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Medicina (Buenos Aires)
versão impressa ISSN 0025-7680versão On-line ISSN 1669-9106
Medicina (B. Aires) v.66 n.2 Buenos Aires mar./abr. 2006
Penfigoide cicatrizal ocular
Alejandro Malbran, Martín H. Devoto
Mujer oriental de 68 años de edad, comenzó su enfermedad hace más de 20 años con molestias, ardor, sequedad, fotobofia y enrojecimiento de conjuntivas interpretados como "conjuntivitis crónica". En los últimos diez años presentó entropión y triquiasis, que agravaron su enfermedad. La depilación láser de las pestañas no la mejoró. La apertura palpebral se redujo progresivamente, las conjuntivas bulbar y tarsal se fusionaron, las córneas se vascularizaron y perdió progresivamente la visión hasta conservar sólo visión cuenta dedos en su mejor ojo (Figs. 1 y 2, detalle de ojo izquierdo). Nunca presentó ampollas en la piel o en la boca. Consultó para resolver el persistente dolor, fotofobia, sequedad y malestar ocular. Los hallazgos son característicos y diagnósticos del penfigoide cicatrizal ocular, enfermedad autoinmune caracterizada por inflamación crónica de la conjuntiva con cicatrización progresiva; la biopsia conjuntival muestra depósitos de inmunoglobulinas en la membrana. La paciente fue medicada con tacrolimus local y metotrexate sistémico. Cuando la inflamación remitió, se realizó cirugía del entropión cicatrizal con extirpación de los folículos de las pestañas, criocoagulación e injertos de mucosa bucal. Cuatro meses más tarde mejoraron las molestias oculares, con recupero mínimo de la visión del ojo derecho que le permite la deambulación. A pesar del diagnóstico tardío, el pronóstico es favorable para conservar la visión actual.
Fig. 1
Fig. 2
José Antonio Terry (1878-1953), fue el primer pintor argentino que se instaló en la Quebrada de Humahuaca, para retratar los tipos étnicos de la región. Sordomudo, llegó a Tilcara invitado por los arqueólogos Ambrosetti y Debenedeti donde se instaló en 1922. Su domicilio es hoy la sede del museo que lleva su nombre, donde se expone gran parte de su obra. Su pintura "El tuerto de Pucara" (Fig. 3, fragmento) es de 1929. No conocemos la enfermedad que afectó al personaje, pero la fusión palpebral izquierda y la disminución de la apertura palpebral derecha, son similares a las de la paciente ilustrada.
Fig. 3