Introducción
La cisticercosis es una enfermedad parasitaria de los tejidos causada por Cysticercus cellulosae, que es la etapa larvaria de la tenia del cerdo Taenia solium. (1,2)
Fue descrito por primera vez por Johannes Udalric Rumler en 1555. (3,4) Cysticercus cellulosae (en estado larvario) se encuentra o reside en los músculos y otros tejidos de los cerdos que suelen servir como huéspedes intermedios, mientras que los humanos son los huéspedes definitivos y albergan al gusano adulto. La infección se produce cuando estos se ingieren a través del consumo de carne de cerdo cruda o poco cocida o con una higiene deficiente (contagio por vía fecal-oral), o por la ingestión de agua o alimentos contaminados, por lo que incluso histocualquier individuo (también los vegetarianos) pueden adquirir esta enfermedad. (4-6)
Estos óvulos en estado larvario se digieren en el estómago y se liberan oncósferas que penetran en la pared intestinal y llegan a la circulación a través de los vasos sanguíneos y linfáticos. Esto puede conducir a una cisticercosis que puede involucrar al cerebro, las meninges y los ojos, que en conjunto constituyen 86% de los casos cuando están afectados dichos órganos. Con menor frecuencia se localizan en los músculos, tejidos subcutáneos, hígado, corazón, pulmones y peritoneo. En raras ocasiones se localizan en los tejidos orales y periorales, como los músculos de la masticación, los músculos de la expresión facial, los músculos suprahioideos, la musculatura cervical. La cisticercosis muscular aislada de cabeza y cuello sin compromiso del sistema nervioso central es rara y solo se reportan pocos casos en la literatura. (7-17)
La cavidad bucal es un sitio raro de afectación por cisticercosis, incluso en las zonas endémicas, y su prevalencia informada es del 4,1%. Los sitios comunes de afectación en la región oral son la mucosa yugal, la lengua, piso de boca, el músculo masetero, temporal, los labios y la glándula o región parotídea. (12,17,18,24-28)
Tradicionalmente, los casos de cisticercosis se diagnostican mediante métodos de imagen en relación a su localización (ecografías, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas), serológicos (hemograma completo) y examen de heces (para buscar huevos o quistes). Sin embargo, es fundamental realizar una evaluación médica exhaustiva de cada paciente para descartar la presencia del parásito en otros lugares. El tratamiento de la cisticercosis debe basarse en las manifestaciones clínicas y los tejidos afectados; habitualmente se realiza con antihelmínticos y/o antiparasitarios por vía sistémica y siendo la escisión quirúrgica el tratamiento primario de elección. En la región maxilofacial, el pronóstico es favorable en contraste con la gravedad de la enfermedad en los sitios cerebral, ocular y cardíaco. (18, 24-28)
La cisticercosis debe ser considerada como una de las posibilidades en el diagnóstico diferencial de las tumefacciones en la región maxilofacial. (29-32) Dentro de los diagnósticos diferenciales debemos nombrar, entre otros: fibromas, mucoceles, ránulas, tumores musculares (leiomioma), lipomas. Tales diagnósticos se realizan en base a las características clínicas e histopatológicas de cada uno de ellos.
El objetivo de este artículo es reportar un caso clínico poco frecuente de una cisticercosis lingual, su aspecto clínico, su manejo quirúrgico conservador y anatomo-patológico.
Caso clínico
La paciente de 23 años de edad, residente de Córdoba capital en zona de vulnerabilidad ambiental y socioeconómica, de nacionalidad boliviana, se presentó al Instituto Provincial de Odontología de Córdoba, Córdoba Capital, por un aumento de tamaño de aspecto tumoral en el tercio posterior del borde lingual derecho, de 65 días de evolución, indoloro, pero con aumento gradual de tamaño en los últimos días sin influir en la actividad funcional. La paciente no refería antecedentes odontológicos ni médicos previos ni relevantes. No presentaba hábitos tóxicos (tabaco o alcohol).
Al examen clínico se observa una lesión única de tipo nodular en el borde lingual derecho redondeada, de 1 cm por 1,5 cm de diámetro, bien capsulada, cubierto de mucosa normal con algunas telangiectasias superficiales, base sésil, indolora, y de consistencia blanda a la palpación y sin desplazamiento de los tejidos adyacentes (fig. 1). No presentó adenopatías.
Se obtuvo el consentimiento informado de la paciente para su tratamiento. En relación al examen clínico, y los antecedentes que permiten determinar su benignidad, se resuelve realizar la biopsia por escisión de la lesión bajo anestesia infiltrativa local. Se realizaron análisis de sangre de rutina estando dentro de los parámetros normales, no se solicitó diagnóstico por imágenes. La lesión fue extirpada totalmente presentando un aspecto clínico tumoral de color blanquecino, transparente, de contenido claro, lisa y bien encapsulada (fig. 2), se envía para examen histopatológico correspondiente para obtener el diagnóstico certero de cisticercosis (fig. 3). El sitio quirúrgico mostró una excelente cicatrización una semana después. Se realizan controles periódicos sin recidiva de la lesión.
Tejido compatible con parásito vinculable a Taenia solium (cisticercosis).
La luz interna del quiste muestra invaginaciones revestidas por una membrana eosinofílica.
El tratamiento primario para la cisticercosis oral es la escisión quirúrgica simple. En relación a este diagnóstico la paciente fue remitida a su médico de cabecera, fundamental para realizar una evaluación exhaustiva para descartar la presencia del parásito en otros lugares u otras localizaciones del cuerpo. No hubo otros hallazgos clínicos significativos en el examen médico integral, descartando infección en otras localizaciones.
Discusión
La cisticercosis oral es una entidad rara y un problema de salud pública mundial. Es un desafío diagnóstico para el odontólogo y está poco documentada en la literatura. En la región maxilofacial, el pronóstico es favorable en contraste con la gravedad de la enfermedad en los sitios cerebral, ocular y cardíaco. (3)
Clínicamente puede confundirse con una variedad de neoplasias benignas (fibroma, lipoma, neurofibroma, schwannoma benigno, mioblastoma de células granulares, neoplasia vascular y tumor de glándula salival menor). (29,33-40)
La cisticercosis es considerada un “marcador biológico” del desarrollo social y económico de una comunidad, siendo endémica en países de América Latina, Asia y África.38-40 La mejora general de las condiciones sanitarias, el tratamiento adecuado de las aguas residuales y heces humanas, y la educación masiva sobre la higiene personal (lavado de manos) pueden ayudar en la prevención y posible erradicación de la cisticercosis humana. (41,42)