores con enfermedades neuromusculares. Dichas pruebas son herramientas reproducibles, válidas y accesibles que permiten medir el desempeño funcional y la evolución en el tiempo de los sujetos afectados.