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Estudios Socioterritoriales
versión On-line ISSN 1853-4392
Estudios Socioterritoriales vol.19 Tandil jun. 2016
ARTÃCULO CIENTÃFICO
Hacia una nueva geografÃa turÃstica del noroeste argentino. La promoción de los "confines turÃsticos" en las provincias de Salta y Jujuy
Towards a new tourism geography of Northwestern Argentina. The promotion of "tourism on the expanding margins" in Salta and Jujuy
Claudia Alejandra Troncoso(*)
(*) Doctora en GeografÃa (UBA). Investigadora Adjunta del CONICET. Puan 480, (CP 1406), Capital Federal, Buenos Aires, Argentina, claudia.a.troncoso@gmail.com
Recibido: 21 de enero 2016
Aprobado: 09 de mayo 2016
Resumen
Las provincias de Salta y Jujuy se han constituido en los últimos años en destinos turÃsticos de relevancia a nivel nacional. En este proceso,nuevos lugares están siendo exhibidos como destinos remotos y no explorados. Se trata de las áreas de la Puna y las Yungas. Ellas no cuentan con una historia turÃstica; sin embargo, justamente por esta condición, parecerÃan estar respondiendo a nuevos intereses y formas de hacer turismo orientados a conocer lo que, aparentemente, aún permanece desconocido o poco frecuentado. Este trabajo busca dar cuenta de los procesos a través de los cuales estas áreas son instaladas como destinos turÃsticos, especialmente desde la polÃtica pública. Para ello se analizaron documentos oficiales y materiales de promoción turÃsticayse llevaron adelante entrevistas a funcionarios y personal técnico vinculados a la polÃtica turÃstica y patrimonial de ambas provincias.
Palabras clave: NOA; Turismo; Patrimonio; Salta; Jujuy
Abstract
During the last years Salta and Jujuy have become relevant tourist destinations in Argentina. As part of this process, new places in both provinces are presented as remote and unexplored new destinations. These new destinations are Puna and Yungas. Historically, tourism has never been an important activity in these areas. Nevertheless, they seem to be the ideal destinations for those tourists interested in visiting regions that remain unknown and can be considered "off the beaten track" places. This article aims to analyze how these places are shown as new tourist destinations by public policy. In order to do that, official documents and promotional items were analyzed and in depth interviews were conducted (interviewees include public policy agents from both provinces).
Key words: Northwestern Argentina; Tourism; Heritage; Salta; Jujuy
Turismo en los confines
Las provincias de Salta y Jujuy se han constituido en los últimos años en destinos turÃsticos de relevancia en la Argentina. Para estas provincias se promocionan sus destinos consagrados como la ciudad de Salta, los Valles CalchaquÃes y la Quebrada de Humahuaca, pero también otros más novedosos desde el punto de vista turÃstico que hasta el momento han permanecido relativamente al margen de los recorridos turÃsticos por el noroeste: la Puna y las Yungas. ¿Cuáles son los procesos por los cuáles estos nuevos destinos son incluidos entre las opciones turÃsticas de estas provincias?, ¿quiénes promueven esta inclusión?, ¿a través de qué prácticas, ideas, imágenes?, y en particular, ¿cómo juega su condición de lugares al margen del turismo en estos procesos? Estos interrogantes definen el punto de partida de la indagación que da origen a este texto, el cual busca dar cuenta de los procesos a través de los cuales estas áreas son instaladas como nuevos destinos turÃsticos, atendiendo al hecho de que hasta recientemente, han sido considerados marginales, no sólo respecto al turismo, sino a ciertos procesos que han caracterizado a las transformaciones de las sociedades modernas.
Para ello se recuperan ciertas discusiones actuales que vinculan tendencias turÃsticas recientes con la generación de nuevos destinos, modalidades y atractivos que las acompañan. AsÃ, buscando interpretar las tendencias del turismo contemporáneo, Cohen (2005) ha delineado tres maneras a partir de las cuales se desarrolla la experiencia turÃstica en el contexto de la creciente homogeneización e hibridación que caracteriza a los lugares, producto de la globalización y la creciente movilidad. Este contexto parece haber puesto en jaque esa "geografÃa variada" promovida por el turismo moderno, donde los lugares interesaban desde el punto de vista turÃstico por sus singularidades, algunas de las cuales eran interpretadas en términos de autenticidad. La búsqueda de la autenticidad como algo que podrÃa ser alcanzado fuera de los lÃmites de la sociedad moderna -y que fue interpretada como una de las motivaciones del turismo (MacCannell, D. 1989[1976])- deberÃa, asÃ, ser repensada a la luz de estos nuevos procesos que parecen dejar pocas chances de aproximar al turista a algo no "contaminado" o transformado por la modernidad.
Desde este punto de partida, Cohen postula que una de las tres maneras que toma la experiencia turÃstica en este contexto se vincula con la aceptación de la imposibilidad de experiencias extraordinarias conectadas con lo auténtico (a la manera del turismo moderno). Asociado con esto, surge un post-turista (como lo han llamado algunos autores), que ha abrazado la idea de un mundo altamente homogeneizado, pero asume que esto no es impedimento para experiencias turÃsticas que procuren, por ejemplo, la búsqueda de cierta distinción social a través de la acumulación de capital cultural (por ejemplo, mediante el consumo de productos culturales sofisticados). En el segundo tipo de experiencia turÃstica, según Cohen, la búsqueda de lo extraordinario ya no estará vinculada a una geografÃa que presenta opciones novedosas, diferentes al mundo occidental, sino que se orientará al reino de la fantasÃa, a experiencias crecientemente simuladas (como aquellas experimentadas en los parques temáticos). Por último, Cohen sostiene que en algunos casos persiste el interés por lograr experiencias auténticas en una geografÃa aún desconocida para el turismo y fuera de las influencias dominantes del mundo contemporáneo (estas que han tendido a la transformación y homogeneización de prácticamente todos los lugares). Para referirse a esta tercera forma de buscar experiencias turÃsticas extraordinarias, Cohen habla de turismo "en los márgenes"(1), es decir, fuera del alcance de las fuerzas dominantes que conducen a la homogeneización del mundo. Estos márgenes se encuentran en áreas geográficas especÃficas, inaccesibles y muy poco concurridas hasta el momento y que son selectivamente incorporadas al sistema de producción turÃstica(2) (Cohen también incluye los viajes al espacio exterior como parte de esta visita a los márgenes). Su particularidad o novedad radica, precisamente, en parecer aisladas de las fuerzas de la globalización pero a la vez, amenazadas por ellas; es decir que se consideran susceptibles a una eventual e inevitable transformación. Esto permite su consideración como lugares aptos para experimentar formas de turismo vinculadas al conocimiento de lo auténtico (a la manera del turismo moderno), marcadas por cierta urgencia ante un cambio irremediable. Entre estos espacios se incluyen áreas que son consideradas y tratadas como patrimonio (formal o informalmente) involucrando los medios para protegerlas evitando su transformación o desaparición (Cohen, E. 2005).
La visita a los márgenes o confines turÃsticos se vincula con los intereses, preocupaciones y preferencias del turista contemporáneo; ellos, en parte, están vinculados a la búsqueda de la autenticidad en el sentido tradicional, pero también a la búsqueda de la autenticidad de la experiencia turÃstica, una autenticidad en un sentido existencial (Cohen, E. 2005; Wang, N. 1999). A su vez, estos nuevos lugares constituyen la posibilidad de multiplicar opciones turÃsticas y, por ende, de multiplicar los negocios asociados al turismo. La búsqueda y producción de la novedad es un aspecto clave de las formas de producción vigentes en la actualidad y el turismo no es una excepción. En relación con esto, el turismo ha sido caracterizado por la creciente diversificación de opciones orientadas a consumidores/turistas con intereses especÃficos. En este sentido, las formas actuales que toma la producción en turismo se basan en la creación o renovación de lugares, productos, servicios o experiencias (Britton, S. 1991; Lash, S. et al: 1998; Meethan, K. 2001). En el caso que nos ocupa, el "turismo en los confines", estarÃa buscando atraer a un turista interesado en la aventura y las experiencias extraordinarias. En este trabajo, la idea de margen o confÃn turÃstico sirve como punto de partida para analizar los procesos en los cuales se empiezan a delinear ideas y acciones concretas para dar inicio o impulso al turismo y sumar la Puna y las Yungas al "mundo turÃstico". En definitiva para abordar cómo se construye su atractividad turÃstica asociada a la idea de confÃn y qué formas toma la frecuentación a estos "confines turÃsticos".
Como se señalara, la ciudad de Salta, los Valles CalchaquÃes y la Quebrada de Humahuaca se destacan por sobre otros lugares como destinos turÃsticos históricos en el noroeste y son objeto de una importante promoción. Sin embargo, la Puna y las Yungas también son intensamente mencionados, descritos, fotografiados, en definitiva, exhibidos como destinos turÃsticos por diferentes actores. Y ellos son mostrados de una manera particular: como lugares novedosos, remotos, no explorados, de alto valor patrimonial y sujetos a distintas formas de protección. Dos aspectos caracterizan a estos lugares: por un lado, a diferencia de los lugares mencionados arriba, no se han consolidado como destinos turÃsticos; por otro lado, si bien a lo largo de la historia han albergado algunas actividades productivas (algunas de ellas de importancia a nivel provincial e incluso regional y nacional), muchas veces han sido consideradas como áreas marginales, escasamente pobladas y con un aprovechamiento económico escaso o esporádico. Sin embargo, justamente por esta condición, parecerÃan estar respondiendo a nuevas formas de hacer turismo y especÃficamente podrÃan ser interpretados como lugares en los "márgenes turÃsticos", de interés para aquellos turistas interesados en conocer lo que, aparentemente, aún permanece desconocido o poco frecuentado. Al mismo tiempo, la aparición en escena de estos nuevos destinos estarÃa respondiendo a la multiplicación constante de opciones y la generación de nuevos productos que caracteriza al turismo en la actualidad.
Tomando en cuenta los interrogantes mencionados y los desarrollos conceptuales expuestos, este trabajo tiene como objetivo dar cuenta de los procesos a través de los cuales estas áreas son presentadas, y en definitiva instaladas como destinos turÃsticos, especialmente desde la polÃtica turÃstica encarada desde los gobiernos provinciales. Interesa conocer a través de qué ideas se define una atractividad turÃstica particular asociada a la idea de confÃn y su relación con formas especÃficas que toma la práctica turÃstica en la actualidad, marcadas por la búsqueda de experiencias extremas o inusuales. En relación con esto, se busca ver cómo su otrora condición de lugar "marginal" es valorizada como atractiva en un contexto donde el turismo manifiesta nuevos intereses y cómo el turismo es presentado como una opción renovada para orientar un nuevo dinamismo. Para el abordaje de estas cuestiones se han analizado materiales de promoción y documentos vinculados al turismo en ambas provincias (actuales e históricos), elaborados por los sectores público y privado, especialmente los generados como parte de la polÃtica turÃstica y patrimonial a nivel provincial. Ellos se han analizado poniendo atención en quiénes los elaboraron y en qué momento fueron producidos y difundidos. El análisis tuvo en cuenta, también, cómo se describÃan turÃsticamente (en forma verbal y visual) la Puna y las Yungas en estos materiales de promoción. Asimismo, se realizaron entrevistas con funcionarios y personal técnico de las áreas vinculadas con el turismo y el patrimonio de ambas provinciaspara complementar los aspectos de la polÃtica turÃstica expresados en los documentos analizados. El diseño de estas entrevistas se basó en tres ejes de indagación: decisiones y estrategias para la promoción de Puna y Yungas; inclusión de estas áreas en herramientas de planificación sectorial; prestación de servicios turÃsticos en ellas; visitas, recorridos y modalidades turÃsticas desarrolladas en estas áreas.
Esta indagación se orienta a brindar elementos para comprender la dinámica del turismo en el noroeste argentino, y asimismo, procura ofrecer aportes para comprender cómo el turismo cambia la geografÃa de los lugares a través del accionar de actores concretos vinculados a esta práctica.
Puna y Yungas: nuevos destinos turÃsticos en el noroeste
Si tomamos en cuenta el noroeste turÃstico(3), en los últimos años se evidencian procesos de diversificación de las opciones turÃsticas en las provincias de Salta y Jujuy que incluyen otros destinos además de los ya consagrados (Troncoso, C. 2013). EspecÃficamente se trata de dos ámbitos geográficos que comparten ambas provincias: la Puna (desierto de altura, al oeste) y las Yungas (selvas montañosas, al este)(4).
A partir de los procesos de organización colonial del noroeste, el Valle de Lerma y el Valle de Jujuy cobraron preeminencia como las áreas más intensamente pobladas, de dinamismo económico y comercial. En el contexto de los procesos de consolidación del Estado Nacional y de modernización de ambas áreas (y en especial las capitales provinciales localizadas allÃ), continuaron con este perfil. Atendiendo a los aspectos productivos, durante el siglo XX en la zona de la Puna comenzaron a desarrollarse emprendimientos de explotación minera entre los que se destacan las minas de El Aguilar (plomo, plata y zinc), Pirquitas (plata y estaño) y La Casualidad (azufre), asà como la explotación de borateras (Benedetti, A. 2006), a lo que se sumaba las actividades comerciales y la tradicional producción agraria de subsistencia. El área de las yungas también desarrolló actividades económicas fundamentalmente de la mano de la explotación azucarera. MinerÃa y producción azucarera (junto con otras actividades localizadas en los valles del sur como producción tabacalera e industria siderúrgica, y la explotación de hidrocarburos en el este) se distinguirÃan como promesas para el desarrollo económico de ambas provincias en buena parte del siglo XX. Sin embargo, esas actividades productivas dominantes en el contexto de Puna y Yungas perderÃan peso a partir de las últimas décadas del siglo XX(5).
Más allá de los aspectos productivos, estas áreas también han sido objeto de interés por otro tipo de actividades: la exploración cientÃfica. Por la Puna han transitado especialistas que evaluaron su potencial para la explotación minera y otros que han explorado intensamente los importantes yacimientos arqueológicosde la zona (Benedetti, A. 2005). En el caso de las Yungas, los estudios para su conocimiento cientÃfico han estado orientados hacia la vida natural. En este sentido, han sido paradigmáticos los trabajos desarrollados por el Instituto Miguel Lillo con sede en San Miguel de Tucumán cuyos resultados sirvieron como justificación para la creación del Parque Nacional Baritú.
A pesar de las diferentes actividades (productivas y cientÃficas) que en ellas tuvieron lugar (y de la población que las habita), ambas áreas continúan asociadas a un imaginario geográfico vinculado con la idea de lugares remotos, inaccesibles y despoblados. Su localización en las fronteras del territorio nacional, alejadas del histórico centro económico y polÃtico en el área pampeana, pero incluso también apartadas de los principales centros poblados del noroeste,han contribuido a alimentar este imaginario, recientemente retomado de manera positiva por el turismo.
A excepción de algunas localidades puntuales como La Quiaca, San Antonio de los Cobres y Libertador General San MartÃn que cuentan con algunos servicios, estas áreas no tienen tradición turÃstica en ninguna de las dos provincias; los servicios para permitir la permanencia de visitantes son escasos y la llegada a sus distintas localidades es dificultosa. Ellas son presentadas, visitadas y disfrutadas de manera que podrÃan ser consideradas como destinos en los márgenes dela sociedad moderna y del sistema turÃstico. En efecto, en el contexto del turismo argentino son reconocidos como lugares turÃsticos desconocidos(6). Sin embargo, su condición de lugar extremo y poco frecuentado no es óbice para que ambas provincias los incluyan como parte de sus destinos turÃsticos (de hecho, ya vienen siendo incluidos en distintos materiales de promoción, como se verá más adelante). Por el contrario, la difusión de estos lugares forma parte de los procesos por los que se multiplican las opciones turÃsticas recurriendo a lugares poco frecuentados y mostrándolos con caracterÃsticas especiales, distintivas, novedosas como parte de una polÃtica turÃstica de fuerte incentivo al turismo en ambas provincias (Troncoso, C. 2013)(7).
Si bien en este texto se hace hincapié en la difusión que han tenido estos lugares como parte de un proceso de definición de su atractividad y de orientación de las formas en que ellos se disfrutan turÃsticamente, es preciso señalar que la promoción de estas áreas es sólo uno de los aspectos que caracteriza el interés desde el ámbito de la polÃtica pública provincial por ponerlas en un lugar de relevancia. Ambas provincias, invocando la idea de que el turismo puede generar desarrollo, han iniciado en los últimos años acciones para incentivar el surgimiento de emprendimientos turÃsticos en estos lugares menos frecuentados que acompañan suintensadifusión. EspecÃficamente las herramientas de planificación turÃstica diseñadas en las últimas décadas explÃcitamente se orientan en este sentido, apuntando al desarrollo de modalidades especÃficas delo que se conoce como turismo alternativo (ecoturismo, turismo aventura, turismo comunitario, etc.)(8). También desde el ámbito de la polÃtica sectorial nacional, y en el marco del Plan Estratégico Federal de Turismo Sustentable (2005), se ha pensado en estas dos áreas como "corredores turÃsticos a potenciar"(9).
Otro de los aspectos que también ha formado parte de la promoción turÃstica de estas áreas es el proyecto que impulsó la declaración en 2014 como Patrimonio de la Humanidad, al sistema vial andino (QhapaqÃan)(10), colocando a estas áreas en el centro de cierto interés por su patrimonio. Los lugares que forman parte de este proyecto incluyen, en la provincia de Salta, áreas puneñas (Tolar Grande) y en la provincia de Jujuy áreas vinculadas a las Yungas (Valle Colorado y Santa Ana). Este proyecto consiste en una iniciativa patrimonial, no turÃstica. Sin embargo, la asociación con el turismo se espera como algo inevitable y también es buscada. Desde la polÃtica pública provincial se ha promovido intensamente(11) y, además, se ha dado inicio a la construcción de infraestructura y servicios de orientación al turista en algunos de los puntos del área patrimonial(12). AsÃ, este sello internacional refuerza el carácter patrimonial de estas áreas sumándose a las otras distinciones existentes (Parques Nacionales y Reserva de Biósfera).
Puna: un destino en el desierto extremo
Hasta la década de 2000 la Puna era raramenterecorrida por turistas. De manera tradicional se visitaba a través de la conocida excursión del Tren a las Nubes que parte desde la ciudad de Salta. La infraestructura y los servicios del ferrocarril con fines comerciales puesto en funcionamiento en 1948 (que llegara originalmente hasta el paso fronterizo de Socompa), sirvieron de base para el actual paseo turÃstico. Otra forma histórica de aproximación turÃstica a esta zona lo constituye la tradicional visita a las localidades de La Quiaca y Yavi y a Salinas Grandes como parte de recorridos más amplios (en general, como parte de una visita a la Quebrada de Humahuaca). Asimismo, las referencias a esta zona del noroeste en los materiales de promoción del turismo eran escasas(13) y con frecuencia se hacÃa hincapié en su condición de lugar inhóspito y extremo donde reinaba el silencio, la inmensidad, la aridez y la presencia esporádica de población(14). Pero, a diferencia de lo que acontece en la actualidad, es justamente por estas cualidades que su visita no era un paseo recomendado para todo tipo de turistas(15). Es a partir de estas últimas décadas que la Puna comienza a perfilarse como un lugar para recorrer y no ya para visitarlo de pasada.
Hoy en dÃa las formas históricas de visitar la Puna se han consolidado y actualizado. En el caso del Tren a las Nubes en la actualidad se trata de un servicio netamente turÃstico(16) que ofrece la excursión desde la ciudad de Salta hasta el punto final del recorrido en el viaducto de La Polvorilla y el regreso. Por su parte, las excursiones hacia las Salinas Grandes aumentaron su frecuencia desde mediados de la década de 2000 cuando se pavimentó e inauguró en 2005 la Ruta Nacional N° 52 hasta el Paso Internacional de Jama. Las mejoras en las condiciones de desplazamiento, sumadas a la mayor presencia de turista en el noroeste y la multiplicación de servicios de excursiones a las SalinasGrandes confluyeron para hacer más asidua la visita a esta área.
¿Cómo se presenta turÃsticamente la Puna? Actualmente, muchos de aquellos atributos a los que se recurrÃa para caracterizarla han sido retomados por el turismo buscando interesar al "turista de los confines". En efecto, la Puna se muestra hoy como un ámbito geográfico con caracterÃsticas totalmente fuera de lo común: dominado por su condición de desierto de altura ("el techo de América")(17), un espacio de extensión infinita caracterizado por una topografÃa contrastante que combina relieves abruptos (cadenas montañosas, volcanes) con planicies (salares), de condiciones climáticas vinculadas a la extrema aridez, poblado de especies animales exóticas, todo esto asociado a la inmensidad, el silencio, la tranquilidad(18). Asà la presentan algunos materiales de promoción oficiales:
"Más de la mitad de la Provincia de Jujuy está comprendida por esta región cuyos principales rasgos naturales son la gran altura sobre el nivel del mar (superior a 3400 m.s.n.m.) con cadenas montañosas, extensas planicies (altiplano), altos cerros y volcanes, un clima frÃo y seco de altura, una vegetación poco desarrollada, y una fauna tÃpica andina" (página web de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy, región Puna).
"El infinito horizonte de la Puna cabe en tres palabas: tierra, salar y cielo. En la abrumadora inmensidad de este altiplano, ubicado a más de 4.000 metros, se encuentran picos con nieves eternas, negros volcanes, extensos mares de sal, lagunas repletas de flamencos y vicuñas que se mimetizan en el paisaje desértico, imposible de abarcar con la mirada" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010: 28).
"La soledad de los silencios de altura, se interrumpe de tanto en tanto en pequeños oasis que matizan con su diversidad biológica la monotonÃa del paisaje". "Trepando la Cuesta del Lipán, sucesivas curvan dan lugar a un paisaje de belleza irreal y las Salinas Grandes, nos deslumbran con su increÃble manto blanco que ofrecen un panorama de magia y color" (Folleto "Jujuy más cerca del cielo", 2003).
Asimismo, su carácter de área sujeta a exploraciones arqueológicas y aquellas otras que recorrieron el lugar buscando formas de explotar los recursos mineros aparece presente en la manera en que se muestra la Puna. El hallazgo de los niños de Llullaillaco en 1999 constituyó el hito más reciente de este vÃnculo que ha establecido el mundo cientÃfico con la Puna, deviniendo el evento cientÃfico, el sitio y los cuerpos en algunos de sus atractivos más relevantes(19).
La población local también aparece presentada como un aspecto atractivo de la Puna. El vÃnculo de la sociedad puñena actual con aquellas prehispánicas es recurrente y las interpretaciones en torno a la idea de herencia inalterada de esta relación refuerzan el carácter de comunidades fuera de la sociedad moderna. Asimismo, otras ideas de larga data asociadas a este lugar (Castro, H. 2007) que señalan su adaptación a (o fusión con) un medio hostil también se hacen presentes:
"De sus rasgos culturales se destaca la idiosincrasia ancestral de sus pueblos andinos, que se remonta a tiempos prehispánicos, y que gracias a las costumbres y tradiciones de los pobladores, se han preservado a través de los tiempos" (página web de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy, región Puna).
"Uno de los aspectos más interesantes de esta remota región es la cultura de sus habitantes, quienes, desde tiempos prehispánicos, lograron adaptarse a las duras condiciones climáticas. Localidades como San Antonio de los Cobres y Tolar Grande, conservan costumbres ancestrales que se reflejan en manifestaciones culturales como la Pachamama, los Misachicos, la Apacheta y la Señalada, entre otros" (folleto "Mapa ciudad de Salta y alrededores. Circuitos turÃsticos", del Ministerio de Cultura y Turismo, 2010)(20).
¿Cómo accede el turista a estos lugares recónditos y cómo llega a conocerlos? La experiencia de acercarse a este lugar excepcional implica una particular forma de conocerloque pone en juego, y cuestiona los sentidos y lacapacidad cognitiva dando pie a experiencias irreales, imaginadas,de ensueño que parecen pertenecer alreino de la fantasÃa, al de la ciencia ficción, o que son de otro mundo, abonando el carácter extraordinario de este tipo de viaje turÃstico (Laing, J. et al. 2009). AsÃ, por ejemplo, se presentan las Salinas Grandes:
"Las Salinas Grandes, vasta extensión blanca al norte de San Antonio, forman un interminable y brumoso horizonte blanco teñido de diferentes matices por el sol, donde, cual alucinación, la lÃnea que divide cielo y tierra se desdibuja y desafÃa nuestra esforzada mirada" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010:31).
En la misma publicación, más adelante, se afirma:
"se aconseja hacer una parada en este sector de la Puna para disfrutar del atardecer. Colores inimaginables, sumergen los ánimos vespertinos en ensoñaciones dignas de la pluma de los magos de la ciencia ficción" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010:34).
En la página oficial de Facebook del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta se exhibe una imagen donde se muestra un área cercana a Tolar Grande y se acompaña con el siguiente testimonio de un turista: «âAlgunos lugares de Salta parecen de otro planeta. Vi colores y formas que nunca habÃa visto en mi vidaâ. MartÃn Gutiérrez Aranda, Montevideo, Uruguay"(21) (Imagen 1).
Imagen 1. Tolar Grande. Publicidad gráfica del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta
Fuente: Página de Facebook del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta. Foto Celine Frers
Estas particulares condiciones del lugar y su ubicación en los márgenes del mundo turÃstico sirven de base para la invitación al descubrimiento, a la exploración, al adentrarse en lo desconocido. AsÃ, por ejemplo, presenta su servicio de excursión a Tolar Grande un prestador turÃstico:
"Esta es una expedición increÃble hacia el territorio de lo âdesconocidoâ, de la âPunaâ, que sorprende por su inmensidad y la belleza y rareza de sus paisajes que son únicos como son también su flora y fauna y por supuesto sus habitantes que guardan secretos y costumbres ancestrales" (en la página web de Nordic Travel).
Hay algo de desconocido, raro y secreto que se invita a descubrir. Pero, ¿a través de qué modalidades turÃsticas? Muchos de estos atractivos fueron asociándose progresivamente con servicios especÃficos. AsÃ, en la Puna se consolidaron actividades de turismo aventura, montañismo y turismo cientÃfico que exploran esta área (la idea de "expedición" usada en la cita más arriba refiere a esto), emulando aventuras pretéritas de cientÃficos, expertos y pioneros de todo tipo (Cohen, E. 2005; Laing, J. y Crouch, G. 2009) (incluidos aquellos que dieron a conocer los atractivos arqueológicos y cientÃficos que disfruta el turista hoy). Pero, en ocasiones, estas propuestas turÃsticas involucran experiencias especÃficas que requieren cierto conocimiento, preparación, entrenamiento especial. No son para todos, sólo para quienes reúnen ciertas condiciones y están dispuestos a enfrentarse a situaciones exigentes, o como suele exponerse en los materiales de promoción para quienes estén dispuestos al "desafÃo":
"[Tolar Grande es un] lugar exótico en el desierto puneño, donde los expertos desafÃan a montañas de más de 5000 metros" (folleto "Circuitos turÃsticos de Salta", del Ministerio de Cultura y Turismo, 2011).
"Para expertos y aventureros, el desafÃo de la montaña. Ese que está signado a acercarnos a los dioses antiguos. En esta región de los Andes, se puede ascender a numerosos volcanes y altas cumbres de más de 5.000 msnm, venerados como dioses por los incas, y convertidos en los santuarios más altos del planeta" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010:34).
La experiencia de adentrarse en la Puna también remite a otra experticia no cientÃfica, sino a aquella del habitante del lugar. Esto se evidencia, por ejemplo, en las propuestas turÃsticas que implican recrear ascensos rituales a los cerros (como en la última cita) o las prácticas de intercambio que implicaban desplazamientos estacionales desde las sierras orientales a la Puna. Estas últimas se ofrecen como propuesta turÃstica en un viaje que parte desde la Quebrada de Humahuaca donde los turistas son acompañados de los animales de carga tradicionales de la zona: las llamas(22). En ambos casos se trata de desafÃos que implican sacrificios, la puesta a prueba de la capacidad fÃsica pero que a su vez comporta la satisfacción de haber alcanzado una meta (Laing, J. et al. 2009).
Una de las formas en que se presenta la aproximación de los turistas a los habitantes de la Puna (estos que "guardan secretos y costumbres ancestrales") implica una actitud pasiva, contemplativa que transforma a los residentes en objetos de propuestas de safaris fotográficos(23). Sin embargo, otra de las formas de acercarse a la población local pone en juego una actitud más activa de los turistas, implicando importantes niveles de interacción con los residentes. Se trata de las propuestas de turismo comunitario. En los últimos años en la zona se desarrollaron algunas experiencias con vistas a organizar un turismo manejado de manera colectiva que recurrió a los aspectos tradicionales de la población del lugar para definir su especificidad desde el punto de vista turÃstico (costumbres, tradiciones, rituales, etc. vinculados al mundo andino). Este es el caso de las experiencias llevadas adelante en Tolar Grande (Salta) y en la red Espejo de Sal (que reúne experiencias en ambas provincias). Aquà el "descubrimiento" se da estableciendo un contacto directo entre turista y residente, participando en actividades productivas y artesanales, eventos culturales y rituales que marcan la vida cotidiana en el lugar.
"Esta propuesta invita a recorrer la Puna, admirando las Salinas Grandes y la laguna altoandina Guayatayoc, y a conocer, sin apuro, la cultura andina de la mano de sus actores ancestrales. La vida cotidiana junto a las pastoras de llamas, los mineros de la sal y los artesanos de la lana, sorprende y se comparte en esta red de comunidades. Se puede conocer la producción familiar de cultivos andinos, recorrer andenes ancestrales aún en actividad, admirar los bosques naturales de queñoa, los campos de tolas, o aprender sobre el uso medicinal de plantas y hierbas nativas, escuchar la historia de alguna de las capillas centenarias, visitar un criadero de truchas, conocer la extracción artesanal de la sal, escuchar la música regional con instrumentos de viento como las quenas y los sikus en compañÃa de coplas cantadas por voces originarias de la Puna.Las manos artesanas enseñan, muestran y ofrecen artesanÃas tradicionalesâ¦" (en la página web de la Raturc, 2014).
Esta modalidad turÃstica, además, supone un compromiso del turista y su adhesión a las ideas del turismo responsable. Quienes prestan servicios en estos destinos también muestran su involucramiento con estas formas de pensar el desarrollo del turismo. Asà lo expresa uno de los operadores turÃsticos que realiza excursiones a Tolar Grande: "un viaje responsable que conserva el ambiente y sustenta el bienestar de la población local" (folleto elaborado por la empresa Turismo Responsable, 2012). Como sucede con cualquier otra forma de consumo responsable, los empresarios turÃsticos también muestran estas nuevas etiquetas diferenciadoras y atractivas para ciertos consumidores.
En estos retratos turÃsticos de la Puna ha tenido un lugar especial el recurso a las imágenes visuales en los materiales de promoción de todo tipo. A partir de mediados de la década de 2000 las imágenes de Salinas Grandes, en el caso de Jujuy, y de Tolar Grande, en el caso de Salta han reemplazado en gran medida los lugares más citados fotográficamente: la Quebrada de Humahuaca, los Valles CalchaquÃes, la ciudad de Salta (o eventualmente la Puna, pero acompañada por las vistas de la imponente infraestructura ferroviaria del Tren a las Nubes). Respondiendo a una tendencia reciente que pone el acento en la experiencia, estas imágenes con frecuencia muestran a los turistas en el lugar, en acción, disfrutando, más que a los atractivos turÃsticos en sÃ. No son sólo los atractivos sino la experiencia de visitar la Puna la que se retrata en los materiales de promoción (Imágenes 2, 3 y 4) (recordemos el testimonio y las impresiones del turista que contempla Tolar Grande como un lugar de otro planeta)(24).
La Puna aparece como un gran destino turÃstico inexplorado, pero en términos de presencia efectiva del turismo, la situación es diferente según las localidades. Posiblemente Tolar Grande sea uno de los centros más activos desde el punto de vista turÃstico. La conjugación de desierto, sitios sagrados, "curiosidades" cientÃficas y geológicas (estromatolitos, ojos de agua, cono de arita, volcanes, etc.), una serie de actividades deportivas y culturales que se programan en la zona y nuevas experiencias de turismo comunitario, asà como la impresionante promoción que en los últimos años se ha hecho de la localidad, la han perfilado como la estrella de la Puna salteña. De hecho, en el proceso antes mencionado de difusión de imágenes de la Puna, una fotografÃa en particular (del fotógrafo Eliseo Miciu) del Desierto del Diablo, cerca de Tolar Grande, se ha constituido en una presencia aparentemente inevitable en todos los materiales de promoción oficiales de la provincia (Imagen 4). Esta foto catapulta a Tolar Grande y la da a conocer al turismo. Pero todo esto se combinó con la creciente multiplicación de servicios de traslado turÃstico que realizan el viaje hasta la zona que permitieron la llegada de los turistas (con base en San Antonio de los Cobres y Salta), los servicios de guiado turÃstico ofrecidos en el lugar y un emprendimiento de alojamiento que permite la permanencia de los turistas en la localidad desde donde parten varias excursiones (Cáceres, C. et al. 2013).
Imagen 2. Portada folleto SecretarÃa de Turismo de Jujuy (2012)
Fuente: SecretarÃa de Turismo de Jujuy
Imagen 3. Culto a la Pachamama. San Antonio de los Cobres. Publicidad gráfica del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta (2014)
Fuente: Página de Facebook del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta. Foto Celine Frers
Imagen 4. Tolar Grande. Portada de publicación Ministerio de Cultura y Turismo de Salta
Fuente: Salta, tan linda que enamora (2012). Foto Eliseo Miciu
Yungas: un destino de exuberancia tropical
Las áreas orientales de Salta y Jujuy no han sido destinos destacados en la historia turÃstica de estas provincias. Sin embargo, ellas solÃan incluirse en las descripciones de folletos y guÃas turÃsticas, elaborados en el último siglo. Varias eran las caracterÃsticas que se destacaban de estas áreas(25) pero sin dudas sobresalÃa su condición de área pujante en términos productivos. En efecto, la localización de los ingenios azucareros y las extensas áreas dedicadas a la plantación de frutales aparecen con frecuencia mencionadas en guÃas y otros documentos que hablan del turismo en el NOA(26). Luego de la década de 1970 (cuando se crean los dos parques nacionales de la zona, más renombrados en la actualidad, Baritú en 1974 y Calilegua en 1979)(27), esta condición de área protegida de los parques representativos de la selva tucumano-oranense o Yungas también aparece mencionada, junto con la posibilidad que brindaban los rÃos de la zona de dedicarse a la pesca(28). De cualquier manera, no representaban destinos turÃsticos muy frecuentados y además carecÃan de infraestructura y servicios para llegar y permanecer en algunas de las localidades y especialmente en los parques(29).
Hoy en dÃa tampoco constituyen áreas muy concurridas, sin embargo, cada vez es más frecuente su promoción, especialmente la de los parques nacionales. En el caso de los parques Baritú y Calilegua, además de su estatus como área protegida, forman parte de la Reserva de Biósfera de las Yungas, distinción otorgada por UNESCO en 2002 a aquellas áreas representativas de determinados hábitats y que revisten interés cientÃfico. Y estas distinciones patrimoniales constituyen importantes elementos atractivos desde el punto de vista turÃstico. Sin embargo, a pesar de su atractivo, aquà la oferta turÃstica es muy limitada.
¿Cómo se presentan estas áreas orientales? El énfasis al hablar de las Yungas está puesto en su condición de ambiente selvático, con todas las asociaciones que tradicionalmente se hacen para estos lugares: vegetación exuberante, riqueza de flora y fauna, especies en peligro de extinción, escasa presencia humana, reductos naturales sujetos a protección, ámbitos recónditos e inaccesibles, etc. AsÃ, por ejemplo, este ambiente suele ser caracterizado como área protegida en sus aspectos más técnicos (extensión areal, particularidades del relieve, estratificación vegetal, número de especies, singularidad, etc.), asà como su pertenencia (y su correspondiente justificación) al sistema nacional de áreas protegidas:
"La región se extiende desde los 400 hasta más de 3000 msnm, albergando una gran variedad de ambientes que se evidencian en diferentes pisos de vegetación, permitiendo el desarrollo de flora y fauna especÃfica: más de 200 especies de árboles, 80 variedades dehelechos, 100 especies de mamÃferos, 500 de aves y más de 30 de anfibios" (página web de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy, región Yungas).
"La selva del norte posee una biodiversidad única en el mundo y por ello está ampliamente protegida" (página web del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta).
"Las Yungas son consideradas como uno de los ambientes con más alta biodiversidad de Argentina, junto con la Selva Paranaense" (página web de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy, región Yungas).
Estas referencias a modo de inventario patrimonial y descripción cientÃfica que certifica su condición de lugar excepcional, se completa con su asimilación a la idea de naturaleza y, más aún, a las condiciones "sobrenaturales" que a ella suelen atribuirse: una publicación del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta habla de las Yungas como un ecosistema que "no hace sino confirmar el poder y magia de la naturaleza" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010: 40).
Su consideración como área protegida introduce, además, la idea de refugio, de espacio fuera de las lógicas que transforman otros espacios del planeta y fuera del alcance del público en general. Esto se asocia rápidamente con la idea de lugar inmaculado o virgen (Laing, J. et al: 2009) atribuido a los confines que también habilita los paralelos entre la práctica del turismo y el descubrimiento y, en este caso particular, la "revelación" de los aspectos escondidos de la naturaleza, en el intento que se realiza por conocerla (Debarbieux, B. 2012).
"Resumiendo, las Yungas son un refugio de máxima pureza, ideal para la práctica de actividades de bajo impacto en convivencia con la naturaleza, y el disfrute de lo virgen y natural. AnÃmese a descubrirlasâ¦" (página web de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy, región Yungas).
"En la zona se encuentra el Parque Nacional Baritú que resguarda uno de los biomas más vÃrgenes del mundo. De difÃcil acceso es un lugar elegido para los amantes del turismo de aventura ya que es ideal para realizar actividades de ecoturismo, como trekkings, safaris fotográficos y avistaje de aves" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010: 40).
La condición de lugar recóndito de estos ambientes selváticos se presenta, a su vez, a través de la enumeración, y especialmente el retrato fotográfico, de individuos de las especies más emblemáticas de la fauna local. La referencia a aquellas más vistosas es inevitable: yaguaretés, monos, tucanes, tapires y variadas aves se presentan en fotos que los muestran en su hábitat natural. La condición de especie en extinción del yaguareté o el carácter de especies endémicas de algunas aves suelen mencionarse como aspectos que refuerzan la idea de espacio protegidos y dignos de esta condición.
Las formas de experimentar las Yungas también están asociadas a modalidades del turismo alternativo, especialmente el turismo aventura y sus actividades asociadas. La presencia de importantes cursos de agua, por ejemplo, se presenta como una condición ideal para el rafting y el kayak:
"RÃos caudalosos, paisajes vÃrgenes y un clima privilegiado hacen de Salta una opción para disfrutar de estas actividades durante todo el año. El rÃo Lipeo (nivel V) en el selvático Parque Nacional Baritú y el RÃo Juramento (nivel III) con su increÃble paisaje y la posibilidad de contemplar huellas de dinosaurios, son lugares que invitan a vivir esta aventura" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2012b: 30).
Para estas actividades, en particular el conocimiento, el entrenamiento y las condiciones requeridas para llevarlas a cabo se expresan en los niveles de dificultad con los que se identifican los cursos de agua para la realización de estos deportes. Otras actividades como el trekking durante largas jornadas y geografÃas poco amables también quedan restringidas a un grupo de turistas experimentados para los cuales se ofrecen directamente como experiencias "de alta dificultad"(30).
El carácter de lugar recóndito (y, en cierta medida, peligroso) se refuerza con advertencias, precauciones y recomendaciones para encarar el viaje, que apuntan a asegurar cuestiones básicas de sobrevivencia. AsÃ, se ofrecen precisiones acerca del estado de las vÃas de acceso a los parques y la necesidad de llevar agua potable y repelentes de insectos (véase el folleto sobre las Yungas elaborado por la SecretarÃa de Turismo de Jujuy en 2012). Pero estas precauciones no necesariamente remiten a situaciones de riesgo; también pueden aportar adrenalina a la aventura de visitar estos lugares extremos; el descubrimiento se une a la sorpresa o lo inesperado. Por ejemplo, al hablar de las actividades de pesca en los rÃos montañosos de las Yungas en Salta se afirma:
"El entorno que rodea a los rÃos, enclavados en una geografÃa impactante, hace que la búsqueda de los peces se convierta en una aventura, en donde las huellas de animales salvajes y el paso de aves exóticas representan un desafÃo para el pescador" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2012b:87).
A pesar de la presentación de las Yungas como un ámbito netamente natural, la referencia a sus habitantes está presente en los materiales de promoción oficiales de Salta y Jujuy. Ellos se muestran en su condición de aborÃgenes (con la mención a diferentes grupos(31), lo que ofrecen al turista como artesanÃas(32) y su conocimiento de la zona y su propia cultura(33), asà como también las experiencias de convivencia que el turista puede vivir bajo la forma del turismo comunitario(34)). Sin embargo, la manera en que los habitantes de la selva son retratados, refuerza el carácter de inaccesible y recóndito de estos ambientes selváticos ya que la población aparece como aislada del mundo:
"A la sombra de la densa vegetación, viven comunidades aborÃgenes centenarias que apenas sospechan que del otro lado de las montañas, el paisaje cambia drásticamenteâ¦" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010:36).
Esto no sólo refuerza la condición de lugar apartado de las Yungas, sino que redunda en la atractividad de las mismas comunidades aborÃgenes ya que, desde el punto de vista turÃstico, conocerlas implicarÃa entrar en contacto con la expresión más acabada de una comunidad fuera de los alcances de la sociedad moderna.
Como en el caso de la Puna, las referencias al este verde y selvático se refuerzan a partir de una serie de imágenes intensamente difundidas que combinan: las vistas en altura donde se aprecia la particular asociación de bioma y relieve (dando cuenta de la condición de selva de montaña) (Imagen 5), las vistas al interior de la tupida vegetación que dan una idea de la exuberancia vegetal de este tipo de ámbitos y las imágenes de individuos de especies emblemáticas (algunas exóticas, otras en peligro de extinción) pero todas atractivas (Imagen 6). Asimismo, como en el caso de la Puna, también en los últimos años las imágenes de las Yungas incluyen a los propios turistas disfrutando de diversas actividades y mostrando sus proezas (Imágenes 6 y 7).
El verde gana terreno en los materiales gráficos y audiovisuales elaborados por ambas provincias y en ocasiones alcanza la portada de folletos y cartillas âun lugar antes reservado para los destinos más tradicionales (Imagen 8)- (véase, por ejemplo, la relevancia que le otorga Salta a esta zona, y especialmente a su fauna, en la publicación de promoción turÃstica Salta, tan linda que enamora, Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2012b). Asimismo, para estas áreas se han elaborado publicaciones especÃficas como el folleto distribuido en 2012 especialmente para promocionar las Yungas de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy.
Imagen 5. Folleto SecretarÃa de Turismo de Jujuy (2012)
Fuente: SecretarÃa de Turismo de Jujuy
Imagen 6. Folleto SecretarÃa de Turismo de Jujuy (2013)
Fuente: SecretarÃa de Turismo de Jujuy
Imagen 7. Rafting en el rÃo Juramento. Folleto del Ministerio de Cultura y Turismo de Salta (en portugués) (2012)
Fuente: Ministerio de Cultura y Turismo de Salta
Imagen 8. Folleto SecretarÃa de Turismo de Jujuy (2006)
Fuente: SecretarÃa de Turismo de Jujuy
A diferencia de la Puna, la inclusión de "lo verde" en el retrato turÃstico del noroeste argentino es novedosa y en cierto punto desconcertante. A nivel del turismo nacional, el imaginario geográfico y turÃstico para esta zona del paÃs estuvo fuertemente marcado por su asociación conlospaisajes áridos (Troncoso, C. 2012)y, en este sentido, la Puna se suma a destinos tradicionales como la Quebrada de Humahuaca y los Valles CalchaquÃes, pero no las Yungas.Ahora se presenta un noroeste selvático (antes apenas restringido a la provincia de Tucumán), desconocido para el turista que muestra sus ambientes intocados, protegidos, recónditos que además cuenta con comunidades aún más exóticas, más inaccesibles y desconocidas que las andinas. AsÃ, la selva introduce una novedad en este imaginario compartido, fundamentalmente, por los turistas que provienen del centro más importante de emisión de turistas a nivel nacional: el área pampeana. Y esto en gran medida ha sido impulsado por la promoción turÃstica que realizan ambas provincias, la cual coloca en un lugar relevante este aspecto "verde" y nuevo del noroeste.
Si bien, como se mencionara, el turismo no tiene una presencia consolidada en las Yungas, sà existen experiencias turÃsticas puntuales. Este es el caso de los circuitos y travesÃas que promociona la Fundación Proyungas algunas de ellas llevadas adelante por asociaciones locales de turismo comunitario y la oferta de empresarios turÃsticos que ofrecen recorridos por los parques o áreas selváticas cercanas a ellos como La Caldera y Las Lajitas (véase, por ejemplo, la propuesta de Proyungas y la de otros prestadores privados)(35). En efecto, muchas veces se ofrecen experiencias cercanas a las Yungas sin adentrarse en las áreas protegidas propiamente dichas, sino visitando lugares que comparten algunas de sus caracterÃsticas pero se encuentran ubicados cerca de localidades turÃsticamente más accesibles.
Reflexiones finales
La búsqueda de nuevos lugares turÃsticos aún no transformados por la sociedad actual, donde pueda experimentarse un contacto con la autenticidad en el sentido que caracterizó al turismo moderno, continúa inspirando el viaje turÃstico. Pero en la actualidad, esto se cruza con las nuevas caracterÃsticas del turismo en la sociedad postmoderna, marcado por la multiplicación de opciones que apuntan a demandas y consumidores especÃficos. Esto conlleva una combinación particular de nuevas formas de encarar la experiencia turÃstica y nuevos lugares donde llevarla adelante. Estos lugares han sido presentados como márgenes o confines turÃsticos en la medida en que se encuentran por fuera del alcance del turismo institucionalizado y de las formas más concurridas que han caracterizado al turismo masivo.
Esto es lo que se está promocionando en determinadas áreas del noroeste, pensadas como reservorios de ambientes y culturas de alto valor patrimonial, dignos de ser protegidos y preservados. Ellos se muestran como los lugares de avanzada de un nuevo turismo que valora ciertas caracterÃsticas atribuidas a estos lugares: su fragilidad, la necesidad de su protección, la riqueza en términos de recursos de todo tipo, su condición de lugares únicos, excepcionales. Como otros ámbitos montañosos, ellos son asumidos como espacios puros, inaccesibles y liminales (Cosgrove, et al. 2009) y en tanto tales, demandan una atención y predisposición (fÃsica, moral) especial a los turistas que a ellos se aventuran. En efecto, tanto la Puna como las Yungas se presentan con este doble aspecto: como destinos que reúnen ciertas condiciones básicas para viabilizar la visita turÃstica pero que a su vez, no han abandonado completamente su condición de lugar alejado, inhóspito, virgen, que justamente, y de una manera renovada, constituye la base de su atractividad actual. Escasamente alcanzados por procesos de transformación masiva como los que han reorganizado otros ámbitos geográficos (por ejemplo, en el contexto nacional, los balnearios de la costa atlántica bonaerense), estos lugares se vuelven interesantes para negocios turÃsticos en busca de novedad para mantener una constante renovación de opciones. También son atractivos para los turistas, interesados en ir más allá de los destinos más frecuentados.
A través de las formas de promoción, desde la polÃtica pública provincial se instalan estos lugares nuevos, respondiendo a la multiplicación constante de opciones y la generación de nuevos productos que caracteriza al turismo en la actualidad, abriendo estas nuevas fronteras turÃsticas que lentamente también son marcadas por la presencia de negocios turÃsticos. En este sentido, los estados provinciales sugieren y orientan una "geografÃa turÃstica deseada" para cada provincia que combina destinos ya consolidados con otros novedosos pasibles de ser disfrutados por los turistas de los confines.
AsÃ, estos procesos de cambio que involucran al turismo (que combina ciertas representaciones acerca de los lugares, las caracterÃsticas de la práctica en sÃ, los aspectos que toma la polÃtica púlica y los nuevos negocios en formación), aprovechan aspectos singulares de los lugares al tiempo que prefiguran, de alguna manera, las formas de valorización concretas que se darán en ellos. En definitiva intentan instalar destinos donde primen formas alternativas al turismo masivo, cierta exclusividad (propuestas sólo para entendidos, avezados, intrépidos) y fuertes ideas acerca de un turismo (según lo que expresan turistas, emprendedores, representantes de la polÃtica pública) que se muestran preocupados con formas comprometidas y responsables de encarar la práctica.
Estos nuevos destinos son lugares en redefinición que comienzan a interactuar con el turismo, sus actores y sus lógicas, al tiempo que también estas nuevas dinámicas introducen cambios en la geografÃa turÃstica del noroeste, en la formas de recorrer, disfrutar, gestionar y crear negocios turÃsticos en este destino tradicional del turismo argentino.
Notas
(1) Otros autores han abordado este tipo de turismo refiriéndose a él de manera diferente; asà Lew (2011) habla de terraincognita para denominar a los lugares fuera del alcance del turismo institucionalizado mientras que Laing y Crouch (2009) se refieren a "viajes de frontera" y "viajeros fronterizos" al analizar estos lugares y sus visitantes.
(2) Es decir, la creación de condiciones para la comercialización de bienes y servicios orientados a acompañar o permitir el consumo turÃstico y la comercialización misma de esos productos (Britton, S. 1991).
(3) En este trabajo, el noroeste turÃstico o norte (como lo denominan los turistas y la industria turÃstica) hace referencia a un gran destino turÃstico nacional que históricamente ha variado en relación a los destinos puntuales que incluye, los itinerarios que los vinculan, los servicios que lo comercializan y los atractivos valorizados. En este sentido, se lo concibe como definido según las particularidades que toma la práctica turÃstica (o determinados aspectos de ella) en un momento preciso. La referencia puntual a las provincias de Salta y Jujuy remite a las jurisdicciones para las cuales se generó información empÃrica.
(4) Otras áreas de ambas provincias completan este panorama de destinos novedosos, sin embargo, la promoción y efectiva organización del turismo en estas áreas no está asociada a la idea de margen o confÃn turÃstico; ese es el motivo por el cual no se analizan en este texto. Ejemplo de estas áreas son los valles jujeños y salteños, en el sur de ambas provincias, organizadas turÃsticamente en torno a la temática gaucha.
(5) El caso de la minerÃa cobrará relevancia recientemente con el interés en la explotación de litio (Göbel, B. 2013; Reboratti, C. 2014), la reactivación de la mina La Casualidad y las exploraciones orientadas a la extracción de otros elementos como uranio.
(6) Véase, por ejemplo, cómo una revista de divulgación sobre turismo incluye a Tolar Grande, Cusi Cusi âambos en la Puna- y El Parque Nacional Baritú como "destinos ocultos de la Argentina" (Lugares de viaje, 2014).
(7) Este proceso por el cual se instalan lugares que pueden pensarse como márgenes turÃsticos no es exclusivo de Salta y Jujuy. A nivel nacional también se propone una "renovación" de los destinos turÃsticos nacionales que se expresan, por ejemplo, en las campañas promocionales destinadas a turistas internacionales "Argentina late con vos" (2010) y "Argentina por vos" (2014) que incorporan destinos novedosos presentados como inexplorados (Troncoso, C. et al. 2014).
(8) En el caso de Jujuy, a partir del crecimiento del turismo en la Quebrada de Humahuaca, se propone regular el flujo y la carga turÃstica de este destino y estimularlo en otros (SecretarÃa de Turismo y Cultura de la provincia de Jujuy-CAF- Howarth Consulting, 2006:42); por su parte, la provincia de Salta plantea el desarrollo de siete polos turÃsticos para organizar una descentralización del turismo en el territorio provincial (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2012a; entrevista Dirección de Planificación del Ministerio de Cultura y Turismo, diciembre de 2010) y además ofrece créditos para incentivar especÃficamente el turismo aventura (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2013).
(9) El corredor pensado para la Puna se articularÃa en torno a la Ruta Nacional N° 40. En el área de las Yungas, el corredor vincularÃa las tres áreas protegidas a nivel nacional del área de Yungas: Parque Nacional del Rey, Parque Nacional Calilegua y Parque Nacional Baritú (Argentina, 2007).
(10) Se trata de una presentación conjunta ante la UNESCO que reunió a varios paÃses sudamericanos (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú). A nivel nacional, tramos de este sistema vial (declarado Monumento Histórico Nacional en 2014) se encuentran presentes en Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza.
(11) Ver, por ejemplo, el folleto de Yungas de la provincia de Jujuy y la página web del Ministerio de Turismo de la provincia de Salta donde el sistema vial aparece mencionado. La mención al QhapacÃan como un rasgo distintivo de los lugares va acompañado de la utilización del logo que lo identifica en folletos y distintas publicaciones oficiales.
(12) Esto incluye, por ejemplo, la creación de un centro de interpretación que la provincia de Jujuy realiza en Valle Colorado, lugar incluido en la declaratoria patrimonial (otros centros de interpretación también planeados se ubicarán en las cercanÃas del Parque Nacional Calilegua y de la localidad puñena de Abra Pampa; ver artÃculo de Télam "Jujuy pone a punto el Camino del Inca, la Puna y las yungas para la temporada estival".
(13) Véase, por ejemplo, el folleto elaborado por la Dirección de Turismo de Jujuy en la década de 1950 donde se afirma que "la provincia entera es zona de turismo" y no se menciona ningún lugar o atractivo de la Puna.
(14) AsÃ, por ejemplo, se habla de la Puna como "hostil y reseca" (La Nación, 1971: 10), con un clima "áspero e inclemente" (ACA, 1954:11), con "panoramas yermos, de escasa vegetación" (GuÃas regionales argentinas, 1980: 61), de "escasos habitantes" (ACA, 1954:104) que ofrece "un espectáculo de solitaria grandiosidad" (GuÃas regionales argentinas, 1980: 62).
(15) Una guÃa turÃstica de la década de 1960, refiriéndose a Casabindo advertÃa: "Para el turista de corte común, Casabindo no es recomendable, pero sà lo es para el estudioso y el catador de paisajes poco comunes" (ACA, 1964).
(16) La gestión del servicio turÃstico estuvo en manos privadas desde 1991 hasta julio de 2014 cuando el gobierno provincial decide su estatización con motivo de un accidente producido mientras el tren prestaba el servicio turÃstico.
(17) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta (2012b:32).
(18) Estas caracterÃsticas de la Puna ya habÃan sido puestas de relieve en un documento elaborado por la Embajada de Francia en la Argentina que buscaba promocionar toda el área de la Puna como gran destino turÃstico argentino para turistas europeos (Embajada de Francia en la Argentina, 2002). Estos atractivos de la Puna también están involucrados en la valorización de uno de los destinos pioneros del Altiplano: San Pedro de Atacama.
(19) Se trata de un santuario de altura en el volcán Llullaillaco donde fueron hallados los cuerpos del perÃodo incaico que se conservan y exhiben en el Museo de ArqueologÃa de Alta Montaña en la ciudad de Salta.
(20) También en una revista editada por el Ministerio de Cultura y Turismo de Salta se destaca "la fusión inmejorable entre la gente y su entorno" que caracteriza el circuito andino que incluye la Puna (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010: 30).
(21) En la misma página existe un álbum fotográfico titulado "La Puna: un viaje a otro planeta" y otro con el nombre de "Tolar Grande, la Puna en su máxima expresión" donde se afirma que "Muchos de los que visitan Tolar Grande dicen que sienten que estuvieron en Marte. Es que sus paisajes son únicos, irrepetibles y tienen una magia que es difÃcil encontrar en otro lugar del planeta".
(22) Véase, por ejemplo, la propuesta de la empresa Caravana de Llamas en su página web.
(23) Véase la revista editada por el Ministerio de Cultura y Turismo de Salta donde se invita a encarar safaris fotográficos retratando "personas de rostros enigmáticos y coloridas vestimentas" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010:30).
(24) Por supuesto la presentación de lugares como invitación a la experiencia no es exclusiva de estos destinos; véase, por ejemplo, cómo el INPROTUR retrata a la Argentina turÃstica con esta misma idea en sus recientes campañas de promoción.
(25) En la provincia de Jujuy esta zona era más conocida como el Ramal, en referencia al trazado del ramal C15 del Ferrocarril General Belgrano que circulaba por la zona llegando hasta Pocitos en la frontera con Bolivia. Asà aparece mencionada en las guÃas y folletos regionales o provinciales.
(26) Por ejemplo, en una guÃa de 1958 el Ingenio San MartÃn de Tabacal aparece como uno de los atractivos principales del este de la provincia de Salta. De él se dice que: "⦠su organización general, sus hermosas viviendas, todas de tipo colonial; sus grandes arboledas y bambúes, la vida de trabajo que allà se realiza dan la pauta de la riqueza de la zona y no dudamos que puede ser del agrado del viajeroâ¦" (Revista de turismo, 1958:61). Por su parte, de la localidad de Calilegua se dice en una guÃa de 1964: "es famosa por sus plantaciones de citrus, en particular por sus naranjas y pomelos; sus bosques, de caracterÃsticas tropicales, constituyen una nota de curiosidad para el viajero" (ACA, 1964:164).
(27) El tercer parque nacional de la zona, el Parque Nacional del Rey, fue creado en 1948.
(28) La promoción de las actividades de pesca se realizan desde mediados del siglo XX: véase la Revista de turismo de 1958 y, posteriormente, las GuÃas regionales argentinas de 1980 y la GuÃa del turista de 1987 que se explayan sobre este tema.
(29) En la década de 1960, para la visita desde Libertador General San Martin a Valle Grande (en las Yungas jujeñas), se advierte que: "la fauna, la gea y los tipos humanos que hay en este apartado rincón jujeño, son de especial interés para el estudioso. El turista que desee efectuar esta excursión debe tener en cuenta que los caminos son dificultosos y se carece de hoteles" (ACA, 1964:165). En una guÃa turÃstica de 1998 continuaba la advertencia sobre la imposibilidad de abastecerse y hospedarse en las excursiones que visitaban los tres parques (YPF, 1998:208).
(30) En la página web De Tilcara a las Yungas. Trekking tour.
(31) "En este rico ambiente también conviven diferentes grupos culturales, siendo uno de los de mayor multiplicidad étnica de la Argentina; y hogar de los grupos kollas, chané, guaranÃ, ocloyas y wichis, entre otros" (página web de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy, región Yungas).
(32) "Ciertos agrupamientos [â¦] reciben la visita de turistas, y les enseñan la confección de artesanÃas como máscaras de madera y tejidos en chaguar" (Ministerio de Cultura y Turismo de Salta, 2010:40).
(33) "(En el Parque Nacional Calilegua) se destaca el sendero Intercultural Guaranà que puede ser visitado con un guÃa originario que narrando en guaranà y español cuenta historias del pueblo Ava GuaranÃ" (página web de la SecretarÃa de Turismo de Jujuy, Parque Nacional Calilegua).
(34) Por ejemplo la que se ofrece en Valle Colorado en el folleto sobre las Yungas elaborado por la SecretarÃa de Turismo de Jujuy de 2012.
(35) Páginas web de la Fundación Proyungas y del portal Excursiones Argentinas.
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7) Excursiones Argentinas: http://excursionesargentinas.com/aventuras-salta/ (consulta 13 de enero 2014).
8) Fundación Proyungas: http://www.productoyungas.org.ar/turismo3.asp?id=18&nivel2=Travesias (consulta 3 de marzo 2014).
9) GuÃa del Turista, N°51, abril-mayo, 1987.
10) GuÃas Regionales Argentinas. El Noroeste. Temporada 1981, Buenos Aires, 1980.
11) La Nación: "El noroeste, la cautivante tierra de piedra, sol y color", 10/06/ 1971. hj
12) Lugares de Viaje, "25 destinos ocultos de la Argentina": http://www.lugaresdeviaje.com/nota/25-destinos-ocultos-de-la-argentina-parte-i (consulta 14 de febrero 2014).
13) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta: Revista Salta, Salta, 2010.
14) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta: Plan Estratégico de Turismo Salta Sà + (2010-2020), Salta, 2012a.
15) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta: Salta. Tan linda que enamora, Salta, 2012b.
16) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta: Financiamiento provincial aplicable a proyectos de inversión turÃstica, Salta, 2013.
17) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta: http://turismo.salta.gov.ar/contenido/36/norte-verde (consulta: 2/02/2014); http://turismo.salta.gov.ar/contenido/62/turismo-arqueologico-camino-del-inca (consulta 3 de septiembre 2014).
18) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta:, página de Facebook (Visit Salta): https://www.facebook.com/Visit.Salta/photos/a.352028534834690.74795.161302450573967/855451187825753/?type=1&theater (consulta 1 de abril 2014).
19) Ministerio de Cultura y Turismo de Salta:, página de Facebook (Visit Salta): https://www.facebook.com/media/t/?set=a.650272428343631.1073741865.161302450573967&type=1 (consulta 1 de abril 2014).
20) Nordic travel: http://www.nordic-travel.com.ar/expedicion2.html (consulta 13 de enero 2014).
21) Red Argentina de Turismo Rural Comunitario (Raturc): http://raturc.desarrolloturistico.gov.ar/norte/comunidad/red-espejo-de-sal-jujuy-y-salta (consulta 13 de enero 2014).
22) Revista de Turismo. Edición Salta, 1958.
23) SecretarÃa de Turismo y Cultura de la Provincia de Jujuy-CAF- Howarth Consulting: Plan de Desarrollo TurÃstico Sustentable para la provincia de Jujuy. San Salvador de Jujuy, 2006.
24) SecretarÃa de Turismo de Jujuy: http://www.turismo.jujuy.gov.ar/190.52.32.66_88/wp/region/puna/index.html (consulta 21 de enero 2014); http://www.turismo.jujuy.gov.ar/190.52.32.66_88/wp/region/yungas/index.html, (consulta 28 de enero 2014); Jujuy http://www.turismo.jujuy.gov.ar/190.52.32.66_88/wp/experiencia/parque-nacional-de-calilegua.html, (consulta 28 de enero 2014).
25) Télam, "Jujuy pone a punto el Camino del Inca, la Puna y las yungas para la temporada estival": http://www.telam.com.ar/notas/201411/86721-jujuy-camino-del-inca-la-puna-yungas-temporada-estival.html (consulta 26 de noviembre 2014).
26) YPF: GuÃa TurÃstica YPF. Centro y noroeste, Santiago de Chile, 1998.