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Revista argentina de cirugía

versão impressa ISSN 2250-639Xversão On-line ISSN 2250-639X

Rev. argent. cir. vol.114 no.2 Cap. Fed. jun. 2022

http://dx.doi.org/10.25132/raac.v114.n2.edcs 

EDITORIAL | EDITORIAL

Editorial acerca de “La telesimulación como método de enseñanza clínica en estudiantes de grado de la asignatura “Cirugía”: Evaluación cualitativa de una experiencia piloto”

Carlos H. Spector1 

1 Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES); Profesor Titular Consulto, Universi dad de Buenos Aires (UBA).

No bien se decretó la cuarentena por causa de COVID-19, nuestra Facultad ‒al igual que todas las demás instituciones responsables de docencia en cual quiera de sus niveles‒ se vio abocada a mantener activa la enseñanza durante un tiempo indefinido pero que se suponía prolongado. El aspecto perentorio por resolver era continuar con las tareas educativas, no obstante la imposibilidad de concurrencia de alumnos a los centros asistenciales para cursar casi la mitad de la carrera de Medicina.

Hay acuerdo en que la enseñanza clínica persi gue como objetivo el aprendizaje de todo tipo de com petencias necesarias para el buen ejercicio asistencial. Cada una de ellas está integrada por conceptos, habili dades, destrezas y actitudes en proporciones variables. Para adquirir una gran parte de ellas se considera deci sivo el intercambio de vivencias presenciales entre do centes, educandos y muchas veces pacientes, interrum pido por las circunstancias, lo cual obligó a agudizar el ingenio de quienes ejercemos la gestión educativa, a fin de evitar la discontinuación de la carrera de medicina, pero a la vez garantizar que los estudiantes cumplimen taran los requisitos de los planes de estudios.

Desde el inicio de la pandemia se implemen taron actividades mediadas por tecnología fuera de las aulas, laboratorios y centros asistenciales, a sabiendas de que en la mayoría de los casos serían predominante mente expositivas y muy distintas de la verdadera edu cación a distancia con plataformas informáticas, foros, aulas virtuales, clases invertidas, trabajos colaborativos, uso intensivo de tecnologías de la información y comu nicación (TIC), etc. Desde luego hubo menos dificulta des en las humanidades médicas, cuyos contenidos y tareas prácticas bajo esta modalidad difirieron poco de las presenciales. En materias morfológicas ‒por ejem plo Histología‒ los profesores tampoco tuvieron inconvenientes mayores, porque ilustraron las clases con preparados de tejidos en pantallas compartidas. Ana tomía, en cambio, requirió cierta creatividad por parte de los docentes, quienes en sus pantallas combinaron gráficos, imágenes radiológicas, tomográficas y de reso nancia, con la mostración objetiva de los relieves y los movimientos de algunas de las estructuras en sus cuer pos, que los alumnos en sus residencias, imitaban en los propios. Para materias clínicas, se recibieron ofertas de varias plataformas informáticas que se ensayaron durante los correspondientes períodos de prueba; no obstante, los docentes manifestaron su predilección por otras estrategias como se relatará a continuación.

Para concretar algunas actividades prácticas, en especial de las asignaturas Medicina y Cirugía, se empleó la modalidad virtual en sustitución tanto del vínculo presencial de estudiantes con pacientes en cen tros asistenciales como con los maniquíes simuladores del laboratorio de habilidades, el cual se encontraba in activo por disposiciones oficiales. Se llevaron a cabo si milares experiencias virtuales, ambas concretadas por los profesores de los dos hospitales asociados a la Uni versidad de Ciencias Sociales y Empresariales (UCES), Juan A. Fernández y Bernardo Houssay, aplicadas a Me dicina y Cirugía, respectivamente. Los resultados de la primera se comunicaron al Congreso Argentino de Educación Médica CAEM 20211. Además, se llevaron a cabo entrevistas clínicas entre los estudiantes ubicados en sus domicilios y los pacientes hospitalarios, a través de videollamadas por pantallas y micrófonos de teléfonos celulares, con la tutoría de docentes presentes en las sa las de internación. Los alumnos indicaron las maniobras semiológicas pertinentes, solicitaron los exámenes com plementarios, interpretaron los resultados, formularon hipótesis diagnósticas y propusieron planes terapéuticos.

Es importante distinguir al paciente virtual del simulado o estandarizado. El primero es un software que permite asignarle a un avatar, un caso clínico con sus síntomas, signos, entorno sociocultural y exámenes complementarios, el cual es ubicado en un escenario que remeda una situación y un ambiente real (con sultorio, sala de internación o domicilio). El paciente estandarizado o simulado, en cambio, es un individuo verdadero, el cual es entrenado, vestido y hasta maqui llado, para representar una enfermedad concreta, a los efectos de que con él se puedan enseñar y evaluar habi lidades clínicas, razonamiento, comunicación, actitudes y vínculos interpersonales. En estos tres últimos atributos radica la diferencia con el software sin operador. Un “avatar” del tipo mencionado por los autores del trabajo puede suplir las deficiencias de las cuales, en el sentido mencionado, adolece una plataforma informá tica como las accesibles en plaza que hemos empleado a título de ensayo. Tal como fue dicho, nuestra expe riencia se llevó a cabo y continúa realizándose con pa cientes estandarizados, que son actores a los que se les confiere un guión y prolongado entrenamiento sobre aspectos relacionados con la enfermedad que simulan padecer, para que no solamente refieran los síntomas y exhiban los signos correspondientes, sino puedan re accionar con la congruencia pertinente, a las preguntas que los estudiantes les formulen, a fin de asignar a las respuestas la mayor verosimilitud.

Celebramos que los autores del artículo hayan dejado explícito que los objetivos sobre los cuales se programó la estrategia educativa no presencial fueron la promoción del razonamiento clínico y de las habilida des no técnicas, con deliberada exclusión de cualquier referencia a aspectos procedimentales que requieran poner en juego destrezas2.

Los resultados, al igual que la mayoría de los publicados, se infirieron a partir de encuestas de satis facción realizadas entre los alumnos. Hemos hallado, sin embargo, un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el que la encuesta se llevó a cabo entre un reducido número de profesores (Mercado Cruz y cols. Telesimulación: una estrategia para desarrollar habilidades clínicas)3.

En nuestro caso hubo aprovechamiento signi ficativo, tanto cuando se emplearon historias clínicas, ya sean reales o elaboradas ex profeso, en los intercam bios mediante TIC entre docentes y estudiantes, como en los casos en que se convocaron actores.

La cuarentena sirvió para intensificar prácticas no presenciales que ya se venían llevando a cabo y que pasaron a ser las únicas posibles durante dos períodos lectivos. La experiencia, los permanentes ajustes y las contribuciones de docentes y estudiantes permitieron mejorarlas. El retorno a la presencialidad no nos ha in ducido a abandonarlas sino, por el contrario, a prodi gar su empleo, pero como recurso complementario no alternativo, porque somos conscientes de que ninguna modalidad que sustraiga al estudiante del ciclo clínico o la práctica final del contacto con el paciente podrá sustituirla ni siquiera en parte, sin el consiguiente des medro de la calidad educativa

Referencias bibliográficas /References

1. Congreso Argentino de Educación Médica CAEM 2021. https://youtu.be/ATtQqRrM2tE , consultado en mayo 2022. [ Links ]

2. Cobián JI, Ferrero F, Pardal P, Flores C y Ortiz E. La telesimulación como método de enseñanza clínica en estudiantes de grado de la asignatura “Cirugía”: Evaluación cualitativa de una experiencia piloto. Rev Argent Cir 2022;114(2):145-154. http://dx.doi.org/10.25132/raac.v114.n2.1654 [ Links ]

3. Mercado-Cruza E, Morales-Acevedo JA, Lugo-Reyes G, Quintos- Romero AP y Esperón-Hernández RI. Telesimulación: una estrategia para desarrollar habilidades clínicas. Inv Ed Med. 2021; 40(10): 19-28. https://doi.org/10.22201/fm.20075057e.2021.40.21355 [ Links ]

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