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Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica
versión On-line ISSN 1851-2372
Bol. Soc. Argent. Bot. vol.55 no.4 Córdoba dic. 2020
http://dx.doi.org/https://doi.org/10.31055/1851.2372.v55.n4.29050
DoI: https://doi.org/10.31055/1851.2372.v55.n4.29050
ETNOBOTÁNICA - ETHNOBOTANY
Conocimiento ecológico asociado a las prácticas silvopastoriles en la Región Chaqueña Semiárida (Santiago del Estero, Argentina)
Ecological knowledge Associated with silvopastoral practices in the semi-arid Chaco región (Santiago del Estero, Argentina)
Enrique Roger1*
1. Jardín Botánico "Lucas D. Roic". Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional de Santiago del Estero, Argentina. Av. Núñez del Prado (Costanera Norte) 1335, Capital, Santiago del Estero. Argentina. *eroger@unse.edu.ar
Summary
Background and aims: Traditional Ecological Knowledge is part of the cultural heritage of the human groups inhabiting the semi-arid Chaco region. Until now such knowledge has not been studied in its silvopastoral context, an important socio-economic activity in the region. The aim of this work was to analyze current local ecological knowledge in the aforementioned context, and to identify, characterize and value the plant species involved.
M&M: The study was carried out in the northeast of Santiago del Estero province (Argentine). There, with prior informed consent, interviews were conducted with 55 people selected through the "snowball" technique. In addition, ethnobotanical walks were carried out in which the ethnographic aspects related to silvopastoral practices were recorded. In turn, ecological environments were characterized, and the social, cultural and productive context was analyzed. The silvopastoral valuation index was constructed to rank hierarchically the species mentioned by the interviewees.
Results: Information related to the main characteristics of the social and productive system, the practices that ecological knowledge guided, the plant and animal species involved in this context, management strategies, forms of provision, contributions by environmental units and local valuation of the species are presented. The value of local flora in traditional silvopastoral systems is discussed.
Conclusions: The results of this research show the importance of ecological knowledge in the main local socio-productive practice, which can be useful for management strategies of plant diversity conservation.
Key words Traditional ecological knowledge, silvopastoral practices, semi-arid Chaco.
Resumen
Introducción y objetivos: El Conocimiento Ecológico Tradicional forma parte del patrimonio cultural de los grupos humanos que habitan la región chaqueña semiárida. Hasta el presente no se lo había estudiado en el contexto silvopastoril, actividad socio-económica de importancia en la región. El objetivo del trabajo fue analizar el conocimiento ecológico actual en el contexto mencionado, e identificar, caracterizar y valorar las especies vegetales involucradas.
M&M: El estudio se realizó en el noreste de la provincia de Santiago del Estero (Argentina). Allí, previo consentimiento informado, se hicieron entrevistas a 55 personas seleccionadas a través de la técnica "bola de nieve". Además, se hicieron caminatas etnobotánicas en las que se registraron los aspectos etnográficos relacionados con las practicas silvopastoriles. A su vez, se caracterizaron los ambientes ecológicos, y se analizó el contexto social, cultural y productivo. Se construyó el índice de valoración silvopastoril para valorar jerárquicamente las especies mencionadas por los entrevistados.
Resultados: Se presenta información relacionada con las principales características del sistema social y productivo, las prácticas que el conocimiento ecológico orientó, las especies vegetales y animales involucradas en este contexto, estrategias de manejo, formas de provisión, aportes por unidades ambientales y valoración local de las especies. Se discute el valor de la flora local en los sistemas silvopastoriles tradicionales.
Conclusiones: Los resultados de esta investigación dejan constancia de la importancia del conocimiento ecológico en la principal práctica socio-productiva local, que puede ser útil al momento de definir estrategias de manejo y conservación de la diversidad vegetal.
Palabras clave Conocimiento ecológico tradicional, prácticas silvopastoriles, Chaco semiárido.
Introducción
El Conocimiento Ecológico Tradicional es uno de los aspectos esenciales de los estudios etnobiológicos y/o etnoecológicos. Ha sido definido como "un cuerpo acumulativo de conocimientos, creencias y prácticas, que evoluciona a través de procesos adaptativos y que es transmitido por vías culturales entre generaciones, que incluyen las relaciones entre los seres humanos con su medio ambiente" (Berkes, 1999). Este conocimiento es único y propio para cada grupo humano, en el cual se ponen en práctica criterios de selección y toma de decisiones de diversa índole y constituye el acervo cultural y la identidad de los pueblos (Calle, 1996; Riat, 2015), está basado en la experiencia popular, y se desarrolla en el marco de la cultura local (Fig. 1). En la Argentina en general, y en la región chaqueña en particular, numerosas investigaciones etnoecológicas y etnobotánicas han abordado y recopilado parte del patrimonio cultural y popular en la compleja relación personas-ambientes.
El Gran Chaco Americano es el ecosistema más importante de Sudamérica luego de la selva Amazónica (Hueck & Seibert, 1972; Perovic et al., 2008), y es un sitio de diversidad étnica y cultural, en el que habitan variadas poblaciones originarias y también criollas, que datan de tres, cuatro o más generaciones (Gordillo & Leguizamón, 2002). Gran parte de este ambiente se encuentra en territorio argentino, donde se divide en tres subregiones, siendo el Distrito Chaqueño Occidental o Semiárido una de ellas, ubicada hacia el centro norte del país (Cabrera, 1971). En esta región, la ganadería y la explotación forestal constituyen actividades básicas de la economía rural (Sarmiento, 1963), por lo que la producción silvopastoril tradicional es una de las principales estrategias sociales y productivas entre las poblaciones criollas o campesinas (Guzmán et al., 2012). En términos técnicos, los sistemas silvopastoriles son una variante de los sistemas agroforestales, en los que especies vegetales leñosas interactúan en asociaciones espacio-temporales, con especies animales, en una misma unidad productiva.
En Santiago del Estero, los sistemas silvopastoriles se desarrollan de dos maneras posibles. Por un lado, en producciones a grandes escalas o en modelos "comerciales", basados en el monocultivo de gramíneas palatables, ya que
Fig. 1. Interacción personas-ambiente y su integración mediante el Conocimiento Ecológico Tradicional.
su objetivo central es la producción pecuaria. Este modelo requiere que se reduzca significativamente la cubierta forestal para incrementar el desarrollo de las pasturas implantadas, por mayor disponibilidad de luz solar. Es poco frecuente que se realicen conjuntamente con forestaciones comerciales. Este modelo se introdujo desde principios de siglo, conjuntamente con el traslado de la frontera agro-ganadera desde la región pampeana central hacia la región chaqueña (Gasparri et al., 2002; Paruelo et al., 2005; Volante et al., 2005; Vallejos et al., 2014). Por otro lado, en modelos a menor escala o "tradicionales", el bosque nativo es el principal proveedor de beneficios, en los que se combinan la ganadería y la actividad forestal (Tabla 1). Esta estrategia de uso del ambiente forma parte del patrimonio cultural rural, puesto que se ha adoptado desde la etapa colonial, cuando se produjo la introducción del ganado a mediados del siglo XVIII (Saravia Toledo, 1998). Este modo tradicional de subsistencia requiere la utilización de los recursos disponibles de los bosques nativos, y define un modo de vida característico (Buliubasich & González, 2009; Leake, 2010).
Para desarrollar estas prácticas tradicionales, se mantiene un profundo conocimiento sobre el ambiente (Venencia et al., 2012; Jiménez-Escobar & Martínez, 2019), que desde un enfoque etnocientífico, se ha llamado Conocimiento Ecológico Tradicional. Este conocimiento local se corporiza en prácticas y discursos relacionados con el uso y manejo de los recursos ambientales
Tabla 1. Cuadro comparativo de los componentes, elementos, aportes e importancia porcentual hipotética de los componentes en modelos silvopastoriles locales. Nota: la presunción de importancia hipotética se elaboró a partir de la observación personal del investigador y de las apreciaciones de los colaboradores y se relaciona con las superficies y tiempo destinado a cada componente.
Importancia porcentual
Componente Elementos Aportes
1 1 hmrtTOTira
Tradicional | Comercial | Tradicional | Comercial | Tradicional | Comercial | |
Agrícola | Herbáceas (anuales o perennes), naturales o implantadas | Gramíneas forrajeras, por lo general implantadas | Forraje y autoconsumo | Forraje | 10 | 45 |
Pecuario | Ganado mayor y menor. Diverso | Ganado mayor. Por lo general, una única especie y raza | Carne, leche, huevos, cuero, grasa | Por lo general, carne | 40 | 45 |
Forestal | Bosque nativo, leñosas y herbáceas | Bosque, con reducción intensa de la cubierta forestal | Forraje, madera (venta y autoconsumo), medicinas, protección, energía, | Ocasionalmente forraje y servicio ambiental (sombra para los animales) | 50 | 10 |
entre otros.
(Hurrell et al., 2015). El interés por conocer el funcionamiento de estos sistemas en regiones áridas o semiáridas se ha incrementado recientemente, debido a la fragilidad de los ambientes, la multiplicidad de beneficios que ofrecen, la necesidad de conservación de las especies, la importancia biocultural, los aspectos sociales e históricos y la cosmovisión de los pueblos que los manejan, entre otros aspectos (Muiño, 2010; Moreno-Calles et al., 2013, 2014). Las etnociencias aportan las pautas metodológicas para la evaluación de esos sistemas de conocimiento, en relación a la identificación y uso de los recursos y también en su carácter evolutivo (Albuquerque, 1999; Albuquerque & Medeiros, 2013; Hurrell et al., 2019). Por su parte, también han sumado interés los estudios que relacionan el manejo de los bosques, con el conocimiento que poseen las comunidades que viven en ellos, por lo que el uso asignado a las plantas por una comunidad es una representación de las peculiaridades culturales, ideológicas y tecnológicas de un grupo humano (Bates, 1985).
En Santiago del Estero, provincia ubicada en el centro de la región chaqueña semiárida, desde fines de la década de 1990 y principios de 2000 se han intensificado los estudios etnocientíficos, con numerosas contribuciones referidas al empleo local de los recursos ambientales y en distintos contextos o por distintos grupos sociales. Sin embargo, hasta el presente, no se pudo identificar algún estudio dedicado al tema que nos ocupa, siendo acotado y fragmentario el aporte respecto a la diversidad vegetal y las prácticas productivas en el manejo silvopastoril tradicional local. Por lo tanto, este trabajo tuvo el propósito de analizar el estado actual del conocimiento ecológico local en el contexto silvopastoril, e identificar, caracterizar y valorar jerárquicamente las especies vegetales involucradas.
Area de estudio
El estudio se desarrolló en la región chaqueña semiárida de Argentina, en la provincia de Santiago del Estero, departamento Copo, ubicado en el norte de la provincia siendo el tercero en superficie (5 % del total provincial, 12.600 km2). Limita al norte con las provincias de Chaco y
Salta, al este con la provincia de Chaco, al oeste con el río Salado y al sur con el departamento Alberdi. La capital administrativa es Monte Quemado. En el extremo noreste del departamento Copo se encuentra el Parque Nacional Copo, y sus áreas provinciales de amortiguamiento: el Parque Provincial Copo y la Reserva Provincial Copo. Por su valor de conservación, estas áreas protegidas son sitios representativos de la región chaqueña semiárida, en las que se han desarrollado numerosas investigaciones científicas en el ámbito de la biología y la ecología.
El área de estudio de este trabajo incluyó los alrededores del Parque Nacional Copo, abarcando el "Parque Provincial Copo", la "Reserva Provincial Copo" y la "Colonia Pampa de los Guanacos" (Fig. 2). La ubicación geográfica aproximada es: 26° 5' S, 61° 54' O y la superficie total del área de estudio es de 171.267 hectáreas. El sitio se encuentra en la subregión de los antiguos cauces del río Juramento-Salado, atravesada por paleocauces inactivos arenosos y carente de cuerpos naturales de agua superficial (Basualdo, 1981; Chebez, 2012). El clima es de tipo subtropical, marcadamente estacional, con temperatura promedio anual superior a 18 °C, y precipitaciones entre 500 y 800 mm anuales (Torres Bruchman, 1981; Tálamo, 1999). Desde el punto de vista fitogeográfico, el área de estudio se ha incluido en la región del "Parque Chaqueño Occidental" (Ragonese & Castiglioni, 1970), "Distrito Chaqueño Occidental" (Cabrera, 1971), "Chaco seco" (Burkart et al., 1999) "Chaco seco" y una pequeña porción en "Chaco Húmedo" (Brown et al., 2006) o "Bosque de xerófitas con Schinopsis lorentzif (Oyarzabal et al., 2018). La formación vegetal característica se compone de bosques cerrados de "quebracho colorado santiagueño" Schinopsis lorentzii (Griseb.) Engl. y "quebracho blanco" Aspidosperma quebracho-blanco Schltdl, en tres estratos arbóreos, arbustos en distintos niveles de altura, comunidades de herbáceas y enredaderas, epífitas y musgos (Ledesma, 2009; Palacio & Roger, 2016).
Para caracterizar la vegetación se tuvo en cuenta lo señalado por los entrevistados, las referencias bibliográficas consultadas, el relevamiento de la vegetación in situ y el análisis de las imágenes digitales. Se definieron cuatro unidades de vegetación, que se describen a continuación.
Bosque: unidad cuyas especies dominantes son árboles, asociadas a un sotobosque dominado por arbolitos, arbustos y demás formas biológicas. Por lo general, se ubican las zonas más altas. Este ambiente normalmente es conocido como "monte" (Fig. 3A).
62° 5
Limite interprovincial
Chaco - Santiago del Estero
Monte
Quemado
Límite interdepartamental
Copo - Alberdi
1. Parque
Provincial
Copo
Parque
Nacional
Copo
25° 4
Referencias
2. Reserva Provincial
Copo
3. Colonia Pampa
Guanacos
26° 1
1, 2, 3. Area de estudio
Capital departamental
Ciudades o poblados
16 Ruta Nacional N° 16
[¥) Ruta Provincial N° 6
Fig. 2. Ubicación del area de estudio, alrededores del Parque Nacional Copo, Departamento Copo, Provincia de Santiago del Estero, Argentina.
Arbustal: como su nombre lo indica, está dominada por arbustos, con un estrato arbóreo formado por ejemplares dispersos y de poca altura. Son comunes en los suelos bajos que acumulan agua durante el período de lluvia. Localmente llamado "fachinal" o "bajo" (Fig. 3B).
Pastizal: formación compuesta predominantemente por gramíneas y otras herbáceas. Carecen de cobertura arbórea, pero pueden estar asociados a arbustales de baja cobertura o parches arbustivos aislados. Se desarrollan por lo general sobre paleocauces. En la zona se los denominan "abras" o "caños" (Fig. 3C).
Área modificada: unidades de vegetación propias de suelos alterados por acción antrópica. Existen distintos tipos; periferias de asentamientos humanos, alrededores de obras viales, represas (Fig. 3D), canales de riego, áreas de cultivos agrícolas (Fig. 3E), borde de caminos y rutas, entre otros.
Estas unidades suelen involucrar diferentes estados de la sucesión vegetal, asociados a factores físicos (por ejemplo, incendios) por lo que pueden variar en espacio y tiempo.
Contexto social, cultural y productivo
Tal como sucede en otras regiones argentinas y del Chaco Americano, la población local es de tipo "campesino" o "criollo" (Scarpa, 2012;
Riat, 2015; Torrico Chalabe & Trillo, 2015; Trillo, 2016), descendientes en su mayoría de los primeros habitantes, que arribaron a principios del siglo XX, en busca de trabajo en los "obrajes madereros". Éstos, una vez que se asentaban en el lugar, iban adoptando una economía de subsistencia, basada en la ganadería y el aprovechamiento forestal (Di Lullo, 1937; Bilbao, 1965; Basualdo, 1981).
En esta región, la ganadería comenzó su desarrollo a mediados del siglo XVIII, cuando se estableció la Reducción Jesuita de San José de Petacas, en la actual ciudad San José del Boquerón (Furlong, 1936; Di Lullo, 1949). Por su parte, a decir de Saravia Toledo (1998) la cría de ganado doméstico en la región chaqueña semiárida de la Argentina, se habría iniciado en la provincia de Santiago del Estero, unos 1500 años antes de la conquista, cuando se criaban llamas (Lama glama) para la provisión de lana y carne, y tenía un lugar especial en la economía de la época, a través del "caravaneo" (González, 1977; Tartusi & Nuñez Regueiro, 1993). Por ello, la actividad silvopastoril (como modo particular de vida) se puede analizar desde la etnobotánica y la etnoecología, dado que involucra prácticas socio-culturales de antaño, legadas entre generaciones (Roger, 2017).
Metodología
El trabajo de campo se realizó entre junio
Fig. 3. Diversidad de ambientes en el área de estudio. A: Bosque. B: Arbustal. C: Pastizal. D: Área modificada (represa). E: Área modificada (cultivo).
x 100
de 2012 y julio de 2017. Previo consentimiento informado con la población local (I.S.E., 2006), se aplicaron estrategias usuales de la botánica y la etnobotánica. Se realizaron entrevistas abiertas y semiestructuradas y caminatas etnobotánicas. Para la selección de los colaboradores se utilizó la técnica "bola de nieve" (Alexiades & Sheldon, 1996; Bernard, 2000; Villasante et al., 2002 Albuquerque et al., 2014). En total se entrevistaron 55 personas, 44 varones (80 %) y 11 mujeres (20 %), cuyas edades oscilaron entre los 31 y los 80 años. La toma de datos culminó cuando el 10 % final de los interlocutores no aportó información "nueva o significativa" sobre las especies vegetales, alcanzando así la "saturación teórica" (Palacio, 2007). La información obtenida fue registrada en cuaderno de campaña y en medios audiovisuales. Durante las entrevistas y caminatas se observó y caracterizó el sistema socio-productivo, y se hicieron registros fotográficos al respecto. Los principales temas abordados con los interlocutores fueron el tipo de ganado que se cría en la zona, las prácticas de manejo silvopastoril que involucran especies vegetales y sus categorías de uso actual, nombres comunes, partes empleadas y la forma de provisión.
Asimismo, se recolectaron muestras botánicas de las especies empleadas en el contexto silvopastoril, que se acondicionaron de acuerdo a las técnicas usuales y una vez identificadas, se depositaron en el herbario del Jardín Botánico de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (FCF). Para la identificación de las especies se consultó bibliografía especializada, y se consultó con especialistas. Para el tratamiento taxonómico, asignación de nombres científicos, hábito y origen se recurrió a la consulta en bases de datos digitales (dándole prioridad según el orden de mención) (Flora Argentina, 2020; The Plant List, 2020; Trópicos, 2020). Se confeccionó una tabla con las plantas vasculares mencionadas, ordenadas alfabéticamente de acuerdo a familia botánica y nombre científico. Se adicionó, además, forma biológica, origen geográfico y categorías etnobotánicas en las que se mencionaron las especies. Las formas biológicas se definieron en: árbol, arbusto, sufrútice o subarbusto, hierba, trepadora y otra (Dimitri 1974; Hurrell, 2006; Cabanillas & Hurrell, 2012). Para el origen geográfico se indicó: nativa (plantas que se encuentran dentro de su área de distribución natural u original -histórica o actual-, resultado de procesos naturales sin intervención humana) (Sérsic, 2015), e introducida (especies presentes en un área dada, cuya presencia se debe a la introducción intencional o accidental, como consecuencia de las actividades humanas) (reformulado de Richardson et al., 2000).
Para valorar jerárquicamente las especies se construyó el índice de valoración silvopastoril (IVS) que focalizó sobre el número de etnocategorías sobre el total de categorías, y el número de menciones de una especie en cada categoría de uso. Para la confección de este índice se tuvieron en cuenta antecedentes como el de Palacio (2007) o Scarpa (2007), aunque enfocado exclusivamente en la actividad silvopastoril, y cuya finalidad es la de analizar el valor asignado a las plantas reconocidas en ese contexto.
Las categorías etnobotánicas se definieron por interpretación del investigador (categoría ética) a partir de la información brindada en las entrevistas, en: forrajera, veterinaria, postes y varillas, combustible, construcción rural, cercos verdes o secos, infraestructura ganadera, carretas o partes de carretas, utensilios varios, floculante, insectífuga, sustancias (látex, taninos o resinas), servicio ambiental, y tóxica.
Y. Cat i 2" Cat i N cat + N Cat ij
Siendo: Ivs: índice de valoración silvopastoril; Ü Cat i: número de categorías de la especie i: N cat: total de categorías de uso; Yj¡ Cat i: número de menciones de la especie i en cada categorías de uso; y N Cat ij: número total de menciones de todas las especies en cada categoría.
A modo de ejemplo, Prosopis nigra (Griseb.) Hieron. var. nigra, "árbol negro" o "algarrobo negro", la especie de mayor índice en este estudio, fue citada por los entrevistados en 11 etnocategorías, con 139 menciones totales por categoría de uso (52 menciones como forrajera, 26 poste, 20 combustible, 12 construcciones rurales y cercos, 5 infraestructura ganadera y construcción de carretas, 2 veterinaria, 2 sombra, 2 tóxica, y 1 cabo de herramientas) o Aloysia scorodonioides (Kunth) Cham, "palo ángel", "poleo del campo", entre las de menor valoración, sólo citada en dos ocasiones, en una única categoría de uso (forrajera).
El principal sistema socio-productivo de la zona es el silvopastoril tradicional. Las condiciones climáticas desfavorables (altas temperaturas, períodos prolongados sin lluvias) hacen que la agricultura sea una actividad de interés menor. Ésta se practica a escala reducida, en pequeños lotes de cultivos de forrajes para el ganado (avena, maíz, sorgo, cucurbitáceas, entre otros), para autoconsumo o venta (cucurbitáceas, cítricos) o de plantas medicinales y/u ornamentales en los jardines contiguos a las viviendas.
La ganadería incluye el manejo de una o varias especies animales, en su mayoría de origen euroasiático: Caprino (Capra aegagrus hircus), llamado "cabra" o "chiva" y "majada" al conjunto de estos animales, sin importar el número que los constituya. Las razas más comunes son "Anglo Nubian" y "Sanen", y en menor frecuencia "Boer". Bovino (Bos taurus), "vaca" (hembra), "toros" (macho) o "buey" al toro castrado al año y medio de edad. En su mayoría son del tipo "Criollo" o "Bagual" (localmente denominado "Pampa") y esporádicamente de razas mejoradas como "Braford". Porcino (Sus scrofa domesticus), "chancho" o "cerdo", cuya importancia relativa se ha incrementado en los últimos años, debido a la demanda para la venta de las crías llamadas "lechón". Equino (Equus caballus), en su mayoría "caballos" y "yeguas", pero también "burros" (Equus asinus) y "mulas" (E. asinus x E. caballus), que en general se los llama "yeguarizos" o "ieguarizos". Se utilizan para actividades de carga y/ o transporte, solitarios o en carros. Algunas personas se esfuerzan en su cría y cuidado ya que se emplean como caballos de carrera, en encuentros tradicionales llamados "cuadreras". Ovino (Ovis aries), "oveja" (hembra) y "carnero" (macho). Sus crías, los "corderos" son comercializados para consumo y representan un menú muy valorado entre la población. También aportan lanas. Predomina la raza "Criolla". Entre las Aves de corral, "gallinas", "gallos" y "pollos" (Gallus gallus domesticus), "patos" (Anas platyrhynchos), "gansos" (Anser anser) y "pavos" (Meleagris sp.) son las especies más comunes, y en menor frecuencia se crían "suris" o "ñandúes" (Rhea americana).
El tipo de ganadería es de "cría", y se alimentan en el interior de los bosques prediales con forrajes naturales, y con forrajes comprados o cultivados en los "piquetes".
La cría de animales tiene propósitos de generación de ingresos por venta y para autoconsumo. El producto más común en la comercialización es la carne, y para ese fin se venden los animales vivos o faenados. Se producen, además, leche y derivados, huevos, plumas, cuero y grasas (éstas últimas suelen utilizarse en medicinas caseras y también se venden como productos medicinales o alimenticios).
La actividad forestal y los recursos para sostener la ganadería se obtienen casi exclusivamente de los bosques nativos. Éstos proporcionan forrajes, (aunque algunas especies pueden resultar tóxicas para el ganado) y principios activos que se utilizan en la medicina veterinaria tradicional. Los bosques proporcionan la materia prima para producir bienes diversos. El sistema de aprovechamiento forestal es el típico para la región, utilizando herramientas manuales (motosierras, hachas, machetes y palas) y traslado interno en carros o vehículos de porte. Entre los productos obtenidos se mencionan postes y varillas (entre otros productos forestales, como durmientes, rodrigones o tirantes), combustibles (leña y carbón) para comercialización o uso propio; también se utilizan las especies para construcciones rurales rústicas, utensilios varios (por ejemplo, cabo de herramientas), construcción de corrales y cercos, infraestructura ganadera, fabricación de carretas, entre otros (Fig. 4A). La venta de madera también genera ingresos monetarios, por venta a los aserraderos instalados en las principales ciudades (Los Pirpintos, Pampa de los Guanacos, El Caburé, Monte Quemado).
Entre las prácticas silvopastoriles más comunes, el corral es una construcción rústica cercada cuya finalidad es el resguardo de los animales durante el período libre de pastoreo. Consisten en alambrados con postes provenientes casi exclusivamente de especies nativas, por lo general de "quebracho" en "palo a pique". Una variante particular e ingeniosa son los corrales bajo sombra de árboles grandes ("algarrobo", Prosopis spp.; "guayacán", Libidibia paraguariensis; "mistol", Ziziphus mistol; "morera", Morus alba; "quebracho", Schinopsis balansae, Schinopsis lorentzii), que diversifica los beneficiosos ambientales aportando sombra, protección, y provisión natural de frutos y hojas (Fig. 4B).
El cerco, piquete o potrero, es un terreno de no más de tres hectáreas destinado al cultivo a
Fig. 4. Algunas prácticas de manejo silvopastoril local. A: Aprovechamiento forestal, apilado de materia prima para la elaboración de productos madereros. B: Corral de ramas bajo sombra de "quebracho". C: Cerco de "chaguar". D: Cerco de ramas. E: Recolección de gramíneas para alimentación animal. F: "Troja" para almacenamiento de "maíz".
pequeña escala, ya que las condiciones ambientales y de riego son limitantes. Se cultivan gramíneas o herbáceas ("avena", Avena sativa; "maíz", Zea mays; "sorgo", Sorghum bicolor; cucurbitáceas, etc.). Son comúnmente rectangulares o circulares y se delimitan mediante plantación de especies
espinosas (Bromelia spp., cactáceas) (Fig. 4C) a los que denominan "cercos vivos" o con ramas secas de varias especies, apiladas entre postes de "quebracho" o de "algarrobo" conocidos como "cercos de ramas" (Fig. 4D), a veces pueden ser combinados. Además, suele llamarse "cerco" o
"pequeño cerco" a los jardines peridomésticos, donde se cultivan plantas ornamentales, medicinales o alimenticias. Las clausuras, son sitios donde crecen forrajes naturales y que se protegen a modo de cerco para evitar el pastoreo en distintas épocas y permitirlo cuando se considera necesario. El "desarbustado", que consiste en la eliminación de árboles pequeños y arbustos del sotobosque, manteniendo sólo los árboles grandes, a fin de incrementar el desarrollo de pasturas palatables, por mayor ingreso de luz solar. Se realiza en pequeñas superficies. La recolección, mediante la cual, se cosechan forrajes para abastecer a los animales en los corrales, se realiza en el cerco o a campo. Se recolectan frutos de las especies forestales nativas ("algarrobo", Prosopis spp; "chañar", Geoffroea decorticans; "claveles del aire" Tillandsia spp.; "mistol", Ziziphus mistol; "tuna", Opuntia ficus-indica; "tusca", Vachellia aroma) y es muy común la recolección de gramíneas forrajeras desde banquinas, bordes de caminos, o pastizales naturales, que se amontonan en carros y se trasladan hasta los corrales (Fig. 4E). El almacenamiento: la conservación de frutos para alimentación del ganado se hace efectiva en silos denominados "trojas", construidos con madera de "quebrachos", "algarrobos" o "guayacán" y otras especies con diámetros más finos que sirven para el "quinchado", por ejemplo "ancoche" (Vallesiaglabra) o "suncho" (Baccharis salicifolia) (Fig. 4F). Las trojas se tapan con plásticos o ramas, y se entremezclan ramas y hojas de algunas especies insectífugas como "paico" (Dysphania ambrosioides) o "hierba lucero" (Pluchea sagittalis), para evitar el ataque y daños de insectos. La quemazón: en esta práctica se queman intencionalmente pequeñas superficies del terreno (preferentemente pastizales) para favorecer el rebrote y posterior ramoneo de gramíneas forrajeras, que son sólo palatables con este accionar ("aibe", Elionurus muticus; "pluma de indio" Pappophorum pappiferum). Otra práctica que se pudo observar en este aspecto, consiste en el apilado y quema controlada de algunas cactáceas, con lo que se eliminan o atenúan las espinas, mejorando su valor forrajero.
Se encontró que unas 180 especies vegetales están relacionadas al ámbito silvopastoril local (56 familias y 134 géneros) (Anexo). Diez familias concentraron el 59 % del total de plantas silvopastoriles: Amaranthaceae, Asteraceae, Bromeliaceae, Cactaceae, Euphorbiaceae, Fabaceae, Malvaceae, Poaceae, Solanaceae y Verbenaceae, siendo Fabaceae la que presenta mayor cantidad de referencias etnobotánicas (Fig. 5). Las especies forrajeras (131), veterinarias (53) y tóxicas (48) son las más diversas y las que mayor consenso tuvieron en el relato de los interlocutores.
Entre las familias forrajeras se destacan Cactaceae, Fabaceae, Poaceae y Solanaceae, por su aporte en riqueza específica.
Fig. 5. Diversidad taxonómica de géneros, especies y etnocategorías silvopastoriles. Referencias: AMA (Amarantaceae), AST (Asteraceae), BRO (Bromeliaceae), CAC (Cactaceae), EUF (Euphorbiaceae), FAB (Fabaceae), MAL (Malvaceae), POA (Poaceae), SOL (Solanaceae), VER (Verbenaceae).
Entre las plantas de interés "etnoveterinario", la mayoría de las familias incluyó una, dos o tres especies a excepción de Fabaceae (6), Solanaceae (5), Apocynaceae (4) y Asteraceae (4), mientras que en relación a las especies tóxicas para el ganado, la información obtenida coincide ampliamente con los antecedentes consultados. Es preciso señalar que, en algunos casos las especies tóxicas pueden ser también forrajeras, de acuerdo a la época del año, por ejemplo, "sacha poroto" (Cynophalla retusa) o "malvón" (Sida cordifolia).
Por su parte, las especies combustibles, cercos y de construcción ocupan marcadamente la atención de la población, lo que se puede relacionar con los ingresos que generan por ventas o por la cobertura de las necesidades productivas. El resto de las categorías se mencionó con poca frecuencia.
Según su forma de provisión, las especies involucradas en el contexto silvopastoril se obtienen principalmente de los ambientes naturales, pero también se cultivan en cercos o se adquieren en comercios de la zona. Las plantas herbáceas concentraron mayor cantidad de especies silvopastoriles, seguidas de arbustos y árboles. Según su origen geográfico, el 89 % de las especies fue de origen nativo (Tabla 2). Cabe aclarar, que algunas especies se obtienen de los ambientes naturales o también son cultivadas (por ejemplo "gaton pan" (Panicum maximum), "maíz", entre otras.).
Por lo expuesto, para este tipo de sistemas socio-productivos, tanto las especies herbáceas como las leñosas tienen un rol destacado, que realza el valor del bosque en un sentido amplio. Con esto se demuestra la importancia del ecosistema desde un punto de vista holístico, que podría ser utilizado para el abordaje de las estrategias de conservación, teniendo en cuenta todos los elementos considerados "recursos" por la comunidad local.
Por su parte, la unidad "bosque" y "áreas modificadas" son las que mayores proporciones de especies silvopastoriles resguardaron. Estas unidades contienen mayor riqueza de especies, principalmente plantas forrajeras. La unidad "pastizal" por su parte, es la que menor proporción de especies presentó para cada categoría. Las plantas tóxicas son más frecuentes en áreas modificadas y arbustal, mientras que las veterinarias abundan en todas las unidades, a excepción del "pastizal", con moderado aporte. Por su parte "bosque" y "arbustal" ofrecieron la mayor riqueza en las demás categorías (Fig. 6).
El Índice de Valoración Silvopastoril (IVS) mostró una mayor preponderancia hacia las leñosas, y sólo dos especies del género Prosopis alcanzaron los valores más elevados. En el intervalo 74-40 del índice se incluyen nueve especies leñosas, confirmando una consideración por parte de los interlocutores hacia esta forma biológica. En el intervalo 39-10 se mantiene la dominancia de árboles y arbustos (37 especies), pero comienzan a incluirse las demás formas biológicas. En las últimas consideraciones aparecen el resto de las especies con preponderancia de las herbáceas debido a la frecuencia de especies que agrupa esa categoría (Fig. 7).
Tabla 2. Diversidad de especies involucradas en las prácticas silvopastoriles locales, según origen y
forma de provisión.
Diversidad de especies
Forma biológica | Nativa | Introducida | Cultivada o comprada | Porcentaje |
Hierba | 66 | 9 | 3 | 41,67 |
Arbusto | 47 | 2 | 1 | 27,22 |
Árbol | 23 | 1 | 4 | 13,33 |
Subarbusto | 18 | 1 | 0 | 10,56 |
Trepadora | 6 | 0 | 0 | 3,33 |
Otras | 7 | 0 | 0 | 3,89 |
Fig. 6. Diversidad de especies en cada etnocategoría, según unidades de vegetación.
Fig. 7. Índice de valoración silvopastoril (IVS) de las especies según forma biológica por intervalos.
Las herbáceas y en particular las gramíneas, tuvieron baja frecuencia de menciones, a pesar de que si se tiene en cuenta su interés agronómico, pueden ser las más favorables para la alimentación animal. Especies cultivadas o naturalizadas como "maíz" o "gatonpan" alcanzaron alta frecuencia de menciones por parte de los entrevistados. Por
su parte, especies de gran importancia forrajera, como "alfa" no se encuentran entre los forrajes preferidos por los colaboradores. Si bien, reconocen sus virtudes forrajeras, la baja valoración estaría relacionada con la imposibilidad de cultivarla, por las condiciones ambientales e infraestructura de riego desfavorables.
En Argentina, sistemas cultural-socio-productivos similares al descripto en este trabajo se han referenciado en otras regiones geográficas y en especial en la región chaqueña. En el área de estudio, por lo general, los predios están claramente delimitados y alambrados, a diferencia de lo citado por Scarpa (2012) y Jiménez-Escobar & Martínez (2019), para Formosa y Catamarca, respectivamente, en que los animales deambulan en campos comuneros en los que no existen límites jurídicos formales.
La mayoría de los entrevistados (80 %) fueron hombres mayores de 40 años, con lo cual se asume que entre las razones es que éste grupo genérico es el que desempeña prioritariamente la actividad silvopastoril (Penco Martín & Gordón Vázquez, 2003), en contraste con otras actividades sociales y productivas locales como la del telar, en la que las mujeres suelen ser las principales poseedoras de los saberes tradicionales (Palacio, 2007). La totalidad de los colaboradores manifestó que los conocimientos aportados fueron trasmitidos oralmente por miembros familiares de generaciones precedentes.
Muchas de las prácticas tratadas aquí han sido mencionadas entre los antecedentes consultados, como, por ejemplo, la quema de cactáceas (Morello & Saravia Toledo, 1959) que son manifestación de la vigencia de las prácticas de antaño en la actualidad.
El número de especies implicadas en el ámbito silvopastoril local es acorde con lo señalado por Cerón (1996), quien expresó que, entre los grupos étnicos latinoamericanos, el número de plantas útiles oscila entre 120 a 650 especies. Por su parte, en sistemas análogos, se ha registrado el empleo de 204 especies en comunidades de Argentina (Jiménez-Escobar, 2019), 262 especies en Ecuador (García Cruzatty et al., 2008) o 283 especies en México (Trujillo et al., 2003), entre otros antecedentes.
A su vez, el listado de especies silvopastoriles encontradas en esta investigación complementa y amplía la información previa reportada en otros estudios del chaco semiárido (Scarpa, 2000, 2007, 2012; Carrizo & Palacio, 2010, 2013; Martínez & Luján, 2011; Palacio et al., 2011, 2020; Riat, 2012; Suárez, 2014; Trillo et al., 2014, Trillo, 2016; Martínez & Jiménez-Escobar, 2017; Jiménez-Escobar, 2019) y es un valioso aporte para el conocimiento de la "etnoflora" de la región.
Diez familias botánicas concentraron casi el 60 % del total de plantas silvopastoriles, entre las que se destaca Fabaceae, al ser la que presenta mayor cantidad de especies y mayor consenso de referencias etnobotánicas. Con esto, se acentúa la importancia económica y cultural de las "Leguminosas" en la provincia, señalada también en otros estudios etnobotánicos locales (Togo et al., 1990; Roic et al., 1999; Carrizo et al., 2002, 2005, entre otras obras).
El consenso de referencias mencionadas para las especies forrajeras, veterinarias y tóxicas, puede explicarse de acuerdo al valor local que se asigna a la ganadería, también expresado en Scarpa (2007) y Riat (2015), resultados que reafirman el interés en el saber de estos recursos por parte de los pobladores locales.
Las familias forrajeras más destacadas en riqueza específica, se habían señalado como tal en Scarpa (2007) Carrizo & Palacio (2010), Palacio et al. (2011), Carrizo & Palacio (2013). Por su parte, fue escaso el valor forrajero para Asteraceae (1 sola especie mencionada), a diferencia de algunos antecedentes regionales consultados (Scarpa, 2007; Carrizo & Palacio, 2010; Jiménez-Escobar & Martínez, 2019). Freire & Molina (2009), informaron que las Asteraceae poseen bajo valor forrajero, razón por la cual suelen abundar en pastizales palatables.
Las plantas de interés "etnoveterinario" representaron el segundo grupo en orden de importancia, y para el cual no se habían registrado antecedentes en la provincia de Santiago del Estero. Martínez & Luján (2011) señalaron a Asteraceae como una familia de importancia veterinaria por la riqueza de especies empleadas con este fin en la provincia de Córdoba (Argentina).
Especies tóxicas como, "gramilla" (Cynodon dactylon), "hediondilla" (Cestrum parquii), "malvón", "romerillo" (Baccharis coridifolia), "sacha naranjo" (Anisocapparis speciosa) o "sacha sandía" (Sarcotoxicum salicifolium), mencionadas aquí con frecuencia, han sido señaladas en numerosas fuentes bibliográficas debido a la presencia de principios activos nocivos para los animales (Ragonese, 1956;
Ragonese & Milano, 1984; Boelcke, 1992; Luchetti, 2001; Hurrell & Bazzano, 2003; Barboza et al., 2006; Krapovickas & Tolaba, 2012). El nivel de toxicidad es, al parecer, variable según la época del año, o bien, solo algunas partes de la planta son tóxicas mientras que otras no lo son. Esa condición es reconocida por los pobladores. En algunos casos las especies pueden ser tóxicas y también forrajeras, de acuerdo a la época del año, por ejemplo, "sacha poroto" o "malvón".
Las áreas "bosque" y "arbustal" ofrecieron la mayor riqueza en las demás categorías, con lo que se coincide con Keller (2007) en que la unidad de vegetación de mayor estructura vertical, es la que reúne mayor riqueza de plantas útiles.
El escenario actual de degradación de los recursos naturales y la necesidad de su conservación plantea diversos desafíos, para los cuales se ha considerado necesario conocer la biología, ecología y distribución de los recursos, pero también los aspectos etnobotánicos (Hernández Bermejo & Muñoz, 1994). En ese sentido, la complejidad de los sistemas bioculturales requiere de la ayuda de instrumentos metodológicos que permitan comprender su dinámica, al menos, en forma parcial. Entre ellas, los índices pueden ser útiles para interpretar las interacciones de los humanos con su ambiente (Begossi, 1996). El Índice utilizado en esta ocasión (IVS) mostró una mayor preponderancia hacia las leñosas y según Morello & Saravia Toledo (1959) el aporte de las leñosas en estos sistemas ganaderos extensivos es decisivo e imprescindible, ya que el ganado aprovecha estas especies, particularmente hojas y frutos, para el enriquecimiento de su dieta.
En regiones semiáridas, el conocimiento de la flora local y la empleada para algún propósito en particular pude ser muy importante como herramienta para la planificación y gestión sustentable. Sin embargo, pocas investigaciones han vinculado numéricamente ambos conceptos. En este caso, el 42 % de la flora local tiene aptitud silvopastoril, si se tiene en cuenta lo citado por Roger et al. (2019), donde se citaron 427 especies vasculares para la misma región. Por su parte, Castell-Puchades et al. (2016), en Cuba, mencionaron que el 48 % de las especies relevadas representó algún tipo de uso o valor para las comunidades estudiadas, o a nivel local, Keller (2007) encontró que en la región de la selva misionera argentina, el 60% de la flora relevada constituye un recurso útil para la población.
Entre los aspectos que distinguen las prácticas silvopastoriles tradicionales, se han observado similitudes con lo estudiado en otras regiones del país. Según Scarpa (2000, 2007, 2012) y Córdoba & Camardelli (2018), la "ganadería criolla" actual es una modalidad de uso de los recursos naturales, heredada de la ganadería tradicional española y adaptada al bosque chaqueño, con baja inversión en infraestructura y aprovechando los recursos que ofrece el bosque. Por su génesis común, las formas actuales de producción silvopastoril campesina, replican en forma análoga las prácticas de manejo en ese contexto. En Santiago del Estero, en particular, poblaciones que no tienen aparente conexión entre sí, realizan prácticas y poseen discursos y conocimientos muy similares. Incluso, es posible observar pautas comunes que incluyen a variadas comunidades campesinas e indígenas de gran parte de Argentina e incluso de Latinoamérica (Scarpa, 2000, 2007, 2012; Ladio & Lozada, 2004; Vidaurre et al., 2006; Muiño, 2010; Martínez & Luján, 2011; Riat, 2012, 2015; Califano & Echazú, 2013; Castañeda Sifuentes et al., 2014; Torrico Chalabe & Trillo, 2015; Ahumada & Trillo, 2017; Castillo & Ladio, 2017; Martínez & Jiménez Escobar, 2017; Palacio et al., 2020).
Es por esto que, si bien la actividad silvopastoril campesina es heredada de la ganadería tradicional española y adaptada al ecosistema semiárido, su implementación local incluye prácticas "globalizadas" no necesariamente constantes según cada ambiente o sitio. Por esto, una misma especie puede tener distintas menciones de uso en sitios diferentes, tanto a nivel local como regional. En este caso particular, algunas especies reconocidas en el noreste santiagueño como forrajeras, veterinarias, tóxicas o combustibles, no lo son en otros sitios locales o regionales, y viceversa. Por ello, el conocimiento ecológico adquiere valor único y propio, según el grupo humana que lo ostenta, y adquiere además carácter adaptativo y evolutivo, basado principalmente en las diferencias entre sitios ecológicos. Por esta razón sería conveniente la referencia de "conocimiento ecológico local" por sobre "conocimiento ecológico tradicional", como habitualmente se lo menciona.
Por su valor ecológico, relacionado con la conservación del bosque chaqueño semiárido, el área de estudio fue y es un sitio elegido frecuentemente para llevar a cabo investigaciones en ciencias biológicas y/o ecológicas. Sin embargo, esta investigación aportó el primer estudio local desde una perspectiva etnoecológica, relacionado con las prácticas sociales y económicas de la población.
La actividad silvopastoril es la principal práctica socio-productiva entre los pobladores del área de estudio. Éstos tienen conocimientos referidos a 180 especies vegetales (42 % del total de la flora del lugar) lo que evidencia la importancia del bosque en las prácticas socio-económicas locales. Por su parte, ese conocimiento se expresa en los discursos, en las prácticas y en las estrategias productivas. La mayoría de las especies involucradas en las practicas silvopastoriles son de origen autóctono, lo que resalta el valor de los bosques nativos, en el contexto de análisis.
Al centrarse en el conocimiento de los grupos humanos en su relación con su entorno y los usos asignados a las plantas, la etnoecología puede asistir a otras áreas científicas como la agronomía o la silvicultura, por su incidencia, por ejemplo, en la elaboración de estrategias de conservación biológica y cultural. El conocimiento ecológico es importante desde un enfoque bio-ecológico, pues destaca la relación mutua de las poblaciones con su medio natural, y permite el desarrollo de estrategias productivas que son favorables para la diversidad biológica del sitio, a su vez que se mantienen aspectos culturales de la población. Además, documentar ese conocimiento puede ser útil para la revalorización y uso sostenible de los recursos que aporta el bosque chaqueño semiárido.
A Julio Hurrell, Hugo Zerda y Manuel Palacio por sus consejos durante el desarrollo de esta investigación. A María Sosa, Lucas Roic, Roberto Kiesling, Luis Oakley y Rocío Deanna, por su asistencia para la determinación de algunas especies. A Norma Hilgert y revisores anónimos, por su lectura crítica y sugerencias que permitieron mejorar sustancialmente este manuscrito. A la Facultad de Ciencias Forestales (Universidad Nacional de Santiago del Estero), que brindó los medios para realizar este estudio. Un agradecimiento muy especial a los habitantes del área de estudio, por su hospitalidad y generosidad para compartir su tiempo y saberes, como así también por el consentimiento para publicar los resultados de la investigación.
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Anexo. Listado de las especies involucradas en las prácticas silvopastoriles locales, ordenada alfabéticamente por familia botánica y nombre
científico.
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020
FamiUaINombre Científico | Nombre local | Forma biológica | Estatus | Unidades de vegetación | Etnocategorías | IVS | Referencia |
Acanthaceae | |||||||
Justicia squarrosa Griseb. | alfllla | SUB | NAT | Am | 1 | 7,24 | Roic, 540 |
Justicia tweediana (Nees) Benth | alfa de monte, sacha alfa | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 8,00 | Roger, 312 |
Ruellia ciliatiflora Hook. | toya yuyo | HIE | NAT | Bo, Am | 1 | 7,24 | Roger, 529 |
Ruellia coerulea Morong. | ucho | HIE | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 7,17 | UNSE, 678 |
Ruellia hygrophila Mart. | *** | HIE | NAT | Bo | 1 | 7,17 | Roger, 348 |
Ruellia macrosolen Lillo ex C. Ezcurra | ucho blanco | HIE | NAT | Am | 1 | 7,24 | Roger, 229 |
Achatocarpaceae | |||||||
Achatocarpus praecox Griseb. | tala blanca, tala amarilla | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,4,9, 14 | 29,00 | Roger, 284 |
Amaranthaceae | |||||||
Alternanthera pungens Kunth | hierba del pollo | HIE | NAT | Pa, Am | 2 | 7,20 | Roger, 491 |
Amaranthus hybridus L. | amaranto, yuyo colorado | HIE | INTR | Am | 1 | 7,42 | Roger, 527 |
Amaranthus viridis L. | ataco | HIE | NAT | Ar, Am | 1 | 7,17 | Roger, 463 |
Chenopodium álbum L. | *** | HIE | INTR | Ar, Pa, Am | 1,14 | 14,50 | Roger, 524 |
Dysphania ambrosioides (L.) Mosyakin & Clemants | paico | SUB | NAT | Ar, Pa, Am | 1,2,11 | 22,23 | Roger, 458 |
Gomphrena perennis L. | *** | SUB | NAT | Pa, Am | 1 | 7,20 | Roger, 556 |
Gomphrena pulchella Mart. Burret | sandía paca | SUB | NAT | Am | 1 | 7,45 | Roger, 490 |
Amaryllidaceae | |||||||
Allium sativum L. | ajo | HIE | INTR | Otra | 2 | 7,76 | *** |
Anacardiaceae | |||||||
Schinopsis balansae Engl. | quebracho colorado chaqueño | ARB | NAT | Bo | 1,3,6 | 29,22 | Roger, 235 |
Schinopsis lorentzii (Griseb.) Engl. | quebracho colorado santiagueño | ARB | NAT | Bo, Ar | 1,2,3,4,5,6,7,13 | 69,21 | Roger, 328 |
Schinus fasciculatus (Griseb.) 1. M. Johnst. | molle | ABT | NAT | Bo, Ar | 1,2,3,4,5,6,9 | 46,49 | Roger, 304 |
Apocynaceae | |||||||
Araujia odorata (Hook. & Arn.) Fontella & Goyder | doca, doca lisa | TRE | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,14 | 22,38 | Roger, 51 |
Aspidosperma quebracho-blanco Schltdl. | quebracho blanco | ARB | NAT | Bo, Ar | 2,3,4,5,6,7,8,13,14 | 68,90 | Roger, 212 |
Funastrum gracile (Decne.) Schltdl. | cortachina, tramontana | TRE | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,14 | 21,80 | Roger, 403 |
Vallesia glabra (Cav.) Link | ancoche, siempreverde | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,5,6,11 | 22,32 | Roger, 483 |
Aquifoliaceae | |||||||
llex paraguariensis A. St.-Hil. | yerba mate | ARB | INTR | Otra | 2 | 7,24 | *** |
Araceae | |||||||
Lemna gibba L. | lenteja de agua | HIE | NAT | Am | 1 | 7,30 | Roger, 576 |
Pistia stratiotes L. | repollo de agua | HIE | NAT | Am | 1 | 7,20 | Roger, 574 |
Synandrospadix vermitoxicum (Griseb.) Engl. | *** | HIE | NAT | Bo, Ar, Am | 2,14 | 14,41 | Roger, 710 |
Aristolochiaceae | |||||||
Aristolochia lingua Malme | buche de pavo, flor patito | HIE | NAT | Ar, Pa, Am | 14 | 7,30 | Roger, 384 |
Prosopanche americana (R.Br.) Baill | flor de tierra | Otra | NAT | Bo | 1 | 7,30 | Roger, 595 |
Asphodelaceae |
Nombre local
Harrisia pomanensis (F.A. C. Weber ex Schum.) ulúa Britton & Rose
Opuntia anacantha Speg. var. kiska-loro (Speg.) R. penca Kiesling_
E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero
FamitialNombre Científico
Aloe sp. aloe
Asteraceae
Acanthospermum hispidum DC. huajclilla, torito
Baccharis articúlala (Lam.) Pers. carqueja
Baccharis coridifolia DC. mio-mio, romerillo
Baccharis dracunculifolia DC.
Baccharis salicifolia (Ruiz & Pav.) Pers. (= Baccharis salicina Torr. & A.Gray)
Conyza bonariensis (L.) Cronquist Flaveria bidentis (L.) Kuntze Gochnatia argentina (Cabrera) Cabrera Parthenium hysterophorus L.
Pascalia glauca Ortega (= Wedelia glauca (Ortega) Hoffm. ex Hicken)
Pluchea sagittalis (Lam.) Cabrera
Verbesina encelioides (Cav.) Benth. & Hook f ex A.
Gray
Bignoniaceae
Handrohanthus impetiginosus (Mart. ex DC) Mattos Tabebuia nodosa (Griseb.) Griseb.
Boraginaceae
Heliotropium curassavicum L.
Heliotropium procumbens Mili.
Bromeliaceae Bromelia hieronymi Mez Bromelia serra Griseb.
Bromelia urbaniana (Mez) L. B. Sm.
Tillandsia duratii Vis.
Tillandsia tricholepis Baker Tillandsia xiphioides Ker Gawl.
Cactaceae
Cereusforbesii Otto ex C.F. Fórst. Cleistocactus baumannii (Lem.) Lem.
romerillo grande suncho blanco
rama negra
balda, balda amarilla
chilca
altamisa
sunchillo
hierba lucero queyu sisa
lapacho
huiñaj, palo cruz cola de gama
cardo, chaguar cardo, chaguar de vaca chaguarcillo
clavel del aire, chasca, azahar, aza
morado
clavel del aire
azahar blanco
ude, ucli ush ¡vincha
Forma biológica | Estatus | Unidades de vegetación | Etnocategorías | IVS | Referencia |
HIE | INTR | Otra | 2 | 7,20 | *** |
HIE | NAT | Am | 14 | 7,20 | Roger, 318 |
SUB | NAT | Ar, Am | 2 | 7,20 | Roger, 634 |
SUB | NAT | Ar | 14 | 7,17 | Roger, 1005 |
ABT | NAT | Am | 1 | 7,91 | Roger, 546 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 2,5 | 7,20 | Roger, 723 |
HIE | NAT | Ar, Am | 14 | 7,30 | Roger, 487 |
HIE | NAT | Ar, Am | 14 | 7,45 | Roger, 564 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 14 | 7,30 | Roger, 232 |
HIE | NAT | Pa, Am | 2 | 7,20 | Roger, 114 |
HIE | NAT | Am | 14 | 14,50 | Roger, 729 |
HIE | NAT | Am | 2,11 | 7,24 | Roger, 716 |
HIE | NAT | Am | 14 | 7,36 | Roger, 457 |
ARB | INTR | Otra | 9 | 7,20 | *** |
ARB | NAT | Bo, Ar | 9,13 | 14,75 | Roger, 614 |
HIE | NAT | Pa, Am | 1 | 7,17 | Roger, 206 |
HIE | NAT | Pa, Am | 1 | 7,17 | Roger, 528 |
HIE | NAT | Bo, Ar | 1,6 | 14,69 | Roger, 578 |
HIE | NAT | Bo, Ar | 1,6 | 14,62 | Roger, 545 |
HIE | NAT | Bo, Ar | 6 | 7,30 | Roger, 579 |
Otra | NAT | Bo | 1, 10 | 7,33 | Roger, 39 |
Otra | NAT | Bo | 1 | 14,59 | Roger, 38 |
Otra | NAT | Bo | 1 | 7,17 | Roger, 571 |
ARB | NAT | Bo,Ar, Am | 1,2 | 14,38 | Roger, 630 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Pa, Am | 1 | 7,20 | Roger, 612 |
ABT | NAT | Bo,Ar, Am | 1 | 7,33 | Roger, 615 |
HIE | NAT | Bo,Ar, Am | 1,6 | 14,47 | Roger, 592 |
FamiUaINombre Científico | Nombre local | Forma biológica | Estatus | Unidades de vegetación | Etnocategorías | IVS | Referencia |
Opuntia ficus-indica (L.) Mili.- f. amyclaea | tuna colorada, tuna con espinas, tuna forrajera | ARB | NAT | Am | 1,6 | 14,66 | Roger, 616 |
Opuntia ficus-indica (L.) Mili.- f. ficus-indica | tuna amarilla, tuna sin espinas | ARB | NAT | Am | 1 | 7,42 | Roger, 617 |
Opuntia quimilo K. Schum | quimil | ARB | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,10,14 | 29,22 | Roger, 618 |
Trichocereus thelegonoides (Speg.) Britton & Rose | penca | ABT | INTR | Am | 6 | 7,20 | Roger, 597 |
Cannabaceae | |||||||
Celtis pallida Torr. | tala, tala colorada, tala rosada, talilla | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,3,4,5,8,9 | 52,09 | Roger, 726 |
Capparaceae | |||||||
Anisocapparis speciosa (Griseb.) X. Cornejo & H. | palo amargo, palo verde, sacha limón, | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,14 | 22,20 | Roger, 234 |
H. litis | sacha naranja | ||||||
Capparicordis tweediana (Eichler) H. H. litis & X. Cornejo | hierba de la comadreja | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 14 | 7,20 | Roger, 518 |
Capparis atamisquea Kuntze | atamisqui, matagusano, matanegra | ABT | NAT | Bo, Ar | 2,14 | 14,50 | Roger, 436 |
Cynophalla retusa (Griseb.) X. Cornejo & H. h. litis | cocol, cocol de hoja redonda, sacha poroto | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,14 | 15,15 | Roger, 349 |
Sarcotoxicum salicifolium (Griseb.) X. Cornejo & H. H. litis | sacha mamita, sacha sandía | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,14 | 14,38 | Roger, 325 |
Celastraceae | |||||||
Maytenus vitis-idaea Griseb. | cosque yuyo | ABT | NAT | Ar | 2,4 | 14,62 | Roger, 63 |
Monteverdia spinosa (Griseb.) Biral (=Maytenus abriboca, molle chico | ABT | NAT | Bo, Ar | 1,2,4 | 21,77 | Roger, 596 | |
spinosa (Griseb.) Lourteig & O'Donell) | |||||||
Cucurbitaceae | |||||||
Citrullus lanatus (Thunb.) Matsum. & Nakai | sandía | HIE | INTR | Am | 1,2 | 15,46 | Roger, 740 |
Cucúrbita maxima Duchesne. | zapallo | HIE | INTR | Am | 1,2 | 15,30 | Roger, 725 |
Cyperaceae | |||||||
Cyperus rotundus L. | cebollín | HIE | INTR | Am | 1 | 7,17 | Roger, 220 |
Dioscoreaceae | |||||||
Dioscorea microbotrya Griseb. | iaco, yaco | HIE | NAT | Bo | 2 | 7,20 | Roger, 745 |
Ephedraceae | |||||||
Ephedra triandra Tul. emend. J.H.Hunz | tramontana | ABT | NAT | Bo, Ar | 1 | 7,27 | Roger, 594 |
Euphorbiaceae | |||||||
Croton bonplandianus Baill. | paloma micuna, paloma yuyo | SUB | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 7,17 | Roger, 541 |
Croton lachnostachyus Baill. | cola de quirquincho | SUB | NAT | Bo, Am | 1 | 7,17 | Roger, 508 |
Euphorbia serpens Kunth | hierba meona | HIE | NAT | Ar, Pa, Am | 1 | 7,30 | Roger, 482 |
Ricinus communis L. | tártago | ABT | INTR | Am | 14 | 7,17 | Roger, 585 |
Tragia volubilis L. | *** | TRE | NAT | Am | 2 | 7,30 | Roger, 443 |
Fabaceae | |||||||
Desmanthus acuminatus Benth. | *** | SUB | NAT | Am | 1 | 7,20 | Roger, 335 |
Galactia latisiliqua Desv | *** | HIE | NAT | Am | 1 | 7,20 | Roger, 557 |
Geoffroea decorticans (Gillies ex Hook. & Arn.) chañar | ARB | NAT | Bo, Ar | 1,2,3,4,5,9,13 | 44,67 | Roger, 623 | |
Burkart |
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020
Familia/A/o/Dóre Científico
Libidibia paraguariensis (D. Parodi) G.P. Lewis Medicago sativa L.
Mimosa detinens Benth.
Mimozyganthus carinatus (Griseb.) Burkart Neptunia pubescens Benth.
Parkinsonia praecox (Ruiz & Pav.) Hawkins Prosopis alba Griseb. var. alba
Prosopis alba Griseb. var. panta Griseb. Prosopis el ata (Burkart) Burkart
Prosopis kuntzei Harms
Prosopis nigra (Griseb.) Hieran, var. nigra
Prosopis sericantha Gillies ex Hook. & Arn.
Prosopis torquata (Cav. Ex. Lag.) DC Senegalia gilliesii (Steud.) Seigler & Ebinger Senegalia praecox (Griseb.) Seigler & Ebinger Senna aphylla (Cav.) H. S. Irwin & Barneby Senna chacóensis (L. Bravo) H. S. Irwin & Barneby (= Senna spiniflora (Burkart) H.S. Irwin & Barneby) Senna morongii (Britton) H. S. Irwin & Barneby
Senna obtusifolia (L.) H. S. Irwin & Barneby Senna occidentalis (L.) Link Sesbania virgata (Cav.) Pers.
Vachellia aroma (Gillies ex Hook. & Arn) Seigler &
Ebinger
Lamiaceae
Salvia cardiophylla Benth.
Loranthaceae
Struthanthus uraguensis (Hook. & Arn.) G. Don
Lythraceae
Heimia salicifolia (Kunth) Link Malvaceae
Malvastrum coromandelianum (L.) Garcke Sida cordi folia L.
Sida rhombifolia L.
Sphaeralcea bonariensis (Cav.) Griseb.
Nombre local
guayacán
alfa
breita, garabato, garabato negro churqui, iscayante
brea
árbol blanco, algarrobo, algarrobo
blanco
camatala
algarrobillo, huajcho, haujchillo,
tackellu
carandá, itín
árbol negro, algarrobo, algarrobo negro retama
quenti, quenti tacko garabato, garabato rubio, teatín garabato blanco, uña de gato pichanilla
falso carandá, retama, pichana
pito canuto, malotaco, algarroba del diablo
garbancillo, sacha garbanzo cafetillo, sacha café
tusca
escoba dura malva
campanita, sacha salvia, sanalotodo
liga de mistol, liga de árbol
arupaqui, pichana, quiebra arado
potro huatana, yuyo colorado malvón
Forma biológica | Estatus | Unidades de vegetación | Etnocategorías | IVS | Referencia |
ARB | NAT | Bo | 1,3,4,5,7,9,14 | 60,04 | Roger, 621 |
SUB | INTR | Am | 1 | 7,17 | Roger, 336 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,3,4,5,6,7 | 45,54 | Roger, 624 |
ABT | NAT | Ar | 4,6,9 | 14,84 | Roger, 110 |
SUB | NAT | Am | 1 | 7,20 | Roger, 495 |
ABT | NAT | Bo, Ar | 1,4,10,12,13 | 29,96 | Roger, 622 |
ARB | NAT | Bo | 75,49 | Roger, 57 | |
ARB | NAT | Bo | 1 | 7,20 | Roger, 50 |
ABT | NAT | Bo, Ar | 1,4,9 | 22,04 | Roger, 552 |
ARB | NAT | Bo, Ar, Am | 1,3,4,5,6,7,8,13 | 62,96 | Roger, 46 |
ARB | NAT | Bo, Ar, Am | 82,85 | Roger, 521 | |
ABT | NAT | Am | 4,6,9,14 | 28,88 | UNSE, 1338 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,4 | 15,02 | Roger, 669 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,3,4,6,9 | 38,02 | Roger, 331 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,3,4,6 | 30,60 | Roger, 226 |
ABT | NAT | Ar, Am | 6 | 7,24 | Roger, 49 |
ABT | NAT | Ar, Am | 1,6,9 | 21,77 | Roger, 345 |
ABT | NAT | Am | 2 | 14,44 | Roger, 317 |
HIE | NAT | Am | 14 | 7,42 | Roger, 455 |
HIE | NAT | Am | 1,2,14 | 14,59 | Roger, 313 |
ABT | NAT | Am | 14 | 7,24 | Roger, 601 |
ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,3,4,5,6,7,14 | 62,10 | Roger, 243 |
SUB | NAT | Am | 14 | 7,24 | Roger, 48 |
Otra | NAT | Bo | 1,2 | 14,41 | Roger, 523 |
SUB | NAT | Bo, Ar, Am | 5,14 | 7,24 | Roger, 558 |
SUB | NAT | Ar, Pa, Am | 1 | 7,20 | Roger, 469 |
SUB | NAT | Bo, Ar, Pa, Am | 1,2,14 | 7,20 | Roger, 309 |
SUB | NAT | Ar, Am | 1 | 23,12 | Roger, 450 |
SUB | NAT | Bo, Ar, Pa, Am | 2,14 | 7,82 | Roger, 54 |
E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero
Familia/A/ornére Científico | Nombre local | Forma biológica | Estatus | Unidades de vegetación | Etnocategorías | IVS | Referencia |
Wissadula densiflora R.E.Fr. | *** | SUB | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 14,47 | Roger, 540 |
Meliaceae | |||||||
Melia azedarach L. | paraíso | ARB | INTR | Bo, Ar, Am | 14 | 7,45 | Roger, 62 |
Moraceae | |||||||
Morus alba L. | mora, morera | ARB | INTR | Am | 1,13 | 14,93 | Roger, 73 |
Myrtaceae | |||||||
Psidium guajava L. | guayabo | ABT | INTR | Otra | 1 | 7,20 | Roger, s-n |
Nyctaginaceae | |||||||
Boerhavia diffusa L. var. leiocarpa (Heimerl) C. Adams Phil | D. *** | HIE | INTR | Am | 1 | 7,17 | Roger, 494 |
Bougainvillea praecox Griseb. | palo blanco, yuyo blanco | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,4,5,6,9,14 | 36,36 | Roger, 241 |
Olacaceae | |||||||
Ximenia americana L. | pata | ABT | NAT | Bo, Ar | 1,2,4,5,13 | 36,76 | Roger, 589 |
Oleaceae | |||||||
Menodora integrifolia (Cham. & Schltdl.) Steud. | *** | HIE | NAT | Ar, Pa, Am | 14 | 7,27 | Roger, 587 |
Orchidaceae | |||||||
Cyrtopodium pflanzii Schltr. | palma de aire | Otra | NAT | Bo | 2 | 7,20 | Roger, 315 |
Oxalidaceae | |||||||
Oxalis corniculata L. | trébol, vinagrillo | HIE | NAT | Am | 1 | 7,17 | Roger, 418 |
Papaveraceae | |||||||
Argemone subfusiformis G. B. Ownbey | cardo santo | HIE | NAT | Am | 2 | 14,35 | Roger, 56 |
Passifloraceae | |||||||
Passiflora mooreana Hook. F | pata de suri, sacha granada | TRE | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 7,51 | Roger, 296 |
Tu mera sidoides L. | *** | HIE | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 7,17 | Roger, 499 |
Plantaginaceae | |||||||
Plantago myosuros Lam. | llantén | HIE | NAT | Am | 1,2 | 7,17 | Roger, 71 |
Poaceae | |||||||
Avena sativa L. | avena | HIE | INTR | Otra | 1 | 7,30 | *** |
Cenchrus ciliaris L. | pasto búfalo, pasto natural, pasto salina | HIE | INTR | Ar, Pa, Am | 1 | 7,82 | Roger, 400 |
Cenchrus myosuroides Kunth | cadillo | HIE | NAT | Pa, Am | 1,14 | 14,38 | Roger, 392 |
Cenchrus pilcomayensis (Mez) Morrone | simbol, pasto simbol, pasto natural | HIE | NAT | Pa | 1,5, 7 | 21,95 | Roger, 582 |
Chloris castilloniana Lillo & Parodi | pasto crespo, pasto plumerillo | HIE | NAT | Bo, Ar, Pa, Am | 1 | 7,45 | Roger, s-n |
Chloris gay ana Kunth | grama rodes, pasto natural | HIE | INTR | Am | 1 | 7,64 | UNSE, 505 |
Cynodon dactylon (L.) Pers. | brama, bramilla, gramilla, pata de perdiz, pasto natural | HIE | NAT | Pa, Am | 1,2 | 22,01 | Roger, 712 |
Digitada insularis (L.) Fedde | pasto amargo, pasto bandera | HIE | NAT | Am | 1 | 7,30 | Roger, 513 |
Echinochloa colona (L.) Link | pasto colorado, pasto natural | HIE | NAT | Pa, Am | 1 | 7,30 | Roic, 608 |
Elionurus muticus (Spreng.) Kuntze | aibe, pasto aibe, aibel, espadillo | HIE | NAT | Pa | 1,14 | 7,85 | Roger, 581 |
Eragrostis cilianensis (All.) Vignolo Ad Janch | *** | HIE | NAT | Pa | 1 | 7,17 | Roger, 461 |
Gouinia latifolia (Griseb.) Vasey | sorguillo, pasto natural | HIE | NAT | Bo, Ar | 1 | 7,20 | Roic, 512 |
Bol. Soc. Argent. Bot. 55 (4) 2020
Familia/A/o/Dóre Científico | Nombre local | Forma biológica | Estatus | Unidades de vegetación | Etnocategorías | IVS |
Gouinia paraguayensis (Kuntze) Parodi | sorguillo, pasto natural | HIE | NAT | Bo, Ar | 1 | 7,20 |
Leptochloa virgata (L.) P. Beauv. | *** | HIE | NAT | Am | 1 | 7,17 |
Panícum máximum Jacq. (= Megathyrsus maximus gaton pan, gaton | HIE | INTR | Pa, Am, Otra | 1 | 8,47 | |
(Jacq.) B.K.Simon & Jacobs) | ||||||
Pappophorum pappiferum (Lam.) Kuntze | pluma de indio | HIE | NAT | Am | 1 | 7,17 |
Paspalum unispicatum (Scribn. & Merr.) Nash | pasto miel | HIE | NAT | Pa | 1 | 7,30 |
Setaria lachnea (Ness) Kunth | cola de zorro, pasto natural | HIE | NAT | Pa, Am | 1 | 14,47 |
Setaria pampeana Parodi Ex. Nicora | cola de zorro, pasto natural | HIE | NAT | Ar, Pa, Am | 1,7 | 7,17 |
Setaria parviflora (Poir) Kerguélen var. parviflora | cola de zorro grande, pasto natural | HIE | NAT | Pa, Am | 1 | 7,24 |
Sorghum bicolor (L.) Moench | sorgo dulce | HIE | NAT | Am, Otra | 1 | 7,60 |
Trichloris crinita (Lag.) Parodi | pasto crespo, pasto plumerillo, pasto | HIE | NAT | Bo, Ar, | 1 | 7,82 |
natural | Pa, Am | |||||
Trichloris pluríflora E. Fourn. | pasto natural | HIE | NAT | Bo, Ar, Pa, Am | 1 | 7,17 |
Zea mays L. | maíz | HIE | INTR | Am, Otra | 1,2 | 15,55 |
Polygonaceae | ||||||
Salta triflora (Griseb.) Adr. Sánchez | duraznillo del campo | ARB | NAT | Bo, Ar | 1,2,4 | 29,22 |
Portulacaceae | ||||||
Portulaca olerácea L. | verdolaga | HIE | NAT | Pa, Am | 1,2,5 | 21,80 |
Portulaca umbraticola Kunth | verdolaga | HIE | NAT | Am | 1,5 | 7,54 |
Ranunculaceae | ||||||
Clematis montevidensis Spreng. | barba de chivo, barba de viejo, cabello | TRE | NAT | Bo, Ar, | 2,14 | 15,18 |
de ángel, loconti | Pa, Am | |||||
Rhamnaceae | ||||||
Condalia microphyla Cav. | piquillín | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 15,15 |
Ziziphus mistol Griseb. (= Sarcomphalus mistol mistol | ARB | NAT | Bo, Ar | 1,3,4,9,13 | 38,85 | |
(Griseb.) Hauenschild) | ||||||
Rubiaceae | ||||||
Coffea arabica L. | café | ARB | INTR | Otra | 2 | 7,20 |
Rutaceae | ||||||
Citrus reticulata Blanco | mandarinero | ARB | INTR | Otra | 1 | 7,20 |
Salviniaceae | ||||||
Azolla caroliniana Willd. | *** | HIE | NAT | Am | 1 | 7,30 |
Santalaceae | ||||||
Acanthosyris falcata Griseb. | sacha pera, sauce | ARB | NAT | Bo, Ar | 1 | 14,38 |
Jodina rhombifolia (Hook. & Arn.) Reissek | sombra de toro, quebracho flojo | ARB | NAT | Bo, Ar | 2,8,14 | 28,97 |
Sapindaceae | ||||||
Cardiospermum halicacabum L. | *** | TRE | NAT | Bo, Ar | 1 | 7,17 |
Sellaginalaceae | ||||||
Selaginella sellowii Hieran. | musguito, pelo de tierra | HIE | NAT | Am | 1,14 | 14,41 |
Simaroubaceae |
Roger, 711 Roger, 74
Roger, 577
Roger, 394 Roger, 535
Roger, 510
Roger, 535
Referencia
Roic, 515 Roger, 412 Roger, 397
Roger, 388 Roger, 408 Roger, 735 Roic, s-n Roger, 717 Roger, 562 Roger, 404
Roic, 513
Roger, 440
Roger, 626
Roger, 627 Roger, 519
Roger, 113
E. Roger - Conocimiento y prácticas silvopastoriles en Santiago del Estero
Familia/A/omóre Científico | Nombre local | Forma biológica | Estatus | Unidades de vegetación | Etnocategorías | IVS | Referencia | |
Castela coccínea Griseb. | meloncillo, mistol de cabra, zorro, sacha melón | mistol de | ABT | NAT | Bo, Ar | 1,4 | 15,64 | Roger, 628 |
Solanaceae | ||||||||
Capsicum chacoense Hunz. | ají del monte | SUB | NAT | Bo, Ar | 1,2 | 14,38 | Roger, 300 | |
Cestrum parqui L'Hér | hediondilla | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2,14 | 23,43 | Roger, 470 | |
Lycium cestroides Schltdl. | ischivil | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2 | 14,35 | Roger, 93 | |
Lycium ciliatum Schltdl. | ichil | ABT | NAT | Ar, Am | 1 | 7,30 | Roger, 221 | |
Ni cotí ana glauca Graham. | palán, palancho | ABT | NAT | Ar, Pa, Am | 2,14 | 14,59 | Roger, 356 | |
Solanum argentínum Bitter & Lillo | afata, yuyo negro | ABT | NAT | Bo, Ar, Pa, Am | 1,2,5,14 | 30,26 | Roger, 238 | |
Solanum aridum Morong. | pocoto i perro, sacha pocoto | HIE | NAT | Pa, Am | 1 | 7,17 | Roger, 233 | |
Solanum palinacanthum Dunal | pocoto, sandía del zorro | HIE | NAT | Am | 14 | 7,20 | Roger, 488 | |
Solanum sisymbriifolium Lam. | espina colorada, revienta tomate del campo, tu tía | caballo, | HIE | NAT | Am | 1 | 7,17 | Roger, 517 |
Talinaceae | ||||||||
Talinum paniculatum (Jacq.) Gaertn. | carne gorda | HIE | NAT | Ar, Pa, Am | 1 | 7,17 | Roger, 522 | |
Verbenaceae | ||||||||
Aloysia gratissima (Gillies & Hook. Ad Hook.) Tronc. palo ángel | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1,2 | 14,50 | Roger, 26 | ||
var. gratissima | ||||||||
Aloysia polystachya (Griseb.) Moldenke | te de burro, poleo salteño | ABT | NAT | Ar, Pa, Otra | 2 | 7,24 | Roger, 23 | |
Aloysia scorodonioides (Kunth) Cham. | palo ángel, poleo del campo | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 1 | 7,20 | Roger, 250 | |
Lippia turbinata Griseb. f magnnifolia (= | Lippia poleo, poleo macho | ABT | NAT | Bo, Ar, | 1,2 | 7,17 | Roger, 498 | |
fissicalyx Tronc.) | Pa, Am | |||||||
Lippia turbinata Griseb. f turbinata | poleo, poleo hembra | ABT | NAT | Bo, Ar, Pa, Am | 1,2 | 14,66 | Roger, 486 | |
Viscaceae | ||||||||
Phoradendron liga (Gillies Ad Hook. & Arn.) Eichler liga | Otra | NAT | Bo, Ar | 1,2 | 14,90 | Roger, 503 | ||
Zygophyllaceae | ||||||||
Bulnesia foliosa Griseb. | palo santo | ABT | NAT | Bo, Ar, Am | 14 | 7,20 | Roger, 214 | |
Kallstroemia tucumanensis Descole, O'Donell & *** | HIE | NAT | Am | 1 | 7,17 | Roger, 493 | ||
Lourteig | ||||||||
Tribulus terrestris L. | *** | HIE | NAT | Am | 14 | 7,20 | Roger, 407 |
Referencias. Nombre local, sin nombre local (***). Forma biológica: arbusto (ABT), árbol (ARB), hierba (HIE), subarbusto o sufrútice (SUB), trepadora (TRE), epífita, parásita, etc. (Otra). Estatus: nativa (NAT), introducida (INTR). Unidades de vegetación; área modificada (Am), Arbustal (Ar), Bosque (Bo), Pastizal (Pa), Otra (cultivada, adquirida en comercios). Etnocategorías: forrajera (1), veterinaria (2), postes y varillas (3), combustible (4), construcción rural (5), cercos (6), infraestructura ganadera (7), construcción de carretas (8), utensilios (9), floculante (10), repelente (11), sustancias (12), servicio ambiental (13), tóxica (14). índice de valoración silvopastoril (IVS).