RESEÑAS

Diccionario biográfico de la izquierda argentina. De los anarquistas a la "nueva izquierda" (1870-1976). Horacio Tarcus (director), Emecé, Buenos Aires, 2007, 736 páginas.

Alejandra Díaz

Realmente, es más que interesante presentar un diccionario biográfico de la izquierda argentina, buena parte de cuyos protagonistas han sido olvidados por la historia o dejados de lado. Poder reunir quinientos nombres, con cierto relato de sus historias de vida, es verdaderamente auspicioso y, evidentemente, un esfuerzo desmedido.
Merece ser destacado el trabajo de sistematización que se aborda para contar la existencia de diferentes personajes que protagonizaron y desarrollaron las bases sociales y libertarias de nuestra historia moderna. Los grupos de militancia, los cargos ejercidos, las publicaciones, las posiciones políticas asumidas frente a determinados acontecimientos, todo lo cual genera una excelente fuente de datos para próximas investigaciones.
Si hay algo peculiar en este trabajo es que todos sus protagonistas son esencialmente militantes. Hay una fuerte reivindicación de la militancia anarquista, socialista, feminista, comunista, trotskysta, sindicalista, guevarista, peronista "revolucionaria". Porque estas historias tienen como elemento común la militancia como forma de vida. La influencia de los Comuneros de París que terminaron en Buenos Aires, de los italianos de ideario anarquista, de los ideales libertarios, se manifiesta vívidamente a través de las biografías de estos personajes. También aparece la violencia como militancia en algunos actores que en sus comienzos ejercían la violencia desde la derecha y terminan jugando en la izquierda con la misma virulencia y la misma fe en ese tipo de acción. El reconocimiento de las mujeres como militantes, tanto políticas como intelectuales o revolucionarias (hay variados casos, anarquistas, comunistas, socialistas, montoneras, de las FAR, del PRT-ERP), las relaciones personales que construyeron, las familias que se fueron armando y que a la vez generaron fuertes alianzas y duraderos compañeros de ruta militante, son datos significativos.
Por otra parte, la dinámica de las escisiones partidarias y de las expulsiones de minorías (por ejemplo, la expulsión de Alfredo Palacios del Partido Socialista por su propensión a batirse a duelo) muestra una contradicción interesante dentro de un ámbito en el cual se supone se debería respetar la diversidad de criterios. Remarcar que algunos socialistas participaron y apoyaron (hasta podríamos decir, pidieron) el golpe de Estado de 1930 es señalar una paradoja más de la izquierda democrática argentina. Plantear que el Partido Comunista pretendió acercarse a la dictadura de Videla nos recuerda las incongruencias ideológicas de nuestra historia reciente. Otorgarle visibilidad a las feministas -entre otras, María Abella, Virginia Bolten, Fenia Chertkoff, Marie Langer, Gabriela Laperrière de Coni, Alicia Moreau y Eva Vivé- es de una originalidad ponderable en una historia que pocas veces las tuvo en cuenta.
Sin embargo, también se podría remarcar que una de las cosas que nos replantea este trabajo es la definición de "ser de izquierda". En la introducción el autor hace algunas aclaraciones para tener en cuenta, a saber, que deja fuera de la selección a los que estuvieran vivos (esto explica la ausencia de reconocidos representantes de la izquierda que han sido influyentes en el pensamiento intelectual y político), y que lo que se plantea es una selección de militantes de izquierda y no sólo de representantes de la clase obrera. Así, la definición que da Tarcus para determinar lo que considera izquierda argentina es altamente explicativa: "aquellos hombres y mujeres (sean trabajadores manuales o intelectuales, activistas o teóricos) comprometidos en una acción (importante o no, de larga duración o no) que aspira a lograr mayor justicia social y mayor libertad (a través de reformas o por vías revolucionarias)" (20). Esto no es un dato menor, sino que nos permite entender por qué aparecen biografías como las de Galimberti junto a la de Santucho, Justo, Palacios, González Tuñón, Ghioldi, etc. Más allá de compartir o no su criterio, hay un trabajo minucioso, especialmente en la descripción de los relatos de vida de los militantes del peronismo revolucionario y del PRT-ERP. El recorrido de su evolución ideológica y política que los condujo hasta la acción política que desarrollaron nos permite darle una mirada más profunda a una generación que produjo una amplia gama de matices en sus actitudes. El leer las biografías de los asesinados en la "masacre de Trelew" y el ver sus fotografías, llegan a marcar la dimensión real de lo sucedido en nuestra historia reciente.
Para terminar, debemos marcar un tema que salta a la vista cuando se aborda este libro. La redacción del trabajo es, en numerosos pasajes, fuertemente repetitiva. Se transcriben párrafos enteros de unos a otros protagonistas, lo que le resta agilidad y dinamismo a la lectura, y deja, por otra parte, en el lector un sabor a falta de creatividad literaria al texto.