Nos resulta sorprendente que, en manuales de diagnóstico y terapéutica en pediatría de centros hospitalarios de reconocido prestigio, y de atención primaria, donde se indica la actitud más adecuada a seguir en los diferentes escenarios clínicos, no se haga referencia alguna al estudio ecográfico pulmonar en pacientes con patología respiratoria infecciosa.

La patología respiratoria es la más prevalente en pediatría y su gestión clínica continúa siendo un verdadero desafío.

El uso sistemático de la radiografía de tórax para el diagnóstico de neumonía es controvertido porque, además de la falta de acuerdo en sus indicaciones y las diferencias de interpretación interobservador, supone la exposición a radicaciones ionizantes que impiden cuantificar su extensión (optimizando el número de proyecciones) y monitorizar la evolución de los procesos.

Estos inconvenientes pueden ser obviados con la incorporación de la ecografía clínica (point of care) como una herramienta más de apoyo al diagnóstico clínico de la patología respiratoria en sus diferentes vertientes.

La ecografía pulmonar ha demostrado tener mayor sensibilidad y similar especificidad en comparación con la radiografía de tórax para el diagnóstico, entre otros, de la neumonía adquirida en la comunidad,¹ por lo que debe considerarse como herramienta de primera línea ante la sospecha de una condensación neumónica.²

En un contexto clínico compatible y unido, en ocasiones, a hallazgos de laboratorio, la ecografía pulmonar es un método especialmente útil para el diagnóstico etiológico de las neumonías,³y contribuye, en gran medida, a evitar el uso indiscriminado de antibióticos que favorecen la aparición de resistencias bacterianas.

En otro orden de cosas, aunque no por ello menos importante, sobre todo en entornos geográficos de escasos recursos económicos, se ha documentado que la ecografía pulmonar, realizada por médicos de urgencias pediátricas a niños con sospecha de neumonía, conlleva una disminución del tiempo y del costo del diagnóstico en comparación con la utilización de la radiografía de tórax.

A diferencia de otras exploraciones realizadas con ultrasonidos, el estudio ecográfico pulmonar está tan estandarizado que permite hacer el diagnóstico de neumonía con mínimos conocimientos metodológicos y con equipos de imagen bidimensional muy simples, sin grandes tecnologías.

La progresiva familiarización del clínico con la ecografía torácica le permitirá hacer extensivo su uso en numerosas técnicas más allá del parénquima pulmonar, como son la intubación endotraqueal ecoguiada; evaluación, cuantificación y drenaje del derrame pleural; determinación de la motilidad diafragmática; diagnóstico, tratamiento y monitorización del neumotórax, etc.

Por todo ello, unido a la portabilidad, inmediatez de los resultados y modalidades de uso de los ultrasonidos incluso en pacientes clínicamente inestables, consideramos que la utilización de la ecografía de tórax debería considerarse como una prolongación del examen clínico ordinario y una técnica de aprendizaje obligado para el médico asistencial en su periodo de formación.