Introducción
Las lagunas de Guanacache, ubicadas, en el Centro-Oeste argentino, constituyen el Sitio Ramsar “Lagunas de Guanacache, Desaguadero y del Bebedero” (LGDyB). Ocupan una superficie total de 962.370 ha (Sosa, 2007). Sus humedales se desa rrollan, principalmente, donde conflu yen los ríos Mendoza y San Juan y los desagües en el río Bermejo del sistema de los ríos Jáchal y Vinchina, vinculados a las provincias de San Juan y La Rioja (Torres, 2015). Aportes estacionales del sistema Layes-Tulumaya (Mendoza) y del río del Agua (San Juan) configuran lo que fue el ambiente lacustre, para luego dar origen al río Desaguadero (García Llorca & Cahiza, 2007) (Figura 1).
Estudios arqueológicos demuestran que, debido a un largo proceso de de secación de unos 200 años, las lagunas comenzaron a deprimirse hasta alcan zar en algunos casos el desecamiento total (Hernández & Chiavazza, 2009). A principios del siglo XX, fueron conside radas extinguidas (Marzo & Arias, 1975) debido a la fuerte modificación que su frieron, producto del desarrollo de los oasis de riego con fines agrícolas en sus principales cuencas de aporte (Abraham & Prieto, 1981), situación de deterioro que ocurre hasta la fecha.
La pérdida de suelos causada por la erosión retrocedente en las nacientes del río Desaguadero desestabilizó la es tructura del sistema de humedales. Las canalizaciones efectuadas en los ríos, con pérdida de meandros, provocaron un aumento en la velocidad de los flu jos superficiales (Sosa & Amaya, 2015), lo que favoreció la erosión hídrica y la formación de cárcavas en los principales receptores (Ulaco & Funes, 2006).
Estudios de base realizados para el proyecto que se describirá en este tra bajo permitieron relevar un sistema de unas 150 cárcavas en las nacientes del río Desaguadero, las cuales ingresan en forma retrocedente al complejo de bañados y lagunas (Figura 1). En este contexto, presentaremos los avances so bre las acciones de restauración ecoló gica con participación social realizadas para el restablecimiento de las zonas de humedales del Sitio Ramsar, con miras a la recuperación de sus características esenciales para el mejoramiento de los servicios ecosistémicos que benefician a las familias de la zona.
Material y Método
Para la elección de los sectores de inter vención y diseño de obras de restaura ción, se realizaron 30 talleres con las comunidades locales, algunos de ellos con la participación de técnicos y represen tantes de gobiernos de ambas provincias (Sosa & Amaya, 2015), en las localidades de San Miguel, El Retamo, El Forzudo (Mendoza) y Las Trancas (San Luis). En ellos, se trabajó sobre estrategias de par ticipación por parte de las comunidades, fortalecimiento institucional y vincula ción con instituciones gubernamentales, siguiendo el concepto de proceso parti cipativo según Roger Norton (2004) y de intervención social según Ander Egg (2003). Para la difusión de las acciones se participó en programas radiales en El Re tamo, “FM Guanacache”, en Mendoza y en La Tranca, “FM Huarpe”, en San Luis.
Para el diseño metodológico sobre res tauración ecológica se tuvieron en cuen ta documentos técnicos (Ramsar 2002, 2012, 2013 y 2015), recomendaciones de la sociedad internacional de restaura ción ecológica (SER, 2004) y principios y directrices de UICN (Keenleyside et al., 2014).
Las obras incluyeron modelos de te rraplenes revestidos con geotextil, cons truidos con retroexcavadoras con ma terial del lugar (sedimentos arcillosos) (Sosa et al., 2012; Sosa & Amaya, 2015), basadas en el concepto de “trampas de agua y sedimento” (Vich & López Rodrí guez, 2010).
Las intervenciones fueron realizadas en 15 cárcavas en nacientes del río Des aguadero, zona de descarga del bañado de San Miguel y viejos fondos de laguna Porvenir (Figura 1).
Para georreferenciar los sectores de intervención, se utilizó GPS de doble frecuencia. Se relevaron secciones de cárcavas y pendientes longitudinales. Además, se diseñaron los parámetros geométricos necesarios para el diseño de las obras (tales como altura de la presa; talud de aguas abajo; talud aguas arriba, longitud de obra) (Marañón & Dávila Madrid, 2011) y se calcularon los volú menes acumulados de agua y sedimen tos luego de cada precipitación (Salinas Acosta et al., 2010)
Entre los años 2011 y 2018, se cons truyeron 22 obras de restauración, en la provincia de Mendoza, dos en San Mi guel (bañado de San Miguel), 8 en El Retamo (laguna Los Chanchos) y 6 en El Forzudo (laguna El Porvenir). Entre los años 2015 y 2019 se construyeron 6 obras adicionales en cárcavas que desembocan en el río Desaguadero en la localidad de La Tranca, San Luis.
Para calcular el agua acumulada luego de una precipitación, se registró en cada obra altura o nivel del agua, el ancho y la longitud del sector inundado. En la zona no se dispone de información de preci pitación precisa, sin embargo, en página www.accuweather.com, se encontraron datos de lluvia para la zona de El Reta mo que se obtuvieron en base a la refrac tancia de las nubes a partir de imágenes satelitales.
La deposición del material sólido en la zona de acumulación de agua se produce por el arrastre estival de sedimentos de la cuenca de alimentación, según la inten sidad de la lluvia, las pendientes, el grado de compactación de los colectores natu rales y el tipo de terreno (Castaño et al., 1998). Siguiendo a este autor, se midió el sedimento acumulado a través de regis tros de puntos fijos y reglas colocadas en campo.
Para el análisis de las variables hidro químicas se tomaron muestras de agua acumulada en 6 obras (1 en verano y 1 en invierno, entre 2014 y 2017) para de terminaciones analíticas de obras con mayor volumen acumulado. Se midieron parámetros físicoquímicos in situ como: pH (pHmetro marca Denver Instrument UP -10), conductividad eléctrica y tem peratura (termoconductímetro marca Thermo Russel RL060C Portable Cond Meter), transparencia (Disco de Secchi), y profundidad (Ecosonda Garmin).
Para el análisis de la comunidad planc tónica se tomaron un total de 10 mues tras, antes y después de las lluvias, en 3 obras con agua acumulada (Pasarela, Puertita y Chayito). Las de zooplanc ton fueron extraídas mediante filtrado de 100 litros de agua, con red de 45 μm de abertura de malla, conservadas con formol al 4%. Para el estudio cualitativo de fitoplancton se filtró agua mediante arrastre superficial de red de 20 μm de poro, conservadas con formol 4%. Para los análisis cuantitativos de este último se colocaron las muestras en frasco de 100 ml color caramelo, fijadas con lugol (APHA, 1995). El recuento de fitoplanc ton se realizó en cubetas de sedimenta ción con uso de microscopio invertido, hasta alcanzar un coeficiente de varia ción de 10% (APHA, 1995).
Para verificar la respuesta de la biodi versidad, se eligió a las aves como gru po indicador, siguiendo a Paracuellos & Tellería (2004), quienes aseguran que, en estos ambientes, la riqueza y abun dancia de aves pueden cambiar por la disponibilidad de alimento y el tamaño del humedal. Las aves se diferenciaron en terrestres, acuáticas y relacionadas con humedales (según López-Lanús & Blanco, 2005; Martínez, 1993). Se midie ron parámetros de riqueza y abundancia mediante transectas de 500 m en los sectores afectados por las obras de restau ración, con frecuencia estacional desde 2015 al 2019.
Para evaluar eventuales cambios en la vegetación circundante a las intervencio nes (obras La Puertita, La Pasarela y el Chayito), se emplearon imágenes sateli tales de la misión LandSat - sensor OLI, gestionada conjuntamente por el USGS y la NASA. Las fechas de las imágenes fueron del 14 de abril de 2013 y del 17 de abril de 2020. Se realizó un análisis digital de escenas seleccionadas, con el Índice de Vegetación de Diferencia Nor malizada NDVI, el cual permite estimar e identificar la calidad, cantidad y desa rrollo de la vegetación (Arboit & Maglio ne, 2018).
Resultados
De las obras construidas, 18 fueron te rraplenes revestidos con geotextil trans versal a cárcavas, diseñadas para retener agua de lluvia y sedimento (Figura 2, a).
Tres obras fueron bordos de tierra de mayor longitud, construidos en las ca beceras de cárcavas (zona de avance de erosión), con el objeto de retener agua en fondos lacustres y detener avance de erosión retrocedente (Figura 2, b), y en una obra solo se profundizó un viejo curso de agua en el sector de bañado de San Miguel.
Características de las obras
Los terraplenes construidos dentro de las cárcavas tuvieron un promedio de 40 m de longitud, con una altura promedio de 3,82 m. lo que permitió una profun didad del agua (a obra llena) de 2,36 m. Mientras que los bordos tuvieron una longitud promedio de 205 m, con altura media de 0,8 m y una profundidad que no superó los 1,5 m. Esto permitió una amplia distribución de agua en el terre no, sin que se pierda en la cárcava colec tora (Tabla 1)
Agua acumulada
De marzo de 2012 a marzo de 2020 se acumularon un total de 9.141.216 m3 de agua de lluvia, distribuida en 9 años en 14 obras de restauración en funciona miento (Tabla 2).
Cada año, el período de llenado de las zonas de restauración comienza con las primeras lluvias (noviembre-diciembre) y termina con eventos de mayor preci pitación generalmente en enero-febre ro. Los momentos de llenado (total o parcial) de cada obra, dependen de las precipitaciones locales. De igual modo el volumen de agua acumulado es el re sultado del agua escurrida en el sector gracias a la cantidad de lluvias caídas en la temporada.
Si bien no se han medido efectos de la evaporación e infiltración que dismi nuyen la permanencia de agua en reser vorios, se ha observado que esta última disminuye con el tiempo de funciona miento de obra. Es probable que esto se deba al sedimento acumulado con los años y al efecto del pisoteo de animales que mejora la impermeabilidad en los basamentos. Esta observación coincide con lo que indican Castaño et al. (1998), quienes demuestran que, en una represa con varios años de uso, puede esperarse una pérdida por infiltración del 25% del total del agua ingresada al año.
Las obras de mayor envergadura sue len mantener más tiempo el agua acu mulada, llegando a completar un ciclo anual. En el caso de los sitios La Pasarela y La Puertita, en la temporada estival del 2018 llegaron a acumular 1,76 hm y 0,2 hm respectivamente y el agua en el reservorio duró de un año a otro.
Superficie de afectación
Con el funcionamiento de estas obras se encuentran en proceso de restauración unas 1000 hectáreas de humedales y am bientes circundantes relacionados. Se ha estimado que las intervenciones afectan a una franja continua de unos 60 km de longitud por unos 15 km de ancho, cuya superficie aproximada representa casi el 5% de todo el Sitio Ramsar (Figura 3).
Sedimento acumulado
Del total de 7 obras medidas, se obtuvo un promedio de 0,93 cm de sedimento acumulado en la base del terraplén, con un valor máximo que llegó a los 2 m en 8 años de funcionamiento de obra (Ta bla 3).
Teniendo en cuenta el tiempo de fun cionamiento de las obras, se está regis trando una acumulación promedio de 0,90 cm de sedimento, independiente mente de la cantidad de lluvia, el tipo de sedimento, la pendiente u otras va riables.
Características del agua acumulada en las obras
Las aguas acumuladas en los sectores de las intervenciones, tuvieron altas temperaturas en los meses estivales (28.6 °C en promedio), en respuesta a la elevada temperatura atmosférica (35.3°C prome dio) en los monitoreos de verano 2015, 2016 y 2017. Mientras que, en los meses invernales (agosto de 2017), los valores disminuyeron entre 14 y 15 °C. El pH fue alcalino a francamente alcalino en diciembre 2014 y febrero 2016, excepto en marzo de 2015 y en El Pedernal en diciembre 2014, cuando las aguas se re gistraron con pH neutro (7.4 unidades de PH)
La concentración de sales fue elevada en todos los sitios en el mes de diciem bre de 2014, principalmente en el sitio La Puertita con 8700 μS/cm, aunque descendió a 3100 μS/cm en agosto 2017. Todos los ambientes analizados regis traron disminución de sales con el au mento del caudal de llenado, con valores de conductividad que promediaron los 957,16 uS/cm.
Por otro lado, según el balance ióni co de las aguas acumuladas, se tipifican como cálcicas sulfatadas, excepto en el sitio La Puertita la que presentó aguas cloruradas sódicas (RockWare Aq.QA 2005). No se detectó presencia de meta les como cadmio, cobre o mercurio.
En diciembre de 2014, el arséni co superó el límite permitido por la OMS (2006) (0,01 mg/l para bebida y 0,015 mg/l para la vida acuática). Luego del período lluvioso (enero-febrero) de cada año su concentración fue inferior a los límites de detección.
Entre los nutrientes, el N-Nitrato se encontró presente en todos los momen tos considerados (entre 1.1 y 6.6. mg/l), mientras que el fósforo total en relación con el nitrógeno, constituyó el nutriente limitante para la productividad primaria.
Dinámica de comunidades acuáticas
Para todos los sitios analizados, se des cribió un total de 53 especies de algas, en su mayoría planctónicas propiamente dichas, incluyendo criptofíceas, clorofí ceas, diatomeas, cianofíceas, pirrofíceas y euglenofíceas. La proporción de las mismas fue variable, con predominancia de cianofíceas en 2014, coincidentemen te con los menores volúmenes de agua acumulados. Las clorofíceas fueron las dominantes en los sitios El Pedernal y La Pasarela desde marzo de 2015 a agosto de 2017. Las euglenofíceas, en cambio, dominaron la comunidad en La Puertita en marzo de 2017, mientras que las pi rrofíceas y diatomeas se encontraron con menor frecuencia en todos los análisis realizados.
Debido al bajo caudal existente al co mienzo de las obras (diciembre de 2014), la comunidad algal bentónica fue la más representativa, aportando el mayor núme ro de especies y densidad. Con el avance del proceso de restauración (más tiempo del agua en el sistema), las algas planc tónicas colonizaron todos los ambientes, con una mayor riqueza y densidad en fe brero de 2016 en La Pasarela (Figura 4a).
La comunidad de organismos del zoo plancton se encontró representada por 18 especies, entre copépodos, rotíferos, cladó ceros, tecamebas y ostrácodos. Con mayor representatividad de copépodos y de rotí feros en todos los momentos considerados. Los cladóceros, ostrácodos y tecamebas se registraron en baja proporción.
En cuanto a la riqueza de especies el mayor valor fue en el sitio La Pasarela, en diciembre 2014, febrero 2016 y en agosto de 2017 (8 y 6 taxa respectivamente), en los restantes momentos la riqueza no su peró las 5 taxa. Sin embargo, la densidad fue alta con un promedio de 288.718 in div/m3, con el mayor valor registrado en La Pasarela en agosto de 2017 debido a la alta densidad de larvas de copépodos. (Figura 4b).
Respuesta de las aves
Los resultados de los monitoreos de aves realizados en los sectores de intervención dieron un total de 85 especies, pertene cientes a 15 órdenes y 27 familias. De las mismas, 60 especies fueron terrícolas, 23 acuáticas y 2 relacionadas con humedales.
Con respecto a la presencia de aves acuáticas en los humedales en restaura ción (en las obras el Chayito, La Pasare la, La Puertita y Los Pedernales) se dio en forma gradual. Las primeras especies aparecieron en el año 2015 y fueron los patos Anas georgica, Anas bahamensis y Oxyura vittata, el tero común (Vanellus chilensis), el pitotoy grande (Tringa me lanoleuca), la gallareta común (Fulica leucoptera) y la maca pico grueso (Podi limbus podiceps) (Tabla 4).
El resto de las especies de aves acuá ticas se fueron sumando en los años si guientes hasta completar la mayor rique za total de 23 especies (registrada hasta el verano de 2019), siempre dependiendo de la presencia de agua en las obras.
Análisis comparativo de imágenes satelitales
Conforme a la distribución de los valores del índice NDVI, en el sector de análisis (La Pasarela, La Puertita y El Chayito), se observa que los rangos estadísticos de los valores mínimos y máximos del índi ce han aumento entre 2013 (Figura 5a) y 2020 (Figura 5b).
En relación al comportamiento del índice NDVI, el valor medio creció le vemente (0,020) en el periodo compren dido entre el año 2013 y 2020. Dicho valor es suficiente como para observar el cambio en la vegetación circundante (Figura 5).
Como resultado de los talleres se rea lizaron acuerdos con cada una de las co munidades, mediante firma de actas, para la construcción de obras (lugar, materia les, diseños) y se capacitó a los pobladores participantes para el seguimiento y moni toreo de las acciones de restauración. En la actualidad los vecinos ganaderos po nen en valor la importancia de las obras ya que actúan como únicos reservorios de agua en épocas de crisis hídrica. Prueba de esto es la incorporación, en asambleas comunitarias, del tema humedales, su ne cesidad de restauración y el interés en la gestión de financiamiento para proyectos relacionados con acceso al agua.
El impacto de los resultados del fun cionamiento de las obras, impulsó a las instituciones educativas de la zona a or ganizar charlas de concientización con los jóvenes residentes en las distintas localidades. Respecto al fortalecimiento institucional, se amplió la red de institu ciones relacionadas al proyecto de ambas provincias (Tabla 5)
Conclusiones
Con los resultados del funcionamiento de las obras de restauración es posible rescatar las siguientes conclusiones que nos puede servir, además, como lecciones aprendidas para la réplica de estas acciones en este y en otros humedales de la región:
Es posible retener agua de lluvia y se dimento en cárcavas que afectan la es tructura de los humedales, mediante la construcción de obras con material del lugar y aportes de nuevas tecnologías (estudios topográficos e hidrológicos, incorporación de membrana geotextil y aplicación de técnicas ingenieriles para los diseños de obras)
Con las obras en funcionamiento es posible acumular en un año lluvioso (2018) hasta 4 hm de agua de lluvia. Esto representa unas 2.000 represas llenas con agua. Gran parte de esta agua puede permanecer en el sistema hasta el próximo período estival.
Con la captura de agua en las obras, es posible retener hasta 2 m de sedimen to. Esto puede estar relacionado con el tipo de suelo y la cantidad de lluvia caída localmente. El sedimento acu mulado contribuye a la recuperación de suelo y a levantar los niveles de base de las cárcavas intervenidas.
El efecto provocado por la acumu lación de agua y sedimento durante nueve años en catorce de las 22 obras construidas contribuye a iniciar un proceso de restauración pasiva de unas 1000 ha de humedales y ambientes cir cundantes. Esto se ve reflejado en los resultados de los monitoreos de aves, el incremento en la diversidad de or ganismos acuáticos (fito y zooplanc ton) y en la recuperación pasiva de la vegetación expresada en los análisis de índices verdes a través de imágenes sa telitales.
Se observó una respuesta positiva de la comunidad de aves a los efectos de la restauración. Antes de las interven ciones, este grupo tenía registros his tóricos (Sosa, 2017) que, con la recu peración de los sectores de humedales, determinó que la riqueza aumentara de 8 a 23 especies en los últimos cinco años.
A nivel social, se encuentran benefi ciadas unas 300 familias de ganaderos en forma directa, cuyos animales apro vechan el agua acumulada en zonas intervenidas, y las pasturas naturales se ven fortalecidas gracias al funcio namiento de las obras de restauración.
Queda confirmada la participación de las comunidades locales, ya que los pobladores afectados a las acciones de restauración formaron parte activa del proceso de decisión, diseño, construc ción y mantenimiento de cada una de las obras realizadas para la restaura ción de humedales.