Introducción
La varroasis es considerada como la enfermedad de mayor amenaza para la apicultura ya que provoca la muerte de las colmenas infestadas dentro de los 2 a 4 años de iniciada la infestación. En este contexto ningún otro patógeno ha tenido un impacto durante tanto tiempo en la apicultura 6.
La nosemosis es causada por los hongos Nosema apis o Nosema ceranae. Estos microsporidios se reproducen rápidamente dentro de las células intestinales, ejerciendo un estrés energético severo en las abejas5, 17. Ello afecta negativamente la productividad, supervivencia y longevidad, suprimiendo el sistema inmunitario y aumentando la vulnerabilidad de las abejas para padecer otras enfermedades10,20.
Varroasis y nosemosis son consideradas las enfermedades con mayor repercusión en las colmenas productoras de miel. Pese a ello no se ha descrito información de estas dos enfermedades en otros asentamientos productivos, ni el efecto de tratamientos.
El timol es un acaricida derivado del tomillo. Es una sustancia natural de bajo impacto ambiental, baja toxicidad y no produce resistencia en Varroa 1, 27, permitiendo su uso para el control de Varroa en la apicultura orgánica, según el reglamento de la Unión Europea N° 834/2007 19. Por estas razones, el timol se utiliza en concentraciones que van desde 9 g hasta 32g por colmena 9, 11.
Siendo el varricida natural más utilizado en la apicultura, los apicultores de la región emplean el timol en forma empírica al 20 % para el tratamiento contra varroasis 25. El timol suprime el desarrollo de la vesícula de Nosema en las orugas de Helicoverpa armígera 4 e inhibe el crecimiento de bacterias y hongos patógenos 12, 22 . En este sentido el timol ha sido utilizado en laboratorio como tratamiento exitoso contra Nosema 8, 28, por lo cual -en vida libre- puede constituir una alternativa en el control de ambas enfermedades (varroasis y nosemosis).
Los núcleos de fecundación tienen la función primordial de albergar a las reinas vírgenes durante el periodo de apareamiento, entonces las colmenas formadoras de núcleos de fecundación influyen en la salud de las colmenas donde las reinas serán liberadas.
El diagnóstico y el control de Varroa y Nosema son prácticas comunes en la apicultura pues influyen en la rentabilidad de las colmenas 15, 16, pero hasta donde sabemos no existen reportes que cuantifiquen y traten las dos enfermedades en las colmenas que son utilizadas para la formación de núcleos de fecundación (CFNF). Por ello surgió nuestra intención de evaluar el tratamiento convencional 1:5 (timol y azúcar glass) sobre la presencia de Varroa y Nosema en las CFNF.
Material y Métodos
Ubicación del área experimental. La investigación se realizó en el Municipio de Tepic, Nayarit (México), ubicado a 21°51’ y 21°24’ latitud norte, 104°34’ y 105°05’ longitud oeste, a 915 m sobre el nivel del mar. En la zona predomina el clima cálido sub-húmedo con lluvias en verano y el semicálido subhúmedo con lluvias en invierno. La precipitación media anual es de 1.121 mm y la temperatura promedio es de 21°C 26 .
Unidades experimentales. Se muestrearon 5 apiarios con un total de 65 CFNF, o sea colmenas cuya principal función es donar bastidores con cría y abejas jóvenes, con la finalidad de poblar colmenas para la fecundación de abejas reinas vírgenes. Las CFNF están sometidas a la constante pérdida de población, por lo cual no se utilizan para la producción de miel, polen, propóleos ni jalea real. Ellas operan para mantener la salud de las colmenas y para garantizar el buen desarrollo de las reinas, que son criadas en los núcleos de fecundación.
Preparación y aplicación del timol. Se utilizó timol cristal previamente pulverizado, con una pureza del 99%. El tratamiento consistió en la mezcla de timol y azúcar glass 1:5. Para la aplicación se prepararon paquetes con 40g de la mezcla, la cual fue esparcida en cuadros de papel de 20 x 20 cm sobre la cámara de cría. El tratamiento se aplicó en 4 ocasiones con intervalos de 7 días.
Obtención de muestras y procesamiento en laboratorio. Se recolectaron aproximadamente 300 abejas por colmena, tomadas entre el tercer y cuarto bastidor de la cámara de cría., colocándose recipientes con alcohol al 70%. Las muestras se colectaron en el día 0 al principio del tratamiento y en el día 28, siete días después del último tratamiento. La cuantificación de varroas se realizó por la técnica de Dej Jong 7 y el nivel de infestación de Varroa se determinó dividiendo el número de ácaros encontrados entre el número de abejas observadas y el resultado multiplicado por 100. La visualización de nosemas fue realizada por la técnica de Cantwell y el nivel de infección de Nosema se determinó dividiendo la cantidad de esporas observadas entre 80 y se multiplicó por 4 millones 21.
Prevalencia y eficacia del tratamiento. La prevalencia de ambas enfermedades se determinó multiplicando el número de colmenas con presencia del patógeno (Varroa o Nosema) por 100 y dividido entre el total de colmenas evaluadas3. El porcentaje de eficacia se determinó mediante la resta del total de patógenos encontrados inicialmente menos el total de patógenos encontrados después del tratamiento, dividido entre el total de patógenos encontrados inicialmente y multiplicado por 10013, 23. El índice de aumento se determinó mediante la resta del índice final menos el índice inicial dividido entre índice final y multiplicado por 100.
Análisis estadístico. Las diferencias de las prevalencias y los niveles de infestación de Varroa y Nosema antes y después de la aplicación de timol se realizó mediante una comparación de medias con el test t-Student, utilizando el Software Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 20.00 24.
Resultados y Discusión
La efectividad del timol contra Varroa ha sido demostrada por autores que utilizando 10g de timol por colmena obtuvieron el 92,2% de eficacia23. Otros emplearon 12,5g obteniendo 92,1°% de eficacia 27. Finalmente, algunos obtuvieron un 82% de eficacia con 32,12g por colmena 18 .
periodo | 60.61. | 62. | Varroa | 63.64. | 65. | Nosema 66. | 67. 68.|
69. | TC | 70.C+ | 71.PV (%) | 72.NIVC | 73.C+ | 74.PN(%) | 75.NINC | 76. 77.
pre-trat. | 78.65 | 79.63 | 80.96,92a | 81.6,06 ± 0,68a | 82.50 | 83.76,92a | 84.23,5 ± 38,0 x103a | 85. 86.
pos-trat. | 87.65 | 88.34 | 89.56,92b | 90.0,84 ± 0,14b | 91.54 | 92.83,08a | 93.73,4 ± 11,0 x104b |
CFNF: colmenas que son utilizadas para la formación de núcleos de fecundación; TC: total de colmenas; C+: colmenas positivas; PV: prevalencia de Varroa; PN: prevalencia de Nosema; NIVC: nivel de infestación de Varroa por colmena; NINC: nivel de infección de Nosema por colmena; (a, b) letras diferentes por columna indican diferencias significativas (p<0,05). Trat.: tratamiento.
En el mismo sentido, de acuerdo a un test t-Student, los resultados del presente experimento muestran que utilizando 8g de timol por colmena, la eficacia contra Varroa post tratamiento fue de 85,07%, de 809 a 120 ácaros de Varroa totales (p<0,05) y el nivel de infestación de Varroa presentó una disminución post aplicación de timol de 6,06 ± 0,68 a 0,84 ± 0,14 ácaros/100 abejas (p<0,05).
Del mismo modo, el test t-Student indicó una disminución significativa de la prevalencia de la varroasis en las colmenas evaluadas, del 96,92% pre tratamiento al 56,92% post-tratamiento de timol, reduciendo la prevalencia en un 41,27% (p<0,05) (Tabla 1). Consideramos que la aplicación de 8 g de timol en base sólida, es tan eficiente para el control de la varroasis como las preparaciones en gel y jarabe utilizadas en otros trabajos18,23,27 .
Contrariamente a la efectividad del timol contra la varroasis, la prevalencia de la nosemosis fue mayor en 7,4%, de un 76,92% pre-tratamiento a 83,08% post tratamiento (p>0,05). Asimismo, el nivel de infección de Nosema aumentó de 23,5 ± 38,0 x 103a 73,4 ± 11,0 x 104esporas/abeja, por lo cual se observó un incremento de 67,92% (p<0,05) (Tabla 1).
En este sentido el timol no demostró ser efectivo en el control de la nosemosis, pero el aumento del nivel de infección no fue numéricamente suficiente para detectar la enfermedad clínica en las colmenas. De acuerdo a las referencias consultadas, no existe evidencia en la literatura que sustente la eficacia del timol como tratamiento contra Nosema en vida libre.
En condiciones controladas de laboratorio, donde las abejas inoculadas fueron mantenidas bajo la periódica ingesta de timol, los resultados indicaron que el timol redujo en un 40% la cantidad de Nosema con concentraciones de 4, 40 y 400 µM8. Asimismo, se han observado efectos similares con concentraciones de timol de 0,12 mg/g, encontrándose 8, 8% después de 25 días post-tratamiento14. Del mismo modo, otros investigadores 28 descubrieron que cuando se alimenta a las abejas con Nosema y con timol a una concentración de 0,1 mg/g ya sea en jarabe o caramelo, la infección se reduce un 50%.
Los resultados obtenidos fueron contradictorios, pues en el presente estudio se utilizaron cantidades superiores (1,331 mM) de timol a lo reportado 8, 28 , encontrando un incremento de la enfermedad en las colmenas, posiblemente por las condiciones en que varios investigadores realizaron sus indagaciones 14, 19, 28 , mientras que esta investigación se realizó a nivel de campo, en condiciones naturales, permitiendo la entrada y salida de las abejas, la obtención de alimentos adlimitum y el intercambio de secreciones entre las abejas obreras, razones por las cuales los resultados en vida libre difieren, pues existen factores que permitieron el mantenimiento y desarrollo de Nosema.
Creemos que después del tratamiento de timol contra Varroa mejoraron las condiciones de las abejas, aumentando la cantidad de hemocitos y mejorando el metabolismo de las proteínas de la hemolinfa 6. Dado que -como consecuencia- se favoreció el desarrollo de Nosema, es posible que en experimentos controlados no se pueda observar este fenómeno, debido a la limitación por una dieta específica y controlada, lo cual posiblemente limita el crecimiento del hongo dentro de los hospedadores.
Si se tratan las abejas con timol, la cantidad de Varroa disminuye y no hay competencia entre patógenos por los nutrientes, aumenta la condición corporal de las abejas y entonces Nosema prolifera2. De lo anterior se puede hipotetizar que el incremento de la prevalencia de nosemosis y el nivel de infección de Nosema después del uso del timol fueron efectos secundarios debidos a la disminución de la presencia de varroasis.
La ineficacia del timol contra la nosemosis también se constató en trabajos previos donde se concluyó que el timol no es limitante para el desarrollo de Nosema al incorporarse 15mM y 30mM de timol en la dieta de orugas, obteniendo un decremento del 53,8% y 59.2% de Nosema vespula respectivamente4.
Agradecimientos. A los apicultores del Sistema Producto Apícola de Nayarit, por permitir esta investigación y dedicar tiempo y esfuerzo para realizar la obra. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por otorgar el financiamiento y una beca.