Introducción
La Sociedad para la Restauración Eco lógica (SER, 2004) define “restauración ecológica” como el proceso de ayudar a la recuperación de un ecosistema de gradado, dañado o destruido.
Los atri butos de la restauración para el caso de los humedales incluyen: 1) la utilización de especies nativas de los humedales en conjuntos característicos y grupos fun cionales, 2) ecosistemas de humedales autosostenibles y con resiliencia integra dos en el paisaje general, y 3) reducción o eliminación de las causas de degradación de humedales (SER, 2004).
Particularmente para los humeda les, la Convención de Ramsar define la restauración en su sentido más amplio, lo que incluye tanto las actividades que promueven un regreso a las condiciones anteriores, como las que mejoran el fun cionamiento del humedal sin necesaria mente intentar devolverlo al estado an terior a la perturbación (Ramsar, 2002).
La mencionada Convención adop tó principios y lineamientos para la restauración de humedales con el fin de ayudar a los decisores (Resolución VIII.16). La misma resalta que pro gramas de restauración de humedales ecológica, económica y socialmente sostenibles, coordinados con la con servación, reportan beneficios aprecia bles a la gente y a la vida silvestre, aun cuando la restauración no puede susti tuir los humedales naturales destruidos (Ramsar, 2002).
Puntualmente para la Reserva Provin cial Laguna Llancanelo, en Malargüe, Mendoza, gracias a una misión de aseso ramiento de Ramsar en 2001, solicitada por la actividad petrolera que se iniciaba en esos años, generó un reporte en el que se reconoce la problemática de remoción de la vegetación y la degradación del suelo de los humedales del sitio, debido a la sobrecarga ganadera y la invasión de tamarindos (Tamarix gallica) (MRA, 2002).
En este trabajo se presentan los re sultados del Proyecto Recuperación del caudal ecológico de los bañados de Ca rapacho, en Sitio Ramsar Laguna Llancanelo, ejecutado por Fundación Humedales/Wetlands International, con la participación de la comunidad local e instituciones asociadas. El objetivo fue restaurar el caudal ecológico del bañado a través de obras de manejo hidrológico y revegetación para restablecer las carac terísticas ecológicas del humedal.
Área de Estudio
La laguna Llancanelo se sitúa en el de partamento de Malargüe, al sur de la ciudad de Mendoza, en el centro-oeste de Argentina (Figura 1a).
Con una su perficie promedio solo del espejo de agua de 171,6 km² (Bianchi et al., 2017), aunque si consideramos el humedal en su totalidad, con ambientes asociados, el sistema alcanza unos 1.554 km2 (Sosa, 2007). La laguna está inserta en el ex tremo sur de la Depresión de los Huar pes, y pertenece a la Gran Región de la Planicie que se ubica en la Provincia Fitogeográfica de la Payunia (Martínez Carretero, 2004).
La laguna cuenta con zonas de baña dos -partes bajas que se inundan regu larmente en la estación cálida con freática superficial de variaciones débiles- (Ben zaquén et al., 2013) en las cuales se desa rrollan comunidades de vegetación pa lustre (Schoenoplectus californicus; Typha dominguensis y Phragmites australis), a modo de parches en las desembocadu ras de los cursos de agua dulce (Méndez, 2005). Estos ambientes representan refu gios de vida silvestre y hábitats claves para la cría de especies como cisne de cuello negro (Cygnus melanchoriphus) (Sosa, 1995) o colonias de macá plateado (Podi ceps occipitalis) (Darrieu et al., 1989).
El bañado de Carapacho, desde sus nacientes hasta su desembocadura en la laguna, desarrolla un sistema de unos 3 km de extensión de forma triangular que abarca unas 1.280 ha. Su composi ción vegetal incluye Cortaderia spp. y Juncus spp., con grandes extensiones de pastizales tipo pradera de pasto salado (Distichlis spp.) en las márgenes del hu medal (Méndez, 2005).
La falta de manejo hidrológico, el im pacto de jabalíes sobre las macrófitas emergentes, los incendios de pastizales y el sobrepastoreo, producto de la ganade ría extensiva, han provocado cambios en las características ecológicas del sistema, al punto de modificar sus funciones hi drológicas y perder algunos de los servi cios ambientales (Sosa, 2017)
Debido a esto, se ha detectado un pro ceso erosivo en los cursos de agua. En lo que antes eran canales someros que ba ñaban las trincheras de vegetación palus tre, hoy el agua discurre hacia la laguna en forma de arroyos profundos. Al per der capacidad de captación, las comuni dades vegetales se degradan por falta de agua (Sosa, 2018).
Material y Método
Para consensuar las acciones de restaura ción, se realizaron encuentros con veci nos como usuarios directos del bañado. Se recopilaron saberes tradicionales e identificación de problemáticas a través de entrevistas semiestructuradas a infor mantes claves (Ovando & Amaya, 2012). Para el mes de setiembre de 2017 se rea lizó un taller con pobladores, técnicos y guardaparques para la elección de zonas a intervenir y tipo de obras a realizar. Luego del taller se efectuaron recorridos de reconocimiento y prospección por el bañado y se seleccionaron dos zonas para restaurar: zona Arroyo Viejo y zona Isla Avellana (Figura 1b).
Caracterización hidrológica de la zona de intervención
Para la topografía se relevaron planialti métricamente (utilizando estación total, nivel óptico y GPS) seis freatímetros, ubicados en la margen sur del arroyo Carapacho. Se midió un total de 1.200 m de cauces. El objetivo fue conocer cotas y pendientes en el terreno.
Para la hidrología superficial se midie ron caudales en 2 puntos aguas arriba de la zona de intervención y 6 puntos aguas abajo de la misma. Se utilizó método agronómico (Rodríguez & Delgado, 2018a) expeditivo para estimar el caudal (velocidad superficial del curso de agua por la sección promedio del cauce en el tramo de longitud L conocida).
Los niveles subsuperficiales se midie ron mediante 20 freatímetros (2, aguas arriba, y 18, aguas abajo de las obras). Se utilizaron caños plásticos de 110 mm de diámetro de 1,30 m de largo enterrados a 1 m de profundidad. Se midió con cinta, desde el pelo del agua (dentro del caño) al nivel superior del mismo. Se realiza ron 8 mediciones con frecuencia estacio nal (Rodríguez & Delgado, 2018b)
Diseños de obras de restauración para el manejo de caudales
Con el objeto de levantar el nivel de base de los cursos de agua erosionados, se realizaron empalizadas, obras livianas tipo azudes (Vich et al., 2010). Para las obras se utilizaron bolsas de arpillera (no plástica) rellenas de sedimento. Las mis mas fueron dispuestas transversalmente en uno de los canales del bañado elegido para la intervención. Las bolsas se apila ron (hasta 3 bolsas de altura) en dos hi leras atravesando el canal, y se sujetaron con estacas de madera clavadas al suelo para fijar la empalizada (Figura 2).
Revegetación
Para la revegetación se usaron macró fitas, especies de fácil establecimiento y alta tasa de crecimiento (Dalmasso et al., 2002). Los rizomas de S. californicus y T. dominguensis se extrajeron del ba ñado aledaño al intervenido (bañado de Carilauquen). Con técnica de biorrollos, se colocaron rizomas y sustrato en bolsas de arpillera abiertas lateralmente Los biorrollos se disponen de a 10, en islas de 1,5 m x 1,5 m clausuradas indivi dualmente con estructura de alambre te jido (tipo jaula) de 2,5 m de altura, ente rrada unos 60 cm siguiendo a Quiroz et al. (2017). Para mantener la disposición de las trincheras palustres observadas a campo, se dispusieron islas de T. domin guensis en los centros, y al borde se colo caron las isletas de S. californicus.
Para evaluar el crecimiento de islas ar tificiales se realizaron 35 mediciones (del pelo del agua a la altura máxima dentro de la clausura), desde setiembre a no viembre de 2018 y desde enero a marzo de 2019 (los resultados de cada medición se promediaron).
Monitoreo del funcionamiento de obras
Para la evaluación de la respuesta a las acciones de restauración, se realizaron monitoreos de flora y fauna (grupo aves) en sectores intervenidos y no interveni dos. Para aves, se midieron en puntos de observación y conteo, distanciados unos 300 m entre sí y acomodados en una grilla en los sectores con y sin interven ción. Se calculó la abundancia y riqueza por hectárea promedio por cada punto de muestreo (n = 12 para cada sector) (Gonnet & Sosa, 2018)
La vegetación se muestreó en transec tas de toques de 50 m de largo y parcelas de 100 m². Se obtuvo el promedio de la cobertura por especie y se estimó la ri queza media y acumulada de especies vegetales para cada sector.
Se realizaron análisis de teledetección con imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europea, Copernicus de la mi sión Sentinel 2A. con píxeles de 20 x 20 m2; considerando el cálculo de índices de vegetación diferencial normalizados (NDVI) y combinaciones de bandas es pectrales, que reflejan la evolución de las comunidades vegetales.
Se obtuvo el NDVI en parcelas de sectores manejados y no manejados, durante las estaciones húmedas (Ej.: noviembre de 2017 y de 2018). Este ín dice de verdor presenta valores de -1 a +1, de situaciones sin vegetación a zonas más productivas, respectivamente (Díaz García-Cervigón, 2015)
Se tomaron 8 parcelas de 1 ha en secto res con manejo de caudales (4 en Arroyo Viejo y 4 en Isla Avellana) y como testigo o control se eligieron 8 parcelas en sitios sin manejos. Cada parcela de 1 ha contu vieron 25 píxeles, cuyos valores de NDVI fueron promediados.
Resultados
Entre enero y setiembre de 2018, se cons truyeron 6 obras de restauración para el manejo de caudales (Tabla 1): 4 en el Arroyo Viejo y 2 en Isla Avellana.
Las obras fueron dispuestas en secto res de canales más profundos con el ob jeto de levantar el nivel del agua y desviar caudales a los sectores a restaurar en el Arroyo Viejo en Isla Avellana. Para veri ficar el funcionamiento de las interven ciones se consideraron caudales aguas arriba de las obras (valores medios de 2,2 m3/s en la sección 1 y 1,6 m3/s en la sección 2). Las secciones aguas abajo de obras, si bien no fue posible medir velocidad (por el riego tipo manto) muestran claramente que se ha logrado derivar caudales hacia la zona del Arroyo Viejo y al sur de la Isla Avellana. Solo para el Arroyo Viejo se logró medir caudal y se estimó que fue posible desviar al menos un 5% (0,091 m3/s.) de los caudales me dios medidos aguas arriba de las obras (1,81 m3/s).
Los valores de los freatímetros ubica dos aguas arriba de las obras no mos traron diferencia por efecto de las in tervenciones. Los restantes en cambio, muestran una diferencia la que podría estar influenciada por el agua derivada hacia el sector de restauración, pero esto no pudo ser verificado.
Revegetación
Se instalaron 22 isletas lineales, distan ciadas 5 m unas de otras, transversal al bañado a 5 m aguas arriba de las empalizadas.
En Arroyo Viejo, el 16 de setiembre de 2018 se colocaron las islas y para el 21 de octubre comienza la brotación de ambas especies: T. dominguensis y S. californicus con un crecimiento promedio de 0,54 m. y 0,36 m. respectivamente. Para marzo de 2019 las islas alcanzan su máximo de sarrollo junco= 1,61 m y totora= 1.35 m. (Figura 3a).
En Isla Avellana el 21 de octubre de 2018 se colocan islas y para el 3 de noviembre comienza la brotación de ambas especies: T. dominguensis y S. californicus con un crecimiento promedio de 0,38 m. y 0,65 m. respectivamente (Figura 3b). Para marzo de 2019 las islas alcanzan su máximo desa rrollo junco= 1,2 m y totora= 1.24 m.
Resultados del monitoreo de la comunidad de aves
Se contabilizaron un total de 325 ejem plares correspondientes a 11 especies de las cuales 5 especies fueron acuáticas. La más frecuentemente fue gallareta (Fulica leucoptera) (77,5 %), golondrina (No tiochelidon cyanoleuca) (6,8 %), monjita (Neoxolmis rubetra) (4,9 %), playerito unicolor (Calidris bairdii) (3,1 %) y tero (Vanellus chilensis) (2,2 %). El resto de las especies tuvieron una representación menor al 1,5 %.
Los monitoreos estivales de 2018 mostraron dominancia de F. leucoptera, con menor frecuencia que en prima vera (48 vs 77,5 %; respectivamente). Durante el otoño de 2018, la frecuencia de F. leucoptera fue menor (18,7 %) y la dominancia la lideró Anas cyanoptera (33,3 %). En todos los casos la riqueza y abundancia tendieron a ser mayores en los ambientes de bañado que en las pra deras de césped.
La abundancia total de aves resultó ma yor en primavera. Asimismo, se observan algunas diferencias entre dicha variación en sectores manejados. El ambiente de bañado con manejo registró incremento en abundancia desde invierno a primave ra en comparación con la zona sin mane jo en Arroyo Viejo (Figura 4a).
Las praderas manejadas en Isla Avella na, mostraron un incremento de abun dancia mayor que la pradera control. Los incrementos de la riqueza también tendieron a ser mayores en los ambientes bajo manejo (Figura 4b.).
Monitoreo de flora y vegetación
La flora en zonas de manejo llegó a un to tal de 16 especies. La especie dominante resultó Distichlis scoparia con una repre sentación de un 82,8 %. Sólo 4 especies tuvieron frecuencias porcentuales por encima de 1 %: Schoenoplctus pungens, Baccharis spartioides, Juncus arcticus, y Frankenia juniperoides (Tabla 2).
Monitoreo de índices verdes
Conforme a la distribución de los va lores de NDVI, se observa que el rango estadístico disminuyo entre 2017 y 2020, derivado de un aumento de 0,02 de los valores mínimos del índice y una disminución del 0,44 de los valores máximos del NDVI.
El estado evolutivo del índice en los bañados, nos permite contextualizar la evolución de las intervenciones, sin des preciar el comportamiento de la totali dad del sistema y las distintas variables que determinan su estado. En relación al comportamiento del índice NDVI den tro de los bañados, el valor medio creció levemente (0,020) mientras que el área de estudio tuvo un aumento mayor, con un índice de 0,024. (Figuras 5 a y b).
Complementando los análisis del índi ce con la determinación de parcelas de control y parcelas intervenidas, se con sidera la variabilidad del NDVI dentro de las mismas para el año 2017 y 2020. (Figuras 5 c y d).
En las parcelas de control se identificó un aumento de valores máximos (0,009) y mínimos (0,047), mientras que en par celas intervenidas se presentó un mayor incremento en valores mínimos (0,064) y un descenso de valores máximos (0,147) del índice.
Participación social
Más de 100 personas y 6 instituciones participaron en las distintas etapas del proyecto. Ganaderos habitantes de la zona. Guardaparques de las Reservas Provinciales Llancanelo y Payunia. Técnico de la Dirección de Ambien te de la Municipalidad de Malargüe. Directivos docentes y alumnos de la escuela Nº 8-705 de Carapacho. Alum nos y docentes de la Tecnicatura Superior en Conservación de la Naturaleza, Sede Godoy Cruz y Malargüe. Técnicos de la Dirección de Recursos Naturales Renovables de Mendoza y Delegación en Malargüe. Departamento General de Irrigación (Zona de Riego Malar güe). Técnicos y consultores de Funda ción Humedales.
Dentro de los objetivos propuestos para la participación fue la realización de un encuentro entre pobladores que tra bajaron en los proyectos de restauración de ambos Sitios Ramsar de Mendoza.
En noviembre de 2018 se realizó en Llancanelo, el Primer Encuentro de Ga naderos de Sitios Ramsar Laguna Llan canelo y Lagunas de Guanacache, con la idea de lograr vinculación de pobladores de ambos sitios, para intercambiar expe riencias respecto a los proyectos de res tauración que llevan adelante junto a la Fundación Humedales.
Reflexiones finales
Esta experiencia pone en escena que, en zonas áridas bajo protección y manejo, en un marco ecológico cada vez más condicionado por el cambio climático es necesario realizar acciones y evalua ciones de restauración. Ante la elevada tasa de alteración ambiental urge poder balancear la reconstrucción de sistemas degradados con el intento de crear sis temas resistentes y resilientes de cara a un futuro climáticamente cambiante (Huang et al., 2016).
El futuro de la restauración ecológi ca debería apoyarse cada vez más en la noción de restaurar las relaciones socie dad-naturaleza y la provisión de bienes y servicios aportados por el ecosistema en cuestión, y no tanto en las métricas ba sadas en los números y la disposición de los organismos y especies que componen o han compuesto históricamente dicho ecosistema (Pérez & Ceccon, 2017; Mola et al., 2018).
A continuación resumimos las princi pales conclusiones técnicas del trabajo:
Con la instalación y funcionamiento de obras de restauración en el canal principal del bañado, fue posible le vantar el nivel de base del curso de agua y desviar un caudal mínimo para comenzar con el proceso de restaura ción de la zona sur del bañado. Es im portante sostener un mantenimiento mínimo de obras (recambio de estacas en empalizadas y bolsas con sedimen to).
Las obras del Arroyo Viejo lograron recuperar caudales a un sector de unas 59 ha, y las obras de la Isla Avellana, de una zona de unas 103 ha.
Estos caudales han contribuido al rie go y humectación de un sector que an tes de las intervenciones se encontra ban deprimidos. El funcionamiento de obras durante dos temporadas (2018 y 2019) ha provocado cambios cualitati vos visibles en los sectores de manejo.
No se ha podido mostrar acumulación de sedimento en el sector de obras. Solo se observa acumulación de ma teria vegetal que queda atrapada en las empalizadas. Se ha observado que esta situación provoca disminución en la velocidad del curso y aumento en el pelo de agua contribuyendo al desvío de caudal al sector de restauración.
Las pruebas de revegetación resultaron exitosas y mostraron un crecimiento sostenido en el tiempo de ambas es pecies (islas de junco y totora). Se ha observado que las islas contribuyen al funcionamiento de las empalizadas ya que en forma conjunta actúan en la disminución de la velocidad del curso del agua favoreciendo el desvío a las zonas de restauración.
Se considera clave para el éxito de la revegetación que se amplíen las clau suras, a medida que la isla crece en ta maño, y se aumente la cantidad de is las hasta completar una trinchera que abarque la longitud del curso de agua, manteniendo canales intermedios.
Respecto a las aves, si bien los incre mentos de la riqueza tendieron a ser mayores en las zonas de restauración, se considera apresurado atribuir cam bios a estas intervenciones.
Se espera que los sectores bajo manejo mejoren cobertura vegetal respecto a los sitios control. La recuperación de caudales en los sectores manejados supone ganancia de especies palustres, las que pueden ganar mayor repre sentación en los sectores manejados; como Schoenoplectus pungens, Juncus arcticus, Ranunculus cimbalaria y Li laeopsis macloviana.
De acuerdo al comportamiento del NDVI, se puede confirmar que, des de el año 2017 al 2020, el valor medio creció; sin embargo, el aumento fue mayor en el área de estudio que en la totalidad de los bañados. Dada las par ticularidades del NDVI, la dinámica del mismo presenta un crecimiento de valores mínimos en parcelas sin intervención, sustancialmente mayor en parcelas intervenidas. El análisis del NDVI obtenido para el periodo 2017- 2020 y la comparación con el compor tamiento del bañado, el área de estu dio y las parcelas de control, permiten identificar una efectividad favorable en las tareas de restauración.
Como producto de la participación, se consolidó una mesa de acuerdos para el trabajo sostenido en el tiempo integrado por comunidad local, guardaparques, instituciones municipales y provinciales. Se captaron intereses de cada uno de los actores, y se potenció la posibilidad de participación y com promiso en beneficio de la restaura ción de los bañados de Carapacho.
El encuentro de ganaderos despertó especial interés en los participantes de ambos proyectos, dado que son pro blemáticas comunes en los dos sitios con la misma demanda de la recuperación de los humedales.