INTRODUCCIÓN
La plantación de álamos en los valles irrigados del norte de la Patagonia comenzó a principios del siglo pasado con el objetivo de establecer cortinas protectoras de cultivos frutihortícolas. Tempranamente se implantaron Populus nigra L. cv. italica “álamo criollo” y P. nigra cv. thaisiana “álamo chileno”, este último caracterizado por tener un periodo fenológico extendido, brindando protección prolongada a los cultivos. Posteriormente se fueron plantando otros cultivares de P. nigra y del híbrido Euroamericano Populus x canadensis (P. deltoides x P. nigra); de este último el clon ´conti 12´ tuvo preferencia por su forma disciplinada y gran rusticidad. Otra especie ampliamente implantada fue Populus alba L. var. bolleana (Lauche) Otto, conocida en la región como “boleana” (García, 2011; Serventi, 2011).
En la provincia de Río Negro existen en la actualidad 6000 km de longitud lineal de cortinas y unas 900 ha de plantaciones en macizo de álamo. El destino de la madera de estas cortinas ha sido tradicionalmente la fabricación de envases y embalajes frutihortícolas, pero también se utiliza con otros fines. En el año 2011 se consumieron 68565 m3 de madera de álamo en los aserraderos del Alto Valle de Río Negro, alcanzando una producción de 36177 m3, principalmente de cajones, madera aserrada, pallets y bins, tanto con destino local como regional e internacional (CFI, 2012). El empleo de una tecnología inapropiada ha generado la idea de que la madera de álamo es de baja calidad, sin embargo algunos ejemplos de fabricación de muebles, aberturas y construcción de viviendas prefabricadas con un manejo adecuado de esta muestran excelentes resultados (García, 2011).
El conocimiento de las propiedades mecánicas de estas maderas es esencial para optimizar su aprovechamiento y maximizar su valor en diferentes usos ya que estas definen su comportamiento frente a procesos de transformación. Si bien existe información de propiedades mecánicas de la madera de álamos cultivados en Argentina (Cortizo et al., 2014; Calderón et al., 2006; Membrivez et al., 2007; Manavella et al., 2014; Cortizo y Monteverde, 2017; Filippetti et al., 2017), esta es nula de los álamos de cortinas forestales de la región Norpatagónica.
Como lo indican numerosas referencias bibliográficas (Beaudoin et al., 1992; Zhang et al., 2003; Monteoliva y Senisterra, 2008; Yu et al., 2008; Huda et al., 2014) la madera de los álamos puede variar significativamente entre sitios y entre especies, variedades y clones, por lo que es necesario conocer sus propiedades para cada especie o entidad genética en cada zona de cultivo.
El objetivo de este trabajo es conocer las propiedades mecánicas de la madera de tres de los álamos más cultivados en valles irrigados de Río Negro (álamo chileno, conti 12 y boleana).
Estos resultados serán de utilidad para analizar la posible ampliación del abanico de uso de estas maderas. En futuros escenarios de desarrollo forestal de la región también podrán ser importantes en la elección de especies y el desarrollo de programas de mejoramiento forestal.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se apearon 5 ejemplares de cada especie (tabla1) de buen estado sanitario de cortinas protectoras de chacras de la localidad de Allen, provincia de Río Negro (39° 0’ 17.06” S, 67° 50’ 41.14” O; 240 m s. n. m.). Se eligieron estas especies por su representatividad en las cortinas de la zona (SSDFI, 2017).
El clima de la región es árido frío, con temperatura media anual 15,5 °C y precipitación media anual 243,7 mm. Los suelos son xerofluventes típicos, con más de 100 cm de profundidad, de muy escasa evolución y con un horizonte A bajo en materia orgánica. En profundidad se superponen distintas capas de acumulación fluvial de antiguos planos aluviales (Bran, 2014).
A partir de 0,5 m de la base de cada árbol se extrajo una troza de 1,5 m de largo desde la cual se cortaron y estibaron por un año tablas de 2 pulgadas de espesor. De cada tabla se elaboraron en carpintería 7 probetas por árbol para cada uno de los siguientes ensayos de propiedades mecánicas de resistencia estática: flexión, compresión (Norma ASTM D-143), resistencia al aplastamiento con perno de diámetro de 8 mm (Norma ASTM D-5764-97) y de dureza (Norma IRAM-9570). Las propiedades mecánicas fueron determinadas al 8% de contenido de humedad de la madera, punto en el cual la densidad media de esta fue de 0,45 g/cm3 en álamo boleana, 0,44 g/cm3 en álamo conti 12 y 0,39 g/cm3 en álamo chileno.
Se realizó un análisis de varianza con la utilización del programa Infostat (2016) para la comparación de los valores de propiedades mecánicas entre las especies.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de los ensayos de propiedades mecánicas de la madera de las tres especies de álamo estudiadas se presentan en la tabla 2.
Por un lado, los valores de las propiedades mecánicas de las maderas ensayadas fueron del orden de los reportados para madera de otros álamos cultivados en diferentes zonas de nuestro país (Calderón et al., 2006; Martinuzzi, 2007; Membrivez et al., 2007; Cortizo et al., 2014; Manavella et al., 2014; Cortizo y Monteverde, 2017; Filippetti et al., 2017). Cabe destacar que la madera de algunos de ellos, por ejemplo Populus deltoides ‘Australiano 129/60’ y ‘Stoneville 67’, cultivados en el Delta del Paraná, ha sido aprobada por el Centro de Investigación de los Reglamentos Nacionales de Seguridad en Obras Civiles (CIRSOC) para su uso estructural (INTI, 2016) con base en los valores de sus propiedades mecánicas. Nuestros resultados posicionan preliminarmente a la madera de los álamos estudiados en posibilidad de competencia con las de otros álamos cultivados en diferentes regiones de Argentina.
Por otro lado, los valores de las propiedades estudiadas fueron del rango de los reportados para Pinus ponderosa cultivado en Patagonia (Martinuzzi, 2007; Letourneau et al., 2014), madera ampliamente utilizada en la región con fines estructurales en la construcción de cabreadas, estructuras portantes (tirantes, vigas, columnas, etc.) y bastidores de entramados en paneles estructurales.
La comparación estadística entre los diferentes álamos mostró que la madera de los álamos boleana y conti 12 presentó mayores valores de resistencia a la flexión, a la compresión y al desgaste (dureza) que el álamo chileno. La resistencia al aplastamiento no presentó variaciones significativas entre ellos para el diámetro de bulón ensayado (tabla 2).
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos en el presente trabajo indican la posibilidad de ampliar el abanico de usos de la madera de álamos de cortinas forestales implantadas en los valles irrigados de Río Negro, utilizada tradicionalmente para la fabricación de envases y embalajes frutihortícolas. En este sentido, alientan a la realización de nuevos estudios orientados a consolidar su uso en estructuras portantes de distinto tipo.
A su vez, la incorporación de las construcciones con madera al sistema tradicional (INTI, 2016) señala a estos árboles como un recurso forestal potencial y a la populicultura como una interesante actividad para tener en cuenta en proyectos de diversificación de la matriz productiva regional.
Por un lado, sería de gran utilidad proseguir con estos estudios en mayor número de ejemplares, en otras especies de álamo y en distintos sitios de cultivo con el fin de conocer características tan importantes respecto a calidad de la madera como la variabilidad de sus propiedades.
Por otro lado, y debido a que el CIRSOC (INTI, 2016) se basa en la actualidad en la técnica de determinación de propiedades mecánicas en tablas de madera a escala de utilización para su aprobación para usos estructurales, vemos la apremiante necesidad de avanzar en dichos ensayos.