Introducción
Toxoplasma gondii es un parásito protozoario de distribución mundial, que infecta a desde mamíferos hasta aves, incluyendo al hombre. Su importancia en medicina veterinaria y la producción de pequeños rumiantes se basa en mayor medida mayormente en que la primo infección durante la preñez puede inducir momificación fetal, abortos, nacimientos de crías débiles, pero también crías infectadas sanas. (1) Las hembras portadoras latentes pueden abortar al quedar preñadas y también trasmitir en forma vertical esta parasitosis. (2) Los felinos son los hospedadores definitivos ya que en ellos se produce el ciclo sexual y que la ingestión por otras especies de los ooquistes eliminados por sus heces es una de las principales fuentes de infestación. (3 ,4)
Esta parasitosis es de gran importancia en la salud pública, ya que está presente tanto en países subdesarrollados como en aquellos más desarrollados, estimándose que se encuentra en casi un tercio de la población mundial (5-7). Aunque por lo general cursa en forma asintomática, en personas inmunodeprimidas puede causar problemas clínicos y durante los embarazos abortos o infestaciones congénitas de los recién nacidos debido a primo infestaciones o reactivación de los quistes preexistentes. (1) Estudios en Córdoba muestran seroprevalencias en niños y en mujeres embarazadas del 51,7% y del 40,8% (8) y en otros trabajos realizados en hospitales de Buenos Aires en mujeres embarazadas del 17 al 51%, estimándose que se estaría reduciendo su presencia a nivel de las grandes ciudades. (9)
Recientes estudios en San Luis y Buenos Aires Argentina muestran que su presencia en las majadas caprinas es importante. (10,11) La provincia de Salta tampoco es la excepción ya que presenta una prevalencia general importante, comprometiendo no solo la producción animal sino también la salud de las familias que se ocupan de los caprinos. (12)
La crianza caprina ubicada generalmente en regiones marginales es de gran importancia para los pequeños productores hasta el punto de formar una fuerte asociación entre el hombre, la cabra y el medio ambiente. En la agricultura familiar del NOA también se ve reflejada esta asociación, donde la cabra además de producir leche y carne para el autoconsumo brinda a las familias la posibilidad de participar de las oportunidades económicas que otorga el creciente turismo y la afinidad por el queso de cabra que caracteriza a las poblaciones del noroeste argentino. (13) Considerando que la forma de cría generalmente extensiva varía entre ecorregiones y que a esto se le suman explotaciones comerciales semi-intensivas con mayor adopción tecnológica, es importante tratar de identificar factores de riesgo que predispongan a una mayor presencia de este parásito en las majadas y su consecuente perjuicio en la salud de las familias productoras. (1,14)
Debido a todo lo expuesto y considerando la importancia de esta parasitosis, el propósito del presente trabajo fue investigar su sero- prevalencia e identificar factores de riesgo asociados con la seroprevalencia de anticuerpos anti T. gondii en las majadas caprinas en diferentes ecorregiones de las provincias de Salta y Jujuy.
Materiales y métodos
ÁREAS DE ESTUDIO
Durante una visita a productores de 54 unidades familiares (UF) y 5 tambos comerciales (TC) que criaban caprinos en diferentes regiones de las provincias de Salta y Jujuy, se llevó a cabo una encuesta transversal. Las majadas relevadas estaban ubicadas en las ecorregiones de valles y quebradas áridas (VyQA, n= 33), del chaco semiárido (CS, n= 9) y de valles templados y pastizal serrano (VTyPS, n= 17). Fig 1
TIPO DE ENCUESTA Y CUESTIONARIO
La encuesta se realizó por conveniencia, seleccionando aquellas unidades productivas, que estaban dispuestas a recibir en su predio la visita de los encuestadores. En cada visita la encuesta comprendió un cuestionario al productor, además de la toma de muestras de sangre a sus caprinos.
A partir de la respuesta de los productores se completó una encuesta, donde se registraron datos generales, de manejo y sanitarios referidos a sus majadas como: existencias caprinas, ovinas y bovinas, número de gatos, biotipo predominante, fuente de agua de bebida, tipo de servicio, número de cabritos destetados sobre cabras en servicio, sistema de manejo, suplementación, si ordeña, tasa de mortalidad, porcentaje de abortos, si realiza rutina de desparasitaciones e inoculación de minerales y si suministra sal.
TOMA Y ANÁLISIS DE MUESTRAS
Las muestras de sangre se tomaron abordando la vena yugular, un total de 1248, variaron de acuerdo con el total de caprinos, en promedio por majada estudiada fueron 21,1 muestras (máx.= 111 y mín.= 10). Las muestras fueron extraídas de hembras con más de un parto debido a que las cabras constituían numéricamente ala mayor parte de la majada. Seiscientos veinte y nueve sueros (30 majadas) se utilizaron para el diagnóstico de anticuerpos contra Toxoplasma gondii, se procesaron mediante la técnica de inmunofluorescencia indirecta (IFI), cuyo título de corte fue de 1/100, de acuerdo al procedimiento descripto por Gos et al. (2017) y 619 sueros (29 majadas) fueron procesados mediante el test de ELISA indirecto (ID screen® Toxoplasmosis Indirect Multi-especies) de ID Vet Innovative Diagnosis, según las recomendaciones del fabricante para detectar anticuerpos específicos contra T. gondii. ; el punto de corte fue el porcentaje de reactividad
≥40 = ODm – ODCNeg / ODCPos−ODCneg *100 considerando negativo a los menores o iguales al 40%, dudosos entre 40 y 50% y positivos a los mayores o iguales al 50%.
Normas éticas:
En todo momento se respetaron las normas bioéticas y los derechos de los animales durante los muestreos del ensayo.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
La majada se consideró positiva cuando se halló al menos un animal positivo, pero para determinar los factores de riesgo, se consideraron como casos positivos aquellas majadas con una prevalencia mayor o igual a un 20% y como casos negativos o bajos epidemiológicamente los de seroprevalencia nula o menores a un 20 %. Este valor se
determinó a partir del promedio de seroprevalencia y para disminuir probables sesgos originados por el uso de las dos técnicas diferentes. Todas las respuestas del cuestionario se incluyeron en el análisis estadístico univariado como variables independientes, utilizándose el Chi-cuadrado y el Odds Ratio (OR) para probar la asociación entre los
casos positivos a T. gondii expuestos a las diferentes variables.
Las variables categóricas analizadas fueron ecorregión, sistema de manejo, fuente del agua de bebida, suplementación, biotipo, tipo de servicio, presencia de ovinos, presencia de bovinos, ordeña o no, apli- ca mineralizantes inyectables o en batea, si desparasita o no y la téc- nica utilizada: IFI o ELISA (Tabla 1). Las variables cuantitativas trans- formadas en categóricas fueron número de gatos/ total de cabras ≥ 1,1% o menor, total de cabras madres, porcentaje de abortos ≥ al 10% o menor, número de cabritos/cabras en servicio ≥85% o menor, tasa de mortalidad ≥15% o menor (Tabla 2)
Aquellas variables que resultaron con un nivel de significancia del 0,15% se las incluyó como regresoras en un análisis de regresión logística para determinar qué factores podrían considerarse predictores de una prevalencia a nivel majada de seropositividad a T. gondii ≥20%. La asociación de las variables categóricas con la presencia/ausencia de una seroprevalencia ≥20 % de T gondii fueron representadas e integradas gráficamente como puntos en el espacio mediante análisis de correspondencias múltiples. Los análisis se realizaron mediante el paquete estadístico de Info Stat y el nivel de significancia estadístico
fue p <0,05 (15).
CUESTIONARIO
Resultados
En promedio, la existencia caprina de las majadas fue 114,1 ±124,5 animales (UF= 86,7 y TC= 315,8) sin tener en cuenta los cabritos menores de 2 meses de edad debido a que su número variaba de acuerdo a la época de las visitas. El número medio de hembras en servicio fue de 94,1 ± 118,6 (UF= 68,4 y TC= 286,5).
Un 68% de los productores criaban ovinos con sus caprinos, con un promedio de 18,4 ±17,3 y solo un 38% tenían bovinos con un promedio de 33,6 ±24,0. El 75% de productores tenían gatos con un número promedio de 2,2 ±1,3 por majada con un rango mínimo de 1 y un máximo de 5 gatos. El promedio del porcentaje de gatos con relación al promedio total de cabras en servicio fue de 2,86 ±3,91 %.
El mayor porcentaje de las majadas (47,6%) estaba compuesto por el biotipo Anglo Nubian y sus cruzas de base Criollo, había majadas con predominio de biotipos Criollos (25,1%) y también sobre todo en los TC el biotipo predominante fue Saanen y sus cruzas con Criollo o Anglo Nubian (27,3%).
Las cabras se proveían de agua mayormente de vertientes y acequias (51%), directamente del río (20%) o de pozos mediante bebederos (29%).
Un 63% de los productores tenían un servicio continuo, mientras que los restantes practicaban un servicio estacionado y el promedio de cabritos por cabras al momento del servicio fue de 86 ±31.
En cuanto al sistema de manejo, el 21,6% practicaba un régimen semi intensivo y la mayoría restante un régimen extensivo (78,4%). Al 58% de las majadas se las suplementaba con grano, fardos u otros alimentos regionales alrededor del parto y en el ordeño o durante el invierno.
El 79,5% de los productores visitados ordeñaba sus cabras.
En lo que se refiere a pérdidas productivas debido al porcentaje de caprinos muertos anualmente, un 51,2% de los propietarios declararon una mortalidad superior al 15% y en lo referente a los abortos un 54,1% indicó que estos superaban en un año de parición el 10%.
Solo en el 28,6% de las majadas se aplicaban en forma inyectable mineralizantes o sales en bateas y en un 76,7% se desparasitaba en forma rutinaria a todos los caprinos.
Serodiagnóstico
De las 59 majadas visitadas el 67,8% de ellas tuvo al menos un caprino seropositivo, mostrando disímil presencia entre las UF (66,7%) y los TC (80%). La prevalencia media intra majadas fue de 20,14 ± 23,7% seropositivos con extremos de 5,0 y 83,9% y la prevalencia general, es decir el número total de positivos sobre el total de sueros analizados fue del 18,2% (95% IC: 15,9-20,6%). La figura 2 muestra el porcentaje de seropositivos a T. gondii y el número total de cabras en servicio de todas las majadas muestreadas discriminados por ecorregión.
Factores de riesgo analizados
La tabla 1 indica los resultados del análisis univariado de las variables categóricas y la tabla 2 los resultados de aquellas variables cuantitativas transformadas en categóricas.
A partir de los análisis univariados, los posibles factores de riesgos seleccionados fueron la presencia de gatos mayor al 1,1 % con relación al total de cabras en servicio, el ordeñe, el tipo de servicio, el sistema de manejo y los biotipos predominantes.
El modelo de regresión logística al que fueron sometidas estas variables se presenta en la tabla 3. La función explicativa del análisis resultante muestra que el porcentaje de gatos mayor al 1,1 % (p<0,0061) y la práctica de ordeñe (p<0,087) serían los factores predictores con un margen de error menor al 10% asociados a una prevalencia mayor al 20% de anticuerpos de T. gondii en las majadas estudiadas.
El análisis multivariado de correspondencias múltiples que explica en un 49,2% el posicionamiento espacial de las variables también muestra gráficamente una asociación entre el porcentaje de gatos mayor al 1,1 % y el ordeñe con una infestación por T. gondii mayor al 20% (Figura 3).
Discusión
Los presentes resultados evidencian la importancia de la toxoplasmosis en Salta y Jujuy, ya previamente descriptos por Dodero et al. (2019) (12) y demuestran que la región NOA no es la excepción en el país ya que otras encuestas llevadas a cabo en otros sistemas de cría caprina también hallaron majadas seropositivas (16,10,11,17,18)
Cabe mencionar que el uso e inclusión de dos técnicas analíticas diferentes podría introducir sesgos. Sin embargo, ambas pruebas a pesar de su alta sensibilidad y especificidad (IFI 96 al 100% y ELISA comercial 93-96%) tienen factores para tener en cuenta como la subjetividad en la lectura del IFI y aunque validado en Europa, faltaría la validación local del ELISA importado. (19) Para minimizar estos posibles sesgos y considerando que en un estudio de factores de riesgo importa que una majada este infectada dentro de ciertos parámetros determinados por la sensibilidad y especificidad, pero no tanto la prevalencia precisa de la misma es que se fijó el valor del promedio de prevalencia total, es decir del 20% de seropositivos en los análisis para ser asociados con los diferentes factores. Además de los análisis de sensibilidad y de estandarizar los posibles confusores, no se hallaron diferencias significativas en los valores de seroprevalencias entre ambas pruebas. (20-22)
Los resultados del presente trabajo, en principio a partir del análisis conjunto como en las estimaciones univariadas, muestran como principales factores de riesgo de infección con T. gondii a la presencia de gatos en un porcentaje mayor al 1,1% en relación con el número total de cabras (X2 7,71; p<0,005) y a la actividad de ordeñar las cabras (X2 8,11; p<0,004).
En cuanto al número de gatos y su relación con el total de cabras, el análisis de momios o de ventajas comparativas estimó una chance 5 veces mayor (OR 5,26) de favorecer una mayor presencia de cabras
seropositivas con un porcentaje alto de gatos. Una de las explicaciones es que independientemente del tipo de manejo o de explotación, la majada se encierra de noche, (23-24) a veces en corrales muy reducidos, lo que propiciaría el posible contacto de las cabras con las deyecciones de los gatos domésticos. Además, los partos en los corrales favorecerían la infección de los gatos a partir del consumo de placentas o de fetos abortados. También se podría relacionar el pastoreo de las majadas en lugares donde hay felinos salvajes (pumas y gatos monteses) pero esta presencia es frecuente en la mayor parte de todas las regiones estudiadas. (23,25)
Estudios realizados en Brasil y en Países Bajos en caprinos similares a la presente investigación muestran una relación positiva entre un número mayor a 10 gatos (26) o mayor a 1-4 a ≥ de 5 gatos (27) y la probabilidad de infección. También la simple presencia de gatos fue asociada a la prevalencia de anticuerpos para T. gondii en caprinos (28-32) y ovinos. (33,34) Contrariamente algunos trabajos no evidenciaron la presencia de gatos como factor de riesgo en rumiantes domésticos. (35-37)
El ordeñe resultó también como un factor de riesgo en los sistemas de producción caprina del NOA, con una probabilidad 13 veces mayor (OR 13,03) de favorecer un ≥ 20% de cabras seropositivas. Entre las explicaciones podríamos incluir que las cabras al ordeñarse se concentran más tiempo durante la mañana en los corrales hasta que terminan de ser ordeñadas y esto favorecería un mayor tiempo de contacto con las deyecciones de los gatos. También en lo que hace mayormente a las unidades familiares, que ordeñan directamente en los corrales de encierre, durante las visitas se observó la presencia de gatos bebiendo la leche de los primeros chorros que se arrojan al piso, posibilitando su infestación. (38) Gos et al. 2017 (11), halló en tambos caprinos de la provincia de Buenos Aires seroprevalencias intra majadas que iban del 19,2 al 100%.
El manejo de las majadas que solo involucró sistemas extensivos y semi-intensivos no tuvieron diferencias (p<0,12) como para ser considerados como factores de riesgo, así como el tipo de servicio (p<0,062), el tamaño de la majada (p<0,17), la suplementación (p<0,47), el bio- tipo racial (0,11), la presencia de ovinos o bovinos (p<0,81), la eco- rregión (p<0,21) o la fuente de agua (p<0,27). Se podría pensar que un mayor riesgo se podría asociar a un manejo más intensivo, con servicios estacionados, suplementación o con una menor diversidad genética, sin embargo, el encierre nocturno practicado en todas estas regiones podría ser la razón que unificara las posibles diferencias. El encierre en corrales fue evidenciado como factor de riesgo de contraer
T. gondii en el manejo de caprino, aunque asociado a la práctica de
feedlot (39). Los manejos extensivos de las UF comprendían aquellos que pastoreaban en los mismos predios todo el año y otros que realizaban trashumancia hacia los cerros en verano, (24,40) pero tampoco se hallaron diferencias significativas entre ellos y entre las diferentes regiones visitadas (p<0,216). Neto et al. (2008) (28) en Brasil y Tzanidakis et al. (2012) (41) en Grecia hallaron como factor de riesgo a los sistemas intensivos e semi intensivos respectivamente. También las majadas pequeñas y relacionadas con la crianza familiar, las fuentes de agua comunitarias, las razas puras o la presencia de bovinos han sido des- criptas previamente como factor de riesgo (30,35,37,39,42,43) .
La dosificación rutinaria con mineralizantes y antihelmínticos al total de la majada no se asoció significativamente con mayores niveles de seroprevalencia en nuestro estudio, aunque algunos trabajos si evidenciaron como factores de riesgo a la falta de suplementación mineral. (28,44) Posiblemente la suplementación mineral con los niveles de yodo indicados para regiones con carencias de este mineral como las quebradas y valles del NOA (25,45)permitirían una mejor respuesta inmune frente a la infestación por T. gondii. (46) La falta de asociaciones entre el índice de cabritos producidos o la tasa de abortos tendría su explicación en que muchas otras causas descriptas previamente tal vez más importantes estarían relacionadas a estos factores en las diferentes regiones del NOA. (47)
Conclusiones
Los presentes resultados muestran que las infecciones por T. gondii en las majadas caprinas en diferentes regiones de Salta y Jujuy presentan una prevalencia importante. La presencia de gatos en proporción al número de existencias y la práctica del ordeño serían factores de riesgo que predispondrían a las infestaciones con T. gondii en las majadas. Estos hallazgos preliminares que en mayor proporción se refieren a explotaciones familiares requieren estudios futuros donde se precise el verdadero riesgo sanitario a que estarían expuestas las personas y servirían de llamado de atención para que las autoridades llevaran a cabo campañas de prevención y concientización.