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Cuadernos del CILHA

versión On-line ISSN 1852-9615

Cuad. CILHA vol.25 no.1 Mendoza abr. 2024  Epub 16-Abr-2024

http://dx.doi.org/10.48162/rev.34.084 

Dossier

La desconexión como apocalipsis y el futuro postpandémico: un análisis del pódcast Caso 63

Disconnection as Apocalypse and the Post-Pandemic Future: An Analysis of the Podcast Caso 63

1Universidad de Tulane. Estados Unidos. mbaezsosa@tulane.edu

Resumen:

El podcast es un género donde, en los últimos años, ha crecido la exploración de las narrativas de ciencia ficción y distópicas, y particularmente aquellas relacionadas con la catástrofe climática, el colapso de la sociedad de la información y las pandemias. El podcast chileno de ficción Caso 63 (Rojas, 2020) plantea un escenario postapocalíptico, producto de una pandemia que asoló el mundo luego del COVID-19 y de una desconexión forzada que ha destruido las formas de comunicación digital existentes. Su compleja construcción espacio-temporal combina la eco-distopía con la ficción ucrónica, trazando escenarios alternativos imaginados a partir de la crisis pandémica. El escenario de la desconexión digital como apocalipsis problematiza la relación entre datos, información, memoria y archivo e invita a pensar sobre el podcast en relación con el archivo de la literatura latinoamericana, y a través de la presencia de múltiples referencias a la ciencia ficción en la literatura y la cultura popular, en la ciencia ficción como género. En el contexto de lo que Pierre Lévy (1997) denominó la cibercultura, Caso 63 también representa una afectividad marcada por el aislamiento y el predominio de las tecnologías de la información en las relaciones interpersonales.

Palabras clave: podcast; ciencia ficción latinoamericana; ecodistopía; ucronía

Abstract:

The podcast is a genre where, in recent years, the exploration of science fiction and dystopian narratives has grown, particularly those related to climate catastrophe, the collapse of the information society, and pandemics. The Chilean fiction podcast Caso 63 (Rojas, 2020) presents a post-apocalyptic scenario resulting from a pandemic that devastated the world following COVID-19 and a forced disconnection that has destroyed existing digital communication methods. Its intricate space-time construction combines eco-dystopia with uchronic fiction, envisioning alternative scenarios arising from the pandemic crisis. The digital disconnection scenario as an apocalypse raises questions about the relationship between data, information, memory, and archives, prompting contemplation on the podcast in relation to the Latin American literary archive. It does so through numerous references to science fiction in literature and popular culture within the science fiction genre. In the context of what Pierre Lévy referred (1997) to as "cyberculture," Caso 63 also portrays an affectivity marked by isolation and the predominance of information technologies in interpersonal relationships.

Keywords: podcast; Latin American science-fiction; eco-dystopia; uchrony

Introducción

A la hora de reflexionar sobre lo que define como “tecnoceno”, Flavia Costa (2021) llama la atención sobre las prácticas de creación artística, que define como “laboratorios de vida especulativa”, que no tienen la mera función de ilustrar el mundo en sus esferas políticas, económicas o tecnológicas, sino que “los acompañan, los co-constituyen, y en algunos casos los prefiguran” (Costa, p. 17). El podcast de ciencia ficción Caso 63 constituye uno de estos laboratorios donde se diseccionan las posibilidades presentes y futuras para la crisis pandémica, la digitalización de la vida y las formas de organización de la sociedad. En este trabajo, presento un primer análisis sobre su relación con el archivo de la literatura latinoamericana, la reflexión sobre las crisis pandémicas, el colapso informático y la metarreflexión sobre la ciencia ficción, así como un análisis de la afectividad y su relación con las tecnologías de la información y la comunicación.

Caso 63, escrito y dirigido por Julio Rojas, recibió un amplio reconocimiento internacional que le valió el premio Ondas al mejor podcast de ficción de habla hispana. Fue lanzado el 12 de noviembre de 2020 durante la pandemia de Covid-19, que está presente como marco de referencia externa y como pasado inmediato del inicio de la historia, que comienza cronológicamente en octubre de 2022 (una fecha futura al momento de lanzamiento del podcast). La serie cuenta con tres temporadas de diez episodios cada una; su premisa básica consiste en que, en octubre del año 2022, un hombre desnudo fue encontrado deambulando desorientado por las calles de Santiago y afirmando ser un viajero en el tiempo. Pedro Roiter, que recibe la etiqueta de “Caso 63” en la unidad de psiquiatría donde se encuentra al inicio del podcast, viaja a Chile desde el futuro en el año 2062 para evitar uno de los acontecimientos desencadenantes de la futura destrucción de la humanidad. La psiquiatra Elizabeth Beatriz Aldunate es la encargada de evaluar el caso de Roiter, quien ha sido recluido bajo el diagnóstico de una psicosis paranoide. Cada episodio de la primera temporada de Caso 63 (Rojas, 2020) es una de las sesiones de psicoterapia entre la doctora Aldunate y Pedro Roiter, sesiones que son grabadas para ponerlas a disposición de la junta médica del hospital. A través de las sesiones, Aldunate escucha las explicaciones de Roiter sobre su viaje en el tiempo y termina por creerle y acompañarlo en su intento de salvar al mundo de la catástrofe que se aproxima.

De acuerdo con Roiter, nacido en México en el año 2023 (un año después del encuentro con la doctora Aldunate), la humanidad habría de sucumbir ante una variante mucho más fuerte del virus de Covid-19, conocida en el futuro como la variante Pegaso, que diezmaría a la población y aislaría a las comunidades entre sí, dificultando la supervivencia. Además de esta pandemia, muy superior a la de 2020, los datos e información del planeta serían destruidos en su totalidad luego de que se perdiera el control sobre la inteligencia artificial: un bot sería el encargado de borrar por completo el conjunto de la cultura digital del planeta al evaluarla como irrelevante. Este apagón informático, ocurrido en el año 2033, diez años después del nacimiento de Pedro Roiter, terminaría por devastar la vida humana tal como la conocemos y a empujar a los sobrevivientes, ante la ausencia de un futuro, a buscar el modo de viajar al pasado y tratar de modificarlo. Mediante la selección de individuos con ciertas características -aquellos que habían desarrollado inmunidad al virus y que, por medio de sus sueños, mostraban predisposición a encontrarse con un doble, lo que indicaba el eco de la apertura de otra línea espacio-temporal conocida como vórtice-, los científicos de una división especial de la OMS se encargarían de enviar voluntarios al pasado para evitar la propagación de Pegaso. La tarea de Pedro Roiter consistirá, en sus palabras, en detener a la paciente cero de Pegaso, María Beitía. El viaje en avión de Beitía desde Santiago de Chile hasta Madrid, el 24 de noviembre de 2022, causaría la propagación del virus, por lo que era necesario detenerla. El arriesgado experimento del viaje a través de estos vórtices espacio-temporales implicaba que los voluntarios nunca volverían a encontrar su propia línea temporal, ya que esta desaparecería, por lo que Pedro Roiter está condenado a quedarse completamente solo en el tiempo y el espacio. Hacia el final de la primera temporada, la doctora Aldunate se convencerá finalmente de que el paciente 63 está diciendo la verdad y de que debe ayudarlo a detener la propagación de Pegaso, evitando que la paciente cero se tome el avión. Por distintas razones, el experimento fracasa: en primer lugar, Elizabeth pone en peligro la seguridad de la misión al contactar a Gaspar Marín, un escritor de ciencia ficción, sobre el viaje en el tiempo. Debido a ello, Roiter le pide que sea ella la encargada de detener a la paciente cero. Si bien Elizabeth se propone hacerlo, termina por abortar la misión cuando al conocer a María Beitía, descubre que será la mujer que salvaría a su hermana de un cáncer, viajando a Madrid para donarle médula. Estas complicaciones derivarán, en la segunda y tercera temporada, en dos líneas espacio-temporales alternativas donde los protagonistas serán, respectivamente, la doctora Elizabeth Aldunate y el escritor de ciencia ficción Antonio Carrión.

Esta experimentación con las líneas temporales que como en todas las narrativas de ciencia ficción tiene sus propias reglas internas -en un contexto de referencia a la crisis pandémica y al colapso informático-. Se plantea como ensayos que no necesariamente tendrán éxito. La idea de progreso histórico y científico desaparece, no solo porque el futuro es apocalíptico, sino porque el tiempo pre-pandémico, pandémico y postpandémico crean diferentes líneas argumentales posibles, relativizando las nociones de pasado, presente y futuro. En este sentido, Caso 63 (Rojas, 2020) combina la ficción ucrónica con elementos de la eco-distopía, ya que ficcionaliza el hecho histórico de la pandemia (aún en ciernes al momento de su lanzamiento) para barajar alternativas posibles.

Así pues, el género denominado habitualmente ucronía en español, uchronie en francés y alternate o alternative history en inglés puede definirse así: “an account of Earth (sometimes extending to exploration of solar-system space) as it might have become in consequence of some hypothetical alteration in history” (Stableford et al., 2021). Esta alteración suele denominarse “punto de Jonbar” o “de divergencia”, y configura todo el relato, originando un presente alternativo. El punto marca una diferencia respecto del registro histórico, algo que distingue a la ucronía de otros géneros literarios que se alejan de la realidad empírica. Responde a la pregunta “¿qué habría pasado si...?” (Lumbreras Martínez, 2023, p. 20).

En este caso, el podcast produce líneas ficcionales alternativas a partir de posibles desarrollos de la pandemia y del devenir tecnológico de la inteligencia artificial. Por otra parte, al poner en cuestión la sustentabilidad -luego de la desolación pandémica, los seres humanos deben recluirse en aldeas eco-sustentables y, ante la ausencia del internet, comunicarse por medios analógicos como la radio-, se puede inscribir también dentro de la ficción eco-distópica, entendida como:

[…] a peculiar kind of science-fictional writing with environmental concerns that pivots on the imagery of catastrophe and blends the dystopian and the post-apocalyptic traditions. This sub-genre is known as eco-dystopia, which, I argue, merges the catastrophic imagery of the post-apocalyptic tradition and the consequential mode of dystopia (Malvestio, 2022, p. 26).

Caso 63 (Rojas, 2020) presenta escenarios donde imaginar y crear futuros posibles, en los que los personajes pueden intervenir pese a la catástrofe. No obstante, estas opciones se van haciendo limitadas, alejándose de una perspectiva optimista o utópica. Desde un principio, tenemos claro que solo hay registro de los eventos que ocurren hasta 2062. La salvación no se encuentra en el futuro, sino en el pasado, que coincide con el presente de la audiencia. Eventualmente, los personajes van llegando a la conclusión de que no son individuos excepcionales o elegidos, sino que lo que ellos llaman “la textura del futuro”: es extremadamente frágil y fácil de alterar, y cada individuo tiene ese potencial. En este sentido, los personajes repiten, en sus distintas líneas temporales, frases como “cree en el futuro”, o se refieren a “actos de fe”. Aquí opera también la crítica a la institución médica y la psiquiatría, ya que el saber de los viajeros en el tiempo no coincide con el saber científico de cada línea temporal. Este discurso científico y médico se ve cuestionado desde el primer episodio, en el que Pedro Roiter dice:

[…] todo esto, la grabadora, esta conversación, este show para que parezca científico, algo que usted y yo sabemos que es tan efectivo como un cura haciendo un exorcismo o un médico brujo agitando ramas. Los dos sabemos que usted hace este juego para seguir el protocolo, poder tener un diagnóstico, ponerme un número ahí, llenar esa ficha y así dormir tranquila (Rojas, 2020, 4m54s).

En el futuro no tenemos nada: la desconexión como escenario apocalíptico

Así como se cuestiona el discurso médico y científico, también se cuestiona la relación de los seres humanos con los datos y la información. Dicha problematización remite a la cuestión de la memoria y el archivo. La digitalización de la vida cotidiana no supone en Caso 63 una garantía para el acceso a la información y la preservación de la cultura, sino que, por el contrario, contribuye a su fragilidad y volatilidad. La doctora Elizabeth Aldunate (Pedro Roiter comienza a llamarla Beatriz, un nombre que ella ya no utiliza) presenta una visión optimista y creyente en el saber científico-médico y tecnológico que la lleva erróneamente a presuponer que en el supuesto futuro del que proviene Roiter, producto de su psicosis paranoide, la información y capacidad humana de búsqueda de datos serían infinitamente superiores. Al preguntarle al paciente cuál es su verdadero nombre, dónde durmió la noche anterior, etcétera, le pide pruebas de la afirmación de que es un viajero en el tiempo. Entre esas pruebas que pide, le sugiere que le diga cuál es el billete de lotería ganador o algún tipo de dato que verifique la afirmación de Pedro Roiter de que es un viajero en el tiempo. Esta argumentación lógica, que parece perfectamente razonable para un oyente contemporáneo de la realidad que propone el podcast Caso 63, inicia un diálogo clave.

Pedro Roiter responde que Aldunate no sería capaz, si se encontrara en la misma situación, de brindar un dato aleatorio como el que ella está proponiendo como prueba, por ejemplo, quién ganó en una competencia deportiva. Y la psiquiatra le responde que, en ese caso, ella simplemente podría consultar internet para encontrar ese dato. La doctora presupone un futuro informatizado, un futuro digitalizado. Sin embargo, la respuesta de Pedro Roiter es categórica.

Dra. Aldunate: -Si usted me da tiempo, yo lo buscaría en Wikipedia y estaría preparada para convencer a alguien que vengo del futuro. Pedro Roiter: -Bueno no funciona así, no es exacto, no hay datos. Dra. Aldunate: -¿No tienen Wikipedia en el futuro? Pedro Roiter: -En el futuro no tenemos nada [silencio]. Al menos desde el 23 de octubre del 2053, no tenemos nada, eso trato de decirle (Rojas, 2020, 9m35s).

El paciente 63 describe el fin de la humanidad como un proceso no repentino, sino gradual y progresivo, en el que participaron dos acontecimientos fundamentales: la mencionada pandemia del virus Pegaso, que obligó a los humanos a aislarse masivamente, y el borramiento de datos a escala planetaria por parte de una inteligencia artificial. La desconexión implicó el fin de la humanidad como era conocida hasta entonces, obligando a volver a los sistemas de comunicación primitivos y aislando decisivamente a los habitantes de una sociedad que ya se encontraba diezmada por Pegaso:

Pedro Roiter: -No hay mucha claridad de cómo pasó. Un bot de inteligencia artificial en un laboratorio de diseño, creo que en China o en California. Se pelea la autoría, quiero decir, rechaza la autoría. El sistema de IA se escapó. Lo habían diseñado para tener acceso a toda nuestra información, leer nuestros correos, explorar nuestros archivos, ofrecer borrar los duplicados, eliminar los obsoletos y dejar solo los relevantes un asistente virtual. Como ese primitivo que tiene hoy en su celular. Bueno, el bot se escapó. Se diseminó como un virus imposible de contener y decidió que toda la información humana era duplicada, obsoleta, inútil e irrelevante. Y la eliminó toda. Fotos, correos, hilos de conversación, opiniones. Todo. El virus nos arrojó al vacío de la nada. ¿Sabe lo que es darse cuenta que su celular está vacío, que sus nubes están vacías? ¿Que los correos están vacíos y que no tenemos memoria de nada? Me imagino que se sabe su número de celular. ¿Sabe el de su marido, no? Y el de su madre. ¿Y el del hospital? Bueno, así comenzó. El borrado desplomó el mundo digital. Pegaso lo hizo en el mundo real. La sociedad se pulverizó (Rojas, 2020, 3m44s).

Antes de esta gran desconexión, sin embargo, ya habían ocurrido eventos que prefiguraban la pérdida de control de los humanos sobre el mundo digital: Roiter refiere importantes acontecimientos donde las redes sociales han reemplazado al sistema de justicia tradicional y formado una entidad totalitaria. También explica que, durante las pandemias, una gran cantidad de personas se dedicó a jugar juegos de realidad virtual y perdió la capacidad de interactuar en el mundo real. Ambas situaciones, que los oyentes del podcast pueden identificar como elementos referenciales externos de la vida contemporánea en las redes, se presentan como antecedentes del colapso informático que acompaña la crisis pandémica.

Esta destrucción del mundo digital, que se presenta como un evento catastrófico, explora una de las recurrentes fantasías contemporáneas sobre la posibilidad y las consecuencias de un mundo sin conexión a internet o con acceso parcial a la red, de una desconexión planificada o accidental que pondría en jaque los sistemas de comunicación, las relaciones y las subjetividades, además de la economía, la política y todas las esferas de la actividad humana.

Pierre Lévy (1997) definió la cultura contemporánea como una cibercultura: “la cultura propia de las sociedades en cuyo seno las tecnologías digitales configuran decisivamente las formas dominantes tanto de información, comunicación y conocimiento como de investigación, producción, organización y administración” (p. VII). Desde quienes abogan por la regulación de la inteligencia artificial o el uso de las redes sociales hasta posiciones más radicales como las de Jonathan Crary (2022), quien sostiene que la construcción de una comunidad off-line es imprescindible para construir otro horizonte político, las diferentes posiciones, optimistas o pesimistas, o sus matices intermedios, dan cuenta de los interrogantes y temores frente a la dominación de las tecnologías digitales. La ciencia ficción, y el podcast de ciencia ficción en particular, dialogan con dichos interrogantes de una manera eficaz, eficacia que en este caso proviene tanto del producto como del formato. Jorge Carrión (2023), en su reciente libro Los campos electromagnéticos, sobre la escritura con inteligencia artificial, señala la “serialización” como un elemento clave para el éxito de los productos culturales:

Como todo lo humano, la cultura se articula entre dos conceptos: la novedad y el reconocimiento. Los objetos culturales vagamente identificados que han ido surgiendo o asentándose durante la última década -memes, podcasts, stories, listas, gifs, stickers, experiencias interactivas y de realidad virtual o microvideos- no son una excepción. Y una de las tácticas principales que han seguido para penetrar en la conciencia colectiva, para volverse normales además de virales, ha sido la de ser sistemáticos […] Todo se ha vuelto serial (p. 22).

Carrión (2023) señala que en el nuevo paradigma tecnológico la serialización es conveniente desde el punto de vista de las plataformas y sus algoritmos, dado que los objetos serializados se miden por su capacidad de retener a la audiencia durante un periodo prolongado, atención que genera todo tipo de datos útiles para las plataformas por parte de los usuarios. Caso 63 (Rojas, 2020) sigue este formato serial con sus tres temporadas de diez episodios, y además se presenta, desde la ficción, como un registro documental de una situación a la vez pre-apocalíptica y post-apocalíptica, en la que cada episodio toma el valor de un preciado testimonio de los intentos de sobrevivir a la destrucción. Para la junta médica, para la humanidad del pasado, para la del futuro: el registro oral se mueve entre la permanencia y el olvido.

La relación entre tecnologías de la comunicación, datos, registro y archivo es problemática porque ante la revelación de que un gran borramiento de datos acontecerá en el futuro y llevará a la sociedad a la catástrofe, se pone en evidencia la precariedad e inestabilidad del mundo digital, que, en última instancia, es tanto o más volátil que el mundo material. Tras el gran borramiento de datos, los grupos humanos que todavía subsisten se ven obligados a recurrir a mecanismos de comunicación mucho más antiguos, como la radio: así es como Pedro Roiter ha sido reclutado para viajar al pasado. En este escenario casi nostálgico, prevalece el esfuerzo humano por la comunicación frente al deshumanizado sistema de datos: el llamado es relevante porque hay alguien que lo escucha y puede significarlo, mientras que el registro de la experiencia de Roiter, Aldunate y Baitía por medio de la grabación tendrá sentido si hay una humanidad del presente, el pasado o el futuro que pueda darle un sentido. No es así con las inteligencias no humanas: a la manera del Covid-19 y Pegaso, la inteligencia artificial utilizada como asistente virtual para eliminar la información irrelevante y organizar los datos juzga como innecesaria toda la información de la humanidad y conduce al desastre.

Posiblemente esto ilustra la problematización de la acumulación de datos sin contexto ni interpretación, habilidad que este asistente virtual no parece tener, pero que además los humanos han ido perdiendo progresivamente. Los personajes refieren grandes purgas ejercidas a través de las redes sociales, revisión y censura de los productos culturales del pasado, etcétera. En cambio, la información fragmentaria registrada en las grabaciones es capaz de restituir el sentido a los eventos históricos y darle a los personajes la información y los medios para cambiar los eventos pasados, presentes y futuros.

Para el registro: archivo y ciencia ficción

“Aldunate: -Hora: 10:30, 22 de octubre del 2022, primera sesión, caso 63. Para el registro ¿Cuando suena el bip comenzamos?” (Rojas, 2020, 13s).

“Para el registro”. El primer episodio del podcast comienza con una expresión de rutina de la doctora Aldunate: de esta manera, al escuchar el podcast, el pacto ficcional opera con la idea de que estamos accediendo a grabaciones que funcionan como registro documental para un oyente (en este caso, se trata de la junta médica del hospital psiquiátrico donde internan al paciente 63). La presentación de los episodios como grabaciones presenta un caso interesante para analizar la relación entre el podcast y el archivo de la literatura latinoamericana, y también entre los conceptos de memoria, registro documental y datos en relación con el pasado y el futuro. Además de las sesiones de psicoterapia, otros episodios se presentan como las grabaciones de los personajes como registro de sus viajes en el tiempo o en forma de instrucciones para otros personajes, para que las sigan al encontrarse en determinado vórtice espacio-temporal. En cierta manera, este recurso funciona de una forma similar a la del tópico literario del manuscrito encontrado. Tradicionalmente, el autor se ocultaba detrás del tópico del manuscrito encontrado para de evadir la censura o eludir la responsabilidad sobre su propia obra, o lo utilizaba como recurso literario acompañado de una nota sobre las circunstancias del hallazgo. En este caso información -como el texto citado al comienzo de este apartado- podría funcionar como un paratexto que, dentro del pacto ficcional, acerca el texto al oyente en forma de registro documental. Se presenta así, como un objeto preciado porque funciona como prueba de una realidad desconocida -la de los viajes en el tiempo-. Las grabaciones también funcionan dentro de la ficción como una herramienta para que otros viajeros en el tiempo puedan saber lo que ha ocurrido en los experimentos de los diferentes vórtices espacio temporales. Se transforman en claves para que los distintos personajes puedan interpretar el pasado y el futuro y los experimentos realizados para retroceder al año 2022 y detener la propagación de Pegaso y la consecuente destrucción de la humanidad. Caso 63 (Rojas, 2020) contrapone así la mera acumulación de datos e información con la práctica del registro, la memoria y el archivo. En este sentido, cabe reflexionar sobre el lugar del podcast en relación con el archivo de la literatura latinoamericana. En su clásico libro Mito y archivo: Una teoría de la narrativa latinoamericana, Roberto González Echevarría (1990) señala la dependencia de otros discursos en el origen de la literatura latinoamericana (por ejemplo, la del discurso jurídico en la época colonial, el discurso científico en el siglo XIX y, ya entrado el siglo XX, el discurso antropológico). Caso 63 (Rojas, 2020) evoca esta relación al poner en circulación el discurso médico, el de la física y el de la historia. No obstante, es una relación casi paródica, debido a la referencia constante al género de la ciencia ficción.

Se establece con el género una relación metacrítica, ya que presenta diferentes referencias a obras de ciencia ficción de la literatura y de la cultura popular. El discurso de la ciencia ficción es referido en el podcast de diversas maneras: en la primera temporada, Pedro Roiter se define a sí mismo como un cinéfilo y hace referencia a películas como Volver al futuro (Robert Zemeckis, 1985); también falsea la identidad de un escritor de ciencia ficción para escapar del hospital psiquiátrico, afirmando que todo se trató de un fraude. Estas referencias incluyen Volver al futuro (mencionada explícitamente), Doce monos (Terry Gilliam, 1995), Contagio (Steven Soderbergh, 2011) y Código 46 (Michael Winterbottom, 2003). También incluyen la novela Los ojos de la oscuridad, una novela del autor estadounidense Dean Koontz,publicada en 1981, que habla sobre la creación de un arma biológica surgida en la ciudad de Wuhan y que por su obvio paralelismo con la crisis del Covid-19 fue señalada por algunos como una premonición. Finalmente, en la temporada 3, toma protagonismo Antonio Carrión, escritor de una novela llamada Caso 63. Estas constantes referencias metagenéricas representan un posicionamiento frente a la ciencia ficción: ya no podemos eludir esas referencias, que deben hacerse explícitas. El hecho de que los personajes conozcan y hablen entre sí de películas y libros de ciencia ficción, y de tengan relación con el género como consumidores de cine, lectores o escritores, subraya esta relación paródica con la ficción especulativa. De hecho, en la segunda temporada, Beatriz cree haber enloquecido a raíz de consumir demasiadas películas y libros de ciencia ficción, como en una versión contemporánea del Quijote. Se habla también de los autores de ciencia ficción como una primera generación de viajeros del futuro, los “sembradores”. Su misión no es cambiar el mundo, sino simplemente sembrar la duda sobre lo que ocurrirá con la humanidad en un futuro si no se interviene sobre el presente. Desde esta perspectiva, los creadores de Caso 63 se ubican a sí mismos como “sembradores”, y a la audiencia como aquellos que pueden recibir el mensaje o bien interpretarlo como mera ficción o simples delirios paranoicos.

La afectividad en el presente y el futuro postpandémico

Los viajeros en el tiempo son despojados de sus posesiones materiales, de su historia, de su afectividad. Y el podcast también produce una reflexión sobre cómo se desarrolla esta afectividad en el terreno de lo virtual, en el terreno informático, en el terreno del aislamiento producido por el colapso natural, por el colapso pandémico. El problema del aislamiento afectivo juega un importante papel en la destrucción de las comunidades en el futuro propuesto en Caso 63 (Rojas, 2020). Pedro Roiter menciona que gran parte de la generación EP (entre pandemias), de la que él forma parte, recluida durante esos años, se dedicó a vivir una vida paralela en un videojuego de realidad virtual de tipo “second life”, de nombre One Shot. Para cuando la pandemia de Pegaso terminó, era muy tarde para que dichos individuos se reinsertaran en la sociedad como antes. Roiter también menciona el papel del odio y el temor en la sociedad, potenciados por las redes sociales:

Pedro Roiter: -La diseminación de la pandemia de Pegaso 2030, la purga de Berlín, quizá el momento más oscuro de nuestra historia. Comienza, creo que en estos años, a comienzo de los 20, las pandemias y los confinamientos obligan a la población a estar cada vez más en las pantallas. […] todo comenzó por un buen motivo: castigar a racistas violadores, poderosos, corruptos que habían logrado evadir la justicia. Todos ellos fueron juzgados por las redes sociales y dio resultado. La masa opinante generó un acuerdo grupal espontáneo, inorgánico de quién era el enemigo y quiénes eran parte del grupo vulnerado a proteger. Luego esa masa comienza a poner su atención en la historia, y se comienzan a derribar símbolos de una sociedad injusta. El 2027 o 28, todo comenzó a complicarse. Se alza un concepto, el Egregor, es una especie de regulador colectivo del comportamiento y el pensamiento formado por millones de opinantes. […] A finales de los 20, el sistema de Justicia tradicional ya no es válido socialmente. La marca y la sanción colectiva del Egregor es lo único válido […] Es la época de las grandes persecuciones culturales, religiosas y científicas, cualquiera marcado por el Egregor […] Muchos sufren agresiones, se establece un sistema de castas: los puros, los dudosos, los cancelados […] Crecí con el temor de hacer algo incorrecto (Rojas, 2020, 4m5s).

Dados el temor al contagio de la enfermedad por las pandemias, el temor a la censura y el odio de la masa anónima del Egregor en las redes sociales y al posterior aislamiento por la desconexión, los lazos humanos en este futuro postapocalítico están devastados. Es a través de la apelación a recuperar las relaciones afectivas y la preocupación por los otros que aún existe una posibilidad de salvar a la humanidad. Pedro Roiter le explica con dolor a la doctora Aldunate que él perdió a su esposa como consecuencia de Pegaso y que él, debido a que ha abandonado su propio vórtice, jamás volverá a verla, pero que solo desea que ella pueda existir en otro universo, aunque jamás vaya a conocerla. La esposa de Pedro Roiter resulta ser la doctora Aldunate, pero como jamás se conocieron, solo encuentran una reminiscencia de amor y conocimiento mutuo, como el eco de otra vida. Al encomendarle a la doctora la misión de detener a la paciente cero, Roiter le dice:

Pedro Roiter: -No tengo nada más que desearte suerte. Si esto no funciona y se genera una línea sin salida donde esto no resulta y no nos encontramos, Beatriz, tienes que saber que hice todo esto no por la humanidad. No me importan los siete, ocho mil millones de personas, no me importa el futuro. Me importas tú. Si sé esto, es porque he aprendido sistemáticamente a amarte en todas las líneas de tiempo (Rojas, 2020, 13m34s).

La crítica a la racionalidad científico-tecnológica encuentra un sostén en la afectividad y en la fe. El paciente 63 refiere que, ante el contagio masivo de Pegaso, dar un simple beso se convertía en un acto de fe. De la misma manera, los personajes se piden varias veces entre sí “cree en el futuro”. Dado que el supuesto progreso técnico e histórico ha resultado en la catástrofe, se propone una alternativa no racionalista y un regreso al sentido de comunidad y solidaridad para enfrentar y evitar la destrucción.

Conclusiones

Cabe destacar que el futuro no es representado en Caso 63 (Rojas, 2020) como inherentemente negativo: los protagonistas hablan de que existe conciencia ecológica, se ha terminado el plástico, no existen el sexismo o el racismo y se han logrado hitos como la ocupación de Marte o los viajes en el tiempo. No obstante, la falta de comunidad y el aislamiento han terminado por disgregar la posibilidad de un futuro común. El escritor Antonio Carrión, interpelado por la doctora Aldunate en la tercera temporada, escribe en la dedicatoria de su novela, Caso 63: “Para Beatriz: el futuro no está escrito” (Rojas, 2020, 7m3s). Podemos interpretar esta dedicatoria tanto como un señalamiento de la posibilidad de intervenir en el mundo como las posibilidades de la ficción para actuar como los laboratorios de vida especulativa mencionados al inicio de este trabajo. El futuro está por escribirse en un doble sentido: desde lo real y desde lo ficcional.

El podcast Caso 63 (Rojas, 2020) presenta situaciones paradojales alrededor de los elementos señalados anteriormente. Respecto de la crisis pandémica, destaca los avances científicos al mismo tiempo que critica la carrera por la dominación del planeta, sin el cuidado del ambiente ni de los seres vivos. Respecto de las tecnologías de la información y la comunicación, ilustra los peligros del aislamiento y el totalitarismo al que pueden llevar ciertas tendencias presentes en la digitalización de la vida y los algoritmos, al tiempo que valoriza la comunicación humana, la memoria y el registro. Finalmente, en lo referido a la metarreflexión sobre la ciencia ficción, relativiza los límites del género jugando con elementos de la realidad, combinando la ecodistopía con la ficción ucrónica y proponiéndose a sí mismo como parte de un diálogo intertextual sobre los interrogantes del género en el siglo XXI.

Referencias

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Costa, F. (2021). Tecnoceno. Algoritmos, biohackers y nuevas formas de vida. Taurus. [ Links ]

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González Echevarría, R. A. (2011). Mito y archivo. Una teoría de la narrativa latinoamericana. Fondo de Cultura Económica. [ Links ]

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Lumbreras Martínez, D. (2023). Los mundos posibles de la ucronía: una proposición de subgéneros. Impossibilia. Revista Internacional De Estudios Literarios, (25), 19-31. https://doi.org/10.30827/impossibilia.252023.27118 [ Links ]

Malvestio, M. (2022). Theorizing Eco-Dystopia: Science Fiction, the Anthropocene, and the Limits of Catastrophic Imagery. European Journal of Creative Practices in Cities and Landscapes, 5(1), 24-38. https://doi.org/10.6092/issn.2612-0496/14532 [ Links ]

Rojas Gutiérrez, J. (Anfitrión). (2020-2022). Caso 63 [Pódcast]. Spotify. Temporada 1, episodio 1. https://open.spotify.com/show/20ch3IIqtWSSM4nfy11ZzPLinks ]

Received: October 31, 2023; Accepted: March 08, 2024

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