SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.48 número1ARQUEOLOGIA EN LAS CATARATAS. PRIMERAS PROSPECCIONES SISTEMÁTICAS EN EL PARQUE NACIONAL IGUAZÚ (PROVINCIA DE MISIONES)LAS PUNTAS DE PROYECTIL DIABLO COMO INDICADOR CRONOLÓGICO DEL HOLOCENO MEDIO EN LA PUNA ARGENTINA índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Relaciones

versión impresa ISSN 0325-2221versión On-line ISSN 1852-1479

Relaciones vol.48 no.1 Buenos Aires jun. 2023

http://dx.doi.org/10.24215/18521479e066 

Articulos

ARQUEOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN YERBATERA EN MISIONES. PRIMERA APROXIMACIÓN A UN ANTIGUO SECADERO BARBACUÁ EN LA LOCALIDAD DE MÁRTIRES

ARCHAEOLOGY OF YERBA PRODUCTION IN MISIONES. FIRS TAPPROACH TO AN OLD BARBACUÁ DRYER IN THE VILLAGE OF MÁRTIRES

M. Victoria Roca 1  

Lorena Salvatelli 1  

Mónica Leyría 1  

1 Instituto de Estudios Sociales y Humanos (CONICET-UNaM). E-mail: rocamariavictoria@gmail.com Museo Histórico y Arqueológico Andrés Guacurarí. E-mail: lsalvatelli@gmail.com. EstaciónVía Cultural (Ministerio de Hacienda, Finanzas y Obras Públicas, Misiones). E-mail: monicaleyria@yahoo.com.ar

RESUMEN

El objetivo de este trabajo es dar a conocer los primeros resultados del trabajo de campo realizado en la localidad de Mártires en la provincia de Misiones a propósito del hallazgo de una estructura subterránea. En un primer momento se la asoció a misteriosos túneles construidos por los jesuitas. Para comprender y caracterizar estas construcciones se trabajó con diversas fuentes de información. Se presentan los relevamientos concretados en el sitio Mártires 1 y se analizan a la luz de las fuentes documentales asociadas e información oral desde una perspectiva crítica. La investigación demostró que esa construcción es un secadero de yerba con sistema barbacuá, el primero trabajado desde la arqueología.

Palabras clave: barbacuá; yerba mate; estructura subterránea; arqueología histórica; Misiones

ABSTRACT

The purpose of this work is to inform the first results of the field work carried out in the village of Mártires, province of Misiones following the finding of a subterranean structure. At first, it was related to mysterious tunnels built by Jesuits. Several information sources were used to understand and characterize these constructions. In this work we present the surveys fulfilled at the site Mártiresl and are analysed in the light of document sources and oral information from a criticalperspective. The research showed that such construction is a yerba dryer using the barbacuá system. It is the first time that a barbacuá structure is studied from the archaeology viewpoint.

Keywords: barbacuá; yerba mate; subterranean structure; historical archaeology; Misiones

INTRODUCCIÓN

Este escrito presenta los primeros resultados de los trabajos concretados en Mártires (Misiones, Argentina), que fueron realizados a partir de una controversia en torno a una serie de hallazgos en la zona rural de esta localidad, a saber, un conjunto de estructuras líticas de particulares características. Estas estructuras, no registradas en la literatura arqueológica o histórica, fueron presentadas inicialmente por los medios de comunicación provinciales (portales y diarios digitales) como una misión jesuítica olvidada, misteriosas cuevas y túneles hechos por los jesuitas, como aquellos que cruzan el río Paraná, según las creencias populares de la región (Periódico El Territorio 2017, 2018; Periódico Digital ECONOMIS 2017). Estos supuestos túneles habían sido reconocidos hace más de quince años como algo antiguo, importante, de valor por el propietario de uno de los terrenos donde se encuentran. Ante ello, este vecino decidió alambrar el lugar con el objetivo de protegerlo del pisoteo de su propio ganado.

Una vez que la Municipalidad de Mártires toma conocimiento del hallazgo y se interesa por investigar su origen, en el año 2017, solicita, a través de la Secretaría de Cultura y Turismo, asistencia técnica a la entonces Dirección General de Patrimonio Cultural y Museos de la provincia de Misiones, quien, a su vez, convoca al equipo conformado por las autoras de este trabajo. De esta manera, se realiza una primera aproximación arqueológica, con énfasis en una de las estructuras que mostraba indicios de ser una construcción jesuítica y cuya función resultó estar vinculada al sistema productivo de yerba mate.

Los trabajos de campo llevados a cabo entre 2018 y 2019 arrojaron como resultado la identificación de seis sitios arqueológicos en el ejido municipal. Ello se logró mediante una primera aproximación al terreno; a continuación, se realizaron relevamientos generalizados y, debido a su interés e integridad, se decidió abordar en profundidad la estructura que había generado la polémica inicial con el objetivo de dar una respuesta desde la arqueología. Cabe aclarar que, al llegar al lugar, un sector de la estructura en cuestión había sido parcialmente limpiada por miembros de la comunidad de Mártires. En las próximas páginas se describen las actividades realizadas en torno a dicha estructura, emplazada en el ahora denominado sitio Mártires 1. Luego, se presenta un breve recorrido sobre la producción de yerba mate en el período colonial e inmediatamente posterior, teniendo en cuenta la documentación histórica asociada a dicha temática. Finalmente, se propone una primera interpretación del registro encontrado y se destaca su importancia en el contexto de la historia regional.

ARQUEOLOGÍA EN LA LOCALIDAD DE MÁRTIRES (MISIONES)

El Municipio de Mártires pertenece al departamento Candelaria, provincia de Misiones, y está ubicado a 2 km al NE de la ruta provincial 103, a 70 km de la capital Posadas (figura 1). Está emplazado en la intersección de la vieja picada San Martín, la picada Portuguesa y el arroyo Don Germán. Originalmente, formaba parte de la tercera sección de la Colonia Santa Ana. Toma su nombre de los arroyos Mártires Grande y Chico, que surcan sus aguas al sur del casco urbano de esta pequeña localidad (Stefañuk 2009). En 1887 el Gobierno Nacional otorgó la concesión para colonización de Mártires a Andrés Rolón, por un total de 80.000 ha. Por su parte, Desiderio Rosetti recibió una concesión similar hacia el norte (Stefañuk 2009).

Históricamente, ha sido una zona ligada a la producción de yerba mate (Ilex paraguariensis St. Hil.). En efecto, en 1903, el colono finlandés Amoldo Heindemberg iniciaba las plantaciones de yerba en Colonia Mártires (Kaner 1999). Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, esta zona formaba parte de una red de picadas y puertos existentes que caracterizaron un frente extractivo de yerba mate y madera de ley, posibilitando el transporte desde los puertos obrajeros, río abajo (Alcaráz 2010). A partir de la segunda mitad del siglo XX, Mártires llegó a contar con varios secaderos de yerba industriales con sistema barbacuá, actualmente abandonados. Fue creado oficialmente el 15 de octubre de 1957. En la actualidad cuenta con 2.100 habitantes.

Figura 1: Ubicación de la Localidad de Mártires

Desde mediados del siglo XX, en la provincia de Misiones se han desarrollado investigaciones arqueológicas que han abordado diversos aspectos de las sociedades pretéritas que habitaron esta región. Estas comprenden un rango temporal que comienza hace unos 10.000 años hasta investigaciones sobre el pasado reciente, pasando por ocupaciones del periodo colonial (Rizzo 1969; Sempé y Caggiano 1995; Poujade 1995, 2000; Iriarte et al. 2010; Loponte y Carbonera 2015; Schávelzon e Igareta 2017; Roca 2019; Apolinaire et al. 2021; entre otros). Sin embargo, hasta la llegada de este equipo no existían antecedentes de trabajos arqueológicos para la zona de Mártires. Tampoco un museo municipal que relate la historia del lugar o que reúna restos culturales de grupos humanos del pasado como ocurre en otras pequeñas localidades. En este sentido, este trabajo constituye la primera aproximación desde la arqueología de este enclave misionero, así como la primera iniciativa académica de recuperar la historia local.

Esta investigación se desarrolla dentro de la Arqueología histórica, entendida como “un ámbito estrechamente ligado al método de investigación para los problemas del pasado de la humanidad que cuentan con más de una fuente de información” (Ramos 2006:32-33). En este sentido, en su clásico trabajo, Orser (2000) menciona las siguientes fuentes de información: historia (documentos escritos, mapas, historia oral); antropología cultural (etnografías, objetos de museos, testimonios orales); historia del arte (pinturas, dibujos y fotografías); geografía histórica y cultural (mapas, asentamientos y paisajes); arquitectura histórica (edificios); folklore (tradición oral y arquitectura vernácula); arqueología (artefactos, estructuras y el contexto del sitio). Así, una de las características principales de la Arqueología histórica es su carácter interdisciplinario. Específicamente en esta investigación, se trabaja con diversas fuentes de información, procurando poner en diálogo el registro arqueológico resultante de los relevamientos y excavaciones en el municipio de Mártires -compuesto principalmente por distinto tipo de estructuras-, las fuentes documentales relativas a la producción de yerba en las misiones jesuíticas y en la región, y los relatos orales de pobladores de Mártires en relación con el trabajo en los barbacuá, con una mirada intensiva y crítica (Carboneli 2010; Landa y Ciarlo 2017).

Aquí se retoma la propuesta de Pedrotta y Gómez Romero (1998) que utiliza alternativamente la evidencia material y documental, tanto para la formulación de hipótesis como para su testeo. En igual línea, Mrozowski postula “the concept of working with continuous feedback to the investigation by crisscrossing data from written documents and archaeological evidence, without prioritizing any of them” (en Gómez Romero 2005:137). Este ida y vuelta y constante diálogo resulta en interpretaciones más acabadas. Por su parte, Areces afirma que “Es posible [...] plantear la complementariedad entre el registro arqueológico y el registro documental, en la medida en que uno u otro puedan aportar informaciones exclusivas. Pero se debe también considerar de qué forma se solapan las posibilidades de interpretación de uno y otro” (Areces 2012:17). Asimismo, debe repararse en aspectos como el carácter fragmentario de la información histórica -característica que comparte con el registro arqueológico- así como el discurso explícito o los silencios de los escritos, que han sido señalados por Nacuzzi y Lucaioli (2011). El análisis de los documentos, incluidos los relatos orales, se hará, entonces “desde una posición diferente a la del historiador, que está guiada por la particular perspectiva antropológica y atención puesta en la materialidad” (Wilkie 2006 en Landa y Ciarlo 2017:105).

SITIO MÁRTIRES 1

El sitio Mártires 1 (figura 2) está emplazado en una propiedad privada al NE del casco urbano del municipio de Mártires, a los 27°23.638' latitud S y 55°19.163 longitud O, en las inmediacio nes del arroyo Yabebiry, en cual desemboca en el río Paraná. El trabajo de campo arqueológico consistió en la ejecución de una prospección del área, relevamientos generalizados y realización de calas exploratorias, limpiezas superficiales y trincheras sobre la estructura de mayor integridad. El sitio presenta cinco componentes distribuidos en diferentes sectores: 1) el más visible y en mejor estado de conservación es una estructura compuesta por un conducto subterráneo con boca, dos boquillas, pavimento y muro de contención. A partir de ahora se denominará “conjunto subterráneo”. Fue abordado en profundidad y será descripto en detalle más abajo; 2) al SE, inmediatamente por detrás de (1), existe una depresión u hondonada, aparentemente recubierta por ladrillos y piedra itacurú. Uno de los lados de esta depresión describe una abertura enmarcada por pequeñas paredes de tres o cuatro hiladas de ladrillo (a la vista). En algunas uniones se puede apreciar cemento como argamasa. Este sector se encuentra a 8 m del muro de contención mencionado en (1), por detrás de un alambrado actual; 3) a unos 150 m al E de (2), se encuentra un ojo de agua, reutilizado en la actualidad. El propietario mencionó que cuando él llegó “estaba calzado”; 4) al SO del conjunto subterráneo, a unos 44 m, se encuentra una alineación de sillares de itacurú rasante en el suelo, de 2,70 m de longitud. Su orientación es NO-SO. Posiblemente cumpla la función de contener el terreno ya que en ese sector hay una pendiente. Esta alineación se encuentra en la actual calle de acceso al sitio. Aledaños a éstos se visualizaron otros sillares de igual material dispersos en un área de arboleda densa; y 5) por último, al SO del conjunto subte rráneo 1, se verificó la existencia de otra estructura compuesta por una boca, es decir un conducto subterráneo parcialmente colapsado. El estado de conservación y la existencia de vegetación de gran porte impidieron identificar en esta primera aproximación otros elementos, aunque podría tratarse de una estructura similar a (1).

Figura 2: Imagen satelital de Mártires con los sitios identificados hasta la fecha

Además, se realizó una prospección hasta un diámetro de 700 m desde la estructura 1 para observar la zona de monte y verificar la existencia de caminos de la época jesuítica, muy característicos y reconocibles en el terreno. Estas observaciones no arrojaron resultados positivos.

El trabajo de campo permitió identificar la estructura mencionada en (1) como un secadero de yerba barbacuá, cuyo funcionamiento se detallará en el próximo apartado (figura 3). Está compuesta por dos sectores: el primero, que se inicia en la boca del conducto y se prolonga durante 6 m, se encuentra bajo tierra y está cubierto por sedimento y renovales. El segundo comprende un pavimento de piedra itacurú de 36 m2, enmarcado por un muro de contención de 9,70 m de extensión. Este pavimento, entonces, constituye una plataforma sobre la que probablemente se montaba el resto de la estructura del barbacuá: unos postes y la canasta (hoy desaparecidos). Hasta el momento no se han identificado improntas atribuibles a postes. Por debajo del pavimento se encuentra una bifurcación del conducto subterráneo; el final de estos conductos se visualiza en superficie a través de dos boquillas. El conducto en su totalidad describe una “Y” (figuras 4 y 5).

Se comenzó realizando una limpieza mínima de vegetación, sobre todo cactus, yuquerí, algunas enredaderas y/o renovales que no permitían la circulación por la estructura. Se retiró la menor cantidad de vegetación posible ya que, en parte gracias a ella, la estructura se mantuvo protegida y estable a lo largo de los años. Luego de este primer desmalezamiento se emprendió el trabajo específico de arqueología.

Conjunto subterráneo

Relevamiento general del conducto: en relación con la boca del conducto, en la actualidad se observa la apertura y dos tramos de muro que se prolongan hacia el exterior. Alrededor de la boca se contabilizan unos 30 fragmentos de sillares de itacurú dispersos. Es posible que estos restos hayan correspondido a la bóveda del conducto y que hayan colapsado, quedando esos dos tramos de muro como evidencia de su extensión original. Toda la estructura está construida por sillares de itacurú, con excepción de dos sectores en donde están presentes ladrillos. Una evaluación global apunta a que esos ladrillos no formaban parte de la estructura original y que fueron colocados allí como parte de un arreglo en un momento de reutilización de la estructura, durante el siglo XX.

Figura 3: Vista general de estructura principal de Mártires 1. En primer plano, la boca del conducto

El muro E del conducto se prolonga hacia el exterior 1,40 m; tiene un ancho de 0,65 m; en el sector subterráneo presenta ladrillos por una extensión de 0,48 m. De allí hacia adentro, se observan sillares de itacurú. Con respecto al muro O del conducto, se prolonga hacia el exterior 1,50 m y tiene un ancho de 0,70 m; se observan pequeños calces entre sus hiladas; en el sector subterráneo presenta ladrillos por una extensión de 0,43 m. De allí hacia adentro, se observan sillares de itacurú. En cuanto a la bóveda, la línea de sillares que la conforman tiene un ancho de 0,27 m. Los sillares de itacurú en la entrada del conducto, tanto en los muros laterales como en el interior presentan evidencias de termoalteración. Presentan una coloración grisácea, de la misma manera que la mezcla de asiento entre ellos. Además, en la entrada del conducto se hallaron fragmentos de elementos metálicos en superficie.

Figura 4: Estructura descubierta en Mártires 1. Vista en planta

Figura 5: Estructura descubierta en Mártires 1. Corte

Descripción del conjunto subterráneo: el conducto está formado por un tramo recto y una bifurcación. El tramo recto tiene 6 m de largo, en pendiente ascendente hacia el interior; el conducto se afina a medida que se avanza. En la boca mide 1,50 m de ancho y 0,80 m de alto, mientras que en el punto de bifurcación mide 0,83 m de ancho y 0,66 m de alto. Las paredes que lo componen son de itacurú. La bóveda es de cañón corrido. A los 4 m del inicio se registraron un grupo de unos 6 sillares desplazados hacia abajo de su posición original; desde la superficie, en ese lugar se verifica un hundimiento. En todo el interior se observan los sillares con indicios de haber estado sometidos a muy altas temperaturas (color gris blanquecino y superficie termoalterada). La bóveda que describe el conducto no presenta diferencias con las construidas durante la vigencia del sistema reduccional jesuita de guaraníes, tampoco la fábrica de los sillares de itacurú (figura 6)

Figura 6: Interior del conducto subterráneo de la estructura

En relación con la bifurcación, ésta da lugar a las dos boquillas redondas que se observan desde la superficie. Los conductos correspondientes a la bifurcación describen un ángulo de 34° entre ellos, con una longitud de 5,20 m. El material empleado continúa siendo sillares de itacurú. A partir de la bifurcación se interrumpe la pendiente ascendente. La bifurcación E culmina en una abertura en forma de arco de 0,60 m x 0,45 m (figura 7).

Figura 7: Sector de bifurcación del conducto subterráneo

La boquilla E fue sometida a una limpieza superficial. Se retiraron fragmentos de ladrillos, hojarasca y sedimento compuesto por laterita. Tiene una altura de 0,97 m. La conformación de sus paredes es la siguiente (de abajo hacia arriba): las primeras 3 hiladas están compuestas por sillares de itacurú; las siguientes presentaban ladrillos colocados de manera irregular y mezcla de asiento con cemento; las hiladas finales también presentan ladrillos que describen una circun ferencia y están colocados de punta. Esta conformación estaría indicando una reparación de la estructura original de itacurú, congruente con un momento de reutilización (figura 8). En cuanto a la boquilla O, presenta una altura de 0.63 m (no se realizó limpieza).

Figura 8: Boquilla E de la estructura. Se observa apertura que conecta con el conducto subterráneo

Pavimento: el pavimento del sector superior fue realizado con sillares de itacurú, al igual que toda la estructura. Con el objetivo de verificar su perímetro y composición se realizaron una serie de destapes y trincheras que se detallan a continuación. Al terminar el trabajo de campo se tomaron sus medidas completas: 9,70 m x 7,07 m.

En el Destape 1 se identificó, a unos 7 m al SO de la boca de entrada del conducto, un hundimiento y el desplazamiento de uno de los sillares de itacurú que conforman el pavimento. Se hallaron 2 clavos industriales, a 0,20 m y 0,24 m por encima del pavimento. Podría haber correspondido con un movimiento ocasionado por la actividad de algún animal. Se descartó que hubiera un horcón o emplazamiento de alguna columna.

Sobre el límite O del pavimento, se realizó la limpieza del borde O de la plataforma del secadero en sentido N-S por unos 0,45 m de ancho. Se retiró la vegetación rastrera compuesta por gramíneas. Se encontraron clavos industriales de diferentes tamaños. A 5 m del vértice NO del pavimento, entre dos sillares, se hallaron fragmentos de carbón.

En el límite E del pavimento, se comprobó la existencia de sillares faltantes in situ, por lo que el borde se presentaba de forma irregular. Se relevaron sillares en sus alrededores, hacia el E. Estos últimos probablemente hayan pertenecido al borde trabajado. Se retiró una capa fina de gramínea y se limpió con cepillo de cerdas suaves, dejando a la vista unos 0,30 m aproximada mente. Se encontraron nuevamente clavos industriales. Los últimos 4 m se comportan de modo distinto, ya que el borde del pavimento está formado por ladrillos colocados uno a continuación del otro en sentido longitudinal. Este sector, junto con el extremo E del Destape 2 que se descri be a continuación, deberá explorarse con mayor profundidad en futuros trabajos de campo para resolver aspectos vinculados a la reutilización y transformación de la estructura.

El sector de pavimento bajo el muro de contención ya había sido despejado en el año 2017 durante el descubrimiento de los restos, antes de la intervención de este equipo. Solo estaba tapado con ramas, que se retiraron y se limpió para proceder al registro fotográfico. En ese contexto se hallaron clavos industriales. Con el objetivo de establecer los límites de dicho muro, se decidió continuar con la tarea hacia el E y el O. En el extremo E se realizó el Destape 2 y se comprobó la existencia de una capa de cemento (tipo contrapiso) por sobre el pavimento de itacurú, con sec tores parcialmente cubiertos en una superficie de 1,50 m x 0,30 m aproximadamente. Este hecho pone de manifiesto, por un lado, un origen antiguo de la estructura, y por otro, la reutilización a partir de arreglos realizados con material moderno, que en una primera instancia pueden datarse como perteneciente al siglo XX. Además, se encontraron clavos industriales del mismo tipo que los descriptos arriba. Asimismo, se identificó un pequeño muro de ladrillos de unos 0,30 m aproximadamente, en sentido perpendicular al muro de contención. La zona se presenta alterada como consecuencia de las raíces de un árbol y no es posible correlacionar de modo claro este sector con el borde E del pavimento.

En el extremo O de la estructura se realizó el Destape 3. El espacio abierto fue de 1,10 m de ancho x 1,20 m de largo; considerando un límite a nivel superficial hasta donde no se divisaban más sillares de itacurú o ladrillos en el muro de contención. En este sector, al removerse el sedi mento, se halló una concentración de ladrillos, a lo largo de toda la extensión abierta, dispuestos de manera que indican un colapso en sentido E-O. Además, se recolectaron clavos industriales.

Trincheras 1 y 2: Con el objetivo de verificar si el pavimento de itacurú continúa hacia el sector central o si se trata únicamente de un borde, se plantearon dos trincheras de 0,50 m de ancho, una a continuación del pavimento bajo el muro en sentido N-S (trinchera 1), y otra desde el borde O hacia el E (trinchera 2), conectándose antes de llegar a la boquilla O. El resultado fue que el pavimento de itacurú cubría todos los sectores excavados, por lo que es posible afirmar que todo el pavimento de la estructura se componía originalmente de sillares de itacurú. Por otra parte, en ambas trincheras se recuperaron nuevamente clavos industriales.

Muro de contención: en el sector más elevado de la estructura encontramos un muro de contención (figura 9). Luego del trabajo de campo quedó expuesto en su totalidad, aunque cabe señalar que en sus extremos se presenta deteriorado y modificado. El largo total expuesto es de 9,70 m. Fue realizado mayormente en itacurú, aunque también se identificó un sillar de arenisca y cuatro ladrillos. El muro tiene una altura máxima de 0,72 m. Está conformado por sillares prismáticos con una altura de entre 0,17 m a 0,20 m. Es posible establecer que el muro tenía al menos cuatro hiladas. Estas pueden definirse de modo claro y conforman un aparejo regular. Los sillares no muestran signos de termoalteración. Por otro lado, vale la pena señalar que en el sector central varios sillares han cedido como consecuencia de la presión ejercida por el terreno en desnivel, causando la apertura parcial del muro y una inclinación de 10° hacia el pavimento. El muro relevado comparte características constructivas con los muros de origen jesuítico.

Figura 9: Muro de contención y pavimento con sectores con cemento

Perfil estratigráfico: en un primer acercamiento al área se realizó una inspección ocular en el rango de 5, 10, y 20 m, buscando indicadores de alteración en la superficie de sedimentación. Se halló una acumulación en el lateral N de la boca del conducto en la que se realizó una cala hasta llegar al nivel de proyección del suelo en la boca del ducto, denotando un área de aproximadamente 60 m2 de depósitos de origen antrópico. Se decidió efectuar el trabajo con el fin de determinar si se trataba de la continuación de la estructura o si era sedimento removido. Se abrieron dos calicatas en un perfil lateral al conducto principal en busca de indicadores depositacionales, hallándose capas continuas y secuenciadas relacionadas con la utilización de la estructura. Las capas superficiales poseen entre 0,12 m y 0,16 m; a mayor profundidad poseen de 0,03 m a 0,05 m, manteniendo la continuidad y composición: con vestigios de quema de material orgánico, carbón, tierra colorada, y unas llamativas capas uniformes de sedimento blanquecino-grisáceo, suave al tacto -aún sin identificar químicamente-, con restos de carbón. Se hallaron escasos elementos, uno de ellos es un resto de material orgánico de apariencia coprológica o vegetal y a nivel de superficie, conchas de caracoles de río. El perfil de esta acumulación lateral está caracterizado por una secuencia de capas continuas, sin presentar alteraciones post depositacionales. Probablemente, estos depósitos tengan su origen en la limpieza de restos de la quema del interior del conducto, ya que luego de consumirse el fuego, quedaría gran cantidad de residuo que debía extraerse para una próxima utilización. Esta actividad se habría repetido una y otra vez, generando los montículos antrópicos que hoy observamos (figura10).

Figura 10: Perfil de las calicatas inmediatas a la boca del conducto subterráneo

En relación con los hallazgos, en Mártires 1 se destaca principalmente la cantidad de clavos de tipo industrial (N=83) con largos de 12 a 1,5 cm. Entre ellos se recolectaron 6 con marcas, los cuales suelen ser utilizados para techos. Los sectores con mayor cantidad de clavos fueron el de las Trincheras 1 y 2, además del borde O, sobre el pavimento. Estos clavos podrían haber estado asociados a un techo de chapa. También se registró una importante cantidad de ladrillos (N=494), restos de carbón y fragmentos de chapa.

LA PRODUCCIÓN DE YERBA MATE EN LAS MISIONES JESUÍTICAS

De la prohibición a la explotación

Desde tiempos prehispánicos, los guaraníes conocían y consumían la planta de la yerba mate. Esta formaba parte de su sistema de creencias y se le atribuían propiedades medicinales (Montenegro 2007; Paucke 2010). Su consumo estaba asociado a fines religiosos y ceremonia les. Al mismo tiempo, esta planta circulaba a través de una extensa red interétnica de relaciones sociales por una gran parte de Sudamérica (Eremites de Oliveira y Esselin 2015). Su uso estaba ampliamente extendido no solo entre los guaraní parlantes, sino entre otras etnias, llegando a lu gares tan alejados como Bolivia, Chile, Perú y Ecuador (Kormann 2001). A partir de la conquista, con la fundación de asentamientos y ciudades españolas y la incorporación de los guaraníes a la sociedad colonial, este hábito fue prohibido no solo entre estos últimos, sino para el conjunto de la población. A comienzos del siglo XVII, el Padre Marcial de Lorenzana afirmaba que la yerba mate era la ruina de esa tierra y la asociaba con la flojera y la holgazanería (Furlong 1962).

Con el tiempo, la sociedad criolla reparó en los beneficios económicos de la yerba mate, al tiempo que la consideró útil para “combatir la borrachera de los indígenas” (Hernández 1913; Furlong 1962; Gortari 2017) y así sustituir las bebidas alcohólicas por el mate (figura 11). De esta manera, los encomenderos asuncenos comenzaron la explotación de los yerbales. En la provincia del Paraguay, el servicio de encomienda fue instaurado por Irala en 1556 y constituyó el principal sistema de explotación de la mano de obra nativa por parte de los conquistadores (Morner 1968; Konetzke 1972).

Uno de los grandes aciertos de los jesuitas en su afán de reunir indígenas para concretar su tarea evangelizadora fue conseguir la exención del servicio personal para quienes se acogieran al régimen de las reducciones. Esta disposición fue decretada por la Audiencia de Charcas en 1628 y confirmada por el Virrey del Perú en 1631; a su vez, fue ratificada por el Consejo de Indias en 1633 y luego por Cédula Real del 23 de febrero de 1633 (Morner 1968). En 1637, casi tres décadas después de la fundación de la primera reducción jesuita entre guaraníes, se aprueba la producción de yerba para consumo interno en las misiones. En 1645 se autoriza la explotación de los yerbales en el Mbaracayú, a unas 120 leguas de Asunción, más allá del Guayrá (hoy Brasil). Este hecho ocasionaría el enfrentamiento entre asuncenos y jesuitas: la comercialización de la yerba mate y la incorporación de los indígenas a los pueblos desataría una importante competencia económica. Esta tensión social se hizo más visible con la consolidación de las reducciones y el control de la fuerza de trabajo de los indígenas de dichos pueblos (Susnik 1965; Salinas 2009; Avellaneda 2014).

Figura 11: La yerba mate. Fuente: Navajas (2013)

La región de Mbaracayú era reconocida por poseer yerbales silvestres de los cuales se podía extraer un producto de calidad. Esta región también era explotada por los encomenderos de Asun ción (Morner 1968; Avellaneda 2014). Para los jesuitas el Mbaracayú posibilitaba la extracción de la yerba necesaria para entregar las dos raciones diarias a unos 100.000 guaraníes, además de garantizar el pago del tributo al Rey (Furlong 1962; Popescu 1967; Jaume et al. 1990; Maeder 2013). El padre Sepp describe dichas las expediciones:

algunos centenares de indios [...] salen en sus mulas, llevando 500 o más vacas, muchas cargas de hierba y tabaco, hachas, barretas y cuchillos, colocados en carros tirados por bueyes.

Los sacos con hojas ya tostadas que traen después de unos meses al pueblo, son recogidos con júbilo por los habitantes (1971:99).

Estos viajes mantenían alejados de las reducciones a buena parte de los guaraníes misioneros; muchos de ellos morían en la travesía. A su vez, las prolongadas ausencias conspiraban contra el objetivo principal de los jesuitas, a saber, la conversión de los indígenas.

Los yerbales hortenses

Desde fines del siglo XVII se comienza a cultivar yerba en las inmediaciones de los pueblos, sin abandonar el Mbaracayú (Sepp 1973). Esto fue posible a partir de instancias de experimentación y manipulación de la planta, a través de las cuales los jesuitas lograron finalmente la germina ción de su particular semilla. Las fuentes documentales consultadas coinciden en que el secreto residía en el tratamiento hacia la semilla, algo que los tucanes hacen naturalmente (Paucke 2010; Soto y Cortejarena en Gortari 2017). Sánchez Labrador y Cardiel explican el procedimiento de la siguiente manera:

La semilla madura parece á los granos de pimienta; pero se distingue en que la cortecita encierra tres ó cuatro semillitas ó núcleos blancos, larguitos y algo esquinados. Lavada la simiente en varias aguas claras, suelta una materia viscosa, que levanta espuma como el jabón. Hecha esta diligencia cuando están frescas ó sembradas recién cogidas del árbol, fácilmente brotan; sino apenas nace planta porque la humedad pudre y no desata la dureza de aquella goma (Sánchez Labrador 1910:212).

Costó mucho trabajo, porque la semilla, que se traía [del Mbaracayú], no prendía. Es la semilla del tamaño de un grano de pimienta, con unos granitos dentro rodeados de goma. Finalmente, después de muchas pruebas se halló que aquellos granitos, limpios de aquella goma, nacían; y, trabajando las plantas tiernas del semillero bien estercolado a otro sitio, y dejándolas allí hacerse recias, después se trasplantaban al yerbal, y regándolas dos o tres años, prendían y crecían bien; y después de ocho o diez años se podía hacer yerba. Es planta muy delicada; y con toda esta industria y trabajo se logra (Cardiel 1994:70).

Al respecto, Eremites de Oliveira y Esselin (2015) destacan el conocimiento tradicional guaraní en el manejo de la floresta en general y de la yerba en particular, así como su manipulación precolonial, aspecto que habría facilitado la implantación de yerbales hortenses en las cercanías de las reducciones. En efecto, estos autores sostienen que “os antigos ervais nativos da regiao platina sao paisagens humanizadas” (Eremites de Oliveira y Esselin 2015:285). Al mismo tiempo, este procedimiento les permitió a los jesuitas obtener el producto con menos esfuerzo, mayor calidad y, sobre todo, menor mortalidad de la mano de obra (Jaume et al. 1990). Cardiel relata que tienen “planteles de 20 mil o más árboles en la cercanía de los pueblos a modo de olivares” (1984:90). Los principales productores de yerba en el período reduccional fueron las misiones de Corpus Christi, Loreto y San Javier. Para 1752, los siete pueblos orientales contaban con 200.000 árboles de yerba mate (Furlong 1962).

Secado y comercialización

Una vez cortadas las ramas de los árboles de yerba mate, el paso siguiente es el proceso de secado, previo a la molienda y el estacionamiento. Esto tiene como principal objetivo evitar la putrefacción de la planta, mantener sus propiedades y, de esta manera, garantizar las condiciones para su transporte y comercialización. En relación con esta etapa del proceso de producción, las fuentes nuevamente coinciden en señalar el procedimiento a seguir. A continuación, se presentan dos extractos de las obras de Sánchez Labrador y Cardiel:

Cortados los gajos del árbol los chamuscan á las llamas, y después los cuelgan en “barbacoas”, ó casa tejidas de palos, y ponen fuego de ascua debajo para que se tueste la hoja. Después la muelen en morteros en tierra, la ciernen y guardan para enzurronarla [...] Los Guaraníes muelen solamente las hojas, y separan las graznas. Esta es la Yerba Caámirí, tan afamada (Sánchez Labrador 1910:212).

Cortan las ramas pequeñas. Hacen fuego con llama. Pásanlas por llama tostándolas un poco. Pénenlas sobre unos cañizos. Dánles humo toda una noche. Muélenlas, no como harina, sino a medio moler, y así con sus palitos medio majados, meten esta yerba en unos sacos de cuero de toro de siete para ocho arrobas. Esto llaman hacer yerba” (Cardiel 1984:55).

La producción de yerba mate llegó a niveles que no solo permitían su consumo dentro de las doctrinas de guaraníes, sino que se convirtió en el principal sustento económico del sistema reduccional jesuítico-guaraní por medio de su comercialización (figura 12). La Compañía de Jesús aportaba al mercado entre el 30% y el 40% del valor total de la yerba mate producida en la región (Garavaglia 1987). La yerba que se producía en las reducciones era la Caaminí o yerba sin palo; era más seleccionada y de mejor calidad que la yerba de palos que se exportaba desde Asunción (Hernández 1913; Furlong 1962; Maeder 2014). La yerba secada y molida se enviaba a las procuradurías de Santa Fe y Buenos Aires; desde allí a distintas dependencias de la Compañía de Jesús y se comercializaba a Chile, al Alto Perú y en ocasiones hasta Nueva España (Jaume et al. 1990; Navajas 2013).

La yerba en el siglo XIX: disputas sobre los yerbales y condiciones de producción

No es intención de este artículo el realizar una historia exhaustiva sobre la producción de la yerba mate, sino destacar aquellos aspectos más relevantes en el contexto de la investigación sobre las estructuras de la localidad de Mártires. En este sentido, en este apartado se expondrán brevemente los acontecimientos ocurridos entre la expulsión de los jesuitas y los comienzos del siglo XX que arrojan luz sobre la interpretación del registro arqueológico.

Figura 12: Rutas de comercialización de la yerba en el siglo XVIII. Fuente: Jaume et al. (1990)

Con la expulsión de los jesuitas, decretada en 1767, sobreviene un contexto de decadencia generalizada y crisis del nuevo sistema administrativo y fiscal. El abrupto descenso demográfico impacta directamente en la explotación de los yerbales, disminuyendo la capacidad de producción, intercambio y comercialización (Maeder 1990, 2014). El sistema productivo llevado adelante por los padres jesuitas colapsa en pocas décadas (Furlong 1962; Jaume et. al. 1990).

A lo largo del siglo XIX, Brasil y Paraguay se disputan el control territorial de la antigua región de las misiones. La idea de vaciar el territorio traía como correlato la explotación de los yerbales de los jesuitas (Jaume et. al. 1990). En las primeras décadas del siglo XIX la yerba mate se convierte en el bien más preciado. En este contexto, entra en escena el naturalista francés Aimé Bonpland. En 1821, recorre los pueblos jesuíticos del Paraná con la intención de explotar los yerbales de las misiones. Sus enseñanzas y sus intentos de dominar el cultivo de este árbol, sugiriendo mejoras en las técnicas destinadas a posibilitar la germinación de las semillas, influyeron en las modalidades de producción de yerba mate hasta las primeras décadas del siglo XX (Machón 2004). A mediados del siglo XIX, la producción de yerba mate continuó en la actual provincia de Misiones, aunque en una escala menor, de la mano de la poca población que circulaba por el territorio, compuesta fundamentalmente por colonos brasileros y correntinos (Snihur 2015). En el año 1881 se crea el Territorio Nacional de Misiones. En este contexto, la explotación pasa a manos de empresarios; es una economía casi exclusivamente extractiva y concentrada, principalmente, sobre el río Uruguay (Bolsi 1982; Abínzano 1985; Rau 2012; Alcaráz 2019). Abínzano (1985:188) concluye que “las actividades extractivas constituyeron el fundamento del sistema claramente dominante”. A nivel estructura social, surge una elite empresarial local con roles económicos, políticos, sociales y culturales (Abínzano 1985). En el otro extremo de la escala social se encon traba el mensú, trabajador rural de la selva en la zona de Paraguay y las provincias de Corrientes y Misiones, y en particular el trabajador de las plantaciones de yerba mate, denominado tarefero (Niklison 1914; Misiones Oro Verde 1945; Belastegui 1974).

En este contexto, y en relación con los trabajos de campo en Mártires, Jaume et al. (1990) apuntan que las técnicas de producción de yerba mate desarrolladas en las reducciones fueron conservadas en la zona mucho después de la desaparición de la Compañía de Jesús. En efecto, “Estas técnicas no dejaron de utilizarse nunca en Paraguay, sino por el contrario, fueron retomadas después de la Guerra de la Triple Alianza, al reiniciarse la explotación yerbatera y más adelante adaptadas por los empresarios brasileños” (Jaume et al. 1990:17). Ambrosetti, en su segundo viaje a Misiones, describe los elementos necesarios para la producción de la yerba a fines del siglo XIX, entre ellos los secaderos barbacuá:

La forma general es la de una parrilla arqueada, hecha de troncos delgados que se clavan en el suelo por un estremo y se curva el otro para atarse con el otro estremo, del que también se clava enfrente. [...] El alto del barbacuá es de unos dos y medio á tres metros desde el suelo á su parte mas alta. Sobre esta parrilla se coloca la yerba en hoja para ser tostada y debajo se hace un fuego de troncos gruesos, colocados sobre cabeceras de troncos de pindó verde, en la misma dirección de las dos aberturas del barbacuá. [.] Detras y arriba del barbacuá, dominando la yerba y vijilando la operación se coloca armado de un largo palo uno de los tostadores que toma el nombre de Urú (Ambrosetti 1984:66-67 cursiva original).

A continuación, Ambrosetti nombra otro tipo de barbacuá, que sorprende por su similitud con la estructura trabajada en Mártires:

Hay también otro barbacuá llamado horno o de fuego indirecto que es mucho menos peli groso que el anterior de fuego directo. En lugar de colocar el fuego debajo del barbacuá se coloca fuera a corta distancia, en hornallas que se cavan a un metro o más de profundidad, estando en comunicación por túneles socavados con una boca o dos que se abren debajo del barbacuá. Estas bocas están rodeadas de un parapeto de 0,60 a 1,00 m de alto, de tierra apisonada, así es que la yerba no recibe sino el calor sin peligro de llamas y cuando el Urú revuelve la yerba se evita el peligro de incendio tapando las bocas de la hornalla con una simple chapa de zinc” (Ambrosetti 1894:67-68 cursiva original)

En lo fundamental, tanto las descripciones de los jesuitas como la de Ambrosetti apuntan a un mismo principio, el cual consiste en pasar las ramas rápidamente por el fuego -chamuscado- y luego colocar sobre una casa/canasta tejida de palos, barbacoa o cañizo para que continúe recibiendo calor desde abajo durante varias horas -tostado-.

APORTES DE LA HISTORIA ORAL

La localidad de Mártires posee una rica tradición ligada a la producción de yerba mate: en la zona, hasta fines del siglo XX, había varios secaderos industriales con sistema barbacuá; sus tierras son fértiles para el cultivo del Ilex paraguariensis y en la actualidad muchos de sus habitantes son pequeños productores que venden la cosecha a los grandes secaderos. Por lo tanto, existe en los pobladores una memoria cargada de conocimientos acerca del mundo del trabajo y la producción de la yerba mate. Los conocimientos de las técnicas y procedimientos relacionados constituyen un patrimonio cultural inmaterial de alto valor.

Durante el trabajo de campo este equipo tuvo oportunidad de entrevistar de manera no estructurada a tres vecinos. Uno de ellos era cuidador de un barbacuá industrial, el cual pudo ser visitado, otra persona se había criado en un importante establecimiento yerbatero y la tercera había trabajado como urú en su juventud. Estos diálogos, junto con la cotidianidad compartida durante el trabajo de campo con el personal de la localidad y los propietarios de los terrenos donde se hallaron los sitios conformaron un anclaje fundamental a la hora de comprender el principio del funcionamiento del sistema de secado de yerba barbacuá y la importancia que le dan a la puesta en valor de sus experiencias por parte de los trabajadores yerbateros.

DE LOS TÚNELES A UN BARBACUÁ

Los trabajos de campo realizados en Mártires 1 permitieron registrar de forma sistemática una estructura cuya función era desconocida hasta ese momento, así como otros componentes asociados a ella. El objetivo inicial del equipo había sido reconocer las diferentes estructuras, insertas en un determinado paisaje, para poder dar una explicación desde la arqueología a aquellos “misteriosos túneles” que tanto revuelo habían causado. Es decir, primero se develó su forma para luego abordar su función. Ello se logró mediante la implementación de distintas técnicas propias de la disciplina que han sido descriptas al comienzo del texto. El resultado fue el reconocimiento de una serie de componentes, dentro de los cuales se destaca una estructura subterránea con una boca, dos boquillas y una plataforma en su superficie. Hasta el momento este tipo de estructura no había sido identificada por la arqueología en Argentina. Tampoco se han encontrado antecedentes para los vecinos países de Paraguay o Brasil.

A su vez, las entrevistas no estructuradas con miembros de la comunidad de Mártires permi tieron trazar paralelos entre dicha estructura y la actividad que históricamente se ha desarrollado a esta localidad: la producción de yerba mate con utilización del sistema de secado barbacuá. En este sentido, el conocimiento local fue determinante para comenzar a entender la dimensión del hallazgo.

Así, esto dio lugar a una búsqueda bibliográfica referente a la explotación yerbatera a gran escala, desde sus inicios en el siglo XVII hasta comienzos del siglo XX. En esta instancia quedó de manifiesto la escala de la producción y, por lo tanto, la de su correlato material a nivel regional, como efectivamente parece ser: en el acercamiento inicial ya se han identificado en el municipio cinco de estas estructuras subterráneas, además de las dos de Mártires 1. Asimismo, la indagación en fuentes documentales, sobre todo las escritas por los misioneros de la Compañía de Jesús, actores clave en la producción y comercialización de este producto desde las reduccio nes de guaraníes durante el período colonial, resultó clave. Dichos documentos hacen referencia al principio utilizado por el sistema conocido hoy como barbacuá. Sus descripciones, además, arrojan algunas pistas sobre elementos como el cañizo donde colocar las ramas, aunque no sobre la totalidad de la estructura. En este sentido, los datos aportados por Ambrosetti para los yerbales paraguayos alertan sobre la dispersión geográfica de este tipo de estructura.

Todo lo anterior permite afirmar que los vestigios de Mártires 1 están asociados a la producción yerbatera. Específicamente, se propone que la estructura 1 puede ser caracterizada como un secadero de yerba que utilizó el sistema barbacuá, mientras que el componente 2 podría haber funcionado como sector de molienda de la hoja de yerba.

Sin embargo, una de las cuestiones principales que restan responder está vinculada con su cronología, es decir, con el momento de construcción de estas estructuras. Se propone como principal hipótesis un origen jesuítico de estas estructuras. Estas habrían sido construidas a comienzos del siglo XVIII una vez que los yerbales hortenses vinculados a las distintas misiones comenzaron a funcionar a una distancia que no superaría una jornada de viaje, en las inmediaciones de las doctrinas. San Ignacio Miní, Nuestra Señora de Loreto o Santa Ana se encuentran a menos de 30 km de Mártires. Esta hipótesis está vinculada con la presencia de la Compañía de Jesús y su control en la producción y comercialización de la yerba mate. Las evidencias materiales que apoyan el origen jesuítico del secadero son el sistema de aparejo utilizado, el tipo de bóveda del conducto, la materia prima utilizada para su construcción, el tipo de pavimento, la lógica de utilización y domesticación del espacio, entre otros. Una observación de las construcciones permite afirmar que se trata de la misma tecnología constructiva que encontramos en diferentes edificaciones realizadas durante la vigencia de las reducciones de guaraníes. Vale señalar que la construcción de estas estructuras demandaría una mano de obra especializada como la presente en las misiones jesuíticas, tanto en habilidad técnica cuanto en mano de obra disponible.

Hasta el momento, la principal evidencia sobre un origen jesuítico la constituye la estructura misma, puesto que no se ha hallado cultura material asociada a los trabajadores del barbacuá. Asimismo, la especialista en misiones jesuíticas, Ruth A. Poujade (comunicación personal), sostiene que luego de los jesuitas fue prácticamente nulo el canteado de piedra por parte de los colonos para sus construcciones.

No obstante, aún no puede descartarse por completo la posibilidad de una construcción por parte de colonos brasileros y correntinos junto con guaraníes; estos últimos habrían aplicado la tecnología constructiva descripta anteriormente, herencia de los jesuitas. A su vez, esta idea está en consonancia con el hecho de que, durante el siglo XIX, el territorio que había contenido a las misiones no estaba vacío (Snihur 2015), como se afirmó durante tanto tiempo.

Por otra parte, existen evidencias claras de reutilización en Mártires 1 durante el siglo XX. Ello queda demostrado por la presencia de elementos constructivos industriales: cemento, ladri llos, clavos, alambre y chapa. Asimismo, la información oral recopilada a lo largo del trabajo de campo confirma la reutilización de la estructura 1. La reutilización de estructuras y elementos constructivos producidos en el contexto del sistema reduccional, tanto en los pueblos como en las construcciones del entramado territorial ha sido una práctica habitual de quienes reocuparon el antiguo espacio misional (Poujade 2000; Ocampo y Richard 2016; Roca 2018; Townsend y Alfonso Monges 2020). En este sentido, Mártires no sería una excepción e, incluso, mostraría una continuidad en el tipo de actividad económica ligada al secado de yerba en espacios definidos desde el período colonial. Al mismo tiempo, se destaca la ubicación estratégica de Mártires y la cercanía de la estructura trabajada con el arroyo Yabebiry, vía de transporte de esa producción (Stefañuk 1991; Margalot 1994).

HACIA UNA ARQUEOLOGÍA DE LA PRODUCCIÓN YERBATERA

En este trabajo se presentó la primera estructura productiva trabajada desde la arqueología del principal producto económico de la región: la yerba mate. De manera global, cabe destacar el potencial arqueológico de la zona de Mártires, sobre todo en relación con el patrimonio y la continuidad de la producción yerbatera. Los restos arqueológicos objetos de esta investigación son de un alto valor patrimonial. Tanto la excepcionalidad de las estructuras como su dispersión en la geografía otorgan a estos restos una riqueza que recién se comienza a descubrir. Como consecuencia de lo expuesto, se plantea la necesidad de futuros trabajos arqueológicos que permitan dilucidar ciertos aspectos fundamentales. Por ejemplo, cómo era el transporte de la materia prima hasta el secadero, dónde vivían los trabajadores, qué alimentos consumían, si existen otras estructuras asociadas al secadero, qué extensión territorial tenía esta área productiva, a qué respondieron las modificaciones identificadas. Asimismo, se torna necesario encarar una estrategia que permita poner en relación los sitios identificados hasta el momento.

Finalmente, es importante señalar que el Municipio de Mártires está desarrollando estrategias para la explotación de turismo rural, utilizando como soporte material los sitios arqueológicos hallados recientemente, entre otros atractivos. El aporte de este equipo es poner en valor la pro ducción de yerba mate a lo largo del tiempo, generando contenidos basados en investigaciones científicas. En este camino se manifiesta el patrimonio material -las estructuras arqueológicas, por ejemplo- y también las técnicas, los saberes, las tradiciones culturales y simbólicas ligadas a esta actividad productiva, es decir, el patrimonio inmaterial.

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a la Municipalidad de Mártires por su interés en rescatar la historia y arqueología de esta pequeña localidad mediante el apoyo logístico y financiamiento del trabajo de campo; al exintendente Sr. Armando Sosa y la Sra. directora de Cultura y Turismo Evangelina Domínguez; a la Srta. Noelia; a los Sres. Carlos Gómez y Gustavo Arzamendia y todo el personal de la municipalidad que participó del trabajo de campo. Un especial agradecimiento a los Sres. Ciro Mendonga y Eladio Aranda por abrirnos las puertas de sus chacras y su invaluable interés por esas “viejas construcciones”. Al Sr. Limia por compartir su conocimiento. Finalmente, a la Subsecretaría de Revalorización Patrimonial y Museos (ex Dirección General de Patrimonio Cultural y Museos) de la provincia de Misiones por el apoyo institucional brindado.

NOTAS

1 Versiones preliminares de este trabajo fueron presentadas en el VII Congreso Nacional de Arqueología Histórica y en el XX Congreso Nacional de Arqueología Argentina. Esta investigación se desarrolla en el marco del Proyecto “Patrimonio Arqueológico del Pueblo de Mártires” dirigido por las Dras. Lorena Salvatelli y M. Victoria Roca, y cuenta con el apoyo de la Subsecretaría de Revalorización Patrimonial y Museos (ex Dirección General de Patrimonio Cultural y Museos) de la provincia de Misiones.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abínzano, R. (1985). Procesos de Integración en una sociedad multiétnica: la provincia argentina de Misiones. Tesis doctoral inédita, Departamento de Antropología y Etnología de América. Universidad de Sevilla. [ Links ]

Alcaráz, A. (2010). La navegación en el Alto Paraná (1880-1920). Universidad Nacional de Misiones. Posadas, Misiones. [ Links ]

Alcaráz, A. (2019). Una etnografía de las élites del Alto Paraná durante la explotación yerbatera-maderera. (1870-1930). Prometeo Libros. Buenos Aires, Argentina. [ Links ]

Ambrosetti, J. B. (1984). Segundo viaje Misiones. Instituto Geográfico Argentino. Buenos Aires. [ Links ]

Apolinaire, E., Castiñeira, C., Álvarez, M., Torino, R. y Núñez, F. (2021). Primeras investigaciones arqueológicas en el Parque Provincial Moconá (provincia de Misiones), Revista del Museo de La Plata 6 (2): 239-255. https://doi.org/10.24215/25456377e151Links ]

Areces, N. (2012). La Arqueología Histórica y los estudios regionales. Revista Teoría y Práctica de la Arqueología Histórica Latinoamericana. Año 1. Vol. 1: 11-24. [ Links ]

Avellaneda, M. (2014). Guaraníes, criollos y jesuitas. Luchas de poder en las Revoluciones Comuneras del Paraguay, siglos XVII y XVIII. Academia Paraguaya de Historia y Tiempo de Historia, Asunción. [ Links ]

Belastegui, H. M. (1974). La situación del mensú en las primeras décadas del siglo XX. Informe. Departamento de Investigación Social, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Misiones. Ms. [ Links ]

Bolsi, A. S. C. (1982). La yerba mate y la ocupación del espacio misionero. Boletín de Estudios Geográficos. Vol XXI N° 80: 7-65. [ Links ]

Carbonelli, J. P. (2010). La fuente escrita, espacio de confrontación. La zaranda de ideas. 6: 9-23. [ Links ]

Cardiel, J. (1984). Compendio de la Historia del Paraguay (1780). Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura. [ Links ]

Cardiel, J. (1994). Breve relación de las misiones del Paraguay. Ediciones Theoría, Buenos Aires. [ Links ]

Eremites De Oliveira, J. y Esselin, P. (2015). Uma breve história (indígena) da erva-mate na regiao platina: da Província do Guairá ao antigo sul de Mato Grosso. Espago Ameríndio v. 9 n.° 3: 278-318, jul./dic. [ Links ]

Furlong, G. (1962). Misiones y sus pueblos de Guar aníes. Imprenta Balmes, Buenos Aires. [ Links ]

Garavaglia, J. C. (1983). Mercado interno y economía colonial. México, Grijalbo. [ Links ]

Garavaglia, J. C. (1987). Economía, Sociedad y Religión. Ediciones De la Flor, Buenos Aires. [ Links ]

Gortari, J. (2017). «Maldita» Yerba Mate: Explotación de la mano de obra en las minas yerbateras del Paraguay Colonial. TSN. Transatlantic Studies Network. n°3, enero-junio: 39-53. [ Links ]

Gómez Romero, F. (2005). A Brief Overview of the Evolution of Historical Archaeology in Argentina. International Journal of Historical Archaeology Vol. 9 N.° 3: 135-141. [ Links ]

Hernández, P. (1913). Misiones del Paraguay. Organización social de las doctrinas Guaraníes de la Compañía de Jesús. T. I y T. 2. Editorial Gustavo Gili, Barcelona. [ Links ]

Iriarte, J., Marozzi, O. y Gillam, C. (2010). Monumentos Funerarios y Festejos Rituales: Complejos de Recintos y Túmulos Taquara/Itararé en Eldorado, Misiones (Argentina). Arqueología Iberoamericana 6: 25-38. [ Links ]

Jaume, F., González Villar, C., Urquiza, Y. y Sintes, L. (1990). Notas sobre la historia de Misiones. El proceso de constitución de la región Histórica. Serie Documentos de Trabajo N° 5/Marzo. [ Links ]

Landa, C. y Ciarlo, N. (2017). Arqueología histórica: especificidades del campo y problemáticas de estudio en Argentina. QueHaceres Revista del Departamento de Antropología 3: 96-120. [ Links ]

Loponte, D. y Carbonera, M. (2015). Arqueología Precolonial de Misiones. En V. Bauni y M. A. Homberg (eds.), Reserva Natural Campo San Juan: 15-38. Buenos Aires, Fundación Félix de Azara. [ Links ]

Kaner, M. (1999). Apuntes sobre la yerba mate. Relatos Misioneros: por las rutas del Moconá. Posadas, Edunam. [ Links ]

Kormann, J. (2001). A história erva-mate e sua regiao, o Mercosul (num enfoque: geográfico, histórico, económico, social, político e psicológico). Tesis Doctoral Inédita. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de León. [ Links ]

Konetzke, R. (1972). América Latina . La Época Colonial. Siglo XXI, México. [ Links ]

Margalot, J. A. (1994). Geografía de Misiones. 6° Edición. Gráfica el Libro, Buenos Aires. [ Links ]

Machón, J. F. (2004). El viaje de Amado Bonpland a Misiones en 1821 y otros trabajos. Imprenta Creativa, Misiones. [ Links ]

Maeder, E. (1990). La Producción Ganadera en Misiones en la Época Postjesuítica, 1768-1810. Folia Histórica del Nordeste 9: 55-106. [ Links ]

Maeder, E. (2013). Misiones del Paraguay: Construcción Jesuítica de una sociedad cristiano guaraní(1610- 1768). Resistencia, Editorial ConTexto. [ Links ]

Maeder, E. (2014). Misiones del Paraguay: Conflictos y disolución de la sociedad guaraní (1768-1850). Resistencia, Editorial ConTexto. [ Links ]

Misiones Oro Verde. (1945). Editado por ASTRO SRL. Guillermo Kraft LTDA, Buenos Aires. [ Links ]

Montenegro, P. (2007). Materia Médica Misionera. Estudio Preliminar B. Rivero, G. de Kuna y G. Cambas. Edunam, Misiones. [ Links ]

Morner, M. (1968). Actividades políticas y económicas de los jesuitas en el Río de la Plata. Buenos Aires, Hyspamérica. [ Links ]

Nacuzzi, L. y Lucaioli, C. (2011). El trabajo de campo en el archivo: Campo de reflexión para las ciencias sociales. Publicar, Año IX N.° X: 47-62. [ Links ]

Navajas, P. (2013). Caá Porá. El espíritu de la yerba mate. Una historia del Plata. Las Marías. [ Links ]

Niklison, J. (1914). Informe sobre la cuestión obrera en el Alto Paraná. Boletín del Departamento Nacional del Trabajo. N° 26. Buenos Aires. [ Links ]

Ocampo, A. y Richard, A. (2016). Reutilización espacial en las misiones jesuítico-guaraní. El caso del pueblo de Concepción de la Sierra (Misiones, Argentina). Revista de Antropología del Museo de Entre Ríos 2 (1): 88-99. [ Links ]

Orser, C. (2000). Introducción a la Arqueología Histórica. Asociación Amigos del Instituto Nacional de Antropología, Buenos Aires. [ Links ]

Paucke, F. (2010). Hacia allá y para acá. Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, Santa Fe. [ Links ]

Pedrotta, V. y Gómez Romero, F. (1998). Historical Archaeology: An outlook from the Argentinean Pampas. International Journal of Historical Archaeology 2: 113-131. [ Links ]

Periódico Digital ECONOMIS: Mártires podría cobijar una misteriosa Misión Jesuítica olvidada. [En línea día 07-11-2017] [Consultado el 10 de noviembre de 2017] Disponible en: https://economis.com.ar/martires- podria-cobijar-una-misteriosa-mision-jesuitica-olvidada/#gsc.tab=0 [ Links ]

Popescu, O. (1967). El sistema económico de las misiones jesuíticas: un vasto experimento de desarrollo hispanoamericano, 2a ed. Barcelona, Ariel. [ Links ]

Poujade, R. A. (1995). Mapa Arqueológico de la Provincia de Misiones (Cartilla Explicativa). Posadas: Universidad Nacional de Misiones, Gobierno de la Provincia de Misiones y Entidad Binacional Yacyretá. [ Links ]

Poujade, R. A. (2000). Arqueología Histórica en Misiones. Estudios Regionales 9 (15): 75-96. [ Links ]

Ramos, M. (2006). Cuestiones antropológicas y la denominada Arqueología Histórica. Reproducción de las ideologías dominantes. En A. Tapia, M. Ramos y C. Baldassarre (eds.), Estudios de la Arqueología Histórica. Investigaciones argentinaspluridisciplinarias: 21-36. Museo de la Ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego. [ Links ]

Rau, V. (2012). Cosechando yerba mate. Estructuras sociales de un mercado laboral agrario en el nordeste argentino. Buenos Aires, Ediciones CICCUS. [ Links ]

Rizzo, A. (1969). Nuevas investigaciones arqueológicas en la Pcia. de Misiones. Antiquitas 9 (9), 6-9. [ Links ]

Roca, M. V. (2018). Reducción Jesuita de Guaraníes de Santa Ana: estudio arqueológico de su destrucción. Tesis Doctoral inédita. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Córdoba. [ Links ]

Roca, M. V. (2019). Arqueología de las misiones jesuíticas guaraníes en Argentina. Estado de situación. Folia Histórica del Nordeste 35: 121-144. [ Links ]

Sánchez Labrador, J. (1910). El Paraguay Católico. Tomo 2. Imprenta Coni, Buenos Aires. [ Links ]

Salinas, M. L. (2009). Trabajo, tributo, encomiendas y pueblos de indios en el nordeste argentino. Siglos XVI-XIX. Iberoamericana IX 34: 21-42. Disponible en: https://www.iai.spk-berlin.de/fileadmin/ dokumentenbibliothek/Iberoamericana/34-2009/34_Salinaspdf.pdf [ Links ]

Schávelzon, D. e Igareta, A. (2017). Teyú Cuaré: Arqueología de un refugio nazi en la Argentina. Buenos Aires, Paidos. [ Links ]

Sempé, M. C. y Caggiano, M. A. (1995). Las culturas agroalfareras del Alto Uruguay (Misiones, Argentina). Revista do Museu de Arqueología e Etnología 5: 27-38. [ Links ]

Sepp, A. (1971). Relaciones de Viaje a las misiones Jesuíticas. Tomo I. Buenos Aires. Eudeba. [ Links ]

Sepp, A. (1973). Continuaciones de las labores apostólicas. Tomo II. Buenos Aires. Eudeba. [ Links ]

Snihur, E. (2015). Misiones: la sinrazón de un espacio vacío (1820- 1880). En N. Levinton y E. Snihur (eds.) Misiones. Territorio de fronteras: 355-407. Buenos Aires. Contratiempo. [ Links ]

Stefañuk, M. (1991). Evolución de la cartografía de Misiones. Posadas, Ediciones Montoya. [ Links ]

Stefañuk, M. (2009). Diccionario Geográfico Toponímico de Misiones. Buenos Aires. Contratiempo Ediciones. [ Links ]

Susnik, B. (1965). El Indios Colonial del Paraguay. Museo Etnográfico Andrés Barbero, Asunción-Paraguay. [ Links ]

Territorio, El on-line: El hallazgo en Mártires de presuntos vestigios jesuíticos replantean su historia [En línea día 11-11-2017] [Consultado el 13 de noviembre de 2017] Disponible en: https://www.elterritorio.com. ar/noticias/2017/11/11/556014-el-hallazgo-en-martires-de-presuntos-vestigios-jesuitas-replantea-su-historia [ Links ]

Territorio, El on-line: Los vestigios de Mártires pudieron ser parte de San Nicolás, Brasil. [En línea día 12-11-2017] [Consultado el 13 de noviembre de 2017] Disponible en: https://www.elterritorio.com.ar/ noticias/2017/11/12/556166-los-vestigios-de-martires-pudieron-ser-parte-de-san-nicolas-brasil [ Links ]

Territorio, El on-line: Un túnel y un misterio, en Mártires [En línea día 28-01-2018] [Consultado el 29 de enero de 2018] Disponible en: https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2018/01/28/566619-informededomingo- un-tunel-y-un-misterio-en-martires [ Links ]

Townsend, B. y Alfonso Monges, M. (2020). Primera aproximación a la arqueología histórica de la capilla de San Antonio: contextualización de un vestigio arquitectónico en el Distrito de Trinidad-Paraguay. Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano - Series Especiales Vol. 8 N.° 2: 294-307. [ Links ]

Recibido: 01 de Enero de 2023; Aprobado: 28 de Abril de 2023

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons