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Estudios del trabajo

versión impresa ISSN 0327-5744versión On-line ISSN 2545-7756

Estud. trab.  no.59 Buenos Aires jun. 2020

 

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

Reseña de Vivir del arte: la condición social de los músicos profesionales en México, Rocío Guadarrama Olivera, México: UAM-Cuajimalpa, 2019, 292 pp.

Adina Cimet* 

1 Estudios de doctorado en Sociología por la Universidad de Columbia y de maestría en la London School of Economics. Pertenencia institucional: Jewish Museum of New York

Vivir del Arte llega a los lectores en el pináculo del quehacer académico de Rocío Guadarrama.2 La autora ha dedicado años a estudiar temas muy disímbolos desde el ángulo de la sociología del trabajo, en regiones y periodos diferentes y no sólo de México. El libro que nos ocupa lanza una mirada a un espacio social poco conocido y menos analizado: el de los músicos profesionales en México, que ella relaciona con su propia trayectoria teórica. La obra abarca prioritariamente a ejecutantes de música culta o clásica, pero también incluye a quienes se dedican al jazz y aun a la música folclórica. Los estudia en dos espacios contrastantes: Ciudad de México, la capital del país, que ofrece la mayor oferta cultural, y Baja California, región menos favorecida en su desarrollo cultural. El de Rocío Guadarrama es un libro que describe detalladamente, con pinceladas muy claras y precisas, la formación y la vida de quienes se dedican profesionalmente a la música. Con un breve trasfondo histórico, la autora explica cómo la actividad se profesionalizó en el siglo pasado, junto con las escuelas que avalan los procesos y las variadas rutas que afirman y afianzan todo el sistema de reconocimiento social y su mercado de trabajo, con el sostén, en ocasiones, de prácticas artesanales de aprendizaje que siguen funcionando como necesarias aún hoy en día.

La información objetiva que la autora recoge -en forma cuantitativa-describe el perfil demográfico, económico y laboral de los músicos. Sobre esta base construye una tipología de empleo que da cuenta de la heterogeneidad de esta profesión. Reconoce a aquellos profesionales que se acomodan en el margen de este mercado, creando espacios amorfos de trabajo donde encuentran la posibilidad de sobrevivir con múltiples empleos, y claro, también a aquellos que, en el otro extremo, logran afianzar sus trayectorias con trabajos mejor remunerados y estables. Agregado a lo anterior, la autora recopila una rica información subjetiva que obtuvo mediante entrevistas abiertas a 80 músicos, a partir de la cual perfila sus trayectorias individuales; su movilidad social familiar; descripciones sobre sus personas e identidades diferenciadas según el género; el origen de su vocación y los resultados económicos dados por el empleo o impuestos por el multiempleo. Incluye también a músicos migrantes, como es el caso de aquellos que llegaron a México en los años ochenta huyendo de las crisis económica y política de los otrora países socialistas de Europa del Este, reconociendo la confederación del mundo cultural y laboral internacional con el mexicano, como un habitus extenso que forma parte de un todo amplio con lenguajes y reglas en común.

Rocío Guadarrama entreteje diversos hilos teóricos, pero utiliza en especial al sociólogo francés Pierre Bourdieu y su concepto de habitus para darle sentido al espacio social que describe y al mercado económico que lo soporta. Así, la autora abre con claridad un amplio abanico de temas, tales como las diversas modalidades del trabajo de los músicos; las ofertas de estabilidad económica para unos y la falta de ella para otros; los resultados profesionales que a algunos les confieren prestigio y visibilidad social frente a otros que quedan ligados a valoraciones muy desiguales. Todo esto apuntando además a su identidad y vocación. Para quienes no se han adentrado en el mundo de los músicos, Guadarrama ofrece un cuadro muy vivo de este sector humanístico institucionalizado con sus reglas meritocráticas y su jerarquía de valores. Evoca trayectorias que impone el proceso de educación estructurado y avalado por este mismo esquema, pero absorbe también otros trayectos individuales no estandarizados que siguen paralelamente activos en este medio. Así pues, la escala desigual de sus remuneraciones a consecuencia de estas variantes, sus efectos generales y la disímil valorización de su trabajo en el medio, proveen el tejido que permite finalmente germinar reflexiones sobre la (auto) identidad del músico.

Cabe destacar que el manejo de dos descripciones en el libro -la objetiva y la subjetiva-es lo que en conjunto transmite algo especial al lector. Paralelamente al reconocimiento del efecto de la estructura económica en este mercado cultural(de sus contradicciones, limitaciones, tensiones y controles(, aparecen los razonamientos que elaboran los propios músicos entrevistados y que justifican sus opciones. Son ellos mismos quienes hablan de lo que rechazaron conscientemente y de las opciones que se les cerraron de manera incontrolada. A través de sus narrativas, se vislumbra la complejidad y la pujanza de un tema como el de “identidad y vocación”, a la par de sus efectos no bien reconocidos, a veces disonantes en lo que se refiere a lo esperado por el quehacer académico, pero afianzados firmemente en las prácticas de estos artistas. Aquí el vivir del arte aparece también como vivir con arte.

De ahí que, además de lo que ofrece directamente, este libro abre nuevas vetas e interrogantes trascendentes a nivel teórico. Cierto que Guadarrama invita a los músicos a leer su libro; cierto que los músicos y todo lector encontrarán positiva su lectura. Pero yo sugiero que son los académicos quienes deben adentrarse en él para estudiar relaciones y tendencias cuya complejidad no está totalmente esclarecida. Algunos ejemplos: primero, se antoja seguir con atención a otros grupos de profesionales para hacer un análisis comparativo que podría iluminar el análisis teórico; habría que ver si esta rama de la actividad laborales la única que enfatiza asuntos de vocación de manera sustancial y que los músicos entrevistados tradujeron en temáticas de identidad. De allí es posible que se puedan articular nuevas reflexiones para analizar la relación entre lo objetivo y lo subjetivo. En boca de los músicos encontramos, por una parte, un “eco de religiosidad interior” que recuerda la ética del capitalismo de Max Weber, en la que las definiciones subjetivas y las objetivas de la economía se refuerzan mutuamente. Por allí encontramos cómo algunos de estos artistas reproducen en sus discursos las normas que califican el rigor profesional−que van aunadas a la dimensión remunerativa−, y las activan y ejercitan como vías para la movilidad de esta profesión. Pero estas mismas normas que los músicos aceptan con todas sus consecuencias, también restringen movilidad y establecen la empinada jerarquía de niveles profesionales.

De estas reflexiones deriva la posibilidad de estudiar más a fondo la subjetividad que impregna la agencia de estos actores y, a su vez, su correlación con “lo objetivo”; correlación urgente para recrear los factores que componen el mundo de las estructuras. Las prácticas de los trabajadores de la cultura no sólo se explican por las reglas del mercado, como su concurrencia con la economía, tal como ya lo mencioné arriba. También encontramos complejidades como las descritas por Foucault, Agamben y Hayek, entre otros autores, que advierten que el agente no es sólo un ser que automáticamente invierte en sí mismo en educación y entrenamiento constante para agregar valor a su ser, inversión que posteriormente intentará le reditúe económica y profesionalmente, explotando dicha inversión. Si pensamos en cómo los músicos justifican su identidad y su visión social, opinando sobre los que encajan o no encajan en las jerarquías profesionales, podríamos estar de acuerdo en que su mundo subjetivo no es un simple espejo de su realidad objetiva. Las fuerzas sociales (ya sean coordinadas y/o contradictorias- se presentan en este ámbito de manera más enigmática y asimétrica. La vocación (el Beruf weberiano) que los artistas describen, ya sea adoptada, descubierta o inventada, no se adapta perfectamente al mercado laboral y sus valoraciones. Hay versiones heterogéneas de estas narrativas que parecen existir antes de que los músicos se profesionalizaran. Y hay otras que aparecen cuando ya están profesionalizados; algunas refuerzan, mientras que otras contradicen el espacio social. Competencias y controles chocan contra los valores de libertad y autonomía. Se trata de una variedad de valorizaciones y racionalizaciones que custodian la identidad profesional, guardando elementos al parecer de “autonomía”, que afectan la condición objetiva de los músicos en el mercado de trabajo y en la economía en general, generando acciones que no reproducen siempre los módulos institucionales ideales.

Guadarrama alude a estas narrativas sugiriendo que marcan “separaciones fosilizadas” (p.111), formas de legitimación impuestas, que quizá fungen como mecanismos de control social, con una subjetividad que en apariencia promueve su autoapreciación en coordinación con los controles del mercado (Foucault). Pero la complejidad de las narrativas que encontramos en el libro sugiere la existencia de contrapropuestas que descalifican el criterio objetivo como única fuente formativa de la identidad. De allí que se antoje explorar estas valoraciones alternativas para entender si están coexistiendo en una modalidad dual, en donde el “amor al arte”, por encima de su remuneración y estructuración en el mercado, viene a ser una forma de articulación y rebelión frente a la estructura dominante de la sociedad.

Los hallazgos del estudio de Guadarrama sirven para arrojar luz sobre estos procesos de tensión y acondicionamiento social. Pareciera que los agentes/actores que estamos revisando están en el meollo de la discusión y son un ejemplo inigualable para entender estas subjetividades entrecruzadas y antagónicas que coexisten. Este libro estudia, explica y exige: el reto que nos deja es fascinante y está aquí frente a nosotros en esta obra, aun cuando ésta no haya sido la meta directa de la investigación propuesta por la propia autora. Pero, no cabe duda que, quiéralo o no, Rocío Guadarrama nos invitó a nosotros, sus lectores, a dar un paso adelante para profundizar sobre cómo nos definimos y construimos en el vivir de lo que hacemos, y en lo que al final somos.

Referencias Bibliográficas

Guadarrama, R. (2017). Les paradoxes de la précarité dans l’emploi artistique: le cas des musiciens professionnels au Mexique. Revue Interventions économiques. Recuperado de https://doi.org/10.4000/interventionseconomiques.3174Links ]

Guadarrama, R. y Moreno, M. (2020). Mundos habitados. Espacios de arquitectura, diseño y música en la Ciudad de México. México: UAM Cuajimalpa. [ Links ]

Hualde, A., Guadarrama, R. y López, S. (2016). Precariedad laboral y trayectorias flexibles en México: un estudio comparativo de tres ocupaciones. Papers, 101(2), 195-221. Recuperado de: http://dx.doi.org/10.5565/rev/papers.2188Links ]

2 Consúltese de la autora: Hualde, Guadarrama y López, S. (2016); Guadarrama (2017) y Guadarrama y Moreno (2020).

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