Introducción
El angiolipoma es un tumor benigno extremadamente raro en la región cervicofacial. Es una variante histológica del lipoma, que constituye hasta el 17% de todos los lipomas, y suele ser frecuente en la médula espinal, el tracto gastrointestinal y los huesos. Son tumoraciones bien circunscriptas, encapsuladas, de lento crecimiento, que aparecen como múltiples nódulos subcutáneos dolorosos en antebrazo, tronco y extremidades superiores de adultos jóvenes (20 a 30 años).
Caso clínico
Paciente varón de 65 años que acude a consultas externas por odinofagia y sensación de cuerpo extraño faríngeo desde hace seis meses y, en ocasiones, cierta disnea. Como antecedentes personales tiene reflujo gastroesofágico y exfumador de un paquete al día desde hace un año.
En la rinofaringolaringoscopia presenta una lesión redondeada mamelonada bien delimitada, algo sobreelevada, con leucoplasia en su superficie, de consistencia elástica, de 1 cm en aritenoides izquierdo, que se extiende a banda ipsilateral (Figura 1).
La tomografía cervical presenta pequeño engrosamiento nodular de 8 mm en aritenoides izquierdo (Figura 2).
Se extirpa la lesión mediante microcirugía laríngea láser, con resultado histológico de angiolipoma (Figura 3). El paciente actualmente está asintomático.
Discusión
El angiolipoma es un tipo de lipoma infrecuente a nivel de cabeza y cuello; solo se han descrito 19 casos y 2 casos a nivel laríngeo,1,2 mejilla, mandíbula, cuello, paladar, nariz, parótida, lengua, orofaringe y párpados. Los angiolipomas suelen ser múltiples, salvo a nivel de parótida, seno maxilar y músculo temporal, donde son únicos. Representan menos del 10% de los lipomas intraorales, localizándose en la mucosa yugal, seguidos por los de mucosa labial. Los lipomas a nivel faringolaríngeo, al igual que los angiofibrolipomas (otra variante infrecuente del lipoma), se localizan en el repliegue aritenoepiglótico, epiglotis y región poscricoidea.
Suelen tener un color pardo amarillento, que refleja la mezcla de componentes vascular y de adipocitos, a diferencia del color amarillento del lipoma típico. Su patogenia permanece desconocida, pero puede existir una historia de trauma, diferenciación hormonal lipomatosa durante la pubertad, degeneración adiposa del hemangioma y proliferación vascular en lipomas congénitos. La mayoría de los angiolipomas muestran un cariotipo normal, lo que sugiere que pueden representar una proliferación reactiva no neoplásica; otros estudios los describen como una interacción entre células endoteliales y citocinas inflamatorias (reactiva o neoplásica).
Afecta a adultos de 50 a 60 años y no hay diferencias significativas entre los sexos. Suelen ser asintomáticos, permanecen silentes durante años, y cuando son grandes causan odinofagia, incomodidad, irritación y sensación de cuerpo extraño faríngeo, disfagia, tos paroxística e incluso disnea.
Microscópicamente, el angiolipoma está compuesto por adipocitos maduros y múltiples áreas que contienen elementos angiomatosos. Su diagnóstico histológico requiere la presencia de adipocitos maduros junto con pequeños vasos sanguíneos (congestivos y dilatados) que contienen trombos de fibrina. Desde el punto de vista inmunohistoquímico, muestra numerosos mastocitos, expresión de CD34, factor de crecimiento endoteliar, molécula 1 de adhesión intercelular, interferón gamma, e interleuquina 6 en células endoteliales y estromales.
El diagnóstico diferencial incluye hemangioma, lipoma, sarcoma de Kaposi, liposarcoma y angiosarcoma. Su tratamiento de elección es la resección transoral con CO2. No suele recidivar por su naturaleza benigna.
El angiolipoma laríngeo es un tumor benigno, que cuando alcanza gran tamaño se hace pedunculado con crecimiento posterior, ocasionando disfagia. Así, el angiolipoma constituye una causa infrecuente de odinofagia, y forma parte de su diagnóstico diferencial en la clínica diaria del otorrinolaringólogo.