En el fútbol profesional, tanto a nivel nacional como internacional, las lesiones son «moneda corriente» y, por lo tanto, la razón más común por la cual un jugador puede no estar disponible en entrenamientos y partidos. El desempeño de un equipo a lo largo de una temporada o un campeonato puede verse considerablemente afectado por el impacto de las lesiones.1
Teniendo en cuenta que el objetivo final de un club de fútbol es ganar partidos, títulos y competencias, evitar las lesiones resulta esencial para tener éxito. Un bajo número de lesiones le permite al cuerpo técnico tener al plantel completo y disponible la mayor parte del tiempo2, lo cual se traduce en un mejor desempeño tanto a nivel individual de cada jugador como a nivel colectivo por la mejora que supone el entrenamiento y la continuidad. Los equipos profesionales de fútbol con menores índices de lesiones por temporada tienen un mejor desempeño en sus ligas nacionales.1
Realizar un seguimiento epidemiológico de las lesiones es el primer paso en la secuencia de prevención.3 En este sentido, la vigilancia continua de lesiones y enfermedades es esencial para evaluar y dirigir los esfuerzos para mejorar la salud de los atletas4 y, de esta manera, mitigar el impacto negativo, a nivel deportivo y económico, que generan las lesiones deportivas.
Por todo lo expuesto, considero que el estudio de Baldjian AC et al. es relevante y merece ser destacado, más aún cuando sabemos lo dificultoso que resulta llevar a cabo una investigación en Argentina.
El impacto lesional resulta un indicador clave para interpretar los datos, ya que se focaliza no solo en la incidencia o gravedad de las lesiones, sino que las combina para tener un cuadro más completo a la hora de identificar en qué problemas debemos enfocar un plan de manejo de riesgo. En este aspecto, podemos ver que las lesiones de rodilla que conllevan tratamiento quirúrgico y las lesiones musculares son las que generaron mayor impacto a lo largo de las dos temporadas. Dentro de este grupo, la lesión estructural del bíceps femoral resultó ser la de mayor incidencia. Incluso si dejamos de lado la clasificación estructural versus funcional optada por los autores, el impacto de la lesión de isquiotibiales es aún mayor. En el estudio se expresa la mediana de días de ausentismo para indicar la gravedad; sin embargo, considerando el amplio rango de lesiones musculares que existen en la vuelta al deporte (RTS por sus siglas en inglés), en particular las lesiones de isquiotibiales, y teniendo en cuenta su gran impacto, sería interesante profundizar en la toma de datos para conocer en detalle e identificar los factores determinantes en esta variabilidad.
En este marco, lo más adecuado sería considerar la clasificación de Polock et al6,7, basada en la ubicación y el tejido afectado, y las propuestas de Balius et al8, que agrega una descripción histoarquitectónica en la que se indica el grado de afección del tejido conectivo. Por otra parte, sabemos que es frecuente la recurrencia de lesiones musculares, información que, si bien se registró en el estudio, no se reflejó en los resultados obtenidos y resulta importante tenerla en cuenta a la hora de analizar con mayor detalle el impacto de estas lesiones.
El estudio es una invitación para que los colegas de los diferentes equipos del país registren y generen una base de datos. Si bien existen numerosos estudios en torno a la epidemiología en el ámbito del fútbol profesional, en su mayoría están basados en ligas y equipos europeos, con otra realidad deportiva y adquisitiva. Debemos entender la importancia de conocer nuestra población, ya que, si bien hablamos del mismo deporte, los resultados pueden no ser directamente extrapolables a nuestro fútbol.
En este sentido, considero de vital importancia respetar los consensos que existen para tal fin9,10 y adoptar la extensión específica para fútbol del último consenso del Comité Olímpico Internacional, publicada a fines del 20223, con el objeto de tener trabajos de alta calidad metodológica y con resultados posibles de comparar tanto en nuestro fútbol como con otros países o continentes.
Los datos que aporta el estudio de Baldjian AC et al. son el puntapié inicial para un registro epidemiológico en el fútbol profesional argentino, ya que, como bien mencionan los autores, hasta el momento no existen suficientes estudios que nos permitan conocer la realidad de las lesiones deportivas en nuestro ámbito local.
Finalmente, destaco la importancia de continuar con el registro sin perder de vista el objetivo final. Este es un gran avance, pero no debemos quedarnos en el primer paso. El objetivo final de conocer cuál es nuestra realidad epidemiológica debe ser disminuir la incidencia lesional y, para tal fin, debemos aplicar medidas preventivas y analizar su eficacia iniciando nuevamente el ciclo.