SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.52 número2Estrategias para renovar la historiografía artística en Argentina índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

  • Não possue artigos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Anales del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas. Mario J. Buschiazzo

versão On-line ISSN 2362-2024

An. Inst. Arte Am. Investig. Estét. Mario J. Buschiazzo vol.52 no.2 Buenos Aires jan. 2022

 

RECENSIONES

UBA 200: Intersecciones entre Arquitectura, Ciudad y Sociedad

Historia urbana y arquitectónica de la Universidad de Buenos Aires.
Mario Sabugo, Horacio Caride Bartrons, Daniel Schávelzon, Daniela Natalia Fernández, Juan José Gutiérrez y Gabriel Sazbón. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: EUDEBA, 2019, 402 páginas.

Anticipándose al 200° aniversario de la Universidad de Buenos Aires (UBA), un equipo de investigación con sede en el IAA e integrado por Mario Sabugo, Horacio Caride Bartons, Daniel Schávelzon, Daniela Natalia Fernández, Juan José Gutiérrez y Gabriel Sazbon emprendió la ardua tarea de producir una obra imprescindible sobre su desarrollo urbano y arquitectónico. Si construir la Historia siempre resulta complejo, al tratarse de un aspecto particular, como la Arquitectura y sus implicancias urbanas, de una institución pública de la Argentina, la cuestión es todo un desafío… Lo es porque la permanente tensión entre las obras y su contexto de producción intelectual y material resulta en continuidades y rupturas, en concreciones (a veces parciales) y frustraciones.

En este sentido, el equipo encabezado por Mario Sabugo logra articular una compleja trama en la cual se entrecruzan a lo largo de dos siglos el devenir histórico de nuestro país, el surgimiento y consolidación de la Universidad Pública argentina y el desarrollo de la Arquitectura como disciplina que, desde visiones multifacéticas, aportó numerosas propuestas de expansión física en el ámbito de la ciudad.

Por tal razón, los siete capítulos se ciñen a una cronología ad hoc atravesada tanto por acontecimientos políticos a escala nacional -que abren y cierran cada período- como por sus destellos y sombras al interior de la UBA.

En ese marco, cada apartado expone cómo la Arquitectura conforma un extenso y heterogéneo conjunto de proyectos y obras que en su momento intentaron no solo cubrir necesidades funcionales, sino también expresar tanto los valores propios de la disciplina como el sentido de los temas y programas que los animaron; al margen, claro, de aquellas estructuras preexistentes que se adaptaron a los crecientes requerimientos de una UBA en constante crecimiento.

En este sentido, “Los inicios (1821-1852)” presenta la fundación institucional y la adaptación de los nuevos programas educativos a los espacios de edificios preexistentes de las órdenes religiosas en retirada, en el marco de una ciudad en expansión y reformulada por Rivadavia.

“La organización (1852-1900)” corresponde a un periodo de revitalización de la UBA que se expresa en la designación del primer rector laico, la asignación de mayores recursos y el crecimiento del número de estudiantes.

A la pieza clave de su identidad arquitectónica -la fachada urbana de la Universidad en la Manzana de las Luces- se sumarían nuevos edificios ad hoc, además de seguir adaptando los preexistentes que se incorporaban al patrimonio universitario; y al igual que la ciudad, que anexaba núcleos urbanos aledaños configurando -según se expone- procesos paralelos.

Por su parte, el proyecto del Palacio de la Universidad, aunque frustrado, mostraba la vocación de la UBA por insertarse en la ciudad y amalgamarse con sus más significativas expresiones arquitectónicas.

En “Las reformas (1900-1930)” se aborda un periodo rico en acontecimientos que lo atraviesan desde distintos planos (internacional, nacional e institucional) y en proyectos edilicios de escala monumental, aunque con escasas materializaciones y una (gran) obra inconclusa: la actual sede de la Facultad de Ingeniería.

Ideas y realizaciones que, a través de varias áreas urbanas, conculcaban el fantasma de la Ciudad Universitaria (CU) que comenzaría a corporizarse en el periodo siguiente.

Los “Tiempos difíciles (1930-1955)” se extienden entre dos golpes de Estado, en el marco de un sostenido proceso de metropolización de Buenos Aires, con continuidades y rupturas en la conceptualización de la Arquitectura que identificaría a la UBA (desde la “fachada clásica y monumental” de Derecho a la “especie de megaestructura avant la lettre” de Ciencias Médicas) pero en el marco de una tendencia a concentrar su desarrollo académico en torno a la idea de campus y a partir de lo que el equipo de investigación llama “ajedrez urbano” (que terminaría con vencedores y vencidos).

La parábola de “La isla (1955-1966)” (¿democrática?) embestida por olas de modernización, tendría un correlato físico en la propuesta de Ciudad Universitaria gestada en la UBA -como base física de unidad institucional- pero en sintonía con el zoning que orientaba al Plan Director para Buenos Aires de 1958.

El proyecto de 1962 dejaba fuera de la CU solamente al consolidado conjunto urbano de Ciencias Médicas, Odontología y Farmacia, pero al quedar inconcluso albergó únicamente a Arquitectura y Urbanismo y a Ciencias Exactas. Por su parte, se señala que la sede de Filosofía y del Rectorado reflejaban una mutua e intensa influencia cultural entre la universidad y la ciudad.

Los “Nuevos tiempos difíciles (1966-1983)” comienzan la Noche de los bastones largos y finalizan con la caída de la última dictadura. En esos años, el desarrollo físico de la UBA pasa a un segundo plano en relación al vaciamiento de sus recursos humanos, con la efímera excepción de la experiencia camporista.

No obstante, el histórico disenso entre la UBA y las políticas de planeamiento de la Ciudad recrudeció con la sanción del Código de Planeamiento Urbano (CPU) a un año del golpe de 1976, que afectaba particularmente a la Ciudad Universitaria y al predio de las facultades de Agronomía y Veterinaria.

Asimismo, dado el contexto político en que se realizaron las demoliciones del antiguo Hospital de Clínicas y del sector “no histórico” de la Manzana de las Luces son señaladas como “operaciones nítidamente autoritarias”.

“Hacia el Bicentenario (desde 1983 a nuestros días)” remite a la dinámica de la UBA desde la recuperación de la Democracia.

En el marco de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, su nuevo Plan Urbano Ambiental compartía aspectos anticipados por la UBA, tales como la “reutilización de edificios patrimoniales y una nueva mirada hacia el sector sur de la ciudad”.

La construcción del Parque de la Memoria a partir de un concurso promovido por la UBA y la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y la declaración de la “Reserva Ecológica Ciudad Universitaria – Costanera Norte” se suman a una historia urbana y arquitectónica de 200 años, simbolizando la convergencia de políticas ambientales, de memoria y de formación superior que expresa el compromiso de la Universidad de Buenos Aires con la Sociedad.

Al momento de un balance final, entre los numerosos méritos de la obra, cabe señalar la clara síntesis aplicada al universo heterogéneo y complejo de la producción -teórica y fáctica- de los espacios arquitectónicos y urbanos de una institución bicentenaria; la diversidad de fuentes que la nutren y la excelente recopilación gráfica que, seguramente, queda a la espera de una próxima edición que potencie sus posibilidades de visibilizar proyectos y obras.

Fernando Gandolfi

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons