Señor Editor de la Revista Argentina de Reumatología:
El objetivo de esta carta es poner en evidencia la realidad a la que puede exponerse el especialista en Reumatología en un contexto diferente. El Grupo Latinoamericano de Estudios de Enfermedades Reumáticas en Pueblos Originarios (GLADERPO) trabaja, desde su conformación en 2009, en diferentes comunidades de Latinoamérica; en Argentina, en las comunidades Qom de las ciudades de Rosario (Santa Fe) y Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco), y en la comunidad Wichí de la localidad “Misión Chaqueña, El Algarrobal” (Salta)1-5.
Los objetivos fundamentales de este proyecto son, por un lado, estimar la prevalencia de enfermedades reumáticas y, por el otro, describir la percepción y las barreras en el acceso al sistema de salud. Un punto central del mismo ha sido la intervención en la comunidad a través del seguimiento de pacientes detectados con enfermedades reumáticas, principalmente artritis reumatoide (AR), y el diseño e implementación de diferentes estrategias educativas, con la intención de visibilizar la dificultad en el acceso al sistema de salud de estas comunidades, intentando disminuir la brecha existente5-7.
La comunidad de Misión Chaqueña “El Algarrobal” se encuentra a 1729 km de distancia al norte de la Ciudad de Buenos Aires. El trabajo de campo se inició en 2017, con la detección de 21 casos de AR (3,2%). Los pacientes presentaron un retraso al diagnóstico, medido como el tiempo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico de 5,8 años (DE 7,2; rango 0-13). Todos fueron seropositivos (factor reumatoide positivo y/o anticuerpo antipéptido cíclico citrulinado) y el 66,7% mostró erosiones radiográficas. La media del Disease Activity Score 28 (DAS28) fue de 5,1 (DE 1,5; IC 95%: 4,4-5,7) y la del Health Assessment Questionnarie Disability Index (HAQ-DI) de 0,8 (DE 0,4; rango 0-1,7)2.
El control clínico evolutivo de estos pacientes fue anual, a través de la atención especializada de un grupo de reumatólogos que viajaba desde Salta capital, pero fue suspendido obligatoriamente durante la pandemia.
En la última visita realizada en octubre de 2023, solo el 30% de los pacientes seguía en tratamiento y realizaba sus controles médicos. Se detectaron seis casos incidentes y seis pacientes fallecidos (28,5%) durante la pandemia por SARS-CoV-2.
Merecen destacarse varios puntos a partir de los datos obtenidos. Primero, el retraso en el diagnóstico. GLADERPO expresó que esta definición es compleja y dinámica, requiriendo de consideraciones individuales, comunitarias, socioculturales, económicas y del sistema de salud. En la mayoría de los países de Latinoamérica, los servicios de salud son fragmentados, limitados y desiguales, influyendo dramáticamente en este aspecto7-9. Segundo, el impacto que ha generado la pandemia en la atención y seguimiento de los pacientes con patologías crónicas, más aún en estas comunidades. La introducción de la telemedicina ha mermado el impacto negativo del aislamiento, aunque en estas comunidades, las estrategias digitales están limitadas. Tercero, la pérdida importante en el seguimiento, a pesar del estrecho contacto con representantes de la comunidad que han actuado como nexo. Cuarto, la mortalidad en esta comunidad ha sido alarmante. GLADERPO ha descrito la agresividad de la AR en estas comunidades, la mala evolución clínica y las comorbilidades concomitantes (transmisibles como tuberculosis y no transmisibles como diabetes y enfermedad cardiovascular) que presentan estos individuos, generando una alta morbimortalidad1,2,8,9.
GLADERPO tiene mucho camino recorrido y mucho aún por transitar. Las principales metas a futuro incluyen continuar con el trabajo realizado, promover la formación de profesionales con competencia cultural10, motivar la conformación de grupos de trabajos interdisciplinarios, incluyendo a representantes de las comunidades y, por último, insistir en la generación de políticas de salud más inclusivas, incorporando la perspectiva de la etnicidad.