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Boletín de Estética

versão On-line ISSN 2408-4417

Bol. estét.  no.59 Buenos Aires jun. 2022

http://dx.doi.org/10.36446/be.2022.59.299 

Nota crítica

Antes de la noche

Before Nightfall

Marcel Proust1 

1 Traducción y prólogo de Valeria Castelló-Joubert. Universidad Nacional de Buenos Aires, Universidad de San Martín, Instituto de Filosofía “Ezequiel de Olaso” (Centro de Investigaciones Filosóficas)

Resumen

Escrito en el segundo sementre de 1893, en el contexto de una prolífera colaboración con La Revue blanche, “Avant la nuit” [Antes de la noche] cobra la forma de un relato que, bajo la rúbrica del “estudio”, hace confluir la narrativa y el ensayo de argumentación para exponer, desarrollar y examinar el tema de la homosexualidad o, dicho en los términos de la época, de los “invertidos”. En el diálogo entre Françoise y Leslie, entre una bella mujer asediada por la muerte y un hombre que supo amarla “desprovisto de toda esperanza de placer carnal”, Proust ofrece un examen tripartito de la homosexualidad que consta de un primer abordaje socrático, luego de una perspectiva médica y finalmente de un argumento estético. Ofrecemos a continuación una versión castellana del relato, antecedida de algunas palabras sobre su génesis y su carácter.

Palabras clave: Narrativa; Ensayo; Estética; Homosexualidad; Amor

Abstract

Written in the second semester of 1893, in the context of a prolific collaboration with La Revue blanche, “Avant la nuit” [Before Nightfall] takes the form of a story that, under the rubric of the “study”, brings together narrative and essay argumentation to expose, develop and examine the theme of homosexuality or, in the terms of the time, the “inverted”. In the dialogue between Françoise and Leslie, between a beautiful woman besieged by death and a man who loved her “devoid of any hope of carnal pleasure”, Proust offers a tripartite examination of homosexuality that consists of a first Socratic approach, then a medical perspective and finally an aesthetic argument. We offer below a Spanish version of the story, preceded by some words about its genesis and character.

Keywords: Narrative; Essay; Aesthetics; Homosexuality; Love

“Avant la nuit”: el argumento estético de la homosexualidad

Proust tiene 22 años cuando escribe “Avant la nuit”. Es el joven pálido y elegante que vemos en el retrato que pintó Jacques-Émile Blanche en 1892. Desde 1891, colabora en revistas literarias que reúnen a escritores de tenor diverso, algunos ya consagrados, otros, en busca de un estilo que les permita salir del montón y de la autorreferencialidad de un medio que, por la exasperación que causa el mandato de originalidad y el rechazo por el diletantismo, conduce a la ironía, la sátira y la parodia para satisfacer una pluma que, en muchos, tiene menos talento de lo que quisieran. Entre 1891 y 1893, Le Mensuel, Le Banquet y La Revue blanche publican los primeros escritos de Proust, muchos de los cuales formarán parte de su primer libro, Los placeres y los días, en 1896.

La Revue blanche concentra los mejores nombres y supone para Proust un logro en su incipiente carrera de escritor. Es una revista creada en Bélgica que pasa luego a tener su redacción en París y aspira a ser el foro de una intelectualidad crítica de la postura esteticista que postula al arte en oposición a la vida. Tanto es así, que, a partir de 1898, cuando se vuelve a abrir el caso Dreyfus, la revista toma partido abiertamente por el capitán destituido y condenado por traición. La colaboración de Proust con La Revue blanche es abundante y se concentra en el segundo semestre de 1893. De julio a diciembre, da a la imprenta dieciséis escritos, quince de ellos bajo la rúbrica de “Estudios”.

¿Qué es un “estudio”? ¿Y por qué Proust reúne bajo esta designación una buena cantidad de relatos? Se trata de una de sus mayores inquietudes, que está en el origen mismo de la Recherche: la asimilación de dos formas de escritura, el ensayo de argumentación y la narrativa, y parece resolver, al menos de manera provisional, la vacilación que Proust experimenta respecto del género que desea desarrollar. Sinónimo de “ensayo”, estudio significa “obra, artículo que contiene los resultados de una investigación”.1 Es un término cuya frecuencia de uso se incrementa a lo largo del siglo diecinueve: lo encontramos, por ejemplo, en la división de partes de La Comedia humana de Balzac, donde adquiere, además de la idea del examen fisionómico de las personas, un valor pictórico. Así, el estudio proustiano debe entenderse, por un lado, dentro de la larga tradición francesa de la literatura de argumentación y, por el otro lado, en relación con la ambición esteticista contemporánea de las artes hermanas, que pone en equivalencia la pintura con la escritura. En suma, podríamos decir que el “estudio” es la inteligente solución de compromiso gracias a la cual Proust puede dedicarse a escribir y ser publicado en una de las revistas más conocidas.

Sin ánimo de alimentar la idea de la predestinación de su obra, es decir, sin afirmar que en estos “estudios” se encuentra el embrión de la Recherche, sí quisiera, con justa razón, me parece, señalar que la búsqueda de Proust, no la del tiempo perdido, sino la de una forma, de un género, que satisfaga a la vez su deseo de lograr relatos de ficción argumentativos, es decir, en los cuales se expongan, se desarrollen y se examinen ciertos temas, aparece tan pronto como cuando escribe y publica sus “estudios”.

No sorprende, entonces, la hibridación enunciativa de “Antes de la noche”. Desde el punto de vista de su estructura es un relato, un cuento, con narrador, personajes, verbos en pasado, y una trama. Ahora bien, en tanto “estudio”, la argumentación es relevante: no importa solo la historia, sino, sobre todo, la exposición del tema de la homosexualidad, que en 1893 no se llama así, como tampoco lo hará Proust más adelante. Se habla de los “invertidos”. En la brevedad del cuento, la cuestión de los amores estériles se destaca con tal nitidez, que podría ser este el motivo por el que Proust no lo incluye en el volumen Los placeres y los días, quizás remplazado por “La confesión de una joven”, relato con el que guarda un estrecho parentesco (véase Viollet 1991).

Françoise, una bella mujer cuya edad no conocemos, pero que podemos creer aún joven, conversa con Leslie, un hombre que la amó, con un “afecto desprovisto de toda esperanza de placer carnal”. Su amor fue retribuido bajo la forma de la gratitud y de una profunda amistad. A ella no le queda mucho tiempo de vida; enferma y débil, quiere confesarle a su gran amigo algo que le pesa en la conciencia, incluso al precio de romper el recuerdo de una vida que siempre quiso mantener, al modo de un cuadro de Whistler, como un “arreglo estético”. La noche está por caer y Françoise, con la mirada marchita, se ensombrece con el cielo que cubre la alameda y viste el mar de malva. La paleta finisecular se despliega en el boceto de esta escena en toda la gama de los azules y los violetas, tiñéndola de una melancolía desapacible y perturbadora.

Leslie no la deja avanzar; intenta desviarla de su confesión “absurda” tomándola en broma. “Hablemos de otra cosa”, propone, sin caso. Françoise avanza en su confesión de la misma manera ineluctable en que la noche cae sobre la alameda, “ahora plena de noche y de espanto”. En este momento del relato, prácticamente hacia la mitad, le recuerda a Leslie cuando su “pobre amiga Dorothy fue sorprendida con una cantante”. A continuación, Françoise le expone a su amigo los argumentos que él mismo le dio entonces por los cuales “no podíamos despreciarla”. En adelante, comienza la parte argumentativa del relato, mediante el recurso de lo que podríamos llamar una puesta en espejo porque, mientras Leslie espera que Françoise confiese, lo que escucha no son sino sus propias palabras. Es ella la que habla, pero es él, el narrador, quien en definitiva está argumentando en favor de la pasión carnal entre amantes del mismo sexo. El relevo del narrador, que cede la palabra para escucharse a sí mismo, tiene algo de puesta en abismo y recuerda ciertamente el juego socrático. Notemos, además, que Leslie es un nombre tanto masculino como femenino.

La argumentación consta de tres partes: la primera es la socrática; la segunda es la médica, de la “alteración nerviosa”; la tercera es la estética. La parte socrática de la argumentación es patente en la delegación de la palabra: así como Françoise expone las ideas de Leslie acerca de los dos tipos de amor, el reproductivo, el del deber social, no carnal, y el amor sensual, voluptuoso, de la carne, en El banquete Sócrates delega en Diotima la revelación de la esencia del amor, de eros, el amor estéril.

Después de apoyarse en la autoridad de Sócrates, Françoise/Leslie justifica la homosexualidad de las mujeres en términos de “alteración nerviosa” que no debe juzgarse desde el punto de vista moral. De esta privación del rasgo moral a dotar de carácter eminentemente estético hay un solo paso: la voluptuosidad se puede afinar, pulir, y educar, al punto de convertirla en una experiencia estética orientada a que la homosexualidad, tanto femenina como masculina, responda a la finalidad de la contemplación de lo bello. Hay naturalezas artísticas cuyas elecciones amorosas no están regidas por el género del objeto amado, sino por su belleza. Así, lo bello triunfa sobre el interés de la perpetuación de la raza y del deber familiar. Lo bello está por encima de todo argumento moral, tesis de fuerza del esteticismo fin-de-siècle. El homosexual, sea hombre o mujer, posee una naturaleza estética, y puede identificarse, por lo tanto, con la figura del artista.

En cuanto al argumento estético de la homosexualidad, se funda en una imagen sumamente curiosa: la de la medusa, “hija de los mares”, como las llama Jules Michelet. Se trata de una imagen a la que Proust dota de gran pregnancia, y que reaparece en varias ocasiones, sobre todo, en la primera parte de Sodoma y Gomorra, el extenso estudio sobre la homosexualidad de la Recherche, cuando el narrador se refiere a un tipo particular de invertido, el solitario. En El mar, una de sus obras de historia natural, de 1861, Michelet dedica páginas enteras -el capítulo vi del Libro ii- a la “hija del mar”. Refiere su extrema fragilidad fuera del medio marino, la absoluta soledad de la medusa que, cuando es expulsada del mar, queda adherida sobre la roca sin posibilidades de volver por sí misma al agua, bajo la condena del sol radiante que va a absorber su cuerpo gelatinoso:

...poco costaba sacarla de aquel suplicio y echarla a la laguna del lado; pero, hablando francamente, diré que experimentaba cierta repugnancia en tocarla, aunque la bella criatura, con su inocencia visible y el iris de sus suaves colores, parecía una gelatina tiritante, resbaladiza, y que se escurre. (Michelet 1911: 118)

Proust destina la metáfora de la medusa a la escritura de la homosexualidad y a la definición del artista, uniendo ambas figuras por medio de la frágil criatura que en el mar despliega todos sus encantos, pero, arrojada a la orilla, corre peligro mortal. Su dualidad existencial representa en la obra proustiana tanto la del poeta como la del “invertido” (véase Murakami 2013). La medusa es el núcleo de la metáfora que se despliega metonímicamente de acuerdo con el principio de contigüidad a partir de la proximidad de determinado paisaje, en este caso, el mar. Como ocurre en el inicio de “Nombre de tierras, el nombre”, tercera parte de Por el camino de Swann, sabemos que Balbec habilita las metáforas marinas y su despliegue metonímico (véase Genette 1989). La “hija del mar”, hija de Balbec, es, en la primera parte de Sodoma y Gomorra, epítome del invertido, M. de Charlus.

¡Medusa! ¡Orquídea! Cuando yo no seguía más que mi instinto, la medusa me repugnaba en Balbec; pero si sabía mirarla, como Michelet, desde el punto de vista de la historia natural y de la estética, veía una deliciosa girándula celeste. ¿No son acaso, con el terciopelo transparente de sus pétalos, como las orquídeas malva del mar? Como tantas criaturas del reino animal y del reino vegetal, como la planta que producirá la vainilla, pero que, como quiera que en ella el órgano masculino está separado por un tabique del órgano femenino, permanece estéril si los pájaros-mosca o ciertas abejas minúsculas no transportan el polen de unas a otras, o si el hombre no las fecunda artificialmente (y aquí la palabra fecundación debe tomarse en sentido moral, ya que en sentido físico la unión del macho con el macho es estéril, pero no es indiferente que un individuo pueda encontrar el único placer que es susceptible de gozar, y , que aquí abajo todo ser, pueda dar a alguno su música, su llama o su perfume), el señor de Charlus era uno de esos hombres que pueden ser calificados de excepcionales, porque, por numerosas que sean, la satisfacción, tan fácil en otros, de sus necesidades sexuales, depende de la coincidencia de muchas condiciones demasiado difíciles de hallar. (Proust 1992: 33-34)

La medusa trae consigo, en esta obra publicada casi treinta años después de “Antes de la noche”, el recuerdo de aquel joven de fe esteticista, fe de la que no desistió, y la prueba son la medusa y la orquídea, que, más que evocadas, son llamadas a comparecer ante su yo actual como testigos de aquel escritor vacilante que se iniciaba en el mundo de las letras, como una hija del mar arrojada en la playa, solo, respirando a duras penas, esperando que el azar hiciese pasar por ahí a alguien, alguien de su raza, que seducido por su belleza y venciendo su repulsión, se atreviera a tomarlo en su mano y conducirlo a un medio favorable para su existencia.

Referencias

Genette, Gérard (1989), Figuras III, trad. de Carlos Manzano (Barcelona: Editorial Lumen). [ Links ]

Michelet, Jules (1911), El mar, trad. de Alejo Olavarrieta (Buenos Aires: Biblioteca de “La Nación”). [ Links ]

Murakami, Yuji (2013), “La méduse et le nid”, Bulletin d’informations proustiennes. Centenaire de Swann, 43: 95-102. [ Links ]

Proust, Marcel (1893), “Avant la nuit”, La Revue Blanche, 26: 381-385. [ Links ]

____ (1992), Sodome et Gomorrhe I, (París: Le Grand Livre du Mois). Viollet, Catherine (1991), “‘La Confession d’une jeune fille’: aveu ou fiction?”, Bulletin d’informations proustiennes, 22: 7-24. [ Links ]

1 https://www.cnrtl.fr/definition/étude (TLFi Trésor de la Langue Française informatisé, 1971-1994)

Recibido: 18 de Mayo de 2022; Aprobado: 20 de Junio de 2022

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