Recientemente uno de nuestros pacientes presentó fie bre 24 h posteriores a la administración de rituximab. Se encontró neumonía bilateral en tomografía de tórax y el hisopado nasofaríngeo fue positivo para SARS-CoV-2. Evolucionó rápidamente con insuficiencia respiratoria y requerimiento de ventilación mecánica. El rituximab tiene una vida media de 6 meses y ha demostrado ser factor de riesgo para enfermedad grave por SARS-CoV-21. Aunque no hay suficiente evidencia, se sospechan peores desenlaces cuanto más corto sea el intervalo de tiempo entre su administración y el contagio2.
En la actualidad, no existe recomendación de ninguna sociedad para el tamizaje previo al inicio del tratamiento, aunque se recomienda posponer el inicio del mismo si es posible3,4. Sin embargo, existe preocupación creciente entre médicos especialistas que atienden pacientes que requieren tratamiento con agentes biológicos acerca del riesgo de COVID-19 grave5,6, y se ha propuesto evaluar el estado de inmunización serológica y realizar PCR COVID-19 por hisopado nasofaríngeo previo al inicio de la terapéutica con rituximab.
Dougados propone dos estrategias para minimizar el riesgo de enfermedad grave, primero, si es posible dismi nuir la cantidad de dosis o aumentar el intervalo entre las infusiones, y segundo, no utilizar corticoides asociados al uso de rituximab después de la primera dosis7, teniendo en cuenta la asociación establecida entre enfermedad grave y uso de prednisolona a dosis mayores de 10 mg o equivalentes8.
En la actualidad, existe consenso entre las socieda des de reumatología sobre la importancia de cumplir las medidas de prevención adoptadas en cada país y la priorización de los pacientes con enfermedades autoin munes en el proceso de vacunación3,4. Todas las vacunas desarrolladas han demostrado disminuir el riesgo de enfermedad grave y no existen estudios de superioridad o inferioridad entre ellas9. El proceso de distribución de vacunas en Argentina muestra, de acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación, que hasta el 20 de octubre de 2021 se han vacunado 31 824 281 personas con una dosis y 24 898 034 con dos dosis. El total de dosis aplicadas fue 56 722 31510.
En conclusión, dado el riesgo de inmunosupresión profunda y prolongada producida por rituximab y el riesgo de enfermedad COVID-19 grave asociado a su uso, con sideramos que la evaluación por PCR para SARS-CoV-2 previo a la administración de rituximab es una medida de bajo costo, rápida y efectiva que puede disminuir la pro babilidad de internación y muerte en aquellos pacientes en quienes sus médicos consideren imprescindible el uso de este agente inmunosupresor.