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Relaciones internacionales

versión On-line ISSN 2314-2766

Relac. int. vol.28 no.56 La Plata jun. 2019

 

ESTUDIOS

La imagen de China en el discurso económico de América Latina

Un estudio de frames en la CEPAL1

China’s image in the economic discourse of Latin America.
A framing study in ECLAC

Mariano Mosquera2


Resumen: El creciente protagonismo económico de China en América Latina y los actuales debates sobre la influencia negativa o positiva de China en la región contextualizan la presente investigación. El objetivo es describir la presencia y la orientación de China en el discurso económico de la publicación Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). La investigaciónarribó a dos conclusiones. Por un lado, pudimos establecer que la presencia de China no crece de manera uniforme en el tiempo. Y, por otro, que los encuadres de problemas y amenazas de China para con la región predominan en el período que va de 1998 a 2001. A partir del año 2002, los encuadres se centran en oportunidades.

Palabras clave: Discurso; Agenda; Framing; China; CEPAL.

Abstract: The context of this research is China’s growing economic role in Latin America and today’s debates about China’s negative or positive influence in the region. Its objective is to describe China’s presence and orientation in the economic discourse of the publication Panorama of International Insertion of Latin America and the Caribbean of the Economic Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC). Two conclusions are reached: first, China's presence does not grow uniformly over time; and, second, the frames of China's problems and threats to the region are predominant in the 1998-2001 period. As of 2002, the frames focus on opportunities.

Key words: Discourse; Agenda; Framing; China; ECLAC.

DOI: https://doi.org/10.24215/23142766e059

1 Recibido: 16/03/2019. Aceptado: 24/06/2019

2 Investigador y profesor de la Universidad Sun Yatsen en la República Popular China. Es Doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y autor del libro “China: Transparencia y Pragmatismo” (Educc, 2018). E-mail: mosquera@mail.sysu.edu.cn


1. Introducción

La presente investigación tiene como objetivo general identificar la presencia y la orientación de China en el discurso económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La CEPAL fue establecida por la resolución 106 (VI) del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas el 25 de febrero de 1948 y comenzó a funcionar ese mismo año. Esta organización es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede central se encuentra en Santiago de Chile. Se fundó para “contribuir al desarrollo económico de América Latina, coordinar las acciones encaminadas a su promoción y reforzar las relaciones económicas de los países entre sí y con las demás naciones del mundo”, según expresa la descripción institucional de sus estatutos. Como puede observarse en dicho texto, se trata de una institución que tiene una clara intención de influir sobre las políticas públicas de los países de la región.

La CEPAL ha tenido una relevancia muy preponderante en el discurso económico de América Latina desde su fundación (Bielschowsky, 1998). Diversos enfoques sobre la realidad y proyección económica latinoamericana, que se desprenden de los mecanismos de investigación y comunicación de esta institución regional, han tenido un marcado impacto en distintas audiencias de decisores políticos (Iglesias, 2006, p. 8). Entre estos procesos de investigación, se destacan la Unidad de Comercio Internacional y la División de Comercio Internacional, Transporte y Financiamiento con su correspondiente publicación Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe (PII). Esta publicación está destinada a decisores enmateria de política económica internacional y se difunde desde el año 1996. En el presente estudio, dicho informe constituye un objeto de investigación relevante en el marco del discurso económico de la CEPAL y, por tanto, de la región.

Dos situaciones de contexto enfatizan el objetivo de identificar a China en el discurso económico de la CEPAL y, en particular, en la publicación PII. Primero, la creciente presencia económica de China en la región (Fernández y Hogenboom, 2007), desde las medidas de reforma y apertura de diciembre de 1978 en el gigante asiático. Segundo, el debate sobre la posible influencia positiva o negativa de esta presencia de China en América Latina (Chaponniere y Salama, 2016). A partir de estas dos situaciones contextuales, definimos los dos objetivos específicos de la presente investigación: por una parte, identificar la evolución en el tiempo de la presencia de China en el discurso de PII de la CEPAL y, por otra parte, identificar la orientación de los frames3 sobre China en dicho discurso. En este sentido, nuestra investigación está guiada por una pregunta central: ¿cuál es la imagen de China construida en el discurso económico de PII de la CEPAL, teniendo en cuenta que presencia y orientación son las dos variables que integran la imagen?

A partir de una profundización de estas dos situaciones del entorno, definimos dos hipótesis descriptivas. Hipótesis uno: El tema China evoluciona en el tiempo de forma creciente en el discurso de PII de la CEPAL. Hipótesis dos: Los atributos relacionales (frames) sobre China en el discurso de PII de la CEPAL combinan orientaciones como problemas-soluciones o amenazas-oportunidades para América Latina.

La primera hipótesis se fundamenta en que la evolución de la relación económica entre China y América Latina ha sido creciente en los últimos cuarenta años (Gallagher y Porzecanski, 2008); mientras que la segunda se basa en la existencia de un continuo debate sobre el impacto negativo o positivo de China en la región (Pastrana Buelvas y Vera Piñeros, 2017; Armony y Pérez-Liñán, 2017), y se apoya en un supuesto sobre el concepto de orientación: las audiencias no expertas son más proclives a incorporar información orientada de manera asociada (D’Adamo, García Beaudoux y Freidenberg, 2007). Una definición sobre PII desde el marco teórico de la agenda nos permitirá caracterizar a su audiencia en estos términos y, además, suponer que toda intención de ejercer influencia —por medio de frames— se encuentra en relación con la información previa de dicha audiencia. Si bien toda forma comunicativa intenta persuadir a sus destinatarios, en este caso nos indicará algunos procesos particulares de orientación (como atributos relacionados) que buscamos comprobar empíricamente. Es esta orientación particular la que nos permite inferir una categorización como problema-solución o amenazas-oportunidades de China para con América Latina.

El segundo apartado del presente artículo de investigación revisa los antecedentes referidos a la creciente influencia económica de China en la región, poniendo énfasis en los debates sobre las implicancias negativas y positivas. Luego se mencionan algunos antece-dentes clave relacionados a este trabajo, tanto desde lo teórico (imagen, agenda y framing) como desde lo metodológico (análisis de frecuencia léxica, estudios de concordancia y distribución).

El tercer apartado define desde el marco teórico de agenda —siguiendo fundamentalmente el trabajo de Aruguete (2015)— los conceptos centrales del presente artículo. Se especifican los distintos niveles de análisis y su relación con la investigación. La particular articulación conceptual permite aplicar de forma innovadora distintas herramientas metodológicas, además de la propia originalidad teórica que implica el enfoque de framing en la forma que aquí se utiliza —aplicado a un objeto de estudio que no deriva de un medio de comunicación tradicional.

El cuarto apartado detalla el método utilizado para llevar a cabo la investigación. Esta sección busca precisar la unidad de contexto, la unidad de análisis y las distintas formas de abordar esta última con análisis de contenido (Krippendorff, 1990). Sin embargo, la investigación combina análisis de frecuencia léxica, concordancia y distribución ponderada con recursos de autoridad, superando así los análisis de contenido más tradicionales (Kolbe y Burnett, 1991). De esta forma, alcanzamos un abordaje que nos permite realizar mediciones, cálculos, estimaciones e inferencias sobre nuestro objeto de investigación, la publicación PII.

El quinto apartado expone los resultados del proceso de investigación con diversos tipos de descripciones. Y, finalmente, en la sexta sección se presentan las conclusiones sobre la presencia y la orientación de China en el discurso analizado.

La presente investigación no tiene antecedentes similares, dado el enfoque utilizado sobre el tipo de objeto. Si bien el análisis sobre la construcción de la imagen de una nación—y su justificación por el impacto de dicha imagen en la economía y la política— y el enfoque del framing son muy utilizados, Ospina Estupinan (2017) ha demostrado que los medios de comunicación de América Latina no son los mejores objetos para obtener una visión latinoamericana de la construcción de la imagen sobre China4. Es por esto que nuestra propia definición técnica de framing se aplicará sobre un objeto que no es un medio de comunicación tradicional, pero sí un informe representativo del discurso económico latinoamericano.

 

2. Antecedentes

Si bien el crecimiento de China ha sido comúnmente relacionado con dimensiones materiales y económicas, la caracterización de China y de sus relaciones internacionales no se agota en tales dimensiones. O, dicho de otro modo, toda caracterización económica de las relaciones internacionales de China es interpretada en el marco de otro tipo de implicancias, positivas o negativas (Zhang y Wang, 1988; Choo, 2009; Cheng, 2006; Yu, 2015). Se dice que el ascenso vertiginoso de China es cuantitativa y cualitativamente superior al de las demás potencias emergentes. Por tal motivo, se afirma que el auge de China como gran potencia —y posible superpotencia al devenir del presente siglo— representa un desafío comparable al que significó el ascenso de Alemania para el orden mundial del siglo XX (Friedberg, 2012, p. 237-244; He, 2015, p. 209-212). Es decir, el crecimiento económico chino tiene claramente connotación geopolítica. En particular, y de interés para esta investigación, la influencia de China en América Latina ha sido vista como un elemento central de los estudios internacionales recientes. Con relación a ello, Serbin (2017, p. 77) afirma que

la región es objeto de la atención creciente de algunos actores externos relevantes y desarrolla sus propias narrativas, eventualmente con referencia o en articulación con narrativas de protagonistas más poderosos del sistema internacional. Sin duda, China ha devenido uno de ellos -como antes lo fueron los Estados Unidos y los países europeos- y sus relaciones con América Latina y el Caribe se han convertido en un factor importante a la hora de analizar el efecto de los cambios sistémicos en la situación regional.

Muchos estudios han analizado cómo la creciente participación de China en las eco-nomías latinoamericanas —en materia de comercio exterior e inversiones fundamentalmente— tiene o puede tener implicancias positivas o negativas para los países de la región.

En materia de comercio exterior, se han destacado los estudios que caracterizan a China como dinamizador de las exportaciones (Giordano, Michalczewsky y Ramos Martínez, 2018), pero, por otro lado, también se encuentran las investigaciones que resaltan los problemas de déficit comercial (Dusssel Peters y Jenkins, 2009), dependencia (Song y Wagner-Brizzi, 2014) y el efecto de la reprimarización de las economías latinoamericanas (Marchini, 2017). En cuanto a las inversiones, estudios como los de CEPAL (2015) se centran en mostrar el acelerado crecimiento de las inversiones chinas en la región y proyectar sus tendencias (Casanova, TaoTao y Chen, 2016). De manera positiva, se resalta la relación existente entre las inversiones y el desarrollo de infraestructura (Dussel Peters, 2017). Por otra parte, ciertas investigaciones identifican sectores económicos de destino de las inversiones y, de forma comparativa, buscan establecer ciertas jerarquías de sectores para la región o por países (FLACSO-CAF, 2014). En estos estudios se destaca la concentración de las inversiones chinas en recursos naturales o en materias primas (CEPAL, 2013). También son comunes ciertas alertas sobre impactos negativos socioambientales (CEPAL, 2015), de reproducción de asimetrías y de control (GP, 2014) o de establecimiento de condiciones5 (Gallagher, Irwin y Koleski, 2013). Incluso, son reiteradas las menciones de una vocación china de influencia geopolítica —en la disputa por la hegemonía norteamericana— en autores como Shambaugh (2013). Para la presente investigación, partimos de la suposición de que este tipo de debate puede estar presente en el discurso económico de PII de la CEPAL, dado que toda caracterización económica de las relaciones internacionales de China suele mostrar este patrón de implicancias positivas o negativas, como oportunidades o amenazas.

Si bien los diversos estudios latinoamericanos sobre China construyen una determinada imagen nacional sobre este país, no se han podido relevar investigaciones que sistematicen este tipo de construcción tomando como unidad de análisis artículos académicos o informes institucionales de organismos de investigación latinoamericanos. Algunos estudios y relevamientos, como los de Basile e Isernia (2015) o Fang y Chimenson (2017), han trabajado la percepción internacional sobre China pero no acotada al ámbito de América Latina. Sí existen —aunque pocos— estudios6 que refieren a la construcción mediática sobre China en América Latina, como el destacado trabajo de Ospina Estupinan (2017). Este antecedente tiene una marcada relación teórica y metodológica con la presente investigación al tratarse de un estudio de agenda, análisis de contenido y framing. Ospina Estupinan obtiene distintas conclusiones sobre aspectos positivos y negativos en cinco medios de comunicación de América Latina. Entre los primeros, menciona la economía y las inversiones, y entre los segundos, el medioambiente, los derechos de propiedad, la democracia y el desarrollo militar. Dicho trabajo trata de obtener una caracterización sobre China, a diferencia de nuestra investigación, que se centra en el problema-solución o la amenaza-oportunidad que China representa para América Latina. Ospina Estupinan, si bien trabaja sobre el enfoque de framing, no posee una definición técnica de frame y se limita a identificar, por medio de codificadores humanos, categorías y subcategorías subjetivas.

Finalmente, debemos mencionar la investigación de Mosquera (2018), la que analiza discursos con un método que combina análisis de frecuencia léxica, concordancia y distribución, constituyéndose en el antecedente metodológico más cercano a este estudio.

 

3. Marco teórico

Una agenda puede definirse simplemente como “la prioridad de ciertos temas en un contexto” (Shaw, 1977; Pasquier, 1994; Dearing y Rogers, 1996). Son los estudios de la agenda pública aquellos que han tenido un mayor desarrollo a nivel académico y, por lo tanto, los que han impulsado las definiciones que son aplicables a otros ámbitos de estudio. Esta investigación adapta conceptos de esta tradición de estudios en ciencias sociales a nuestro objeto específico: el discurso económico de PII de la CEPAL. Como muchos estudios de la agenda pública, nos centramos en el seguimiento de un tema particular (Winter y Eyal, 1981) —China, en este caso— para llevar a cabo diversos análisis que se corresponden con distintos enfoques de esta área de estudios.

La clásica hipótesis propuesta por Bernard Cohen (1993, p. 13) acerca de que los medios de comunicación no nos dicen qué debemos pensar, pero sí nos dicen sobre qué hay que pensar, es un importante punto de partida, ya que nuestro interés específico en “temas” está basado en esta idea. Los temas son conceptualizaciones abiertas y otorgan un marco para la significación7, sin influir necesariamente en la transmisión de su lógica interna de razonamiento. Es decir, la prioridad de ciertos temas por sobre otros (Fishman, 1983) es una de las principales influencias de todo proceso comunicativo8, independientemente de los diversos argumentos que puedan contener dichos temas. De forma estricta, un tema debe ser lo más contextual posible, sin indicar qué pensar sobre él. O, dicho de otra forma, debe habilitar el mayor universo posible de opciones para pensar sobre el tema en cuestión. En nuestro caso de investigación, un tema como “China” se define de acuerdo a este criterio. Por ello, un primer análisis de esta investigación se relaciona con la medición de la presencia de China en el discurso económico de PII de la CEPAL, siguiendo así el planteo de Kiousis (2004), quien destaca que un objeto debe ser evaluado en relación a los otros y, sobre todo, de acuerdo al criterio de prominencia, que se define por la frecuencia de su aparición.

Un segundo tipo de análisis en la presente investigación se encuentra relacionado con el segundo nivel en los estudios de la agenda pública, el cual identificó que los medios de comunicación enfatizan rasgos recurrentes y definió lo que se denomina una agenda de atributos (McCombs y Evatt, 1995; Nye, 2004). Así, en nuestra investigación, dentro del tema China, se destacan ciertos sub-temas como atributos. Un sub-tema, si bien todavía puede ser identificado como contextual, es más específico que el tema que lo contiene. Esto le asigna al sub-tema una mayor carga argumentativa; es decir, acota el universo de posibilidades para pensar al tema.

Para el desarrollo de esta investigación, realizamos la identificación de los sub-temas del tema China desde el enfoque del framing. Para la identificación de frames (marcos o encuadres, en su traducción más común), no alcanza con identificar la frecuencia de aparición de un sub-tema, ya que un frame genera una especie de mapa cognitivo en las audiencias, sobre todo ante temas inciertos (Mc Commbs y Weaver, 1973). Esto significa que una alta relevancia con una alta incertidumbre (como suponemos en el caso del tema China) es la perfecta combinación para una alta necesidad de orientación, por medio de frames, en las audiencias (Brosius y Kepplinger, 1992). De este modo, la idea de mapa cognitivo posee una forma especial que requiere de una mayor profundidad en este punto del marco teórico.

La construcción de la orientación por frames también puede verse como una serie de argumentos convincentes (Bantimaroudis, Ban y Kiousis, 1999) que definen el tema que los abarca. Un giro importante en la teoría es que estos argumentos son convincentes justa-mente porque la orientación se define en relación con cierta información previamente existente en las audiencias. Es decir, la comunicación puede orientar a través de frames, suponiendo que estos encuadres tienen una adecuada relación con aquellas etiquetas de información que son más accesibles para las audiencias. Esto es predominante en las audiencias no expertas —como las que suponemos son las destinatarias de la publicación PII—, las que se diferencian de una audiencia experta capaz de utilizar la información previa con un sentido crítico sobre la fuente (McLeod, Becker y Byrnes, 1973). El supuesto que se establece es que, si el público constituye una audiencia no experta, la orientación estará presente en la comunicación de una forma particular: mediante estímulos que favorecen la asociación semántica de conceptos (D’Adamo, García Beaudoux y Freidenberg, 2007). Esto es así ya que la accesibilidad por asociación es la más intuitiva y limitada. Si PII está destinada a una audiencia no experta, la construcción de frames estará centrada en la relación semántica de atributos para activar asociaciones en la memoria de su audiencia9.

Kim, Scheufele y Shanahan (2002) denominan este proceso preactivación de atributos y lo relacionan con la sincronización entre el criterio de orientación de la comunicación y la evaluación que realizan las audiencias sobre el tema (Behr y Iyengar, 1985). En su ar-tículo, Kim, Scheufele y Shanahan (2002, p. 12) afirman que “ciertos atributos de los temas enfatizados en los medios devienen dimensiones significativas de evaluación de los asuntos entre el público”. En definitiva, así es como McCombs y Ghanem (2001, p. 68) llegan a una definición estricta de frame y lo definen como “una agenda con un número de atributos temáticamente relacionados para crear la imagen de un objeto particular”. Esto, reiteramos, al utilizar la preactivación de etiquetas de información asociadas en la memoria de las audiencias. Se trata, ni más ni menos, de la creación de significados sociales en los destinatarios, mediante la utilización de lo que en ellos existe con anterioridad. En este sentido, Aruguete (2015, p. 136) afirma que “existen esquemas de pensamiento disponibles en la memoria que interactúan con los mensajes noticiosos. Cuando las huellas de tales encuadres entran en relación con esos esquemas individuales se produce la aplicabilidad”. Amadeo (2008) también señala que la forma de presentar los temas será acorde a las ideas subyacentes compartidas por las audiencias10. Los frames son, por lo tanto, principios organizati-vos compartidos socialmente que trabajan de manera simbólica para estructurar el mundo social de modo significativo (Reese, 2007). En este mismo sentido, Tankard (2001) agrega que los frames no actúan a nivel de contenido, sino que proveen un contexto de organiza-ción. Por su parte, Entman (1993) menciona que los frames son atributos relacionados que definen una orientación en el sentido de problemas y soluciones, amenazas y oportunidades. Este último aporte es muy significativo para nuestra investigación, ya que nos acerca a la categorización inductiva de nuestros propios frames. Por otro lado, Kunczik (1997) se centra en la inferencia que realizan las audiencias sobre las relaciones entre distintos atributos en la construcción de la imagen de una nación: amistad, cooperación, hostilidad, potencial invasor, control y explotación.

Un paso desde el modelo de agenda y de la hipótesis de Cohen (1993) a un esquema de frames implica entender que “las noticias no sólo son exitosas al decirnos sobre qué pensar, sino que además son capaces de decirnos qué y cómo asociar” (Gou, 2014, p. 113). Lang (2002) menciona algunos procesos clave del framing: el encoding, como codificación del mensaje en atributos relacionados, y el storage, cuando el mensaje entra en conexión con la información previa de las audiencias por medio de la asociación. Lo que queremos enfatizar es que una vez almacenada la relación entre dos o más atributos de un tema, la capacidad de sostener dicha conexión a largo plazo depende de que estos puedan ser activados en tándem (Gou, 2014). Es por esto que la agenda no transmite simplemente la prominencia de ciertos atributos, sino que se trata de un proceso de construcción a partir de la activación de asociaciones en tándem.

El framing pone el acento en marcos, como atributos relacionados semánticamente, que actuarán reforzando las asociaciones aceptadas en la comunidad no experta; por ello podemos afirmar que constituye un mapa cognitivo y, a la vez, un argumento convincente. Es de esta manera como concebimos, en nuestra hipótesis de investigación, a los frames sobre China en el discurso económico de PII de la CEPAL.

En ese sentido, podemos afirmar que toda consecuencia de condicionamiento cognitivo11, de conocimiento a largo plazo, actitudinal y de comportamiento de una cierta agenda sobre una audiencia no experta está basada en dos aspectos clave de la comunicación:

1. Una mayor cobertura de un tema o sub-tema orienta a las audiencias a considerar que este tiene una mayor importancia (Canel, Llamas y Rey Lennon, 1996, p. 19; Igartua y Humanes, 2004).

2. La agenda es una construcción de una realidad de segunda mano (Lippmann, 1991, p. 12; McCombs y Valenzuela, 2007, p. 45), no experiencial, pero con conexiones con la información asociada ya existente en la audiencia de destino (Berelson, Lazarsfeld y McPhee, 1954, p. 248; Festinger, 1957).

A partir de estos aspectos destacados, es de esperar que el discurso de PII de la CEPAL defina una agenda basada en la frecuencia de China y de determinados sub-temas sobre China y que, además, produzca asociaciones entre los atributos de China para generar cierta orientación en la forma de problema-solución o amenaza-oportunidad para América Latina.

 

4. Metodología

La PII es un informe institucional de la CEPAL. Es importante describir esta modalidad de comunicación a los fines de interpretar, de la manera más precisa posible, el género discursivo específico (Dudley-Evans, 1996) que sometemos a análisis en esta investigación. Un informe institucional no es un artículo académico, pero tampoco es una noticia de un medio de comunicación. Se trata de un trabajo de investigación que busca alcanzar comunicativamente determinada audiencia, no restringida a la comunidad científica. En este sentido, la propia publicación PII, en su primera presentación de 1996, afirma:

Con esta nueva publicación periódica, la Secretaría de la CEPAL espera iniciar un proceso de seguimiento de las características de la inserción de los países de la región en la economía internacional, de los instrumentos de la política comercial que pueden utilizarse para mejorarla en el marco de los compromisos multilaterales y regionales, y de los factores que influyen en la demanda, tanto en los mercados de los países industrializados como en los mercados de las grandes empresas transnacionales.

Si las audiencias, los destinatarios, nos ayudan a definir el tipo de género comunicativo (McEnery y Wilson, 2001), en este caso observamos que se trata de una audiencia de líderes en materia de economía internacional, como políticos y asesores de políticas públicas12.

Nuestro marco teórico de agenda pone el énfasis en la definición de las audiencias ya que —como hemos visto— la influencia de una agenda no se produce de manera lineal, si no que toda comunicación transmite la relevancia de ciertos atributos en conexión con la información asociada que ya poseen los destinatarios. En su investigación, Klapper (1986) señala que la identificación precisa de la audiencia incluye elementos de identidad (en este caso, interesados en relaciones económicas internacionales) y la imagen que esta tiene sobre la fuente (podemos relacionarlo con un cierto prestigio asociado a la CEPAL). El primer punto sirve para identificar cierta información previa que pueden tener los destinatarios y que suponemos será reforzada por la PII. En el segundo punto, la búsqueda activa de información (Schoenbach, 1991, p. 128) de la audiencia en PII puede indicarnos un alto grado de condicionamiento de la agenda sobre dichos destinatarios (Bartels, 1996). Weaver (1991) menciona tres elementos clave de las audiencias: su interés general (relaciones económicas internacionales, para el caso de nuestra investigación), su incertidumbre respecto al tema (China, en este caso) y el esfuerzo requerido para atender el mensaje (el tipo de género de PII). Estos puntos son muy relevantes ya que definen el alcance de nuestro análisis. Nuestra metodología —centrada en el framing— se supone efectiva si se trata de una audiencia interesada y ejecutiva, pero también si se trata de un público que no es experto. PII es una publicación que evita el lenguaje inaccesible, pero al mismo tiempo utiliza recursos científicos (Hunston, 1996). Ha sido difundida desde el año 1996 (desde 1998 está disponible en formato electrónico), lo que nos permite realizar un seguimiento en el tiempo13 de la presencia y la orientación de China en el discurso de PII de la CEPAL. Definida, entonces, nuestra unidad de contexto, nos centramos ahora en la unidad de análisis de la presente investigación. Partimos de una concepción del discurso como las distintas articulaciones narrativas que permiten inferir la intención de quien lo produce (Ducrot, 1986). En este sentido, el discurso económico de PII de la CEPAL tiene ciertas particularidades que fueron considera-das en la construcción del corpus. Como hemos mencionado con anterioridad, se trata de un género discursivo que está a mitad de camino entre lo académico y lo noticioso. Un texto con lenguaje accesible, pero, a la vez, con muchos recursos de autoridad propios de los textos científicos, como citas y datos. Dada la necesidad de relevar dichos recursos asociados al tema China, se tomaron como referencia los párrafos. De esta forma, el corpus (nuestra unidad de análisis para estudiar frames) se compone de todos los párrafos que mencionan el tema China en todas las publicaciones electrónicas de PII desde el año 1998 hasta el año 2018.

Metodológicamente, el primer análisis de esta investigación requiere identificar el tema China en la unidad de contexto (el token “China” es la unidad de análisis para el primer objetivo) y realizar ciertas operaciones de representación de dicho tema en tal contexto. Sin embargo, la construcción de los frames, para su seguimiento y análisis, requerirá de una metodología más compleja. La primera aclaración que debemos realizar es que dichos frames son categorizados inductivamente. Esto significa que la propia metodología hará explícita una valoración a partir de las relaciones entre los atributos del tema China14. Todo atributo relacional será integrado a categorías negativas o positivas —según lo descripto en los antecedentes—, conformando así su identificación como amenaza u oportunidad para con América Latina15.

¿Cómo se identifican los frames en esta investigación? Primero, se relevan aquellos sustantivos (como unidad de sub-temas)16 en el 10% de la distribución superior de frecuencia léxica del corpus. Segundo, solamente se consideran los sustantivos comunes (se evita-ron nombres propios o términos de estudios de entidades) que representan una proporción igual o mayor que el 10% de la frecuencia del tema China para ese año. Tercero, se construyen matrices de concordancia17 por año, para observar la relación de los sub-temas entre sí —cantidad de participaciones de un sub-tema en el contexto de otro sub-tema. Finalmente, se aplican algoritmos de distribución18 y se ponderan19 las relaciones de acuerdo a dos tipos de recursos de autoridad: citas (autores) y datos (evidencia). El gráfico resultante se construye sobre matrices relativas, es decir, sobre la relación (en base mil) entre el valor absoluto de la matriz de concordancia ponderada y el corpus para ese año.

Para concluir este apartado metodológico, nos parece relevante mencionar que Kiousis (2004), en el marco de los estudios de agenda, destaca el criterio de atención —además del de prominencia— para reflejar la relación de la frecuencia con aquellos elementos que centralizan términos en la narración20. De la misma forma, nuestra metodología se enfoca en contextos semánticos para inferir la orientación de una determinada agenda de atributos relacionales que ocupan el lugar central en la narración. Se supone, según nuestro marco teórico, que un strong point de un argumento sobre un tema tendrá una alta frecuencia (repetición, cantidad de cobertura), se encontrará en contextos de alta frecuencia (legitimación combinada, sin considerar la relación sintáctica), y será reforzado por recursos de autoridad. Esta es, entonces, nuestra definición técnica de frame. Para analizar los resultados obtenidos, se utilizan conceptos de la teoría de grafos (West, 2002), como la identificación de sub-grafos que reflejan patrones, por densidad, en el marco de la distribución de los atributos. Siguiendo a Entman (1993), consideramos que la centralidad de elementos en un contexto permite la inferencia como problema o solución. Además, tomando el planteo de Eilders (2000), es clave para nuestro análisis tener en cuenta la perseverancia de un tema (persistence) y si se mantiene o no su encuadre a lo largo del tiempo (consonance).

5. Resultados

A partir del análisis de frecuencia léxica del tema China obtuvimos el gráfico que aparece a continuación. Hemos calculado las menciones sobre el tema “China” en relación con los tokens totales de la unidad de contexto para cada año.

Gráfico 1: Frecuencia relativa del tema China en la publicación PII de la CEPAL de 1998 a 2018

Fuente: Elaboración propia en base a PII de la CEPAL (1998 a 2018)21.

Como puede observarse, el crecimiento de China en el discurso económico de PII de la CEPAL no se da de manera uniforme. Luego de una muy baja presencia en el período 1998-2001, el tema crece de manera abrupta en los años 2002 y 2004. Picos similares de alta actividad se encuentran en otros dos períodos: 2010-2011 y, sobre todo, 2015-2016. Las etapas entre 2005 y 2009, entre 2013 y 2014, y entre 2017 y 2018 registran un volumen que puede considerarse normal, por ser el más frecuente. Una interpretación en conjunto con el análisis de frames permitirá obtener precisiones sobre los mencionados picos de alta actividad.

La identificación de frames permite distintos tipos de análisis, especialmente por año o períodos de tiempo que involucran dos o más años. En el año 1998, resaltan frames referidos a un problema con China: el dumping en las importaciones que América Latina realiza desde China, sobre todo en productos textiles. Si bien en el año 1999 se repite este frame, aparece más balanceado con cierta oportunidad de desarrollo que puede brindar China. Esto se relaciona con las exportaciones, aunque sin tener este elemento una centralidad en el frame. El año 2000 marca un claro contexto de crisis y menciona la necesidad de apertura de la región, mientras que en el año 2001 no se registran referencias a China. Este período que va desde 1998 a 2001, está marcado por el escaso volumen de datos y los problemas de América Latina en su relación con China. Es marginal la potencial oportunidad de China para la región.

A partir del año 2002, el volumen de datos crece exponencialmente, alcanzando un pico extraordinario en el año 2004. Este crecimiento se da con frames que ponen en el centro de la escena la oportunidad de exportaciones de América Latina hacia China. El 2004 se centra en el comercio con China y, por primera vez, menciona la función relevante de las empresas.

Desde el año 2005 al 2009 se repiten los valores del año 2002. Estos años continúan con la centralidad de las exportaciones, aunque con ciertos matices. El año 2005 incluye el sub-tema de los acuerdos de libre comercio. En el año 2006, se agrega la oportunidad de la exportación de servicios y se hace referencia a la Inversión Extranjera Directa (IED) de China en la región. El comercio (mucho más centrado en las exportaciones, dada la demanda china), la IED y la función relevante de las empresas se repiten en este período de oportunidades. Incluso la crisis financiera del año 2008 es vista como una oportunidad para la relación entre China y América Latina. Si bien desde el año 2002 es claro que PII se centra en las oportunidades de China para con la región, en el año 2005 y el 2009 se mencionan dos elementos problemáticos: la necesidad de exportar manufacturas y no solamente bienes primarios; y, de forma relacionada, el creciente déficit comercial con China. Estos dos elementos se repiten en el año 2011. También en el 2018 se especifica el problema de la exportación de minerales.

En el año 2010 y 2011, se vuelve a generar un pico de actividad superior al considerado normal. Esto se da por un exacerbado optimismo en las exportaciones a China y en las inversiones de China en América Latina, en este orden de prioridad según la centralidad de estos dos elementos en los frames de dichos años.

El período 2013-2014 muestra una meseta entre dos picos de alta actividad. Esta meseta no introduce modificaciones al patrón de destacar al comercio y referir al necesario fortalecimiento del actor empresa y el sector servicios. El año 2013 reitera el sub-tema de los acuerdos de libre comercio.

En los años 2015 y 2016 se produce un pico de alta actividad, para luego regresar a los valores normales en el 2017. Este pico, si bien repite el patrón de optimismo —y centralidad— en las exportaciones y las inversiones, agrega un notorio concepto de “cadenas de valor” que se relaciona con la deseada implementación de acuerdos en la forma de integración productiva y con vistas a desarrollar el comercio exterior con China. Los años que exhiben un alto volumen de datos muestran una mayor relación entre el comercio, su creci-miento y el impacto posible en el desarrollo.

En general, la gran mayoría de los años del período de oportunidades (2002-2018) contienen alguna referencia —aunque sea mínima— a los problemas de precios en el intercambio (y al efecto de esto en el déficit comercial) y a la concentración de las exportaciones22 (el problema de la reprimarización de la economía de América Latina con su efecto, también, sobre el déficit comercial).

A continuación presentamos una línea de tiempo que integra la identificación de frames —con elementos clave—para todo el período de investigación23.

Luego del análisis descriptivo de frames, resulta apropiado regresar a la interpretación sobre los picos de alta presencia de China en el discurso de PII. Estos picos, que exceden los valores normales, se relacionan con consideraciones muy optimistas sobre las oportunida-des que China brinda a la región. En particular, en los años 2002 y 2004, sobre oportunidades de exportación ,y en los picos 2010-2011 y 2015-2016, relacionadas a oportunidades de exportación e inversión.

Gráfico 2: Distribución, grado y elementos clave de frames por año en PII de la CEPAL

 

6. Conclusiones

La presente investigación demuestra que no se cumple nuestra primera hipótesis, pero nos permite sostener la segunda. Hemos constatado que la falta de cumplimiento de la primera hipótesis está ligada al cumplimiento de la segunda hipótesis. Esto es así ya que no hay un crecimiento uniforme en el transcurso del tiempo de la presencia de China en el discurso de PII de la CEPAL que se relacione, de forma directa, a la creciente influencia económica de China en la región. La presencia de China en PII está conectada con interpretaciones sobre el contexto de oportunidades y estas son variables, tal como se esperaba en la formulación de la segunda hipótesis sobre la orientación del discurso.

De todas formas, nuestra segunda hipótesis suponía —aunque implícitamente— una mayor referencia a elementos negativos (problemas o amenazas) y positivos (soluciones u oportunidades) de forma balanceada para los mismos años de análisis. Por el contrario, hay períodos de tiempos muy marcados en los cuales predominan los problemas y se realizan referencias marginales a las oportunidades (1998-2001); y, por otra parte, en los que predominan las oportunidades y se hacen referencias marginales a los problemas (2002-2018). El salto de un período a otro tiene una razón muy específica en PII: el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) el 11 de diciembre de 2001. Este acontecimiento representa la integración de China en el mundo y sienta las bases para analizar las oportunidades de una China integrada en los marcos institucionales de relevancia para la región de América Latina (CEPAL, 2002, p. 26). En el período de oportunidades son solamente dos los principales ejes de problemas: el déficit comercial y la reprimarización de la economía latinoamericana. Se trata de un punto importante a considerar, ya que no se repite el problema central de dumping en las importaciones como en el período 1998-2001 y no existen —con alta centralidad y grado— otros problemas económicos ni problemas de otra índole, tales como condicionamientos o controles políticos, efectos medioambientales o sociales, pro-blemas de derechos de propiedad o ausencia de democracia, entre otros, tal como indicaban los antecedentes de estudio. Las diferencias dentro de este período de oportunidades se producen por una centralidad de elementos que describen un marcado optimismo en dichas oportunidades: en 2004, con la inercia de la incorporación de China en la OMC (CE-PAL, 2004, p. 167); y en 2015, por la posibilidad que observa PII de desarrollar encadenamientos productivos con China en el marco de un pesimismo generalizado por el contexto mundial de ralentización económica (CEPAL, 2015b, p. 61). De esta forma, la presente investigación muestra tanto persistence como consonance (Eilders, 2000) de temas y encuadres por períodos, así como también las rupturas entre estos períodos de tiempo y en su interior.

Entonces, ¿cuál es la imagen de China construida en el discurso económico de PII de la CEPAL? Respecto a la presencia del tema como primera variable de la imagen, la relevancia de China en el discurso económico de América Latina es evidente desde el comienzo del siglo XXI. En algunos períodos, los tokens de los párrafos sobre China representan más del 25% de la publicación PII (fundamentalmente, en los años 2004 y 2015). En cuanto a la orientación, como segunda variable que compone la imagen, la argumentación en torno a China adquiere la forma de un debate continuo sobre las implicancias negativas o positivas de la relación entre el gigante asiático y la región de América Latina. La variabilidad de este debate afecta el crecimiento uniforme del tema y, a la vez, define un largo período de oportunidades —desde el año 2002— centrado en exportaciones e inversiones —en ese orden— y con dos problemas fundamentales: el déficit comercial y la reprimarización.

Para finalizar, a nivel teórico, podemos afirmar que la prominencia se relaciona con la construcción de los mapas cognitivos que definen la atención (Kiousis, 2004), en base a la densidad —centralidad y grados— de los atributos relacionados. Según nuestros supuestos de investigación, el impacto cognitivo de este tipo de agenda puede ser relevante sobre una audiencia de decisores políticos interesados en las relaciones económicas internacionales. Por este motivo, consideramos que la presente investigación puede ser un punto de partida para nuevas agendas de investigación que busquen profundizar el análisis discursivo. Más allá de los resultados en torno a nuestro tema particular de investigación, el aporte metodológico puede ser de utilidad en diferentes campos de estudio de las relaciones internacionales. Esta apreciación incluye, sobre todo, la aplicación del framing y su construcción técnica, objetos de investigación no tradicionales pero representativos.

 

Notas

3 El framing es un nivel de análisis del enfoque teórico de agenda.

4 El estudio de Ospina Estupinan (2017, p. 14) demostró la marcada influencia de las agencias internacionales de comunicación (EFE, AP, AFP y Reuters) en la construcción latinoamericana de las noticias sobre China.

5 El respeto por la política de “una sola China” es la condición china más importante en América Latina (LB, 2016). Se trata, sobre todo, del pedido a los Estados latinoamericanos del no reconocimiento de Taiwán como independiente.

6 Existen también relevamientos estructurados como el Pew Global Attitudes Project.

7 Mapas del mundo (Lippmann, 1964) o atlas del mundo (Cohen, 1993) son conceptos utilizados para describir esta condición.

8 Los efectos cognitivos de la agenda en la opinión pública han sido demostrados en diversos estudios empíricos como el de McCombs y Shaw (1986). Este efecto es aplicable a la imagen de una nación (Dicken-García y Viswanath, 2002).

9 Goffman (1986) considera que estos procesos de construcción de frames son inconscientes, mientras que Entman (1993) los considera conscientes.

10 Y, al revés, los individuos evitan información contradictoria con lo previamente aceptado en su comunidad (Festinger, 1957).

11 En algunos antecedentes de estudio la definición de un objeto se relaciona con atributos cognitivos mientras que la valoración se relaciona con atributos de tipo afectivos (Ghanem, 2009). En esta investigación los atributos, como sub-temas, permiten inferir una orientación en un sentido de problema-solución o amenaza-oportunidad de China para América Latina.

12 Esta interpretación está acorde a la referencia de la utilización de instrumentos de política, en el texto de presentación de PII de 1996.

13 La variable del período temporal es muy relevante en los estudios de agenda (Eyal, 1980). Los denominados automaton studies analizan un único tema a lo largo del tiempo buscando comparar el grado de coberturadel mismo en diferentes períodos.

14 No se utiliza ningún criterio que defina previamente la orientación de los términos, como, por ejemplo, diccionarios que son propios del sentiment analisys.

15 La vinculación entre los atributos relacionales y las categorías que los definen como oportunidades o amenazas fueron controladas por un proceso de desambiguación (Sinclair, 1991).

16 Se utiliza la unidad mínima -la palabra- para la identificación de los atributos sin apelar a sus relaciones sintácticas (verbos), de otra forma sería contradictorio con el enfoque de agenda que estamos utilizando. Utilizar la dimensión sustantiva y no afectiva (adjetivos) se relaciona con nuestra definición de orientación.

17 Se utilizó el software SCP-KWIC (Key Word In Context).

18 Se utilizó el algoritmo Force Atlas (Jacomy, Venturini, Heymann y Bastian, 2014) para el cálculo de distancia y el grado para el tamaño de nodos (grado de entrada y/o salida para matrices cuadradas y simétricas).

19 Se considera una mención de cita o dato con un valor de uno sobre el término. Esto equivale, para ese término, a una mención de otro término de alta frecuencia en su contexto KWIC.

20 Kiousis (2004) denomina visibilidad a la conjunción de prominencia y atención. Este concepto de visibilidad integra nuestros dos objetivos específicos. Para este autor la relevancia incluye también a la valencia, como orientación positiva o negativa. La valencia, como inferencia de la atención, se encuentra en el marco de nuestro segundo objetivo específico.

21 Los años no incluidos se debe a que PII no fue publicada. Con excepción del año 2001, que sí fue publicada, pero no contiene menciones al tema “China”.

22 Con alta frecuencia y centralidad en el año 2011 se menciona al “cobre”, en el año 2017 a la “soja” y en el año 2018 a los “metales”.

23 Se ha construido un repositorio digital para que la presente investigación pueda ser replicada. Este repositorio incluye 483 datasets con procesos y resultados del proyecto. Para observar el detalle del gráfico (número 2) de distribución puede consultarse el siguiente enlace abierto: ChiLat, 2019, “Gráficos (1998 a 2018): Frames sobre China en PII-CEPAL”, https://doi.org/10.7910/DVN/LE7NPI, Harvard Dataverse, V1.

 

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