Dr. Eduardo Trucco
Este notable endocrinólogo nació en Victoria (Entre Ríos) en 1913. Sus padres residían en la Capital Federal; allí cursó sus estudios primarios. Hizo el secundario en el Colegio Nacional de Buenos Aires, y se graduó de médico en la UBA en 1937. Cuatro años más tarde obtuvo en esa universidad el doctorado en medicina con una tesis sobre “Creatinuria y miopatías”.
Siempre tuvo vocación docente: trabajó en la cátedra de Clínica Médica (Profesor Castex) desde 1953; se vinculó más tarde con el Hospital Rivadavia, donde actuó como médico asistente honorario primero y rentado después, hasta 1950 en que se lo designó médico agregado a la Sala XVI -Servicio de Enfermedades Endocrinas-. En ese servicio tuvo como mentor al Profesor Del Castillo.
En 1955 fue subdirector interino del Instituto Nacional de Endocrinología, y entre 1959 y 1960 se desempeñó como jefe de la sección Endocrinología del Instituto de Investigaciones Médicas de la UBA. Llegó a ser profesor regular adjunto por concurso en la Primera Cátedra de Medicina (Profesor Mazzei). Fue uno de los pioneros en el uso del yodo radiactivo para el estudio y el tratamiento de afecciones tiroideas. En la práctica privada se asoció con otros muchos profesionales para constituir la “Clínica San Luis”, en el sanatorio de la Pequeña Compañía de María (hoy Mater Dei). Fue miembro de las Sociedades Argentinas de Endocrinología y de Geriatría, la Sociedad Internacional de Medicina Interna y la American Thyroid Association.
Escribió y fue coautor de muchas publicaciones en revistas nacionales y extranjeras. Dictó numerosas conferencias en el país y también en Uruguay, Brasil y Chile.
Veraneaba todos los eneros en su pueblo natal, donde se lo conocía con el sobrenombre de “Petane”. Mantenía un perfil bajo, pero todos reconocían su valía profesional y muchos acudían a él para consejo o consulta. Se casó con María Leyes; no tuvieron hijos. Falleció en 1966, a causa de una insuficiencia renal crónica. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta. La SAEM, en su 5ª reunión científica anual, efectuada en la Asociación Médica Argentina en 1970, le rindió un tributo, con palabras del Dr. Guillermo Jáuregui. En varios homenajes póstumos que se le brindaron, abundaron los calificativos de “recto”, “bueno”, “generoso”, “sencillo”, “afable”, “estoico”… Quien esto escribe quiere reavivar el recuerdo de quien fue, quizá, el primer endocrinólogo entrerriano.
AGRADECIMIENTOS
Sr. Jorge E. Rubattino; Ing. Agr. Nicolás del Valle; Prof. María Dina Trucco; Sra. Cristina Mundani de Chiara; Sr. Bruno Ricci.