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Relaciones internacionales

versión On-line ISSN 2314-2766

Relac. int. vol.32 no.64 La Plata jun. 2023

 

Lecturas

Saudi Arabia and the United Arab Emirates. Foreign policy and stra-tegic alliances in an uncertain world

Néstor N. Sandoval1 

1IRI, UNLP

Mason, Robert. Saudi Arabia and the United Arab Emirates. Foreign policy and stra-tegic alliances in an uncertain world. 2023. Manchester University Press, 315p. ISBN: ISBN 978 1 5261 4849 0.

El Dr. Robert Mason es especialista en la política internacional de Medio Oriente. Fue director del Middle East Studies Center de la American University en El Cairo y es miembro de la Junta Ejecutiva del Foreign Policy Analysis Section (FPA) de la International Studies Association (ISA). Ha realizado investigaciones de campo financiadas en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Ha sido autor y editor de numerosos libros y esta obra recopila y actualiza parte de sus anteriores trabajos.

El primer capítulo configura el marco teórico sobre el cual se enmarca la obra. Tomando los conceptos de: análisis de política exterior, relaciones internacionales, realismo defensivo, Estados pequeños, poderes medios y la teoría del Estado rentista, los cuales estarán presentes a lo largo de este libro. Concluyendo con cuatro interrogantes que pueden servir de disparadores explorar en nuevas áreas de investigación sobre la política exterior de Arabia Saudita y de EAU.

En el capítulo 2, el autor reflexiona sobre el Estado saudí, su supervivencia y sus relaciones regionales en un contexto histórico que va desde su fundación con la dinastía de Ibn Saud en 1727 hasta nuestros días. Se realiza una evaluación sobre las transiciones que afectan al sectarismo, secularismo y al liberalismo. Siendo la dimensión religiosa un elemento importante debido a la custodia que ejerce el rey sobre las dos Mezquitas Sagradas y el territorio sagrado, incluida la responsabilidad de la Hajj (peregrinación a La Meca, uno de los cinco pilares del islam que todo musulmán debe seguir) y la Umra. Se constata que la principal fuente de autonomía e influencia saudí sigue estando relacionada con los hidrocarburos, aunque si se cumplen los objetivos de Vision 2030 será un atractivo para las economías desarrolladas. Por otro lado, la dependencia saudí de las ventas de armas de EE. UU y Europa podría verse limitada en el tiempo, en la medida que el Reino desarrolle una producción autóctona y con la construcción de nuevas formas de agencias saudíes en el sistema regional que tiendan a estabilizar la región y evitar escalada de conflictos. Esto dependerá de la evolución del entorno de seguridad regional y de la percepción de las amenazas, la reactivación del JCPOA, así como la evolución de las estructuras de mando y control.

En el capítulo 3, se hace lo mismo, pero con el Estado emiratí, describiendo el rápido desarrollo económico y el uso relativamente temprano de los ingresos del petróleo para financiar proyectos económicos. La crisis existencial de los EAU frente al islamismo y de algunos Estados amenazantes que lo apoyan como Qatar, Turquía e Irán, ha sido el principal motor de sus medidas de seguridad nacional con una proyección de poder duro inusual para un Estado pequeño. Los EAU han sido coherentes en explotar todas las fuentes de poder duro y blando, en un contexto de rivalidad hegemónica entre dos socios (Arabia Saudí e Irán) sin poder recurrir a una arquitectura de seguridad regional fiable. EAU es uno de los Estados más diversificados del CCG pero con una gran desigualdad en la distribución de la riqueza, lideradas por los emiratos de Abu Dhabi y Dubái.

En los próximos capítulos, el autor describe y analiza las relaciones de Arabia Saudita y EAU con Irán, Medio Oriente, EE. UU, China, Europa (Gran Bretaña y Francia), Rusia, Cuerno de África, India y Pakistán, Japón y Corea del Sur, Indonesia y Malasia.

En el capítulo 4 se analizan las relaciones de Arabia Saudita y los EAU, mostrando la centralidad de las relaciones saudí-iraníes en el sistema regional y las fuertes raíces históricas, políticas y religiosas de su antítesis. La presencia iraní en Irak y Siria, la de Hezbolá en el Líbano y el pronunciamiento de la Fuerza Quds en Bahréin, además de la presencia de ISIS en la frontera con Arabia Saudita, siguen siendo amenazas formidables. La inestabilidad política en Siria y Yemen, el programa de desarrollo de misiles de Irán junto con sus intenciones nucleares, sumados a sus aliados locales, constituyen el núcleo de la continua hostilidad. Arabia Saudita e Irán se han disputado una mayor influencia en Asia y en África, y el CCG no ha sido suficiente para contrarrestar la amenaza iraní.

Por otro lado, las relaciones de EAU con Irán han sido fluidas, aunque atravesadas por la política estadounidense en Medio Oriente, los Acuerdos de Abraham y las consideraciones dentro del CCG. En lo económico el intercambio comercial entre ambos fue de US$19.000 millones en 2018, mucho más que el comercio entre Arabia Saudita e Irán. En un clima de tensiones en el Golfo, presión de las sanciones estadounidenses, colapso de la moneda iraní y COVID-19, EAU sigue siendo uno de los principales socios comerciales de Irán.

El capítulo 5 describe las relaciones con los demás países del CGG. Donde el terrorismo, la defensa antiaérea y cuestiones con personalidades, han impulsado a los Estados del CGG a integrarse en el ámbito de la seguridad. No obstante, la diversidad existente dentro del bloque podría convertirse en una fuente de amenaza existencial.

Luego describe a otros actores y sus implicancias en la región como: el rol mediador de Qatar, la crisis sufrida en 2017-2019, su proyección internacional como organizador del Mundial 2022 y su relación con Irán por el yacimiento de gas South Pars-North Dome; Bahréin, su influencia saudí y la presión de su población mayoritaria chiita; Egipto y su influencia marítima saudí, la cesión de las islas Tirán y Sanafir de 2017 y su necesidad de apoyo del Reino y de EAU en relación a la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope; Turquía y su intervención en Libia, Irak, Qatar y Siria, los acuerdos económicos con Arabia Saudita en 2022 y la suspensión del juicio por el asesinato de Jamal Kashashoggi; Israel y los Acuerdos de Abraham, más la presión para que Arabia Saudita se adhiera y su impacto en ello; Siria y el cambio de política de rechazar a Assad a apoyarlo, comprendiendo Arabia Saudita y EAU que la estabilidad económica de Siria contribuye a la seguridad árabe y a disminuir la influencia iraní, junto con consideraciones para su reingreso a la Liga Árabe; Libia y el apoyo de EAU y Arabia saudita a Hafter en vez del gobierno reconocido por la ONU y apoyado por Turquía; y Yemen y sus crisis como un desafío a la hegemonía saudí y a la seguridad en la Península Arábiga.

El autor concluye el capítulo afirmando que, el apoyo para la venta de armas, el trabajo conjunto en asuntos de política exterior hacia Libia y Sudán, y las perspectivas a largo plazo para aumentar la influencia colectiva con Egipto, Israel, otras partes de Medio Oriente y África, hacen que la relación entre Arabia Saudita y EAU sea cada vez más interdependiente y personalizada.

El capítulo 6 aborda las relaciones de EE. UU con el Golfo y las relaciones de Arabia Saudita y EAU con los EEUU durante las administraciones de Obama, Trump y Biden, describiendo cómo la adopción de políticas norteamericanas en diferentes niveles condicionaba a la política exterior saudí-emiratí. Mientras que los republicanos tienden a favorecer los grandes contratos de venta de armas, la posición de Arabia Saudí como productor de petróleo en la OPEP y su influencia financiera, los demócratas tienden a ser más circunspectos en la venta de armas, los derechos humanos y los conflictos en Medio Oriente. Se reflexiona hasta qué punto Arabia Saudita sigue representando intereses vitales para EE.UU. como proveedor de petróleo. Se describe también la dependencia de los sistemas de defensa de Arabia Saudita y EAU de EE.UU., cuyos acuerdos en la provisión de armas a veces se ven obstaculizados por otros factores, lo cual lleva a Arabia Saudita a acercarse a Rusia y China. Hay expectativas sobre las próximas elecciones presidenciales en EE.UU. en Estados Unidos.

En el capítulo 7, se analiza las relaciones con China y cómo se ha incrementado el volumen del intercambio de este país hacia la región. Cuyo intercambio con el CCG representaba menos de US$10 billones en el año 2000, pasando a rozar casi los US$115 billones en 2016, convirtiéndose en el principal mercado exportador del CCG en 2020, reemplazando a la Unión Europea, y siendo el principal importador energético de Arabia Saudita, Irán, Kuwait y Omán. En el aspecto de la seguridad y defensa, China pasa a ser un socio estratégico de Arabia Saudita, proveyéndole armas y drones de combate, e incluso produciendo en conjunto los drones CH-4, aprovechando la demora en la respuesta europea. También proporcionando inversiones en materia de IA, desarrollo de Smart cities y telecomunicaciones. La profundización de las relaciones con China y su equilibrio con los EE. UU podría representar oportunidades de apertura comercial e inversiones para Arabia Saudita y los EAU, fortaleciendo la interdependencia.

En el capítulo 8, se enfoca en las relaciones con Gran Bretaña y Francia, desde la época colonial hasta el 2022. En el caso británico, a pesar de haberse retirado del Golfo, la relación con los países del CCG se mantiene cercana y su presencia ha sido de importancia en el ámbito de la seguridad, la defensa, la estabilidad política, la estabilidad de los precios del petróleo y en la implementación de programas de desarrollo económico y social. Luego del Brexit, la región del Golfo representó una oportunidad para suplir parte del comercio perdido con Europa, también la iniciativa de Arabia Saudita de descarbonizar su economía ha generado acuerdos con empresas petroquímicas británicas en el contexto de la Guerra en Ucrania.

Las relaciones con Francia, por su parte, han sido importantes para reforzar el sistema de seguridad de Arabia Saudita y de los EAU frente amenazas externas y terroristas. Si bien Francia apoyó el JCPOA, lo hizo por cuestiones económicas, ya que parte de sus petroleras operaban en Teherán. Macron también confirmó los aviones y helicópteros de combate Rafale y Airbus respectivamente, en el marco de su gira por el Golfo y en el contexto del pacto del AUKUS en 2021, que comprometió un multimillonario trato de submarinos que tenía Francia con Australia.

El capítulo 9 esboza acerca de las relaciones históricas con Rusia, desde la época del Imperio Ruso, pasando por la Unión Soviética y llegando hasta nuestros días. Las relaciones de Rusia con el Golfo han estado conducidas por expandir y mantener una esfera de influencia en esa región. Así como la crisis de 1973 propició la expansión energética soviética hacia Europa, más recientemente la diplomacia energética rusa tiene como objetivo a Medio Oriente y Asia. Lo cual se refuerza luego de las sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania. Para Arabia Saudita y los EAU, su interés en Rusia descansa en la venta de armas y en la construcción de un sistema autóctono de armas, cambio de prioridades en el mercado internacional de petróleo y las relaciones de Rusia con Israel, Irán y Siria. Esto podría cambiar los patrones de alianzas y las relaciones núcleo-periferia. También el autor destaca la influencia rusa en su capacidad para retrasar, restringir, obstaculizar o interrumpir las relaciones estratégicas entre potencias regionales e internacionales.

El capítulo 10 se centra en las relaciones con los países del Cuerno de África, los cuales comprende a Yibuti, Eritrea, Etiopía, Sudán y Somalia, las cuales reflejan profundos lazos sociales, políticos, económicos y religiosos. En ocasiones se han visto temporalmente comprometidas, debido a acciones ideológicas de las élites de los países del Cuerno de África que han favorecido a adversarios saudíes y emiratíes como Irán. Por otro lado, Arabia Saudita y EAU han podido maximizar su influencia en esos Estados a través de ayudas, inversiones y otros acuerdos financieros, que han tenido un gran impacto en los casos de Eritrea y Etiopía y en menor medida, en Egipto y Sudán. Otros proyectos como la construcción de una calzada desde Neom a través del estrecho de Tirán hacia Egipto y una buena actuación del Consejo del Mar Rojo, podría reforzar las estabilidad y seguridad de la región. También la influencia gradual que han ganado los EAU en Somalilandia. El autor concluye esta parte mencionando algunos de los desafíos que presenta la región como: la presencia turca en Somalia y Etiopía, la guerra civil en Darfur (Sudán), la guerra civil en Tigray (Etiopía), las frágiles relaciones entre Eritrea y Etiopía, y la falta de capacidad de respuesta de la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD) para tratar estos conflictos.

En el capítulo 11, Mason se explaya sobre las relaciones con India y Pakistán. Inicialmente Arabia Saudita y Pakistán han sido más estrechas que con India, por una cercanía cultural y religiosa, no obstante, durante el período 2015-2020, alcanzaron un punto de inversión a favor de India, después de que Pakistán se mostrara poco fiable a la hora de enviar tropas a Yemen para apoyar a Arabia Saudita y criticara a este país indirectamente por la cuestión de Cachemira. El ascenso de India representa una oportunidad para que Arabia Saudita y EAU amplíe relaciones económicas y beneficiarse de relaciones geoestratégicas a más largo plazo con una potencia internacional en crecimiento. Al igual que Pakistán, India también depende de los Estados del CCG en materia de empleo, remesas e inversión externa. En la obra se describen los proyectos finalizados y en realización entre Arabia Saudita-EAU con India y Pakistán.

En los capítulos 12 y 13, se analizan las relaciones con Japón, Corea del Sur, Indonesia y Malasia. Las relaciones de Japón y Corea del Sur con Arabia Saudita y EAU han experimentado un cambio de énfasis, principalmente desde 2018, y una ampliación en la composición de sus relaciones. La dependencia del petróleo sigue siendo una columna vertebral de las relaciones, lo que lleva a apoyar las decisiones de Arabia Saudita, especialmente cuando las exportaciones de petróleo iraní e iraquí se ven comprometidas por las sanciones y la inseguridad. Las políticas de carbono cero y las estrategias de Vision 2030 están impulsando nuevos intereses económicos, innovaciones e institucionalizaciones. La diversificación asiática hacia industrias estratégicas como la nuclear, complementaria a la demanda de los EAU en la adquisición de este tipo de conocimientos, ha traído consigo la oportunidad de mejorar las relaciones militares.

Respecto a Indonesia y Malasia, el islam sigue configurando el despliegue de poder blando saudí en el Sudeste Asiático, no sólo como elemento de legitimación, sino también como de fuente de influencia y atractivo turístico. La construcción de una nueva capital en Indonesia y la réplica de la mezquita Sheikh Zayed, así como el impulso de inversiones por parte de EAU a Indonesia, son ejemplo de ello. Malasia por su parte, mantiene una relación comercial de bajo nivel con Arabia Saudita y EAU, centrada en las exportaciones de aceite de palma. Sin embargo, el turismo religioso podría crear un vínculo sólido y una industria que siga vinculando a Malasia con el Reino. La influencia saudí en Malasia ha sido más personalizada a través de líderes como el presidente Razak, aunque su pérdida como aliado estratégico y su posterior condena en relación con el caso 1MD, ha dañado la influencia del Reino en Malasia.

Tal vez hubiera sido interesante incluir un capítulo o apartado que contemple las relaciones con América Latina. Si bien el intercambio comercial entre Latinoamérica y el Golfo Árabe es modesto, en los últimos años ha cobrado importancia especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria de ambos países que importan el 90% de los alimentos que consumen. Siendo Argentina, Brasil y México los más relevantes en ese intercambio.

En conclusión, la obra es muy completa y de lectura recomendada para comprender el rol de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en la región, los factores históricos, sociales, políticos, religiosos, geopolíticos y estructurales que los atraviesa, así como su política exterior hacia poderes y regiones de influencia, apoyados por un conjunto sólido de fuentes, datos históricos, datos fácticos y análisis derivados de la larga trayectoria en investigación en esa región que posee el autor.

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