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Estudios de historia de España

versión On-line ISSN 2469-0961

Estud. hist. Esp. vol.17 no.2 CABA dic. 2015

 

RESEÑAS

ALICIA CAGNASSO y ROGELIO MARTÍNEZ, Rafael Alberti, María Teresa León y Aitana Alberti en Uruguay, Buenos Aires, Editorial Losada, 2014, 587 pp., ISBN

 

Los exilios han sido objeto de estudios particulares y abundantes en la historiografía del último cuarto de siglo. Los españoles que cruzaron el Atlántico, podríamos decir, que pagaron con su esfuerzo y su corazón la deuda de gratitud hacia los países americanos que los acogieron. A su vez quienes los recibieron se beneficiaron con los aportes realizados por los transterrados.

         México fue el país que recibió el mayor número de ellos, la Argentina no le fue en zaga y nos hacemos eco en esta reseña de aquellos que, en Uruguay también contribuyeron a hacer conocer a la España que dejaron empujados por la guerra civil.

         Rafael Alberti en compañía de su esposa María Teresa León llegaron a la Argentina en 1940 escapando del suceso bélico. Permanecieron 23 años en la Argentina y colaboraron con otros españoles en el vecino país de Uruguay, donde pasaron la mayor parte de los veranos en Punta del Este. El panorama que nos aporta este libro contribuye a ampliar el aporte realizado por el matrimonio en ambas orillas del Plata.

         La obra está dividida en tres partes. La primera comprende la actuación de Rafael y María Teresa en Uruguay en las décadas de los ’40 y los ’50. La segunda muestra la vida del matrimonio y su hija Aitana en "La Gallarda", la casa que frecuentaron en Punta del Este y la tercera y última saca a luz textos de periódicos y escritores españoles exiliados que comentan la actividad del ilustre poeta y su esposa.

         Los autores se introducen en el libro con un panorama sobre la situacion política y social de esas décadas en Uruguay. Antes de entrar de lleno en el tema realizan una recapitulación de los exiliados españoles en ese país y el aporte que ellos realizaron.

         Enriquecedor y preciso es el capítulo que los autores dedican a analizar la intelectualidad uruguaya. Desfilan los diferentes movimientos del pais: el modernismo, el ultraísmo español, el post-modernismo, la generación del ’30 que recibe la influencia de Paul Valery y que abarca el criollismo narrativo y a Juan Carlos Onetti. Ascendía ya la generación del ’45 que se expresaría a través del semanario Marcha y las revistas literarias que daban soporte a los textos literarios. En este análisis siempre está presente la relación que los representantes de las diversas corrientes tuvieron con el matrimonio Alberti, tanto por relaciones de amistad como por las publicaciónes que hacían de un representante de la generación del ’27.

         Un análisis que hay que destacar es el que Cagnasso y Martínez  realizan de las principales figuras intelectuales de la época: Julio J. Casal, Emilio Oribe, Juvenal Ortiz Saralegui, Enrique Amorin y Jesús Aldo Sosa. Ese análisis permite conocer a figuras destacadas en el universo cultural uruguayo, aunque al mismo tiempo no pierden de vista la formalidad del mismo: hacer conocer su relación con el matrimonio Alberti.

         La relación de los Alberti y José Bergamin, otro representante de la generación del ’27,  recibe en la obra un tratamiento particular. La relación entre los tres transterrados se había iniciado en Madrid, en tierra de exilio se hace más entrañable y los reúne con sólidos vínculos. Bergamin llegó en 1947 y tendrá una fluida comunicación con los intelectuales de la generación del ’30. Las revistas literarias uruguayas publicaron sus colaboraciones y continuaran luego de su partida a difundir sus actividades. En 1950 parte con los Alberti para participar en el Segundo Congreso Mundial de la Paz que se reunía en Varsovia. Esa participación y su militancia política influyeron, a su regreso, en la partida de Uruguay de Bergamin y de los Alberti de Argentina, camino a Roma. Volvieron a reunirse en España en 1977.

         Las presentaciones públicas de los Alberti son objeto de una minuciosa investigación de los autores. Durante 22 años dictaron conferencias en la capital y en el interior de Uruguay; formaron parte del panorama cultural del país que los acogía. Los autores han realizado un relevamiento crítico de estos aportes, los temas y los lugares donde fueron desarrollados. Algo semejante realizan con las colaboraciones del matrimonio Alberti en la prensa y en las revistas literarias.

         Un capítulo especial merecen las representaciones teatrales del matrimonio en Uruguay a pesar del control y la censura que sufren por los gobiernos de ambas márgenes del Río de la Plata, la mayor parte de ellos anticomunistas en el marco de la Guerra Fría. Sin embargo en la vecina orilla, tuvieron lugar dos representaciones en las cuales participaron Alberti y María Teresa León: la de Numancia de Cervantes y la de El ladrón de niños de Jules Supervielle, las dos estuvieron a cargo de la compañía teatral de Margarita Xirgu, en 1943. 

         Albertí publicó en Uruguay las Coplas de Juan Panadero ilustradas por Toño Salazar. Este dibujante merece un apartado en el libro por su profunda amistad con nuestros actores. Exiliado de la Argentina tiene que abandonarla en 1945, se instala en Montevideo donde el medio cultural reconoció sus creaciones originales. María Teresa le dedica un pasaje en su autobiografía y Rafael uno en su poemario A la pintura. La estadía en Punta del Este le inspira al andaluz los Poemas de Punta del Este y al mismo tiempo una crisis sobre la vocación que cultivo en su primera juventud: la pintura. Sin embargo los autores afirman que Alberti daría lugar desde entonces en su vida, a la literatura y la pintura, en forma complementaria y gozosa. Las pinturas fueron objeto de exposiciones en Punta del Este, Montevideo, Buenos Aires, Caracas, Bogotá, Lima, Italia y en España; a su regreso le resultaron exitosas y rendidoras económicamente. La primera tuvo lugar en Montevideo en 1947.

         La partida de los Alberti de Buenos Aires fue objeto también de un homenaje significativo en Montevideo al que los autores dedican un capítulo en el que relevan los comentarios críticos que analizan su obra. Los festejos adquirieron gran dimensión y constituyeron un reconocimiento a su fecunda labor en el país. Su amigo Pablo Neruda se hizo presente en los homenajes.

         Los autores dedican una "Segunda Parte" a los veraneos de los Alberti en Punta del Este. "La Gallarda", como llamaron a la casa que construyeron fue centro de sociabilidad con otros españoles emigrados y lugar donde Alberti tenía un refugio para escribir sus poemas.

         La obra cuenta con anexos con documentación que abona las afirmaciones de la investigación. En síntesis, un libro resultado de una investigación exhaustiva, realizada críticamente y que amplía el panorama de la vida de Alberti al poner a la luz otros aspectos de su estadía en tierras americanas.

Hebe Carmen Pelosi

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