Introducción
Los pastizales naturales ocupan algo más de la cuarta parte de la superficie emergida del planeta (Newman, 2000). Son ecosistemas dinámicos susceptibles de encontrarse en estados de equilibrio donde es compatible la explotación y la conservación, o por el contrario en esta dos degradados como consecuencia del pastoreo, ya sea por exceso o por falta del mismo (Rebollo & Gómez-Sal, 2003). En este último caso la falta de pastoreo re duce la producción de semillas de las es pecies forrajeras por competencia intra o inter especifica al mantener las plan tas con la totalidad de su fitomasa aérea (Martín et al., 2018).
En general estos sistemas son utili zados como áreas de pastoreo (Ayoub, 1998), y como consecuencia se produce una disminución de la cobertura o des aparición de las especies nativas más apetecidas y su reemplazo por otras de menor calidad forrajeras o exóticas (Anderson & Briske, 1995; Morici et al., 1996; Cerqueira et al., 2004; Bertiller & Bisigato, 2005; Distel et al., 2008).
El pastoreo afecta la producción y dis persión de semillas, dependiendo de la estación del año y del tiempo de pasto reo (Márquez et al., 2002; Morici et al., 2009; Leder et al., 2015; Martín et al., 2018). Como resultado del pastoreo de grandes herbívoros puede generarse la disminución de especies forrajeras, ya que las plantas pastoreadas producen un menor número de semillas (Márquez et al., 2002; Haretche & Rodriguez, 2006; Martín et al., 2018), lo que podría deter minar la ausencia de semillas de especies forrajeras en el banco de semillas del suelo (Gabutti et al., 2015).
La región del Espinal, distrito del Cal dén, presenta ecosistemas de bosque na tivos y pastizales naturales degradados debido a su uso inapropiado (Menéndez & La Rocca, 2006). El aumento de la den sidad de especies leñosas, la disminución en densidad de las especies forrajeras para el ganado y el aumento de las espe cies no forrajeras limitan la productividad primaria de estos ambientes (Estel rich & Castaldo, 2014). En consecuencia, la continuidad de estos sistemas como proveedores de bienes y servicios se ve gravemente afectada. Tanto en el calde nal como en el pastizal bajo de la pro vincia de La Pampa, se observa una dis minución de especies forrajeras con un incremento de no forrajeras (Figura 1) y de leñosas (Figura 2) (Estelrich et al., 2005; Suárez et al., 2018).
Para mejorar estas áreas degradadas por el incremento de leñosas se ha planteado la realización de tratamientos manuales (raleos) (Álvarez Redondo et al., 2018) o mecánicos (rolado selectivo) (Suárez et al., 2018); mientras que para áreas con aumento de no forrajeras se han planeado quemas prescriptas (Morici et al., 2015). Sin em bargo, consideramos que sin el agregado de semillas de especies forrajeras no se producirá un mejoramiento del pastizal.
El mejoramiento del pastizal por la incorporación de semillas de especies forrajeras es una práctica utilizada como complemento; sin embargo, en la ma yoría de los casos el insumo utilizado se corresponde con germoplasma exótico (Blanco et al., 2005). Existen evidencias de mejora en la composición florística del pastizal mediante la incorporación de semillas de especies nativas (Passera et al., 1992; Distel et al., 2008; Quiroga et al., 2009; Mora et al., 2013), pero no se dispone actualmente de maquinaria adecuada para la cosecha en cantidad de semilla de especies nativas, tales como Piptochaetium napostaense, Nassella te nuis o Poa ligularis, entre otras, conside radas especies forrajeras por su interés ganadero.
La baja o nula presencia de especies forrajeras en vastas áreas de la región se miárida central de Argentina (Estelrich et al., 2005; Morici et al., 2009) determi nó que se planteara como objetivo el de sarrollo de una cosechadora de semillas, a fin de obtener cantidades suficientes de propágulos que permitiera avanzar en la restauración de áreas degradadas.
¿Por qué desarrollar un prototipo de cosechadora de semillas de nativas?
La cosechadora permitiría aumentar la oferta de especies de que dispone en la actualidad el productor agropecuario, para implementar planes de restauración de áreas degradadas que no cuenten con banco de semillas de las especies forraje ras. En el área del caldenal se dispone de especies cuyo crecimiento es primavero-estivo-otoñal, pero la oferta de aquellas de crecimiento otoño-invierno-primave ral es limitada y con inconvenientes para lograrlas. Las experiencias de agregado de semillas exóticas con el objetivo de aumentar la oferta forrajera del estrato herbáceo en el bosque no han sido sa tisfactorias. Por esta razón, contar con la cosechadora aumentaría las posibili dades de incrementar la productividad primaria de forrajeras de esta región, ya que permitiría disponer de semillas de especies que se han adaptado a lo largo del tiempo a las condiciones ambientales y de manejo con ganado.
¿Por qué está destinada a nativas?
Los pastizales bajos y del caldenal del centro de la provincia de La Pampa pre sentan especies prístinas forrajeras, entre las que se destaca Piptochaetium napos taense (“flechilla negra”). La existencia de áreas con abundancia de especies fo rrajeras en el pastizal (Figura 3) permiti ría cosechar semillas, las cuales podrían ser utilizadas para la restauración basada en semillas, cuyas metas incluyen tanto fines ecológicos como productivos (Pé rez et al., 2019; Pedrini & Dixon, 2020).
Principio de funcionamiento de la cosechadora
El equipo se basa en un cabezal del tipo Stripper, que consta de un rotor con ce pillos. Los mismos “peinan” las inflores cencias desde su base, debido al sistema de rotación de motor, que es opuesto al sentido de avance del vehículo. El rotor es accionado por medio de un motor de explosión. El proceso de colecta de semillas mediante cepillos fue propuesto por Herr (1919) y con modificaciones (Dewald & Beisel, 1983; Kees, 2006).
La cosechadora permite ser ubicada en el frente de un vehículo a través de sopor tes. El ancho de la misma es de 1 m, con un ancho efectivo de trabajo de 0,9 m. Entre sus partes constituyentes, presenta un rotor de trilla de base cuadrada de 8 cm de lado, con cepillos frontales de po lipropileno en cada uno de sus lados. El rotor asienta sobre un bastidor que fun ciona de base. La capacidad de colecta del prototipo es de 60 L. El sistema de anclaje permite dos alturas de cosecha, 30 y 40 cm de despeje del suelo (Figura 4).
En pruebas a campo, el prototipo per mitió recolectar 4 kg de frutos en un tiempo operativo de 3 minutos. El va ciado del prototipo no demora más de 3 minutos. Por lo tanto, se logra cosechar entre 35- 40 kg de frutos por hora. Cabe destacar que la cosechadora solo levanta las semillas maduras. En evaluaciones re cientes solo se colectó entre el 10 y 20% de las semillas potencialmente disponibles, esto permitiría mantener la integridad de los pastizales naturales en buen estado de conservación sin perjudicar la regenera ción natural de los mismos. También se recolectaron semillas de otras especies forrajeras como Poa ligularis, Nassella te nuis y N. longiglumis entre las perennes, y Bromus catharticus entre las anuales.
El agregado de semillas de especies forrajeras a los pastizales del caldenal, junto con la disminución de la cobertura de las especies no forrajeras, son prácti cas que deben ser realizadas a escala de predio. Desde el grupo de investigación, se han realizado intervenciones a modo de prueba con equipos utilizados para la siembra de cultivos tradicionales en áreas agrícolas. Para esto, es necesario el acondicionado previo de los frutos de P. napostaense, por lo que se ha desarro llado un equipo de desaristado. Con la información generada, se dispondría de la tecnología adecuada para la mejora de los pastizales del caldenal.