INTRODUCCIÓN
Un creciente cuerpo de evidencia muestra que los profesionales de la salud se encuentran expuestos a un fenómeno ocupacional que resulta del estrés crónico en el lugar de trabajo. 1)(2 El burnout se ha convertido en uno de los riesgos laborales psicosociales más importantes en la sociedad actual, y genera costos significativos en el ámbito de la salud. 3)(4
El síndrome de burnout (SBO) es una respuesta individual al estrés laboral crónico que se desarrolla en forma progresiva, y eventualmente puede volverse crónica, causando alteraciones en la salud. 5 Desde un punto de vista psicológico, puede generar daños a nivel cognitivo, emocional y actitudinal, y ocasionar un comportamiento negativo que impacta en el desempeño del profesional y en su entorno. 6 Sin embargo, no es un problema personal, sino una consecuencia de ciertas particularidades de la actividad laboral. 7
El término fue introducido en la esfera psicológica por Freudenberger, 7 quien describió el burnout como un estado de agotamiento, fatiga y frustración debido a una actividad profesional que no produce las expectativas esperadas. Posteriormente Maslach 8 introdujo el concepto de burnout en la literatura científica y lo definió como un proceso gradual de fatiga, cinismo y compromiso reducido entre los profesionales de la asistencia social. Años más tarde y después de varios estudios empíricos, Maslach y Jackson 9 reformularon el concepto y elaboraron una definición más rigurosa y operativa del burnout como un síndrome psicológico caracterizado por agotamiento emocional, despersonalización y un sentido reducido de eficacia profesional que puede aparecer en los cuidadores. Estudios empíricos indican que el agotamiento y la despersonalización constituyen las dimensiones centrales o clave del síndrome de agotamiento en el trabajo, mientras que la falta de realización profesional se considera un antecedente de burnout o incluso una consecuencia. La conceptualización del agotamiento de Maslach y Jackson es la más ampliamente aceptada en la literatura científica y la escala Maslach Burnout Inventory (MBI) la forma más objetiva y validada de diagnosticar el SBO. Aunque no hay puntaciones de corte a nivel clínico para medir la existencia o no de burnout, una puntuación alta en agotamiento emocional y despersonalización y baja en realización personal lo definen. Se considera que las puntuaciones del MBI son bajas entre 1 y 33, medias entre 34 y 66 y altas entre 67 y 99. 10)(11
El enorme impacto negativo que tiene este síndrome en la vida laboral y personal de los trabajadores, afecta también la economía y salud pública de los países, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a incluirlo en la 11a Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como un fenómeno exclusivo del contexto ocupacional 12 y a su vez, a impulsar que los países realicen encuestas periódicas a médicos especialistas en esta temática 13 para definir su prevalencia, que oscila en las distintas especialidades entre el 35 y el 60 %.
En el último reporte de Estilo de vida, Felicidad y Agotamiento del Cardiólogo de Medscape 2023, los cardiólogos de Estados Unidos informaron tener SBO en un 29 % y un 14 % reportó SBO asociado a depresión. 14 Dada la importancia de esta temática y la falta de datos locales en especialistas en cardiología es que decidimos realizar el presente trabajo. Nuestro objetivo fue evaluar la prevalencia de SBO por percepción subjetiva y mediante la aplicación del inventario del Síndrome del Desgaste Ocupacional “Burnout” de Maslach (MBI) en los especialistas de cardiología del padrón de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), estableciendo las diferencias por sexo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se trata de un estudio observacional, de corte transversal, realizado a través de una encuesta anónima, de participación voluntaria y con preguntas cerradas desarrollada en REDCap. Se recopiló información acerca de la impresión subjetiva de SBO (sentirse “quemado”), sexo, edad, tiempo de ejercicio profesional y factores de riesgo (hipertensión arterial, antecedentes heredofamiliares, diabetes, dislipemia y enfermedad cardiovascular). Fue opcional completar el inventario MBI para establecer diagnóstico de SBO a través de la valoración de las subescalas (cansancio emocional, despersonalización y realización personal).
La encuesta se distribuyó por mail a cada cardiólogo/ cardióloga del padrón de socios SAC, WhatsApp y/o redes sociales (Instagram, Facebook, otras) a través de un vínculo online abierto durante el mes de abril del año 2023. Se especificó en el mensaje de distribución a través de las redes sociales que era solo para médicos cardiólogos. La encuesta está publicada en el anexo.
Análisis estadístico
Las variables cualitativas se presentan como porcentajes, y se las comparó con test de chi cuadrado o test exacto de Fisher según correspondiera. Las variables cuantitativas se presentan como mediana y rango intercuartílico (RIC) y se las comparó con test de Mann Whitney.
Se consideró un valor en el MBI ≥67 puntos para establecer diagnóstico de SBO. Se analizó el porcentaje de varones/mujeres que contestaron la encuesta, y la proporción diferenciada por sexo con impresión subjetiva de SBO y con burnout en las diferentes subescalas. Se analizó el puntaje total obtenido en la escala Maslach Burnout Inventory, así como el puntaje de cada uno de sus componentes (subescalas) por sexo, edad, años de especialidad y percepción subjetiva.
Se realizó el análisis multivariado para determinar si el estrés medido objetivamente por la escala antes mencionada es un predictor de enfermedad cardiovascular luego de controlar por confundidores clásicos (hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia, etc.)
Se consideró significativo un valor de p a dos colas < 0,05.
Consideraciones éticas
El protocolo fue evaluado y aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la Sociedad Argentina de Cardiología a través de la plataforma PRIISA.BA del ministerio de salud de la CABA. Dado que se trató de una encuesta anónima, autoadministrada de participación voluntaria, no se requirió consentimiento informado. La encuesta se llevó a cabo en concordancia con las normas nacionales e internacionales de protección de sujetos en investigación como la Declaración de Helsinki última versión, Resolución Ministerio de Salud de la Nación 1480/2011, ley CABA 3301, resolución ANMAT 6677/10 y modificaciones 4008 y 4009. La privacidad de los datos estuvo garantizada por el anonimato de la población incorporada en el cuestionario electrónico.
RESULTADOS
Participaron 756 profesionales, 51,4 % fueron mujeres. El 62 % tenía más de 40 años y el 61 % tenía más de 10 años de ejercicio profesional.
Del total de médicos encuestados, el 94,4 % eligió realizar el test de Maslach (MBI), más frecuentemente las mujeres que los hombres (96,6 % vs 91,3 %, p < 0,001).
La prevalencia de SBO por MBI de alto puntaje (≥67) fue del 75 %, pero la prevalencia de percepción de SBO fue del 69 % (p < 0,001). (Figura 1)
De los que se autopercibieron “quemados” (69 %), el 96,8 % contestó el inventario MBI y se confirmó en ellos el diagnóstico de SBO por MBI de alto puntaje en el 78 %. De los que se autopercibieron “no quemados” (31 %), el 89,3 % completó el inventario MBI y se diagnosticó SBO en la subescala cansancio emocional en el 24 %, en la subescala despersonalización en el 18 % y en la de realización personal en el 10 %, más allá de no existir la impresión subjetiva de estar “quemado”. (Tabla 1)
Por otra parte, los que se autopercibieron “quemados” completaron más el inventario MBI que los que se autopercibieron “no quemados” (96,8 % vs 89,3 %, p < 0,001).
Los menores de 40 años tuvieron más SBO por MBI de alto puntaje que los de mayor edad (50 % vs 28 %, p < 0,001), al igual que los profesionales con menos de 10 años en el ejercicio de su profesión respecto de aquellos con tiempo mayor (45 % vs 20 %, p < 0,001).
El SBO fue más prevalente en las mujeres tanto por autopercepción (77 % vs 56 %,,p < 0,001) como por el inventario de Maslach (80 % vs 74 %, p < 0,001), (Figura 2) específicamente en la subescala agotamiento emocional (37 % vs 29 %, p < 0,001) y realización personal (37 % vs 41 %, p < 0,001), sin diferencias por sexo en la esfera de despersonalización. (Figura 3)
En cuanto a los factores de riesgo cardiovascular convencionales interrogados, el 17 % reconoció padecer hipertensión (HTA), con mayor frecuencia los hombres (25,7 % vs 9 %, p < 0,001). No hubo diferencias por sexo en cuanto a la ocurrencia de diabetes (5,2 %). Los hombres tuvieron más dislipidemia (31 % vs 17 %, p < 0,001), sin diferencia por sexo con respecto al antecedente de enfermedad cardiovascular (14 %). No se pudo determinar el impacto cardiometabólico del SBO a través de los datos de esta encuesta, siendo en su mayoría no significativos.
Tabla 1 No quemados vs quemados por alto puntaje (≥67)
Puntaje MBI ≤ 66 | Puntaje MBI ≥ 67 | p | |
n= 192 | n= 568 | ||
Sexo femenino, % | 45 | 54 | 0,032 |
Sexo masculino, % | 55 | 46 | |
Edad, % | |||
<30 años | 4 | 8 | |
31-40 años | 15 | 36 | |
41-50 años | 25 | 27 | |
51-60 años | 33 | 19 | |
>60 años | 47 | 10 | |
Edad > 40 años, % | 72 | 50 | <0,001 |
Diabetes, % | 4,7 | 5,4 | 0,732 |
Hipertensión arterial, % | 22 | 16 | 0,056 |
Dislipidemia, % | 32 | 21 | 0,003 |
IMC, mediana (RIC 25-75) | 25 (23-27,7) | 25 (23-28) | 0,909 |
Más de 10 años de ejercicio de la especialidad, % | 80 | 55 | <0,001 |
Enfermedad cardiovascular, % | 18 | 13 | 0,072 |
Percepción de burnout, % | 35 | 78 | <0,001 |
Subescala de agotamiento emocional, mediana (RIC 25-75) | 14 (9-21) | 39 (31-46) | <0,001 |
Subescala de despersonalización, mediana (RIC 25-75) | 2,5 (1-6) | 9 (4-15) | <0,001 |
Subescala de realización personal, mediana (RIC 25-75) | 41 (32-46) | 38 (32-43) | 0,003 |
MBI: escala Maslach Burnout Inventory; RIC: rango intercuartílico
DISCUSIÓN
Cada vez se reconoce más el impacto del agotamiento laboral que experimentan los médicos en la calidad y eficiencia de la atención médica. De hecho, la American Heart Association postula que el bienestar de los médicos es fundamental para lograr la excelencia en la atención clínica y en las actividades académicas. 15)(16 Un ambiente laboral hostil, la falta de control sobre la carga de trabajo y el tiempo insuficiente para la documentación médica se asocian de forma independiente con tasas más altas de burnout entre los cardiólogos. 17 Las consecuencias del burnout no son insignificantes e incluyen, además de la menor calidad en la atención médica, tasas más altas de error, disminución de la productividad y reducción de la satisfacción del paciente. Las consecuencias del agotamiento del médico incluyen relaciones personales rotas, uso de sustancias, depresión e incluso el suicidio. 18)(20
El informe de Estilo de vida, Felicidad y Agotamiento del Cardiólogo de Medscape 2022 21 reportó que un 47 % de cardiólogos estadounidenses presentan SBO, siendo esta situación más prevalente en las mujeres cardiólogas (55 % vs 40 %). Por otro lado, el reporte de Medscape 2023 (SBO 29 %) no mostró diferencias por sexo con respecto al agotamiento laboral. 14 Las tareas burocráticas fueron referidas como la principal causa contribuyente al agotamiento del especialista en cardiología, tanto en 2022 como en 2023. En general, los médicos eligieron mecanismos de afrontación positivos, como hacer ejercicio, encuentro con familiares y/o amigos y dormir más para combatir el estrés laboral. 14)(15)(16)(17)(18)(19)(20)(21
Por su parte, el Colegio Americano en su trabajo sobre agotamiento y satisfacción profesional entre cardiólogos estadounidenses, reportó que más de una cuarta parte de los encuestados (26,8 %) informaron estar “quemados”. 13
Nuestros datos muestran una prevalencia de SBO mucho mayor, tanto subjetiva (69 %) como determinada por inventario MBI (75 %) y que, al igual que en otros países, es más prevalente en mujeres. En este sentido, las mujeres profesionales están expuestas a múltiples tareas y responsabilidades heterodesignadas (multitasking) que se suman a la sobrecarga laboral, situación que atenta contra la autoconciencia y autorregulación impactando en predictores cognitivos, emocionales, sociales y fisiológicos de la salud 22)(23)(24
No está claro por qué la prevalencia de agotamiento en este estudio es mayor que los informes mencionados, aunque probablemente entre los impulsores del agotamiento se encuentren incluidos el bajo salario, los objetivos de eficiencia / productividad poco realistas, el escaso tiempo asignado para el encuentro con el paciente, las altas cargas administrativas, la necesidad de pluriempleo, la precariedad laboral, la intensidad del trabajo junto con la pérdida de autonomía, la tensión financiera y la escalada de opiniones negativas hacia los médicos. 25)(26 Con respecto a la percepción de bienestar laboral, la reciente encuesta de equidad laboral, violencia de género y factores de riesgo cardiovascular en especialistas en cardiología argentinos SAC 27 reportó que un 66 % de los especialistas consideró que la carga laboral era excesiva, sin diferencias por sexo, y más de la mitad (66 %) consideró que la remuneración no era acorde con la formación profesional y académica, principalmente las especialistas mujeres.
Según nuestro reporte, los menores de 40 años tuvieron más SBO (MBI de alto puntaje) al igual que los profesionales con menos de 10 años en el ejercicio de su profesión, datos que pueden vincularse con las cifras preliminares de una reciente encuesta a 250 médicos residentes en cardiología, en que 8 de cada 10 (83 %) pensaron en la posibilidad de emigrar del país para ejercer su profesión en otros mercados. Precariedad, malas condiciones laborales, escasa contención, sueldos bajos y una elevada carga de horas de trabajo son algunas de las razones que están detrás de esta dinámica. 28
Se sabe que el desgaste profesional entre los médicos se atribuye principalmente a problemas relacionados con el entorno operativo más que a nuevas regulaciones o roles profesionales. Los aspectos del entorno laboral contribuyen al malestar que experimentan los médicos como individuos. Estas dimensiones están bien caracterizadas e incluyen estereotipos: los médicos deben ser insensibles a las limitaciones humanas normales (es decir, ser sobrehumanos), el trabajo siempre debe ser “primero” y buscar ayuda se percibe como un signo de debilidad. Esto lleva a involucrarse en niveles de sacrificio poco saludables, con jornadas laborales excesivas, ansiedad por no poder hacer algo que beneficie a sus pacientes y a priorizar el trabajo sobre la salud personal. 26
Estudios realizados en diversos sectores han revelado otro trastorno llamado el “fenómeno del impostor” que describe una experiencia psicológica de fraude intelectual y profesional, siendo frecuente tanto en hombres como en mujeres. Este fenómeno puede estructurarse en el individuo como un verdadero síndrome asociado a consecuencias tanto personales (por ejemplo, bajo bienestar emocional, problemas de integración laboral, ansiedad, depresión, suicidio) como profesionales (p. ej., rendimiento laboral deteriorado, agotamiento profesional). 29)(30 Los estudiantes de medicina parecen estar más expuestos, presentándose en 1 de cada 4 estudiantes y quienes lo padecen tienen mayor riesgo de desgaste profesional. 31
Finalmente, el agotamiento parece ser un factor de riesgo para problemas psiquiátricos, como depresión, trastornos de ansiedad, uso de sustancias, trastorno de estrés postraumático y problemas neurocognitivos, e impacta además en las relaciones y vínculos familiares. 32 En la actualidad la literatura científica indica que tanto las estrategias centradas en el individuo como las estructurales u organizativas pueden dar lugar a reducciones clínicamente significativas del agotamiento entre los médicos. 33)(34
CONCLUSIÓN
El SBO tuvo alta prevalencia entre los cardiólogos encuestados, principalmente en mujeres, tanto por autopercepción como por aplicación del inventario MBI. Por otro lado 1 de cada 4 profesionales encuestados que no se autopercibían “quemados” tuvieron un test positivo para SBO. Curiosamente, en comparación con otros estudios, las tasas de agotamiento entre los cardiólogos fueron más altas. Nuestros datos obligan a mejorar los esfuerzos para determinar las causas del agotamiento y diseñar soluciones a nivel individual y organizacional. Definir los contornos del agotamiento nos da un lenguaje común y un espacio para discutir este flagelo emergente de la medicina actual. Podemos usar esta comprensión del agotamiento para continuar desarrollando intervenciones, estudiarlas y poder abordarlas en busca de más salud para todos.