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Revista de nefrologia, dialisis y trasplante
versión On-line ISSN 2346-8548
Rev. nefrol. dial. traspl. vol.36 no.1 Ciudad Autónoma de Buenos Aires mar. 2016
IN MEMORIAM
DR . LUIS JOSÃ JOST (1935-2015)
Dr. Cesar Agost Carreño
NefrologÃa, Diálisis y Trasplante 2016; 36 (1) Pág 67-68
No es mi intención hacer un desarrollo cronológico de los logros profesionales que jalonaron la vida médica del Dr. Luis José Jost o pasar revista a su frondoso currÃculo con motivo de su fallecimiento el 20 de Agosto de 2015. Deseo resaltar aspectos de su perfil humano que guardo en la memoria y que se me antoja mejor lo definen como persona. Resulta difÃcil despedir a un amigo, eso éramos, luego de compartir muchas horas de trabajo como miembros de distintas Comisiones Directivas de SAN con el ideario de incrementar y expandir el conocimiento de la NefrologÃa (clÃnica, diálisis y trasplante renal) en forma integral en todo el paÃs ("sumar y no restar"). Entre los años 1978 y 1980, Luis se desempeñó como Presidente de la Sociedad Argentina de NefrologÃa (SAN) habiendo obtenido logros con repercusiones hacia el futuro. De convicciones firmes, lo que lo hacÃa poco flexible y con un elevado nivel de exigencia, lograba el respeto de sus pares, lo que facilitaba la planificación y responsabilidad en el control y asignación de las tareas. Un rasgo distintivo de su forma de ser ha sido no dejarse vencer por la adversidad o los contratiempos hasta alcanzar los resultados esperados. Era un convencido del valor del tiempo, tanto propio como ajeno, lo que demostraba con una puntualidad difÃcil de igualar o por la contrariedad que le producÃa cuando no se definÃan objetivos claros luego de largas discusiones. Otra de sus caracterÃsticas era no confiar en la memoria por lo que ingresaba en una particular agenda con un pequeño lápiz: tareas, fechas, horarios, direcciones, etc., archivando las de años anteriores.
Ajenos al desarrollo de la computación mantuvimos innumerables horas de trabajo en el consultorio de Luis y del Dr. Mario TurÃn de la calle Barrientos, realizando la colecta de datos y posterior análisis de los trasplantes renales en Argentina a los comienzos de los 80, con lo que pudimos conocer la realidad del paÃs en el tema. Luis fue el primer director del Consejo Argentino de Trasplantes Renales en 1983.
Su proceder siempre fue coherente y consecuente con su lÃnea de pensamiento en todos los ámbitos de la vida. Para los que no lo conocÃan bien, tal vez, les resulte sorprendente saber que era aficionado al foot-ball, hincha de Racing Club y fanático de la selección nacional, para él fue inolvidable ver a Argentina campeón en 1978; más sorprendente aún fue cuando una tarde de abril de 1982 se puso a disposición de la Sanidad de la Fuerza Aérea Argentina, junto con otros colegas, para participar en cualquier tarea médica que fuere menester en el teatro de operaciones del Atlántico Sur (Islas Malvinas).
No debemos dejar de resaltar otro de sus rasgos su fuerte relación y fidelidad con su esposa, Alicia, con quien tenÃa una marcada dependencia en especial en los últimos tiempos. Creyente, pudo entender a la vida como un peregrinar, dando testimonio de ello ante las dificultades de la última etapa.
Siempre que pudo y el dolor se lo permitÃa seguÃa participando en tareas docentes.
Hemos compartido además en numerosos encuentros momentos de nuestra vida familiar: casamientos de hijos, viajes, asistencia a congresos, etc., vivencias que me autorizan recordarlo de esta manera. La perfección es difÃcil de lograr, nadie puede "arrojar la primera piedra"⦠pero los últimos años de Luis son una lección de vida para muchos.
Quiero finalizar con una frase que me exime de otros comentarios, pertenece a Horacio y es de sus Odas: "Yo no moriré del todo, pues mi obra me sucederá."
Dr. Cesar Agost Carreño