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Estudios Socioterritoriales

versión On-line ISSN 1853-4392

Estudios Socioterritoriales vol.29  Tandil jun. 2021

http://dx.doi.org/10.37838/unicen/est.29-203 

Artículo científico

Estructura Social Urbana de Formosa (nordeste argentino), en tiempos de neodesarrollismo (2003-2013)

Urban Social Structure of Formosa (argentine northeast), in times of neodevelopment (2003-2013)

Ernesto Fabián Giuliano1 
http://orcid.org/0000-0002-9699-8148

1 Doctor en Ciencias Sociales. Facultad de Administración Economía y Negocios. Universidad Nacional de Formosa. Av. Gutnisky 3200 (3600) Formosa, Argentina, giulianoernesto02@gmail.com

Resumen

El trabajo tiene como objetivo describir y caracterizar a la estructura social urbana de la ciudad de Formosa (nordeste argentino) transitada por las estrategias de acumulación neodesarrollistas del período 2003-2013. Se identifican en esa dinámica: los universos de análisis, la estructura de la fuerza de trabajo urbana, la composición de esta última por sector de la actividad, por rama de actividad, y tamaño del establecimiento. Para ello se utilizan datos provenientes de la Encuesta Permanente de Hogares del conglomerado urbano de Formosa Capital. Como resultado, se identifica la persistencia de empleos precarios, que afectan fundamentalmente a la clase obrera, y los trabajadores marginales vinculados a múltiples expresiones de trabajo por cuenta propia y trabajadores familiares sin remuneración, quienes desarrollan actividades laborales de subsistencia principalmente en las ramas del comercio y servicios y en segundo lugar en la construcción.

Palabras clave: Estructura social urbana; Clases sociales; Condición socio-ocupacional; Neodesarrollismo

Abstract

The objective of this work is to describe and characterize the urban social structure of the city of Formosa (argentine northeast), which was transited by the accumulation strategies neodevelopmental in the period 2003-2013. The following dynamics are identified: the universes of analysis, the structure of the urban work force, the composition of the latter by sector of activity, branch of activity and size of the establishment. For that, data from the Permanent Household Survey of the urban conglomerate of Formosa Capital is used. As a result, the persistence of precarious jobs is identified, which fundamentally affect the working class, and marginalized workers linked to multiple expressions of self-employment and unpaid family workers, who develop subsistence labor activities mainly in the branches of commerce and services and, secondly, in construction.

Key words: Urban social structure; Social classes; Socio-occupational condition; Neodevelopment

Introducción

Nuestro estudio transita el período 2003 a 2013 en una de las provincias del nordeste argentino -Formosa- que integra en términos de Vaca y Cao (2004, p. 75) la “periferia rezagada” del país. Se caracteriza por producir bienes provenientes de las actividades intensivas en recursos naturales, por transitar un acentuado proceso de fragmentación y tercerización de la estructura de empleo (Giuliano, 2015), una escasa industrialización y dependencia con la región central del país, siendo su vinculación subordinada dentro de la matriz productiva nacional trazada a partir de grandes empresas nacionales y extranjeras (Schorr, Ferreira y Gorenstein, 2012). En este escenario, la ciudad capital del mismo nombre constituye el principal centro urbano; “es el eje de la actividad económica de mayor significación y sede de las autoridades gubernamentales” (Giuliano 2015, p. 183). Así, según el Censo poblacional del año 2001 mostraban una concentración del 40,7% de la población total de la provincia y el 94,3% en el departamento del mismo nombre, pasando en 2010 a 42% y 95% respectivamente (INDEC, 2001; 2010).

El espacio temporal es abarcado por las estrategias de acumulación neodesarrollistas, que como observan Algranati, Seoane y Taddei (2011, p. 30):

Se caracterizan por su aspiración a reconstruir la autoridad estatal y su papel en el sostenimiento de ciertas actividades industriales, la búsqueda de una mejor inserción internacional en el marco de la mundialización capitalista y la restitución del monopolio de la política al Estado y las mediaciones partidarias, asegurando las bases de su legitimidad en cierta recuperación del empleo y con una serie de políticas sociales compensatorias de carácter masivo.

Esas estrategias, intentan dar respuestas al proceso neoliberal implementado desde mediados de la década de 1970 y consolidadas en la década de 1990, cuyo momento cúlmine lo encontrará con la crisis del año 2001. Sin embargo, y a pesar de esa nueva impronta que busca la reconstrucción del Estado y su autoridad, esta no logra desterrar de raíz el proyecto neoliberal, que va imponiéndose en la práctica, a través de las ideas que estructuran, lo que Brandão (2007, p. 36) llama: “la plataforma del pensamiento único localista”. Pensamiento que vectoriza dispositivos de políticas productivistas, asimiladas de manera acrítica por los policymaker, que instalan con esa lógica nuevas formas de mercantilización y una nuevas formas de articulación, con eje estratégico del desarrollo en las regiones y/o localidades y sus vínculos con la globalización, desplazando al Estado Nacional como núcleo de la acumulación.

En esos procesos desplegados que inciden sobre la estructura de clases sociales ya que como explica Torrado (2002, p. 29) estas “orientan la inversión hacia determinados sectores productivos y, por lo tanto, inducen la creación y destrucción de puestos de trabajo en actividades económicas especificas”, nos proponemos describir y caracterizar a la estructura social de la ciudad de Formosa. Para ello se plantean cuatro secciones, en la primera se presentan algunos conceptos clave de abordaje y fuente de datos. En la segunda se explica el período de estudio y la metodología seguida. En la tercera se introduce una comparación de los universos de análisis entre la Población Económicamente Activa (PEA) y la Población residente en hogares particulares de jefe activo (PHP-JA) a manera de breve diagnóstico, para luego, en la cuarta sección adentrarnos en el análisis de la PEA y las características de la estructura de trabajo urbano. Al respecto, en tres apartados de esta misma sección, se estudian las variables: categoría ocupacional, rama de actividad y sectores de actividad. Por último, se esgrimen las conclusiones, que procuran articular los resultados observados, en función al marco conceptual y el objetivo propuesto.

Los conceptos y fuentes de información

Este trabajo sigue el enfoque histórico-estructural es decir, la teoría de los modos, formas o comunidades de producción en sociedades concretas. Desde esta perspectiva, se entiende a la estructura social como sinónimo de estructura de clases sociales (Torrado, 2002).

Siguiendo esta perspectiva conceptual, los aportes teóricos y metodológicos realizados por la mencionada autora resultan antecedentes valiosos para su continuidad analítica a nivel urbano, puesto que los datos se construyeron bajo esta misma metodología que adoptamos. Otro antecedente relevante que sigue esta misma perspectiva de estudio, es el aportado para la provincia de Formosa por Giuliano (2015). Con ello, no desconocemos la existencia de otros enfoques y procedimientos metodológicos que han estudiado a la estructura social argentina, en la amplia literatura sociológica.

Para Torrado (2002), los agentes sociales se definen como el conjunto de individuos portadores de los procesos sociales; su distribución según sus prácticas económicas forma el objeto de estudio de la estructura de clases sociales (que remite al análisis de las formas que en ella asume la división social del trabajo). Una vez definidos los criterios para determinar empíricamente las clases de acuerdo a las ‘características económicas’ de la población económicamente activa (PEA) del concepto de relaciones de producción, se adquieren los criterios teóricos para la distribución de la población de acuerdo a sus categorías1.

Según la perspectiva teórica de Torrado (2002), la definición de ‘clase social’ involucra las determinaciones estructurales (prácticas económicas) así como también las superestructurales (prácticas jurídicas, políticas e ideológicas). Pero dada la propia naturaleza de las fuentes de información cuantitativa de los Censos o Encuestas Permanentes de Hogares-EPH, obliga por fuerza al análisis de las primeras, haciendo abstracción de las determinaciones de la superestructura de las clases sociales2.

Si bien la operacionalización del concepto de clase social que se sigue, se basa en la construcción del nomenclador de la variable Condición Socio-Ocupacional (CSO) a partir de los atributos individuales que recogen los censos llamados económicos u ocupacionales, las limitaciones, profundas distorsiones, amplia heterogeneidad en los datos estadísticos, así como en la composición ocupacional que se reflejan en las fuentes de los Censos de 1991 y 2001; sumado a que con los datos del Censo 2010 resulta imposible construirlo, ello ha obligado a seguir la metodología de homologación del nomenclador (CSO) basado en la EPH propuesta por Sacco (2013a), cuya fuente de datos pertenecen a conglomerados urbanos.

Basados en estos conceptos y fuente de datos secundaria, se presenta a continuación el período de estudio y la metodología seguida.

El período de estudio y la metodología

El contexto de construcción y lectura de los datos que se realiza, como adelantáramos, se desarrolla durante el neodesarrollismo de la Argentina que abarcó los años 2003-2015. Si bien no hay una correspondencia exacta con los datos utilizados, se ha preferido al respecto, superar el criterio práctico de periodizar los procesos sociales históricos en función de las fuentes disponibles y abordar la interpretación de los datos implicados por las estrategias de acumulación del neodesarrollismo, según el enfoque de la regulación3. Dicho enfoque permite la articulación conceptual entre el modo de regulación4 y el régimen de acumulación que se configuró en este tiempo histórico que estudiamos.

El modo de regulación está compuesto por un complejo normativo institucional que cumple el rol de reproducir las relaciones sociales fundamentales y de sostener el régimen de acumulación5 (Boyer, 2007); este último compatibiliza la relación producción-distribución-consumo, bajo una modalidad macroeconómicamente coherente.

El resultado de la articulación de ambos conceptos (régimen de acumulación y modo de regulación) configura un modo de desarrollo que implica trayectorias de desarrollo institucionales específicas, con crecimiento económico, donde las crisis son contenidas, mediadas o postergadas (Peck y Tickell, 1994).

Como marco explicativo de los procesos bajo análisis, la ventaja que presenta la elección de este enfoque de investigación, que centra el esfuerzo en el análisis macro de la realidad social, es que permite la inscripción de distinciones analíticas, en el sentido de que la lectura de los datos y la medición empírica de clases sociales pueda hacerse en términos del modo de desarrollo (neodesarrollista) que estuvo vigente durante el período que se estudia. Dicho modo de desarrollo induce específicas modificaciones en las actividades económicas, dejando en su dinámica procesual, su propia marca en la estructura de clases sociales.

En este escenario contextual y de articulación de conceptos de estudio, se muestra a partir de aquí el procedimiento metodológico de homologación propuesto por Sacco (2011a). En cuanto al nomenclador Condición Socio-Ocupacional -CSO- y su sistema clasificatorio de clases sociales, puede consultarse en Torrado (1998a).

Los formatos utilizados para el procesamiento de datos de la EPH, siguieron los procedimientos construidos y que pueden ser consultados en Sacco (2011a; 2011b; 2011c). Cabe destacar que el cambio metodológico más significativo de la EPH del INDEC se registra a partir del 2003, año en el que distintos planteamientos conceptuales y técnicos fueron aplicados con respecto a la tradicional Base Usuaria (INDEC, 2003).

Los primeros pasos para retomar la propuesta del CSO consistieron en la homologación de códigos de la EPH, para lo cual se estudian siete variables o ‘características económicas’ que releva el Censo de 1980: 1) Condición de Actividad; 2) Grupo de Ocupación; 3) Categoría Ocupacional; 4) Sector de Actividad; 5) Tamaño del Establecimiento; 6) Rama de Actividad; y 7) Nivel Educativo.

De estas siete, solo tres ofrecen la chance de establecer un empalme sin modificaciones sustanciales: la Rama de Actividad, el Nivel Educativo y el Sector de Actividad. Respecto a la variable Tamaño del Establecimiento, si bien presenta diferencias en la escala utilizada, la compatibilización no presenta mayores dificultades.

En un trabajo previo (Torrado, Ariño y Sacco, 2008) se analizó de forma detallada la conceptualización y operacionalización de la variable ocupación, para los Censos de 1980, 1991 y 2001. Orientándose de acuerdo a las observaciones allí encontradas y fundándose en sus conclusiones, se siguen los procedimientos de empalme seguidos para la EPH. Se tienen en cuenta, a su vez, los documentos metodológicos del INDEC al respecto (INDEC, 2000).

La homologación de esta variable sigue, por un lado, los documentos de trabajo arriba citados, para las bases de 1992 en adelante -que utilizan el Clasificador Nacional de Ocupaciones CNO en distintas versiones-, y para las bases de 1980 a 1992 -que utilizan el ‘Clasificador de Ocupaciones’ de la EPH (CO-EPH)-, se siguen los lineamientos metodológicos propuestos por Ariño y Toutoundjuan (1988).

Dos observaciones caben aquí. En primer lugar, el pareo de datos más ‘homogéneo’ desde el punto de vista de la ocupación, se halla en la serie de las bases 1997-20116, ya que utilizan el mismo sistema clasificatorio (CNO), a pesar de que la metodología de la encuesta pueda cambiar en otros aspectos. Para los años previos, la homologación de códigos de EPH se realiza considerando al sistema clasificatorio de ocupación del Censo de 1980 (CEN-80), el Clasificador Internacional Unificado de Ocupaciones (CIUO) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Un resumen de lo expresado podrá verse en el Esquema 1.

Fuente: Sacco (2011a)

Esquema 1 Sistemas clasificatorios y Metodologías de homologación de la variable ocupación para bases de EPH 

Las flechas consideran la metodología seguida, mientras que en los rectángulos se presentan los distintos sistemas clasificatorios de ocupación. Siendo que el CNO es homologable al CO-EPH (es su antecedente), casi no hay inconvenientes en parear ambos clasificadores y allí se continúa con los lineamientos de INDEC (2000). La comparación del CNO con el CIUO-OIT del Censo de 1980 se realizó en trabajos previos mencionados (Torrado et al., 2008); si bien las distintas fuentes del Sistema Estadístico Nacional (SEN) aquí consideras toman este sistema clasificatorio, se observan mínimas diferencias. Para el CO-EPH, se ha considerando el trabajo de Ariño y Toutoundjian (1988) comparándolo con el CIUO-OIT.

De esta manera, el sistema regulador de las comparaciones, el ‘metro-patrón’ principal es el clasificador del CEN-80, sobre el que se construyeron los criterios de asignación de la CSO. La propuesta presentada aquí, aun provisoria, es hacer comparables los tres sistemas para el cumplimiento de los objetivos propuestos.

Cabe aclarar que en todas las ondas seleccionadas (tercer trimestre de los años 2003 a 2013 del conglomerado urbano de Formosa), el universo sobre los cuales indaga la EPH, datos sobre las ‘características económicas’ es para la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, se trata de personas -mayores de 10 años- que o bien trabajan o buscan activamente trabajo y han tenido un empleo anterior. Afuera quedan las personas inactivas y los ‘nuevos trabajadores’. Para clasificar hogares que quedan fuera, el CSO propone clasificar hogares de acuerdo al Esquema 2.

De acuerdo al diagrama, los universos de análisis se delimitan en base al tipo de Unidad de observación de la fuente (Hogares, Personas o Personas Activas), la Clase de Hogar (Particular o Institucionales) y la Condición de Actividad del jefe de hogar (Activo o Inactivo) definido como aquel que es reconocido como tal por los demás miembros.

La base de dato empírica fue construida por Sacco (2013b), a través de la metodología de homologación. El análisis y la lectura de la estructura de clases, es realizada por el autor de esta investigación y se basan en cuadros que han sido construidos en base a dichos procedimientos metódicos y base de datos.

Esquema 2 Diagrama de Universos de Análisis 

La estructura social urbana de la ciudad de Formosa: los universos de análisis

Un diagnóstico preciso de la estructura social necesita del análisis de dos universos de manera simultánea y comparada entre: la PEA y la PHP-JA. De esta manera se mantiene la posibilidad de vincular el análisis de la estratificación con el de la estructura productiva, a la vez que se hace viable desentrañar algunas de las variables que determinan las diferencias en los perfiles resultantes de ambos universos (especialización ocupacional de los jefes de hogar y de los no jefes; composición familiar entre los estratos, etc.).

En este sentido, cuando se utiliza la PEA como universo de observación, esta nos permite identificar las características del sistema de producción económica (al menos en lo que respecta al mercado del trabajo) ya que entonces se relevan todos los puestos ocupacionales existentes en el mismo. Por su parte, cuando el universo de observación es PHP-JA los puestos ocupacionales que definen el perfil de la estructura social se acotan a los ocupados por los jefes de hogares activos, no obstante ello, con la amplitud brindada por los datos surgida de la EPH, este permite observar algunas características importantes de las condiciones de vida y comportamientos de cada estrato social que compone la clase. Estos últimos aspectos sin embargo, quedan fuera del alcance de este artículo.

A partir de estas breves aclaraciones, nos proponemos presentar ambos universos analíticos de manera comparativa, estudiando sus principales diferenciales en su composición.

En el Cuadro 1 se muestran los universos de la PEA y de la PHP-JA, pertenecientes al aglomerado urbano de Formosa abarcando el total del período 2003-2013. En él se reagruparon las categorías socio-ocupacionales de acuerdo a un clasificador de la Clase Social que se apoya, principalmente, en la forma simbólica con que dichos colectivos existen en la cultura sociopolítica argentina y que son trabajadas y presentadas desde esta perspectiva por Torrado (1998) y luego en Sacco (2013a).

Cuadro 1 Universo de la Población Económicamente Activa (PEA) y de la Población residentes en hogares particulares de jefe activo (PHPJA): distribución según clases y estratos sociales. Base: Aglomerado Urbano - Formosa. Total de años 2003-2013 en %- 3er Trimestre 

Universos PEA y PHPJA EPH - Total de Aglomerados Urbanos - Formosa 3er- Trimestre PEA 2003-2013 PHPJA 2003-2013
N (en miles) 3.037,47 6.507,68
n 20.700 42.559
TOTAL 100,0 100,0
1. Clase Alta 0 0,1
2. Clase Media Total 42,7 39,6
2.1. Clase Media estrato Autónomo 10.6 11,2
2.2. Clase Media estrato Asalariado 32,1 28,4
3. Clase Obrera Total 46,4 52,9
3.1. Clase Obrera Autónoma 6,9 9,3
3.2. Clase Obrera Asalariada 39,5 43,6
4. Trabajadores Marginales 10,8 7,2
4.1. Trabajadores Marginales 3,9 3,1
4.2. Empleados Domésticos 6,9 4,1
5. Sin Especificar 0,1 0,2

Fuente: elaboración personal con base en datos de la EPH según la metodología de homologación de Sacco (2013b). FCS-UBA. N = Población; n= tamaño de la muestra

De la comparación entre ambos universos, se pueden apreciar las siguientes características sobresalientes:

  1. El volumen de la Clase Alta representa una proporción muy pequeña, que es prácticamente nula en la PEA, en tanto que no supera el 1% en PHP-JA.

  2. La Clase Media Total disminuye de 42,7% a 39,6%, siendo ello el balance neto del movimiento opuesto de sus dos estratos componentes:

  3. Se aprecia que mientras la Clase Media estrato Autónomo7 (cuya composición abarca a sus capas propietarios de pequeñas empresas PPE, a los pequeños productores autónomos PPA y a los Profesionales en Función Específica PROF: pudiendo ser estos Empleadores ER o bien trabajar por Cuenta Propia CP) aumentan muy levemente de 10,6% a 11,2%. La Clase Media estrato Asalariado (compuesta por las capas profesionales en funciones específicas PROF en su categoría de asalariados AS; Cuadros Técnicos TECN y empleados administrativos y vendedores EAV) disminuye sensiblemente de 32,1% a 28,4%.

  4. La Clase Obrera Total por su parte, aumenta de 46,4% a 53% por el movimiento directo de los estratos que la componen:

  5. El estrato de la clase obrera autónoma aumenta (compuesta la capa de trabajadores especializados autónomos TEA8) de manera apreciable de 6,9% a 9,3%. Lo mismo ocurre con la clase obrera asalariada (conformada por las capas obreros calificados OCAL y obreros no calificado ONCAL) ascendiendo de 39,5% a 43,6%.

  6. Por su parte, los Trabajadores Marginales, disminuyen de 10,8% a 7,4%, explicados por el descenso de sus dos estratos:

  7. Si se observan a los trabajadores marginales (compuesto por trabajadores ocasionales independientes de la construcción, servicios de jardinería y limpieza de malezas, trabajadores del volante, oferentes callejeros de bienes o servicios de la más diversa índole, entre otros) disminuyen de 3,9% a 3,1%, en tanto que, los empleos domésticos EDOM lo hacen de 6,9% a 3,1%.

Lo que surge en esta primera aproximación, es la aparición de un proceso de movilidad social en sentido estricto9, que se reflejan en dos movimientos contrapuestos. Por una parte, de quienes integran la Clase Media en su estrato asalariado, que en su descenso, van siendo enlazados a la Clase Obrera engrosando sus distintos estratos, tanto asalariados como autónomos.

Por otra parte, el descenso porcentual de los Trabajadores Marginales puede interpretarse como el resultado de un proceso paulatino de incorporación de dichos trabajadores a la Clase Obrera Autónoma registrada. Esta asociación, se vincula a la aprobación durante nuestro período de análisis del Régimen simplificado de Monotributo Social10 (MS), que bajo las condiciones y compatibilidades establecidas en dicha regulación monotributaria, permitió la incorporación parcial al mercado laboral de trabajadores autónomos (independientes) históricamente marginados.

A partir de estos movimientos, surge preguntarnos: ¿Cuáles son las variables que explican las diferencias en la distribución de ambos universos? Siguiendo a Torrado (2002, p. 191):

Son dos las variables que ayudan a explicar el interrogante. Por un lado, las disparidades en el tamaño medio del hogar (las que dependen a su vez de los niveles de fecundidad y de propensión a incorporar al hogar personas que no son parientes nucleares-es decir, otros que el cónyuge y los hijos-del jefe de hogar); por otro lado, la diferente especialización ocupacional de los jefes (varones en edades centrales en su mayoría) y de los no jefes. Así, si permanecen constante ambas variables, los estratos que ostenten familias más numerosas engrosarán su volumen relativo al pasar de la PEA a la población PHP-JA; por el contrario, aquellas categorías ocupacionales sobrerrepresentadas entre los miembros no jefes lo disminuirán”11.

Desde estas primeras aproximaciones diagnósticas, y atentos a estas dinámicas poblacionales, nos volcamos en la próxima sección, al estudio de la estructura de la fuerza de trabajo urbana.

Estructura de la fuerza de trabajo urbana de la capital de Formosa

En esta sección nos dedicamos al análisis de la fuerza de trabajo de la capital formoseña. Para ello, comenzamos con la distribución porcentual de la PEA por años seleccionados, según clases; estratos sociales y categoría ocupacional.

Estructura de la fuerza de trabajo por categoría ocupacional

El Cuadro 2 muestra esta distribución de la fuerza de trabajo capitalina, allí se puede percibir que la Clase Alta se mantiene invariante a lo largo de los años de análisis (2003-2006-2009 y 2013) y su exigua participación captada a través de la categoría ocupacional12 “Patrón”. Esta última categoría no se asocia exclusivamente a esta clase social, debido a los cambios que intenta captar la EPH desde 1998 en su composición, sobre la cual volveremos ampliando las explicaciones cuando avancemos sobre la Clase Media en su estrato autónomo.

Esta característica de ínfima participación de la Clase Alta, se repite cualquiera sea la rama de la actividad, sectores de actividad y tamaño de establecimientos (públicos o privados). No obstante, es importante expresar que la relevancia de lo que aquí denominamos Clase Alta, en realidad no viene explicada por su participación cuantitativa o medición exacta desde el punto de vista estadístico, sino más bien, en la naturaleza de la construcción de vínculos respecto del resto de las fuerzas sociales, con el Estado y sus políticas públicas.

Cuadro 2 Universo de la Población Económicamente Activa (PEA): distribución según clases; estratos sociales y categoría ocupacional (para ocupados y desocupados. con ocupación anterior). Base: Aglomerado Urbano - Formosa, años seleccionados en %- 3er Trimestre 

Categoría Ocupacional Totales Patrón Cuenta Propia
Años Clases Sociales 2003 2006 2009 2013 2003 2006 2009 2013 2003 2006 2009 2013
N 147528 298562 313841 346279 7056 13991 14020 11814 22385 46544 48055 51086
n 710 2.075 2.444 2.360 36 96 107 86 109 325 377 362
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
1.Clase Alta 0,1 0,1 0,1 0 2,6 0,7 0 0 0 0 0 0
2.Clase Media Total 42,2 40,9 43,2 44,2 97,4 99,3 94,8 100 58,1 38,5 38,6 38,7
2.1. Clase Media estrato Autónomo 13,7 10,8 10,2 9,2 97,4 99,3 94,8 100 58,1 38,5 38,6 38,7
2.2. Clase Media estrato Asalariado 28,5 30,1 33 35 0 0 0 0 0 0 0 0
3. Clase Obrera Total 47,1 48,5 43,7 44,2 0 0 0 0 27,1 49,5 43,6 51,7
3.1. Clase Obrera Autónoma 4,2 7,7 6,7 7,7 0 0 0 0 27,1 49,5 43,6 51,7
3.2. Clase Obrera Asalariada 42,9 40,8 37 36,5 0 0 0 0 0 0 0 0
4. Trabajadores Marginales 10,3 10,3 12,9 11,4 0 0 5,2 0 14,8 11,9 17,7 9,6
4.1. Trabajadores Marginales 3,2 2,3 3,3 11,4 0 0 5,2 0 14,8 11,9 17,7 9,6
4.2. Empleados Domésticos 7,1 8 9,6 s/d 0 0 0 0 0 0 0 0
5. Sin Especificar 0,2 0,1 0,1 0,1 0 0 0 0 0 0 0 0
Categoría Ocupacional Totales Obreros o Empleados Trabajador Familiar sin remuneración
Años Clases Sociales 2003 2006 2009 2013 2003 2006 2009 2013 2003 2006 2009 2013
N 147528 298562 313841 346279 116238 235906 250560 281218 1849 1860 1206 1761
n 710 2.075 2.444 2.360 560 1642 1952 1900 8 12 8 12
TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
1.Clase Alta 0,1 0,1 0,1 0 0 0 0   0 0 0 0
2.Clase Media Total 42,2 40,9 43,2 44,2 36,2 38,1 41,3 43,2 15,4 25,1 11,6 17,1
2.1. Clase Media estrato Autónomo 13,7 10,8 10,2 9,2 0   0 0 15,4 25,1 11,6 17,1
2.2. Clase Media estrato Asalariado 28,5 30,1 33 35 36,2 38,1 41,3 43,2 0 0 0 0
3. Clase Obrera Total 47,1 48,5 43,7 44,2 54,5 51,6 46,3 44,9 11,4 0 14,7 8,4
3.1. Clase Obrera Autónoma 4,2 7,7 6,7 7,7 0 0 0 0 11,4 0 14,7 8,4
3.2. Clase Obrera Asalariada 42,9 40,8 37 36,5 54,5 51,6 46,3 44,9 0 0 0  
4. Trabajadores Marginales 10,3 10,3 12,9 11,4 9 10,1 12,2 11,8 73,2 74,9 73,7 74,5
4.1. Trabajadores Marginales 3,2 2,3 3,3 11,4 0 0 0,1 11,8 73,2 74,9 73,7 74,5
4.2. Empleados Domésticos 7,1 8 9,6 s/d 9 10,1 12,1 0 0 0 0 0
5. Sin Especificar 0,2 0,1 0,1 0,1 0,3 0,1 0,2 0,1 0 0 0 0

Fuente: elaboración personal con base en la EPH según la metodología de homologación de Sacco (2013b)-FCS-UBA; s/d= sin datos. N = Población; n= tamaño de la muestra

En dicha construcción, la dimensión que juega un papel fundamental es el poder. En este sentido, un conjunto de trabajos (Castellani, 2007a; 2007b; 2008; 2009a; 2009b) se han interrogado por el tipo de relación que se establece entre el sector privado y el estatal, y su repercusión en el modelo de desarrollo argentino. Desde esta perspectiva, se presta atención al modo en que se relacionan la acumulación económica con la producción de redes, el ejercicio del poder y la influencia, frente a las perspectivas de clase que diluyen las especificidades de los ámbitos económico y político, en una misma categoría de posición compartida en la estructura económica, de la cual se derivan las acciones políticas, económicas, entre otras (Crompton, 1994).

Esos trabajos han mostrado el modo en que, a partir de 1966, buena parte de la elite empresaria local consiguió establecer su primacía, por medio de una fuerte articulación con el poder político, generando ‘ámbitos privilegiados de acumulación’ y obteniendo ‘cuasi-rentas de privilegio’13, fruto de su relación privilegiada con las instituciones públicas.

Esta caracterización que surge como resultado de los estudios referenciados sobre la Clase Alta (Clase dominante o elite dominante) y que ha pervivido a lo largo del tiempo, resulta imposible de captar con los datos y la metodología usada en nuestra investigación. No obstante, rescatamos algunos elementos que emergen en la ciudad de Formosa durante el neodesarrollismo, que intentan aproximarnos a esas articulaciones. Al respecto:

  1. Autores como Fernández, Amín y Vigil (2008) explican el complejo proceso de acoplamiento y proliferación en Latinoamérica y en Argentina -Formosa no es la excepción-, de nuevas arquitecturas institucionales y regímenes de gobernanza que dan implicancia a las políticas públicas en una ‘nueva ortodoxia regionalista’ en línea con lo señalado por Brandão (2007). Se trata de un andamiaje de dispositivos regulativo-institucionales que en articulación con los dueños del capital, median la posibilidad de generar espacios fragmentarios, propicios para la liberación de un conjunto de activos, incluida la fuerza de trabajo a un coste muy bajo, que posibilita y acentúa la acumulación del capital alimentada por esa dinámica relacional.

  2. En esos procesos que motorizan espacios fragmentarios, penetran en la ciudad de Formosa capitales que van orientándose a los principales servicios públicos -como el transporte urbano en manos de monopolios privados en disputa14-, comunicación, servicios financieros bancarios y no bancarios (cuyo dominio principal es de capitales nacionales15); redes de ventas comerciales de electrodomésticos16 y supermercados17, farmacias18 y negocios inmobiliarios.

  3. Se observa a su vez, en estos escenarios de implicancias de esas lógicas fragmentarias, la tendencia a la centralización y concentración del capital en industrias extractivas como la del tanino. Su penetración histórica en la economía formoseña19 ha venido expresando un cambio sustancial en la estructura de propiedad del capital, que ha permitido a este ‘grupo económico’ la posibilidad de diversificar20 sus productos bajo una misma dirección. Estructuración, que torna muy compleja la identificación de los diversos núcleos de poder económico que existen en su seno.

La Clase Media Total en tanto, manifiesta un volumen más o menos estable entre el 42,2% y 44,2%. Su estrato autónomo muestra un proceso descendente, que va del 13,9% al 9,2%. En tanto que, el estrato asalariado aumenta entre el 28,7%, pasando al 35%, observándose esta misma tendencia en la Categoría ocupacional Obreros o Empleados para dicho estrato social. Lamentablemente, no se disponen de los datos para identificar cuál de las capas componentes de la Clase Media Autónoma o bien Asalariada, es la más afectada o beneficiada en este proceso descendente y ascendente respectivamente. No obstante, lo que se manifiesta de manera evidente y superlativa, en el estrato autónomo de la Clase Media, es su peso determinante en la categoría ocupacional “Patrón”; obsérvese al respecto, que entre un 97,4% y el 100% de dicho estrato se concentra en ella.

Estos guarismos marcan de manera significativa el peso relativo sobresaliente que tienen los propietarios de pequeñas empresas PPE; los pequeños productores autónomos PPA, o bien los Profesionales en Función Específica PROF, tanto empleadores ER, como por Cuenta Propia CP, puesto que, en la categoría ocupacional aludida se hallan los que trabajan sin relación de dependencia, es decir que siendo únicos dueños o socios activos de una empresa, establecen las condiciones y formas organizativas del proceso de producción y emplean como mínimo una persona asalariada contratada de manera permanente para desarrollar la actividad (INDEC, 2011).

Históricamente, el aporte del capital físico (equipos, instalaciones, maquinarias) era una condición necesaria para la identificación de la relación social de producción “Patrón” en la EPH, mientras que la no posesión de los medios de producción definía a la relación asalariada. Sin embargo, las transformaciones económicas de las últimas décadas (INDEC, 1998), han impactado sobre los elementos constitutivos de cada categoría complejizando su medición. Es así como es posible encontrar tanto a patrones que no disponen de capital físico, como a asalariados que aportan su propio capital, corriendo con los riesgos económicos del proceso productivo.

Vale decir entonces, que mientras los PPE, PPA y PROF retroceden durante la década, los grupos económicos concentrados locales21, extra-provinciales y extranjeros se consolidan, en el sentido de los elementos emergentes que caracterizan a la Clase Alta durante este tiempo en la ciudad capital.

La Clase Obrera Total por su parte, que mostraba un peso creciente en los primeros años de este ciclo con un 47,1% en 2003 y un 48,5% en 2006, hacia finales de la década desciende su participación. Así en 2009 cae a un 43,7% y en 2012 será de un 44,2%. En este escenario, el estrato Asalariado es el que desciende a lo largo de toda la década su peso porcentual, pasando de un 43% en 2003 a un 36,5% en 2012. Ese descenso es explicado por la Categoría Ocupacional Obreros o Empleados, debido a su mayor peso relativo. Por otro lado, aumentan su participación porcentual los Obreros Autónomos, que en 2003 era de un 4,2% y se eleva a un 7,7% en 2012. En ese proceso creciente, los Trabajadores Familiares sin Remuneración tienen un peso relativo que ronda entre 11% y 8%, siendo su composición heterogénea y donde es posible encontrar obreros vinculados a trabajos precarios22.

Los Trabajadores Marginales en tanto, muestran una participación total que es bastante estable, entre el 10% y 12%. Dicho estrato que se mantiene en un 2% y 3%, hacia el final de la década, notoriamente aumenta a un 11,4%. Tal vez, producto que el empleo doméstico en 2013 no aparece captado y se encuentre incluida dentro del primer estrato. Con relación al Empleo Doméstico, su participación se manifiesta de manera creciente, pasando de un 7,1% en 2003 a 9,6% en 2013.

Es significativo el peso preponderante que tienen los Trabajadores Familiares sin Remuneración, dentro del estrato social de los Trabajadores Marginales. En efecto, esta se manifiesta durante la década, con porcentajes superiores al 70%. La Categoría Ocupacional aludida y utilizada por la EPH resulta muy importante, ya que capta a las personas ocupadas en un establecimiento económico dirigido por una persona de su familia -que puede vivir o no en el mismo hogar-, y que no reciben pago en dinero o en especie por su trabajo ni retiran dinero, revelando lazos laborales precarios.

Se infiere a su vez, que aun con la introducción del Monotributo Social como política pública que busca incorporar al mercado laboral al trabajador marginado, la misma no logra quebrar de raíz por lo menos en esta década, el importante peso relativo que tienen los trabajadores familiares sin remuneración, constitutivos mayoritariamente de este estrato social.

Estructura de la fuerza por rama de actividad

Otra variable relevante dentro del análisis de la fuerza de trabajo en la ciudad de Formosa, constituye su distribución por Rama de Actividad. El Cuadro 3 nos permite adentrarnos en el estudio de la PEA distribuida en las Ramas Agregadas: Agropecuario, Industrial, Construcción, Comercio y Servicios, según Clases Sociales, para el total de años 2003-2013.

Los porcentajes en columnas, detallan la participación de cada una de la Clases y estratos sociales en cada rama de actividad, mientras que los porcentajes en fila, explican cómo se distribuye la fuerza de trabajo de una Clase y estrato social para cada rama de actividad productiva. A su vez, en la base del cuadro los porcentajes en fila, muestran la participación de cada rama de actividad en el volumen total de la PEA.

En efecto, la rama de actividad de menor participación porcentual en la PEA, es el agropecuario con un 2,5%, también se puede apreciar que la industria refleja su escaso desarrollo relativo histórico, mostrando una absorción de mano obra de alrededor del 7%.

Las dos ramas de importancia son la Construcción con un 15%, producto de la realización de infraestructura pública (PET, Formosa 2015), pero también por el desarrollo de negocios inmobiliarios23 por parte del sector privado, que afloran durante esta década. Sobresale de manera preponderante la rama Comercio y Servicios con un 75,5%. Este último no resulta un hecho casual, forma parte de un proceso estructural que como explica Giuliano (2015, p. 105) desde principios de 1980 ya mostraba a la economía formoseña con “un acentuado proceso de terciarización, principalmente desarrollado en la ciudad capital”.

Si nos detenemos en la Clase Alta, surge inmediatamente lo que ya adelantáramos oportunamente. Su participación en las distintas ramas de la actividad productiva es exigua con solo el 0,1%; pero si se observa detenidamente, surge un dato importante: el 100% se concentra en la rama de Comercio y Servicio. Dicho guarismo nos acerca desde lo empírico aunque de manera parcial, a los elementos que planteáramos oportunamente en el apartado Estructura de la fuerza de por categoría ocupacional de esta sección y que manifiestan los rasgos sobresalientes de esta Clase social en la ciudad capital.

La Clase Media por su parte, muestra una participación equilibrada en las ramas Agropecuaria e Industrial con un 25,5% para cada una; dentro de ellos el 14,4% es para el estrato social autónomo y 11,1% para los asalariados dentro de la primera rama. Mientras que en la segunda es del 13,3% y 12,2%, respectivamente. En la Construcción, la Clase Media participa con un 10,6%, conformado por 2,8% del estrato autónomo y 7,8% del asalariado. En la rama Comercio y Servicios el 51,1% representan a esta Clase Social, formado por un 12,3% del estrato autónomo y un 38,8% por el estrato asalariado.

Cuadro 3 PEA por Grandes Ramas de Actividad, según Clases Sociales. Base Aglomerado Urbano-Formosa 3er Trimestre, Total de Años 2003-2013. (N, n, %) 

Aglomerado Urbano - Formosa 3er Trimestre - Total de años 2003-2013 Clases Sociales - Estratos Ramas Agredas de Actividad - Formosa Capital
Total Agropecuario Industrial Construcción Comercio y Servicios Sin Especificar
Nomenclador CSO Universo PEA Clase Alta % Fila 100 0 0 0 100 0
n 10 0 0 0 10 0
% Col 0,1 0 0 0 0,1 0
Clase Media - Estrato Autónomo % Fila 100 3,2 8,1 3,8 85 0
n 2240 72 182 82 1904 0
% Col 11 14,4 13,3 2,8 12,3 0
Clase Media - Estrato Asalariado % Fila 100 0,9 2,6 3,7 92,6 0,3
n 6822 61 178 245 6320 18
% Col 31,5 11,1 12,2 7,8 38,8 61,5
Clase Obrera- Estrato Autónomo % Fila 100 10,1 26,5 24,9 38,5 0
n 1435 145 381 358 551 0
% Col 6,8 28,9 26,3 10,8 3,5 0
Clase Obrera- Estrato Asalariado % Fila 100 2,7 8,4 29,8 59,0 0,1
n 7919 215 665 2360 4672 7
% Col 39,8 42,8 46,7 77,9 31,3 23,6
Trabajadores Marginales % Fila 100 2,5 4,6 3,8 89,0 0
n 791 20 36 30 705 0
% Col 2,4 2,4 1,5 0,6 2,8 0
Empleados Domésticos % Fila 100 0 0 0 100 0
n 1453 0 0 0 1453 0
% Col 8,3 0 0 0 11 0
Sin especificar CSO % Fila 100 3,3 0 0 83,3 16,7
n 30 1 0 0 24 5
% Col 0,2 0,3 0 0 0,2 14,9
En Miles Totales % N 3.037,47 76,202 216,699 462,361 2.278,49 3,717
n 20700 514 1442 3075 15639 30
% Fila 100 2,5% 6,96% 14,85 75,55 0,14
% Col 100 100 100 100 100 100

Fuente: elaboración personal con base en datos de la EPH según la metodología de homologación de Sacco (2013b) FCS-UBA. N = Población; n= tamaño de la muestra

Si se analiza distribución porcentual, podrá notarse que la participación de cada uno de los estratos sociales de la Clase Media en cada una de las ramas, es bajo para el Agropecuario (4,1%), Industrial (10,7%) y la Construcción (7,5%). Sin embargo, aquí también se vuelve representativa la concentración en la rama Comercio y Servicios. Así el 85% es explicado por el estrato autónomo y un 92,6% por el asalariado.

Nos ocupamos ahora de la Clase Obrera, cuya participación manifiesta significativos porcentuales en las ramas Agropecuarias (71,7%), Industrial (73%) y la Construcción (88,7%), aunque no menos importante en Comercio y Servicio con un 34,8%. Dentro de la Clase, el estrato social con mayor participación es el asalariado. En este sentido, su aporte para la rama Agropecuaria es del 42,8%; en el Industrial 46,7% y en la Construcción 77,9%, mientras que en Comercio y Servicios es de 31,3%. El estrato autónomo tiene menos peso en cada rama de actividad, aunque resulta para nada despreciable el que ocupa dentro del Agropecuario (28,9%), Industrial (26,3%) y con menos relevancia en la Construcción (10,8%) y en Comercio y Servicios (3,5%).

Cuando se observa a dicha Clase a través de su distribución en cada rama de actividad, la relevancia del estrato asalariado no se ubica en las ramas agropecuarias e industriales. Los puestos de trabajo en ellas, son los de menor porcentaje con un 2,7% y 8,2% respectivamente. Mientras que, casi un 30% se halla en la Construcción y de manera sobresaliente en Comercio y Servicio con un 59%. Esto último resulta coherente con la dinámica de los procesos que venimos estudiando a lo largo de este trabajo, y que decantan en la ciudad capitalina como una manifestación elocuente del reforzamiento que acaece en el Sector Terciario y en segundo lugar, en la Construcción. En ellas, las condiciones lábiles de contratación, ocasionan el ensanchamiento de trabajadores marginados, que realizan ocasionales servicios laborales ya señalados y de baja productividad.

El estrato autónomo de la Clase Obrera aporta fuerza de trabajo de manera bastante equilibrada en la rama industrial (26,5%) y la Construcción (24,9%), encontrándose su extremo inferior en el Agropecuario con un 10,1% y su extremo superior en Comercio y Servicio con un 35,8% de importancia al resto de las ramas. Como se sabe, se tratan fundamentalmente de trabajadores especializados autónomos.

En este escenario, si atendemos al comportamiento de los Trabajadores Marginados en la década, su participación en cada rama es muy pequeña, cualquiera sea su estrato. En efecto, su participación en la rama Agropecuaria es 2,4%, en el industrial del 1,5%, en la Construcción es de solo 0,6% y en Comercio y Servicios del 2,8%. No obstante lo que es imposible de soslayar, es lo que se anticipó oportunamente como rasgo característico que aflora con elocuencia durante el modo de desarrollo neodesarrollista en la ciudad de Formosa: el mayor volumen de Trabajo Marginado y de Empleo Doméstico se concentra en la rama Comercio y Servicios con el 85% para el primer estrato y en 100% para el segundo.

Estructura de la fuerza de trabajo por sector de la actividad y tamaño del establecimiento

Ponemos foco ahora en el Cuadro 4 para adentrarnos en el estudio PEA distribuida por Sectores de la Actividad: Público y Privado, según Clases Sociales y tamaño de los establecimientos, para el total de años 2003-2013.

A través de los Sectores de la Actividad, se permite discriminar una dimensión importante del mercado laboral, ya que es posible distinguir a los Asalariados del Sector Público24 y del Sector Privado más Otros tipos de Establecimientos. Esta última categoría puede incluir un conjunto de entidades, que no son del sector privado, pero a su vez sin haber en ellas participación del Estado, están regidas por el Derecho Público25.

A su vez, la variable Tamaño del Establecimiento, cobra especial relevancia para el Sector Privado, ya que permite observar a Empleadores y Asalariados, según se desempeñen en establecimientos de más de cinco trabajadores ocupados (Sector Empresarial) o de hasta cinco obreros ocupados (Sector Microempresarial), pero dado que a los datos de este sector se le suman Otros Tipos de entidades sin posibilidades de discriminación, el escenario de estudio tiene un componente de gran heterogeneidad, lo que complejiza su observación obligando a ser prudentes en el análisis.

Si observamos en la base del cuadro, se podrá percibir que la fuerza de trabajo durante la década es absorbida por el Sector Público en un 37,51%. De este porcentual, el 62,75% lo hace como personal ocupado en establecimientos superiores a cinco trabajadores, y en un pequeño porcentaje, en establecimientos menores a cinco personas (3,25%).

El Sector Privado más Otros tipo de entidades por su parte, capta durante esta década un 62,49% de trabajadores ocupados. Dentro de este porcentual se destacan los establecimientos que incorporan menos de cinco obreros (96,75%), compuesta fundamentalmente por las Microempresas u otras entidades pequeñas.

En términos generales, es posible sostener que la economía local está constituida por un entramado de micro-entidades empresariales y de otro tipo que absorbe de manera superlativa a la mano de obra. Parte de esta composición es asociada al cuentapropismo y micro-emprendedores marginados de imposible separación con los datos disponibles. En tanto que, el Sector Empresarial más otros tipos de Entidades que ocupan más de cinco trabajadores, incorporan más 1/3 de la fuerza de trabajo (37,35%).

La Clase Alta, como venimos corroborando de manera persistente, si bien tiene una participación exigua (0,1%), se ubica en su totalidad (100%) en los empleadores del Sector Empresarial privado más Otras Entidades de tamaño de establecimientos mayores a cinco obreros ocupados. Desde el punto de vista de la especialización, se ubican de manera dominante en los grupos económicos locales, extra-provinciales y extranjeros, vinculados a la rama Comercio y Servicios y en la industria extractiva del tanino.

La Clase Media en su estrato Autónomo representativa de los PPE, PPA y los PROF, participa solo en el Sector Privado más Otras entidades. Allí, el 27% de este estrato social lo hace en Microempresas con cinco trabajadores, y en apenas un 2,5% en Empresas más Otras entidades mayores a cinco obreros. En las Microempresas más Otros establecimientos, se absorben el 96% de la mano de obra, corroborando empíricamente su relevancia y su vinculación a actividades terciarias en Comercio y Servicios. En tanto que en las Empresas más Otras entidades, se incorporan solo un 4%. Si bien la capacidad de absorción de las Microempresas más Otras Entidades pequeñas ha sido sobresaliente, a su vez, son los que han ido perdiendo posiciones frente al avance de la concentración económica como explicáramos en el apartado Estructura de la fuerza de por categoría ocupacional.

Cuadro 4 PEA por Sector de la Actividad y Tamaño de Establecimiento, según Clases Sociales. Base Aglomerado Urbano-Formosa 3er Trimestre, Total de Años 2003-2013. (N, n, %) 

Aglomerado Urbano-Formosa, 3er Trimestre-Total de años 2003-2013 Sectores de Actividad Tamaño del Establecimiento Clases Sociales - Estratos Sectores de Actividad
Total Sector Público Sector Privado + Otro tipo
Tamaño del establecimiento Tamaño del establecimiento Tamaño del establecimiento
Hasta 5 Más de 5 Hasta 5 Más de 5 Hasta 5 Más de 5
Clase Alta % Fila 0 100 0 0 0 100
n 0 10 0 0 0 10
% Col 0 0,1 0 0 0 0,1
Clase Media Estrato Autónomo % Fila 100 100 0 0 96 4
n 2150 90 0 0 2150 90
% Col 26 0,9 0 0 27 2,5
Clase Media Estrato Asalariado % Fila 100 100 1,14 68,38 9,52 20,96
n 727 6095 78 4665 649 1430
% Col 9,1 54,1 27,6 66,6 8,4 33,8
Clase Obrera Estrato Autónomo % Fila 100 100 0 0 99,8 0,2
n 1433 2 0 0 1433 2
% Col 17,7 0 0 0 18,3 0,1
Clase Obrera Estrato Asalariado % Fila 100 100 2,23 27,09 37,86 32,82
n 3174 4743 177 2145 2997 2598
% Col 41,2 44,5 70,8 32,8 40,2 63,5
Trabajadores Marginales % Fila 100 100 0,84 2,13 97,03 0
n 462 10 4 10 458 0
% Col 5,9 0,1 1,5 0,1 6 0
Empleados Domésticos % Fila 100 0 0 0 100 0
.n. 7 0 0 0 7 0
% Col 0,1 0 0 0 0,1 0
Sin Especificar CSO % Fila 100 100 0 76,6 20 3,4
n 6 24 0 23 6 1
% Col 0,1 0,3 0 0,4 0,1 0
En Miles Total % N 1.177,11 1.604,07 40,397 992,666 1.136,71 611,402
n 7.959 10.974 259 6.843 7.700 4.131
% Col 100 100 100 100 100 100
% Fila 100 100 1,37 36,14 40,66 21,83

Fuente: elaboración personal con base en datos de la EPH según la metodología de homologación de Sacco (2013b) FCS-UBA. N = Población; n= tamaño de la muestra

La Clase Media en su estrato Asalariado tiene participación en ambos Sectores de la actividad económica. Se encuentra mayoritariamente ocupado en el Sector Público (69,52%), participando con un 66,6% en entidades donde trabajan más de cinco empleados y con un 27,6% en establecimientos de cinco trabajadores. Un poco más de la tercera parte de este estrato social es ocupado por el Sector Privado (30,48%), siendo su participación con un 33,8% en entidades donde trabajan más de cinco empleados y 8,4% en donde las firmas tienen cinco trabajadores.

A partir de estos datos y de las evidencias surgidas en las ramas de actividad, se puede inferir que desde el punto de vista de la especialización productiva, es decisivo el peso que este estrato social tiene en el Sector Terciario, especialmente en Comercios y Servicios así como en el Sector Público. Lamentablemente, no contamos con los datos de la participación que tienen las fracciones de este estrato. De modo que resulta imposible conocer qué peso tienen los Profesionales, Técnicos, Empleados Administrativos y Vendedores en Comercio.

La Clase Obrera Autónoma de composición heterogénea, participa en su totalidad en el espacio del Sector Privado más otros tipos de entidades, cuya ocupación casi total (99,8%), se vincula a micro-empresas o micro-emprendimientos; mientras que en el ámbito de las Empresas, su absorción es exigua, con solo 0,2%. Su participación dentro de este Sector, en establecimientos de cinco obreros es del 18,3% y de solo 0,1% en los que superan a cinco trabajadores. Estas posiciones empíricas, desde el punto de vista de la especialización productiva, denotan como observáramos en el apartado Estructura de la fuerza por Rama de Actividad, su participación mayoritaria en Comercios y Servicios (35,8%) y con menor significación en el Agropecuario (10,1%) y en proporciones equilibradas de alrededor del 25% en Construcción e Industria.

La Clase Obrera en su estrato Asalariado, es ocupada mayoritariamente en el Sector Privado con un 70,82%, mientras que casi un tercio (29,32%) es ocupado en el Sector Público. Es decir, ocurre lo opuesto que con la Clase Media Asalariada, que es absorbida mayoritariamente en el Sector Público y en menor medida en el Sector Privado. La participación de este estrato social en el total del Sector Privado más Otros Tipos de Entidades es de 40,2% en establecimientos de cinco empleados y del 63,5% en Empresas más Otros Establecimientos que superan cinco obreros. En tanto que, en el Sector Público su participación mayoritaria es en Establecimientos de menos de cinco trabajadores (70,8%) y en las superiores a cinco empleados, alcanzan a (32,8%).

En cuanto a la especialización productiva de este estrato social, es absolutamente decisiva en la rama Comercio y Servicios (59%) y en segundo lugar en la Construcción (30%), como hemos observado en el apartado Estructura de la fuerza por Rama de Actividad.

Por último, los Trabajadores Marginales son ocupados fundamentalmente en el Sector Privado más Otros tipos de Entidades de manera superlativa, con un 97,03%, tanto en espacios micro-empresariales o micro-emprendimientos de gran composición heterogénea; mientras que, son absorbidos de manera exigua en el Sector Público con un 2,97%. La ocupación del Empleo Doméstico mayoritariamente realizada por mujeres (Giuliano, 2019), se concentran totalmente (100%) en el Sector Privado, en Establecimientos laborales que ocupan hasta cinco trabajadores; siendo su participación muy exigua en el total del Sector (0,1%). Ambos estratos sociales denotan un entramado de trabajadoras/es carentes de calificación y de inserción laboral inestable, siendo su especialización productiva vinculada al sector terciario, en su rama Comercio y Servicios.

Conclusiones

Se delinean aquí algunas conclusiones luego del recorrido estudiado, que aportan elementos que caracterizan a la estructura social urbana de la ciudad de Formosa demarcada por el modo de desarrollo neodesarrollista. Estos rasgos destacan:

  1. La configuración de una estructura social capitalina, que manifiesta en su cúpula, una Clase Alta sin gran significatividad en términos cuantitativos (representan mucho menos del 1%). Esta característica de exigua participación de la Clase Alta, se repite a su vez, cualquiera sea la rama de la actividad, sectores de actividad y tamaño de establecimientos (públicos o privados). Como se ha señalado en este trabajo, su relevancia en realidad no viene explicada por su medición cuantitativa, sino más bien, en la naturaleza de la construcción de vínculos respecto del resto de las fuerzas sociales, con el Estado y sus políticas públicas. En este sentido, el poder es un factor decisivo para la articulación que realiza dicho estrato social que pervive históricamente o bien penetran en la economía aprovechando espacios fragmentarios y usufructuando cuasi-rentas de privilegio. Al respecto, se ha podido apreciar que estos poseen un perfil tendiente a la oligopolización de los mercados donde operan (Supermercados y Servicios financieros, negocios inmobiliarios), a la explotación monopólica de servicios públicos (transporte urbano) y concesiones privatizadas (hotel de Turismo) y a la concentración y centralización del capital en el caso del extracto de quebracho.

  2. La Clase Media Total, a lo largo del período neodesarrollista, se muestra más o menos estable, representando el 42,2% y 44,2%. En ella, su estrato autónomo muestra un proceso descendente, que va del 13,9% al 9,2%. En tanto que, el estrato asalariado aumenta entre el 28,7%, pasando al 35%, observándose esta misma tendencia en la Categoría ocupacional Obreros o Empleados para dicho estrato social. Volviendo al estrato autónomo, se ha visto el peso relevante de los pequeños productores autónomos, profesionales empleadores, por cuenta propia y los pequeños propietarios de empresas. Aunque estos últimos, retroceden durante el período ante el elocuente avance de los grupos económicos locales, extra-provinciales nacionales y extranjeros aludidos en la Clase Alta.

  3. Como se ha constatado, la Clase Obrera Total, que mostraba un peso creciente en los primeros años de la década, luego en los años finales de esta, su peso fue menor. En este sentido, el estrato que desciende perdiendo participación es el asalariado, siendo la Categoría Ocupacional Obreros o Empleados de dicho estrato social, la que mejor explica este proceso debido a su mayor peso relativo. Mientras que, aumenta su participación porcentual el estrato autónomo, a través de los Trabajadores Familiares sin Remuneración, de composición heterogénea y trabajos precarios.

  4. Los Trabajadores Marginales en tanto, aparecen captados, por una parte, por el empleo doméstico de manera significativa y por el peso preponderante de los Trabajadores Familiares sin Remuneración. Se manifiestan hacia dentro de estos estratos, la constitución de lazos laborales precarios en sentido amplio. Se ha observado además, que esos lazos tienen continuidad en el tiempo, aun con la introducción del Monotributo Social. Política pública que en su intento de incorporar al mercado laboral al trabajador marginado, no ha logrado quebrar de raíz las condiciones de precariedad.

Por último debemos expresar que, aunque la metodología de homologación que hemos adoptado, siguiendo la línea de construcción en Sacco (2011a) tiene un alcance aun provisorio y limitado, las líneas de razonamiento aquí abiertas, permiten explorar para futuras investigaciones, una fuente Intercensal para el estudio de las clases sociales, desde diversas perspectivas teóricas (ya que constituye uno de los objetivos del CSO). Abre una propuesta para el estudio de la estratificación social que -aunque restringido al ámbito urbano y con mayor margen de error que los Censos-, vincula la información relevada por la EPH con los Censos, con lo cual se podría contar con diagnósticos sobre el perfil y variaciones de las clases sociales y las condiciones de vida asociadas a cada estrato, con un esfuerzo a su vez, de comparabilidad entre distintas metodologías.

Referencias

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1Dado que el estudio de la estructura social debe dar cuenta de un conjunto de población determinado, los fundamentos teóricos que permiten definir la posición social de la población no activa, que se caracterizan por no intervenir de manera directa en relaciones de producción, se definen según las “determinaciones de los miembros activos de la familia”: en efecto, es esta institución donde se verifica la participación indirecta de los miembros inactivos, dándose así la relación entre los conceptos de clase social y de estrategias familiares de vida (Torrado, 2006, p. 170).

2No es objetivo del trabajo plantearse la pregunta acerca de las ventajas analíticas que puede ofrecer el estudio de la estructura social en términos canónicos como el de Torrado, sino que, conociendo las propias limitaciones ‘desde adentro’, se intenta proponer una solución que permita la continuidad de un tipo particular de mirada sobre las clases sociales. Esta definición (‘empírica’) considera como factores complementarios a, por un lado, aquello objetivamente estructurado y definido en términos económicos por las desiguales posiciones dentro de la producción colectiva dentro de una organización económica determinada; y por el otro, a las dimensiones complementarias de las identidades de clase, estilos de vida compartidos, capacidad de participar en la acción colectiva, el reconocimiento en el ámbito político, intereses, consumos, cultura, etc. Las características propias de las fuentes obliga a remitirse solo a las primeras, proponiendo de esta manera la utilidad de la definición de clases sociales para un diagnóstico más que una explicación de la formación de clases. La renuncia por fuerza en la que el investigador se ve obligado, lo lleva a la necesidad de estudiar la estructura social focalizándose a una parte de esos fenómenos y confiar que en el trabajo multidisciplinario en ciencias sociales, que es donde pueden llegar a converger los distintos puntos de vista para lograr una mejor explicación de los procesos y dimensiones que involucran en análisis de clase, o bien, terminar en una ‘semipáralisis’ de investigación (Torrado, 2006).

3Entre sus principales exponentes se encuentran Michel Aglietta, Robert Boyer y Henrie Lipietz.

4El modo de regulación es el “conjunto de normas, implícitas o explícitas, de mecanismos de compensación, de dispositivos de información (...) que ajustan permanentemente las expectativas y los comportamientos individuales a la lógica de conjunto del régimen de acumulación” (Bustelo, 1994, p. 156).

5Las estrategias de acumulación quedan asimiladas aquí a dicho concepto.

6Se está considerando al aglomerado Formosa. Para otros aglomerados la incorporación de sistemas clasificatorios tiene otros momentos.

7La disponibilidad de los datos de la EPH con los que se han construido los cuadros, solo permiten identificar los estratos de clases, pero no sus fracciones, es por ello que hablamos de su composición pero no de sus participaciones porcentuales.

8Están incluidos trabajadores que venden habitualmente su fuerza de trabajo a empresarios capitalistas, pero en condiciones de tal inestabilidad y labilidad contractual que, en las encuestas y/o censos, se autoclasifican como trabajadores por cuenta propia (estos se concentran en actividades tales como, los servicios, comercio y la construcción). En otros términos, se trata de ‘asalariados precarios’, trabajadores no registrados que aparecen en las estadísticas como cuentapropistas.

9El término movilidad social en sentido ‘estricto’, se refiere a un “desplazamiento entre posiciones jerárquicas dentro de la pirámide de estratificación social, posiciones que, a su vez, pueden definirse en términos ocupacionales o en términos de ingresos”. Mientras que en un sentido ‘amplio’, “designa un desplazamiento entre diferentes lugares sociales, por ejemplo de zonas rurales a urbanas, entre ciudades de distinto tamaño, entre sectores productivos, etc”. (Torrado 2002, p. 313).

10El Monotributo Social se implementa mediante la Ley Nº 25.865 y Decreto Reglamentario N° 806/04 del Régimen Simplificado para Pequeños Contribuyentes, las que establecen un conjunto de condiciones y compatibilidades para que el trabajador autónomo sea un MS -véase el marco normativo al respecto-. Según Calero (2012), su acceso al MS le permite al trabajador acceder a un conjunto de derechos: 1) ingreso al sistema previsional (jubilación); 2) acceder a prestaciones de obras sociales del Sistema Nacional de Salud; 3) ser proveedor del Estado por contratación directa del emprendedor o de la cooperativa de la que forma parte a través del programa “Argentina compra sustentable”; y 4) emitir facturas: “C” cuando es una persona física; “A”, “M” o “B” si se trata de una cooperativa.

11Un antecedente de las relaciones entre estas variables para la provincia de Formosa, puede encontrarse en Giuliano (2015, p. 190-191) en tanto que el análisis de los hogares y de los jefes de hogares -según sexo y clases sociales para la ciudad de Formosa-, puede consultarse en Giuliano (2019, p. 336-340).

12Esta dimensión se utiliza en la EPH, para clasificar a los ocupados y a los desocupados con empleo anterior no mayor a tres años (INDEC, 2011).

13Estas cuasi-rentas se producen por un conjunto de regulaciones estatales que permiten que las empresas fijen posiciones oligopólicas en sus respectivos mercados y tengan la posibilidad de hacer un manejo discrecional de los precios y de la oferta de bienes y/o servicios; de esta forma, el volumen de beneficios obtenidos por las empresas involucradas, y la posibilidad de utilizarlos para expandirse, no se desprende de la optimización de la estructura de costos, sino de un incremento de los ingresos originado en diversos mecanismos discrecionales de fijación de precios avalados por el Estado. Por esta razón, el carácter de estas cuasi-rentas no es transitorio, ya que no se erosionan por la competencia como en el caso de las cuasi-rentas tecnológicas, sino que se mantienen tanto tiempo como dure la acción estatal que sostiene el privilegio (Nochteff, 1994).

14En el año 2006, el Intendente Fernando De Vido, otorga la concesión del transporte urbano al grupo Flecha Bus, la que empieza a operar con su empresa Ciudad de Formosa, disponiendo de 50 unidades. En 2008 amplían el servicio incorporando 16 unidades (Subsecretaría de Comunicación Social, 2008). Hacia el año 2015, el servicio de transporte comenzó a decaer en su servicios y en consecuencia, discutida su extensión de las concesiones, que solo logra ampliarse por 90 días (Formosa Diario de todos, 2015). En ese contexto, y en un marco de conflictos con el Municipio y el Sindicato Unión Tranviarios del Automotor UTA, el Intendente Jorge Jofré sucesor de De Vido, otorgó una nueva concesión monopólica para el grupo Crucero del Norte, cuya instalación en la ciudad con su empresa Crucero del Sur, se planificó para el 22 de septiembre de 2017 (AgenFor, 2017).

15La plaza financiera bancaria capitalina es pequeña, solo cuenta con seis bancos, de los cuales uno pertenece al sector público (Banco de la Nación Argentina), el resto pertenecen mayoritariamente al capital privado nacional (Banco Hipotecario, Banco de Galicia, Banco de Formosa, con nueve sucursales en el territorio provincial y once Anexos, de los cuales el 73% se ubican en la capital y el 27% restante en otras localidades provinciales; y el Banco Patagonia que se instala en tiempos de neodesarrollismo) y uno al capital extranjero (BBVA-Banco Francés) (Giuliano, 2019, p. 325).

16En el ciclo neo-desarrollista, se instalan en la capital formoseña las redes de venta de electrodomésticos, Ribeiro, Garbarino, Frávega, que operan junto a otras que ya se hallaban desde la década de 1990, entre ellas la red Musimundo y Cetrogar (Giuliano, 2019, p. 325).

17Penetran en el territorio capitalino las cadenas de supermercados de capitales multinacionales: Grupo Wall-Mart-Supermercados Changomás y el grupo Carrefour (Giuliano, 2019, p. 325).

18Se instalan en nuestro período analítico, el Grupo FarMar y luego la Red Farmacity (Giuliano, 2019, p. 325).

19El caso emblemático de este proceso lo representa la empresa UNITAN S.A. en la producción industrial de extracto de tanino y sub-productos derivados, cuya planta opera en la ciudad de Formosa. Si bien la conformación de la primera fábrica de tanino en dicha ciudad data de 1905 bajo la razón social La Formosa S.A., desde ese año hasta 1970 en la que se constituye UNITAN S.A., la industria atravesó cambios vinculados a: 1) los ciclos económicos que atravesó la industria; 2) a la incorporación de nuevas empresas en el mercado local y nacional y a la desaparición de otras; 3) en esa dinámica de acontecimientos se produce la mutación de la propiedad del capital, tendiente hacia su concentración y centralización. Así UNITAN S.A. nace de la “fusión que realiza la Compañía Argentina de Quebrachos Marca Formosa, absorbiendo a las Compañía Noruega-Argentina y Quebrachales Fusionados” (Prieto, 2015, p. 152). Esa estructuración, le permitió a la corporación taninera con plantas productivas en Puerto Tirol y Fontana (Chaco) más la de Formosa capital, consolidarse como líder en Argentina y el mundo. Su competidora directa en la actualidad, es Indunor-Grupo Silvateam del Chaco con la que estructuran un Oligopolio en el país. Ambas empresas se autoabastecen del insumo básico y se reparten el mercado, proveyendo a nivel mundial al 80%. Solo el 10% de la producción de tanino queda en el mercado nacional (Bustos Morgani, 2012).

20UNITAN S.A. ha diversificado su actividad, avanzando en el año 2019 en la construcción de una planta de energía eléctrica de biomasa en la provincia del Chaco, a través de su compañía SEISMEGA S.A. (InLitoral, 2019).

21Citamos al Grupo Cáceres, al que consideramos como el más relevante en la cúpula empresarial local. Dirigido por los hermanos Cáceres, el grupo posee una de las cadenas más importante de supermercados, con nueve sucursales distribuidas en la ciudad de Formosa. Son dueños de la cadena de “Supermercados Impulso” en Corrientes y Chaco. El Grupo además, explota el Hotel de Turismo por concesión privada realizada por Estado provincial a favor del grupo, desde la década de 1990 sin interrupciones. Es dueño de Columbia Palace Hotel en la Capital Federal. Ricardo Cáceres, es líder a nivel nacional, siendo Presidente de la Federación Argentina de Supermercados de la República Argentina (Tres líneas, 2011; Noticias Formosa, 2012).

22Entendemos aquí al término en sentido ‘amplio’ al igual que en los TEA. Esta incluye a la totalidad de situaciones sin estabilidad en el empleo, aun cuando la forma contractual sea legal y no fraudulenta. Desde esta perspectiva, la inestabilidad se convierte en la principal característica del empleo precario (Torrado 2002).

23Se menciona a manera de ejemplo al Grupo Corar (empresa internacional en negocios inmobiliarios con sede en Asunción-Paraguay y en Formosa-Capital) y Asociación Civil de Entidades Intermedias SFL, Ponte Propiedades-Círculo Ponte.

24Incluimos aquí a los trabajadores u obreros de la Administración Pública, Servicios de Educación y Salud del Estado y de las Empresas Estatales.

25Son ejemplo de ellas los Colegios Profesionales, Fundaciones, Cooperativas, Sindicatos, Obras Sociales, Cámaras Comerciales e Industriales, entre otras (Gordillo, 2017).

Recibido: 20 de Noviembre de 2019; Aprobado: 18 de Septiembre de 2020

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